Por favor ten en mente que tu estudio de los “48 Caminos Hacia la Sabiduría” sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt”l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.

 

Camino #1: Estar Consciente en Todo Momento

Imagínate estar sentado en un autobús, y en eso observas a otro pasajero tirando dólares por la ventana. ¡No lo puedes creer! Esta persona está loca. Cada cinco minutos otro billete vuela por la ventana.

Probablemente nunca has visto eso. Pero seguro que has visto alguien tirando cinco minutos por la ventana.

Probablemente lo has hecho tu mismo. El autobús está en camino y estás disfrutando del paisaje: “Oh, mira la montaña, mira la tienda… ahí está el parque”.

No está mal por los primeros minutos, pero después la caja registradora marca mucho tiempo perdido.

Todos sabemos que “tiempo es dinero”. Pero ¿qué es más importante: 5 minutos o un dólar? El tiempo es la oportunidad más grande de tu vida y no debes malgastar ningún momento de ella.

Betalmud literalmente significa: “por medio del estudio”. Esto se refiere al estudio de la vida. Para poder convertirse en un excelente ser humano se requiere utilizar tu mente constantemente, hasta que entre a cada fibra de tu ser…

Todo empieza con una decisión, un compromiso. Trata de decir en voz alta: “La vida es una oportunidad. Quiero usar mi cabeza, quiero crecer, no quiero perder ningún minuto del día”.

Puede ser que encuentres cierta resistencia y escuches una voz que protesta internamente: “¡De ninguna manera! Puro trabajo y nada de juego va a hacer de Javier una persona triste… Sin diversión, sin placer, sólo sirviendo y sacrificándose. Vamos, mejor vamos a pasear y a mirar televisión”.

Los 48 caminos tienen herramientas para luchar en contra de esto:

Constancia – en todo momento.

Continuidad – sin interrupción.

Consecuencia – de acuerdo con el itinerario.

Repaso – repitiendo lo estudiado.

Iniciativa – como un “estudiante de la vida”.

Constancia: En Todo Momento

La búsqueda de cualquier objetivo significativo debe ser constante, 24 horas al día. No dividas períodos de tiempo entre “luchar por algo” y “no luchar”.

¿Esto significa ser un trabajador obsesivo y compulsivo? Claro que no, ¡también necesitas dormir!

Vamos a entender. “Lucha constante” significa que cuando duermes es para ser más productivo, entonces el dormir viene a ser parte del trabajo. Es lo mismo con la comida o el ejercicio – si se hace con el propósito correcto, contribuye con tus logros y tu crecimiento general.

¿Y relajarse?

Claro que está bien relajarse. Pero en términos judíos, la relajación significa “cambiar los neumáticos”. No es renunciar. Es crecer. Tu relajación debe tener un propósito y una dirección. Relajarse no significa soñar.

¿Suena difícil? Acuérdate de la primera vez que trataste de andar en bicicleta, ¿pudiste mantener el equilibrio? Decías: “Hey, ¿cómo es posible equilibrar esta cosa y hacer que se mueva hacia adelante por medio de esas ruedas tan delgadas?”. Lo intentaste, te caíste, y cuando ya te ibas a dar por vencido… viste al vecino andando en su bicicleta con facilidad. Entonces lo volviste a intentar, y antes de darte cuenta, andar en bicicleta se convirtió en algo natural.

Es lo mismo con la “conciencia de la constancia” y cualquiera de los otros 48 caminos. Toma tiempo acostumbrarse, pero cuando ya estás en el camino, aprendes a andar sin manos.

Si sientes que llegaste a un límite y necesitas un descanso, cambia tu área de concentración. Piensa en algo que no sea tan difícil o cansador, pero que sea algo significativo. Por ejemplo: cambia tu enfoque al de la naturaleza, la música, el arte. Algunas veces, inclusive un cambio de escenario, una bebida fría, un respiro, un poco de aire fresco es suficiente para recargar baterías.

Solamente no dejes que tu mente se apague. Porque cuanto más frecuentemente apagues el motor, más difícil será encenderlo de nuevo. Y eso significa momentos valiosos de tu vida… escapándose de tus manos…

Matar el Tiempo

Todos nosotros alguna vez nos hemos escapado de la vida. No suicidándonos, sino renunciando a la vida de una forma más ligera. Un “pequeño suicidio”, como por ejemplo: “Vamos a matar unas cuantas horas aquí”, seguido de alguna actividad que no necesita ni un mínimo de conciencia.

Hacemos esto porque es muy doloroso estar constantemente conscientes, estar constantemente “conectados”.

Para romper ese dolor, enfócate en los resultados. Cuando estás constantemente consciente, cada experiencia se convierte en una lección para la vida. Por ejemplo: si estás esperando en el consultorio del dentista, puedes utilizar ese tiempo para pensar sobre cualquier idea crucial:

“Tengo suerte en tener dientes. Una vida sin dientes sería mucho menos placentera”.

“Si existe una cosa como la higiene dental, debe existir también un concepto de higiene espiritual. Me pregunto ¿cuál será?”.

“Si no fuera por el dolor del torno, mis dientes se habrían caído. Probablemente otras dificultades en la vida también me pueden ayudar a lograr cosas buenas”.

“El cuerpo humano es tan íntegro. La integración de los dientes, encías, lengua y saliva es una increíble muestra de diseño anatómico y fisiológico. ¿Cómo se formó todo esto?”.

Cualquier cosa que estés haciendo en cualquier momento – viendo las noticias, haciendo un trato comercial, platicando con un amigo, leyendo este artículo – préstale una atención total. Decide que estás dispuesto a tomarte el esfuerzo de pensar, de estar consciente todo el día.

Continuidad: Sin Interrupción

Siempre que persigas un objetivo específico, debe ser sin interrupción alguna. Es mejor estudiar una hora seguida que dos horas con interrupciones. Las interrupciones rompen nuestra cadena de pensamiento y limitan nuestra habilidad de retener información. Quitan el poder del estudio.

Aparta un tiempo donde dejes todo lo demás afuera, donde no te moverás de la actividad en la que estás concentrado. No vayas a sentarte para después ir a abrir la ventana. Y luego te paras y vas por una Coca Cola. Y vuelves a pararte y cierras la ventana. Y finalmente te paras y prendes la radio.

Pon en tu cabeza: “voy a hacer “X” por una hora seguida. Sin interrupciones”. Por 15 minutos no te detengas. No te cambies de lugar, no tomes ninguna bebida; ¡no interrumpas ese momento a menos que sea algo de vida o muerte!

Puedes practicar esto mientras vas en el autobús, o cuando estás esperando en el consultorio del médico. Plantéate un objetivo de 15 minutos para enfocarte exclusivamente en una sola cosa. Puede ser un problema que estás teniendo en el trabajo, una meta personal, o un asunto social. Por ejemplo: te puedes decir a ti mismo “los siguientes 15 minutos voy a emplearlos para pensar en mi familia, cómo puedo ayudarlos, por qué los quiero, el placer que siento”.

O trata de emplear 15 minutos por día para estar consciente de cualquier aspecto de la vida a tu alrededor – desde la sangre recorriendo tus venas manteniendo cada célula viva, hasta la hormiga arrastrándose en el piso debajo de tus pies. Durante esos 15 minutos, aprecia cómo el tiempo fue empleado adecuadamente. De otra forma, el tiempo hubiera sido desperdiciado…

Poco a poco incrementa tu tiempo. Primero 15 minutos, después 30 minutos, después una hora, después dos horas. Una vez que hayas llegado a cuatro horas estarás ya del otro lado.

El Gaón de Vilna, un gran estudioso judío del siglo XVIII, dijo que las primeras tres horas con 59 minutos son como preparar el horno. Para la cuarta hora, la olla estará hirviendo.

Y no te detengas. Porque si remueves la olla del fuego – inclusive por algunos minutos – la tienes que recalentar otra vez desde el principio.

Consecuencia: De Acuerdo al Itinerario

Para realmente entrar en camino necesitas encontrar tu ritmo.

Al cuerpo humano le encantan los patrones. Inclusive los retos más desalentadores se hacen más fluidos cuando tienen una rutina. Esto significa hacer la actividad en el mismo lugar, al mismo tiempo, y de la misma forma (lo más cercano posible).

Es por eso que el judaísmo tiene ciertas actividades preestablecidas cada día. Por ejemplo, al levantarnos decimos: “Gracias  porque estoy vivo”. Es un momento consciente de apreciación por tener otra oportunidad, otro día. Esta conciencia nos permite levantarnos con el pie derecho, empezando nuestro día de buena manera.

Cuando hablamos de cualquier meta, identifica una parte del día para ser “puro”. Ya sea mucho o poco tiempo, toma el compromiso y se consecuente cada día. Hay poder en ese compromiso. Sabes que vas a cambiar. Tu vida será diferente.

Inténtalo. Comprométete los 365 días del año por el resto de tu vida; cuando te levantes en la mañana ¡aprecia el estar vivo!

 

 

Repaso: Repitiendo lo Estudiado

La vida no es unidimensional. Debe ser estudiada desde cada lado y volteada de un lado a otro.

Estudia el mismo tema por un largo período de tiempo. No estés saltando superficialmente de un tema a otro. Escoge un tema que te guste y hazte experto por lo menos en un aspecto de la vida.

Cualquiera que sea el tema que escojas, siempre hay más para aprender. Inclusive que te muevas en otras áreas del conocimiento, tienes que estar alerta para tomar información pertinente para los temas previos. Esto permite la comparación de citas y como consecuencia final un entendimiento más profundo.

Cualquier cosa que estudies, asegúrate de que no la olvidarás. ¿Cuántas veces entró un pensamiento en tu cabeza con una increíble claridad y al día siguiente se fue de tu cabeza? El pensamiento está flotando por no haber sido capturado de alguna forma. Tiene que meterse a tus huesos y penetrar tu mente.

Esto significa un constante repaso de lo que uno aprende de una forma u otra.

La repetición verbal es muy poderosa. Clarifica la idea y la hace realidad. Esa es la razón por la cual repetimos dos veces al día el Shemá Israel y repasamos la Torá año tras año. Los Sabios del Talmud repetían 40 veces cualquier pensamiento innovador, y una idea vital 101 veces.

Cualquier cosa que te mueva y te llene de energía, repítela una y otra vez. Hazlo tu refrán, tu música de fondo. Cuando ya hayas adquirido una frase, aprende otra. Cualquier cosa que funciona tiene poder.

Iniciativa: Como Un Estudiante de la Vida

Imagínate a alguien preguntándote: “¿Tú qué haces?”. Tú le contestarías: “Soy abogado” o “soy ingeniero” o “soy contador”.

¡Pero eso es un error!

Suponte que ves a alguien que se esta yendo a dormir, y tú le dices: “¿qué es lo que haces?”. Él te dice: “Soy un dormilón”.

“¿Eres un dormilón?”. “¿Cómo te mantienes haciendo eso? ¡¿Quién te paga por dormir?!”.

Exactamente ese es el tema. Cuando sumas las horas de una vida, gastas más tiempo durmiendo que siendo un abogado.

El tú esencial no es el abogado. Es el que piensa, busca, el ser humano que vive, respira, que ama, que está creciendo constantemente, que desea excelencia, que está hambriento por saber más. Identifícate con éste. Es quien verdaderamente eres.

Pregúntale a una mujer con cuatro hijos: “¿Quién eres?”. Contestará: “Una madre”. Pero ¿es el único aspecto de ella (aunque sea el más importante)? Es también amiga, voluntaria comunitaria, educadora, cocinera, enfermera, psicóloga de niños, pensadora, buscadora de información y de la verdad, y mucho más.

Desafortunadamente, desarrollamos este problema de identidad a muy temprana edad. A cada niño se le pregunta: ¿Qué quieres ser cuando seas grande?”. Esta pregunta tiene sutiles implicaciones que pueden dañar una personalidad en desarrollo. El niño está pensando: “¿Cuál es el problema en ser quien soy? ¿Mi “yo” es tan terrible que debo convertirme en algo diferente cuando crezca?”.

Los Sabios dicen: “Haz del estudio de la vida tu ocupación primordial, y tu profesión algo secundario”.

La pregunta no es “a qué te dedicas para mantenerte” sino “a qué te dedicas para la vida”. Si te ves como un pensador, entonces pensar se convierte en una prioridad. Pon al día tu definición. Aprende la razón por la cual vives y vívela plenamente.

¿La Vida es Buena?

La cuestión básica que tienes que decidir es: ¿la vida es buena o no?

Esto resulta en una pregunta más básica: ¿la vida tiene un propósito? Si no lo tiene, no hay razón para no perder el tiempo, porque de cualquier forma nada importa. Pero si crees que existe un propósito en la vida, ¿para qué quisieras perder – aunque sea – un poco de tiempo?

Deberías querer entender cada aspecto de la vida, para hacer lo máximo con el tiempo limitado que tienes.

La conciencia judía dice que el peor crimen es el asesinato.

– El peor asesinato es predeterminado.

– El peor asesinato predeterminado es el de un familiar.

– Inclusive peor es el asesinato de uno mismo (Suicidio).

– El asesinato espiritual es peor que el asesinato físico.

– Matar el tiempo es un asesinato espiritual.

Los seres humanos fueron creados para deleitarse. Adán y Eva fueron puestos en el jardín del Edén. En hebreo Edén significa “deleite”.

Cuando te comprometes a cumplir con la razón por la cual el hombre fue creado – una vida de deleite – saldrás a buscar los máximos placeres. En el camino, vas a distinguir entre la comodidad y el placer, entre el dolor necesario y el sufrimiento en vano. Y en el proceso, vas a descubrir el significado real de la vida.

La Torá dice: “Abraham era viejo y llegó con sus días”. Mucha gente puede llegar a envejecer sin tener sus días, porque sólo pueden experimentar crecimiento durante un año. Pero Abraham y Sara tenían un crecimiento diario. Obtuvieron lo máximo posible de la vida.

Comprométete a descubrir los placeres más profundos de la vida. Esto puede ser la diferencia entre una vida útil y una desperdiciada.

10 Herramientas Para Una Conciencia Constante

  1. Planea      qué es lo que quieres lograr. Si sabes por lo que estás luchando, lo harás      con más vitalidad.
  2. Planea      en la noche cómo vas a levantarte en la mañana. No dejes que el reloj      despertador controle tu vida.
  3. Para      comenzar el día con el pie derecho, levántate 10 minutos más temprano y      recita el Shemá.
  4. Repasa      tu día. Observa los obstáculos que tuviste. Haz una estrategia para evitarlos      en el futuro. Repasa lo que estudiaste en las últimas 24 horas.
  5. Atrápate      a ti mismo soñando despierto al menos una vez al día y examínate: ¿Qué      estoy haciendo ahora, y cómo podría utilizar este momento más      efectivamente?
  6. Conviértete      en un estudioso de la vida. Estudia donde quiera que estés. Carga contigo      libros, pensamientos, etcétera… listos para mantener tu mente en      crecimiento. (Sin mirar por la ventana como un zombi).
  7. Memoriza      piezas de sabiduría. Te va a dar algo para aprender mientras estás caminando      en la calle o esperando en la fila del supermercado.
  8. Escoge      frases muy atractivas para inspirarte y para levantarte cuando sientas que      te estás ahogando.
  9. Medita      frecuentemente la pregunta: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué estoy      haciendo en este planeta?
  10. Planea      para el futuro. ¿Qué quieres estudiar? ¿Qué necesitas para darte cuenta de      tus ambiciones? ¿Cómo quieres crecer?

Todo el mundo dice el tiempo es dinero. Pero, ¿cuál es más importante? El tiempo es la gran oportunidad de tu vida, ¡no pierdas ni un minuto!

 

Camino #2: Escuchando Efectivamente

Cuando los medios te envíen un mensaje, no creas inmediatamente lo que dicen. Escucha el mensaje detrás del mensaje. Analiza y pregunta.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

Por favor ten en mente que tu estudio de los “48 Caminos Hacia la Sabiduría” sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt”l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.

¿Alguna vez has estado en una conversación importante y has sentido que no podías dar a entender tu punto de vista? Comenzaste a gritar: “¿Estás escuchando lo que te estoy diciendo o no estás prestando atención? ¡¿Me estás escuchando?!”.

A todos les puede ocurrir esto. ¿Cuántas veces pensamos que estamos escuchando a la otra persona, y luego nos damos cuenta de que nuestra mente estaba en otro lado? Antes de decidir aceptar o rechazar una idea, antes de discutir, antes de hacer comentarios, antes de negarla – ten seguridad de que estás siendo objetivo. De otra forma, estás expresando un prejuicio emocional y no una opinión inteligente.

Las palabras shemiat baozen significan literalmente “escucha con tus oídos”. Cuando la Torá utiliza la palabra shemá – así como en el Shemá Israel (Escucha Israel) – implica escuchar en un nivel más profundo que simplemente escuchar, es decir, con concentración, atención y entendimiento como para llevarlo al campo de la acción. Después de escuchar lo que ha sido expresado, permite que el mensaje penetre tus pensamientos.

Escuchar efectivamente significa:

  1. Escuchar      las palabras.
  2. Entender      el mensaje.
  3. Llevarlo      al campo de la acción.

Define Tus Términos

Una vez, estaba hablando con un turista en su primera visita a Israel. Parecía desencantado.

“¿Le llaman a esto la Tierra Santa?” – me dijo – “He estado en el norte, en el sur, en Jerusalem, en Masada, en todas partes – y no hay nada santo en estos lugares”. Entonces, le pregunté: “Dígame, ¿es usted un bafustick?”. “¿Qué es eso?” – me contestó.

“Sólo conteste a mi pregunta: ¿es usted un bafustick o no?”.

“¿Cómo puedo contestarle si no sé siquiera sobre lo que me está hablando?” – me dijo.

“Ah, ¿y la santidad? ¿Son ángeles aleteando sus alas por las calles en forma de arco iris con luces y colores, entrando y saliendo de las rocas?”.

Hablamos sobre conceptos, pero muchas veces nuestros pensamientos son vagos y sin fundamento. Sin una definición objetiva no podemos empezar ningún proceso intelectual.

“¿Eres una buena persona?”.

“¡Claro que soy bueno! ¿Qué tipo de pregunta tan insolente es esa?”.

“Entonces dime, ¿cuál es la definición de “buena persona”?.

Si realmente deseas ser una buena persona, necesitas más que sentimientos para determinar si estás logrando tu objetivo o no. Necesitarás tener una forma clara de medirlo. De otra manera, la gente puede hacer lo que sienta que esta bien y creer que son “buenos”. Inclusive Hitler supuestamente tenía una meta de “hacer el bien”, liberando al mundo de los parásitos judíos. Pero por alguna razón algo salió mal.

Una vez que tengas una definición objetiva, puedes determinar si tu vida es congruente con esa definición. Es verdad, una persona puede ver las cosas como quiera. Pero cuanta más claridad tengamos, más difícil será ver las cosas subjetivamente.

El Juego “Yo-Tú-Él”

Los 48 caminos tienen un concepto llamado el juego “yo-tú-él”. Está basado en la premisa de que generalmente describimos a la gente en tres niveles. Cuando nos referimos a nosotros mismos nos pintamos de la mejor manera posible. Con los demás no queremos ser groseros delante de ellos, entonces los pintamos de gris. Y cuando alguien no está para defenderse, lo pintamos de negro. “Yo” soy blanco. “Tú” eres gris. “Él” es negro.

Eres el pasajero de un auto que recorre una montaña llena de curvas a 90 kilómetros por hora. Mientras te agarras fuertemente temiendo por tu vida, volteas a ver al conductor y le dices: “¿No te estás arriesgando demasiado?”.

“¿Yo? No. Yo soy valiente. ¡No le temo a nada!”.

Si eres lo suficientemente afortunado para vivir y contarlo, te dirían: “¡Esa persona es un tonto imprudente!”.

El conductor se define a sí mismo como “valiente”. Tú lo llamas “arriesgado”. Una tercera persona lo llamaría un “tonto imprudente”.

¿Cuál de los tres tiene razón?

“Valiente”: Tomar un riesgo necesario para un propósito que vale la pena como por ejemplo: entrar a un edificio en llamas para salvar a unos niños que están adentro.

“Arriesgado”: Tomar un riesgo innecesario por una meta noble como por ejemplo: entrar a salvar a los niños sin el equipamiento adecuado.

“Tonto imprudente”: Tomar un riesgo innecesario por un propósito que no vale la pena como por ejemplo: entrar al edificio sólo para ver como las llamas destruyen el lugar.

Regresemos al auto en la montaña.

Volteas a ver al conductor y le dices: “¿Por qué estamos arriesgando nuestra vida? ¿Cuál es el propósito de esto, que hace que valga la pena?”.

El conductor tendrá que aceptar que está siendo un tonto imprudente.

Eso es ser un intelectual. Dirigirte con la cabeza, en lugar de guiarte por la vida con puras emociones. De otra forma, siempre quedarás estancado en el nivel de: “soy valiente, es un tonto imprudente”.

Regresa a lo Básico

Para que tus definiciones sean rectas, debes comenzar con las más básicas. Piensa en conceptos que usas todo el tiempo, fundamentos sobre los cuales has construido tu vida. No utilices palabras hasta tener una definición. Te vas a sorprender de cuánto has asumido una idea en particular y cuánto esa suposición ha guiado tu vida.

¿Tú crees en la “tolerancia”?, ¿qué significa eso? ¿Crees en la justicia? ¿La verdad? ¿El amor? ¿La libertad? ¿La imparcialidad? Pregúntate: “¿Qué significan realmente estas ideas?”. Si es una idea básica que moldea tu visión del mundo, ¡deberías saber qué es lo que significa!

Toma el ejemplo del libre albedrío. El judaísmo dice que es la decisión entre lo que “quieres hacer” y lo que “sientes que debes hacer”. Por ejemplo: si le haces daño a alguien, sabes que “quieres” pedirle perdón. Claro, es lo correcto y si lo haces obtendrás paz. Pero no “sientes” que debes hacerlo porque puede ser desagradable y vergonzoso.

Con una rara excepción: nadie escoge conscientemente hacer el mal por hacer el mal en sí mismo – “¡Oh, quiero ser malo e infligir sufrimiento!”. No es así. Escogemos el mal porque en términos de corto plazo, es una manera menos dolorosa de lidiar con una situación difícil. Hacemos lo que “sentimos que debemos hacer” porque es más fácil.

Aplica esta definición de libre albedrío a tu vida. ¿Quieres ser grandioso? ¡Claro! Pero no sientes ganas de realizar el esfuerzo. Te dan ganas de posponerlo, de perder tiempo y de evadir el asunto.

“Yo no quiero ser grandioso, sólo quiero ser alguien promedio”.

“¿Realmente quieres la mediocridad?”.

“Claro que no. Quiero grandeza. ¡Sólo que hoy no!”.

“¿Por qué hoy no?”.

“Porque no me siento con ganas…”.

¿Tienes una meta? Sabes que la puedes lograr. Es muy doloroso. Toma la decisión y nada te detendrá. Eso es usar tu libre albedrío.

Discusión Objetiva

Algunas veces no prestamos atención. Podemos hablar por horas sin saber lo que estamos discutiendo.

Beit Hilel y Beit Shamai, dos grupos de estudiosos, unos discípulos del sabio Hilel y otros discípulos del sabio Shamai (dos grandes sabios de la Mishná y el Talmud), discutían casi sobre cualquier cosa, y veían al mundo desde perspectivas opuestas. Por ejemplo: Beit Hilel dice que debemos encender una vela en la primera noche de Januká y agregar subsecuentemente una vela cada noche. Por otro lado, Beit Shamai dice que hay que encender ocho velas la primera noche e ir disminuyendo una vela cada noche. ¡Perspectivas opuestas!

La ley judía sigue la opinión de Beit Hilel. ¿Por qué? Porque en cualquier desacuerdo, Beit Hilel exponía primero la opinión de Beit Shamai y sólo después planteaba su postura. De esta forma, la posición de Beit Hilel demandaba más objetividad, reflejando una verdad que posaba en algún lugar entre los dos.

La próxima vez que te encuentres frente a una discusión, no tomes ninguna idea por sentada, inclusive si crees que entiendes lo que significa. Escucha el mensaje detrás del mensaje. Frecuentemente la pelea es sobre algo completamente diferente de lo que pensaste que era. Probablemente por dentro, la otra persona está sintiendo “no me respeta” o “me está obviando”. Capta el mensaje, no sólo las palabras. Pregunta “¿Qué es lo que quiere decirme? ¿Qué es lo que quiere?”.

No pienses tu repuesta mientras que la otra persona habla. Por medio del cuestionamiento, encontrarás que siempre hay algo más profundo. Pregúntale a la persona: “¿Quieres decir que…? Por favor dime si te entendí correctamente”. De esta manera, al menos vas a saber que están discutiendo sobre el mismo asunto.

Una vez que creas que entendiste la idea, haz el esfuerzo de repetirlo en tus propias palabras. Similarmente, utilizando nuestro mismo ejemplo para ilustrar lo que los demás están diciendo, te forzarás a ti mismo para concentrarte en esa idea. Es una buena prueba para ver si entendiste el mensaje. Te ayudará a integrarlo y recordarlo.

No Seas Un Zombi

La pereza nos impide salir adelante. Los animales utilizan sus mejores herramientas efectivamente – alas, garras, pico. Pero el hombre frecuentemente fracasa en utilizar su mejor instrumento, la mente. El hombre puede hacer cualquier cantidad de cosas para evitar pensar. Puedes leer el New York Times por unas cuantas horas y después… nada, ¡vacío! Es un gran sentimiento, pero ¿qué significado tiene? ¿Qué aprendiste de eso?

Adquiere el hábito de analizar qué es lo que está pasando a tu alrededor. Lo que sea que tome de tu tiempo, leer el periódico, una novela, tener una conversación, ver una película, pasear, debe ser productivo. Siempre define tu objetivo antes de hacer cualquier cosa. ¿Qué quieres lograr?

Posteriormente, articula lo que has aprendido. Si no lo haces, vas a terminar viviendo con una confusión intelectual. Por ejemplo: la gente que quedó desempleada de su trabajo dice que han aprendido mucho: “Ahora ya sé que no puedo confiar en los dueños, que soy incapaz de hacer una carrera satisfactoria, que los negocios no valen nada y que…”.

Pero no es eso lo que deberías aprender. Lo que deberías aprender es la importancia de estudiar las claves para una carrera exitosa antes de obtener un trabajo.

En el judaísmo profundizamos aún más. Nosotros decimos: “claridad o muerte”. “La muerte” es la ausencia completa de conciencia; una conciencia reducida es una muerte parcial. O sabes por lo que estás viviendo, lo que quieres de la vida y lo que es el placer – o estarás viviendo como un zombi. Es por eso que necesitamos definiciones. Nos dan claridad para vivir.

La Sabiduría de la Torá

Tener definiciones adecuadas es especialmente importante cuando estás estudiando nuestra herencia judaica. Superficialmente, la Torá puede parecer muy simple. Sin embargo, sabemos por nuestra tradición que los conceptos más profundos están contenidos en la Torá – comúnmente codificados en mensajes más simples. Cada palabra es escogida cuidadosamente.

Si el Todopoderoso está hablando, debes entender exactamente lo que te está diciendo. Cuando hablamos de Torá, estamos hablando de  y de eternidad… para siempre. No podemos tolerar errores en esta área de la vida. Un error al entender la Torá es un error para la eternidad. Es como enviar un cohete a la luna. Si lo mandas en una dirección y fallas en un error minúsculo, entonces estás perdido en el espacio.

Vamos a tomar un ejemplo: La Torá dice que hay un mandamiento que te pide: “saber que existe un “. Entonces preguntas: “¿Cuál es ese mandamiento? ¿Qué significa “saber”? ¿Quién es ? Define tus términos de manera que puedas entrar por detrás del mensaje y descubrir ideas más profundas de la vida. Decodifica la clave.

Finalmente, hay todavía un paso más crucial. Siempre pregúntate a ti mismo: “Ahora que lo entiendo, ¿qué voy a hacer al respecto?”.

¿Por Qué Escuchar Efectivamente es un Camino Para la Sabiduría?

Ten presente el problema objetivamente, especialmente cuando estás envuelto emocionalmente.

  • No      entres en el juego del “Yo-Tú-Él”.
  • Sin      definiciones, puedes estar engañándote a ti mismo pensando que estás      viviendo una “buena vida”.
  • Nadie      quiere ser un bafustick.
  • La      Torá posee herramientas muy poderosas para vivir. Asegúrate de buscar la      profundidad del significado.
  • No      hay ninguna discusión si no sabes sobre lo que estás discutiendo. No tiene      sentido estudiar si no sabes lo que has estudiado. No tiene sentido hacer      algo si no sabes lo que quieres lograr.
  • Si      utilizas esta clave por el resto de tu vida serás millonario.

Camino #38: Decisiones Responsables

Cada momento conciente es una nueva decisión. El impacto acumulativo determina la calidad de vida en general, y la decisión más importante es “¿Para qué estoy viviendo?”.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Por favor ten en mente que tu estudio de los “48 Caminos Hacia la Sabiduría” sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt”l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.

Camino #38: Decisiones Responsables

Algunas personas piensan que las decisiones son cosas que uno toma de vez en cuando, cuando surge un asunto importante. Pero en verdad, toda la vida está formada por decisiones. Cada momento consciente es una nueva decisión. Desde que despertamos nos ponemos a pensar: ¿Qué voy a desayunar? ¿Cómo voy a saludar a mi jefe hoy? Incluso si bostezamos, nos damos vuelta y volvemos a dormir – eso también es una decisión.

El impacto acumulativo de las decisiones, aunque individualmente sean pequeñas, es lo que determina nuestra calidad de vida en general. El camino 38 es “Eino sameaj behoraá” lo que significa “no tomes las decisiones a la ligera”.

Claro está, decisiones diferentes tienen impactos diferentes. Si no vas a Disneylandia, no verás al Ratón Mickey. Pero si no adquieres sabiduría para tener un matrimonio exitoso, esto puede acarrear consecuencias trágicas.

En cuanto a vivir, tómatelo en serio. Plantéate las siguientes preguntas: ¿Qué voy a hacer hoy? ¿Esta semana? ¿Este año? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuáles son mis posibilidades? ¿Qué puede lograr un ser humano?

 

 

Vivir es tomar decisiones

Consideremos las consecuencias de no saber cuál es el sentido de la vida.

Mucha gente toma decisiones de vida o muerte sin pensar. Si tomar una decisión es incómodo, muchas veces optamos por hacer caso omiso del asunto y lo olvidamos. Podemos confiar en un doctor por miedo a ofenderlo. O podemos tomar una decisión basada en motivos frívolos, sin tomar en cuenta las consecuencias. Cuidémonos de caer en esta trampa.

Quienquiera que diga que no hay respuestas a preguntas filosóficas serias probablemente no ha planteado las preguntas adecuadas a la gente indicada. Percatémonos de que no investigar estos temas puede acarrear consecuencias.

Tenemos que investigar estas preguntas y encontrar respuestas serias:

  • ¿Cómo      debo honrar a mis padres?
  • ¿Cómo      mantendré mi honestidad en los negocios?
  • ¿Cómo      cuidaré de la humanidad?
  • ¿Existe      ?
  • ¿Tengo      libre albedrío?
  • ¿Hay      vida después de la muerte?

Seamos introspectivos. Arrojemos luz sobre nuestras decisiones importantes. ¿En qué nos basamos para llegar a estas conclusiones? Puede sorprenderte la forma tan despreocupada en que tomaste ciertas decisiones que tuvieron un impacto dramático en tu vida.

Toma las decisiones en serio

Decidir qué hacer con tu vida es igual de serio que decidir si someterte o no a una operación de corazón. ¿Decidirías una cirugía echándolo a la suerte? ¡Por supuesto que no! Así que dejemos de tomar decisiones de manera casual y dejemos de expresar nuestras opiniones acerca de temas que no hemos estudiado detenidamente.

Toma decisiones de una manera responsable. Antes de abordar cualquier tema, debemos estar dispuestos a escuchar. Investígalo con rigor. Obtén toda la información necesaria.

Toma las precauciones debidas en la toma de decisiones. Considera las opciones y las consecuencias. ¿Sería una buena idea comprar esa casa? ¿Contraer matrimonio con esa persona? Si tomas decisiones sin los resguardos debidos, seguramente vas a cometer graves errores en tu vida.

Gran parte del problema es que muchas de nuestras decisiones no tienen consecuencias inmediatas, o tienen consecuencias que no siempre percibimos. Al tomar una decisión importante, hay que estar seguros de que hemos tomado en cuenta las consecuencias a largo y a corto plazo. Analiza las posibles consecuencias con otras personas que pueden estar conscientes de ciertos factores que tú nunca tomaste en cuenta.

De igual manera, al ayudar a los demás, debemos estar conscientes de que hay una delgada línea divisoria entre enseñarle a alguien y tomar decisiones por ellos. Si alguien te pide un consejo, no te precipites a dictar órdenes a menos que estés seguro de lo que dices. Imponer tu opinión es una solución artificial – no será provechoso y eventualmente la otra persona guardará resentimiento.

La toma de decisiones fraudulenta

Hay un pasatiempo americano muy popular llamado “Mariscal de campo del lunes por la mañana”. Es la forma en que los fanáticos del fútbol americano cuestionan a posteriori la forma en que el entrenador o el mariscal de campo deberían haber mejorado su estrategia durante el partido del día anterior. Todos tienen una opinión brillante… ¡sobre las decisiones de otros!

Pero el “mariscal de campo del lunes por la mañana” no se limita al fútbol americano. A nosotros nos gusta “jugar” a tomar decisiones en temas como: “Si yo fuera el presidente de los Estados Unidos”, o “Si yo fuera el presidente de la compañía”, o “Si yo fuera “. Ten cuidado. Juzgar los errores de los demás nos da un falso sentido de nuestra propia sabiduría. Pero existe la posibilidad de que hubiéramos cometido los mismos errores.

Aprende a decir “No sé”

La sociedad moderna equipara el conocimiento con la importancia. Por lo tanto, a veces caemos en la trampa de fingir que sabemos – porque nos avergonzamos de admitir que no sabemos.

En conversaciones con otras personas, aprende a decir “No sé”. Incluso cuando estés seguro, di “A mí me parece”. De no ser así, una vez que te has comprometido con un cierto punto de vista, puedes sentirte demasiado avergonzado como para retractarte, y luego te verás obligado a defender un punto de vista al que ya no te adhieres.

En realidad, nadie debería avergonzarse por decir “No sé”. El ser honesto sobre tus limitaciones ayuda a que te percates de las lagunas en tu conocimiento, además de evitar engañar a los demás. En última instancia te respetarán más por tu honestidad.

Pocas son las personas que admiten no saber cómo ser felices, o cuál es la finalidad de la vida. Pregúntale a quien quieras la definición de una “buena persona”, es poco probable que admitan nunca haber pensado en eso.

De manera similar, es difícil admitir que nunca hayamos considerado si existe un  y si Él habló en el Monte Sinai, o admitir que cuando se trata del libre albedrío, lo hemos estado ejerciendo y no sabemos de qué se trata.

Seamos flexibles en nuestra toma de decisiones. Mantengamos la mente abierta cuando otra persona muestra nueva evidencia y estemos dispuestos a cambiar basados en nueva información.

Los seres humanos cometemos errores. El error más grande es decidir que no vas a cambiar de parecer. Si cometes un error y estás demasiado avergonzado para corregirlo, entonces estás cometiendo un segundo error.

No tomes ninguna decisión que no estás capacitado para tomar. Acude a los que saben más. Respeta sus consejos. ¡No juegues con tu vida!

¿Por qué las “decisiones responsables” son un ingrediente de la sabiduría?

  • Vivir      significa crecer. Si no tomas decisiones, no crecerás.
  • La      decisión más importante que tomarás es: “¿Para qué estoy vivo?”.
  • Tomar      decisiones hará que tu vida sea auténtica.
  • Mientras      más informado estés, mejores serán tus decisiones.
  • Evalúa      equitativamente, no basado en prejuicios. Sé un juez y no un abogado.
  • Cuando      te enfrentes a una decisión, relájate. No te sientas presionado para      decidir en ese momento. Está bien tomarte tu tiempo para preparar una      respuesta.
  • Para      vivir de una manera racional y significativa, debes estar dispuesto a      admitir cuando no sabes algo.
  • Sólo      tú decides el camino de tu vida. Cuando quieras cambiar, serás tú quien      decida.

 

 

Camino #39: Comparte el Dolor

Un corazón roto es peor que un brazo roto. Sensibilízate con el dolor de los demás, esto te brindará claridad y energía para vivir.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #39: Comparte el Dolor

Cuando estás deprimido, ¿alguna vez alguien te ha dado una palmada en la espalda y te ha dicho “¡Anímate, tienes toda la vida por delante!”? Es probable que hayas querido darle un golpe en la mandíbula. ¿Por qué? Porque a pesar de que él está tratando de ayudarte, en realidad no sabe cómo te estás sintiendo.

El camino 39 de los 48 caminos es “Nosé beol im javeró” que literalmente significa “carga con el dolor de tu amigo”. En otras palabras, toma conciencia y comparte el dolor de los demás. No puedes ir por la vida como si fuera una carrera de obstáculos: “Cuidado, he aquí un ser humano, manipúlalo, empújalo, obtén un punto, ponte por encima de los demás”. Esa no es la manera de hacerlo, debes compartir el dolor.

Cuando alguien está herido físicamente, la gente ayuda. Si hay un tajo en un dedo, todos corren buscando una venda, agua, resucitación cardiopulmonar, lo que sea necesario. Pero cuando el dolor es emocional o espiritual, si alguien está deprimido o sufriendo, no sabemos qué hacer y es por eso que evitamos esas situaciones. Sin embargo, estos son los momentos para ir más allá, y aprender a compartir el dolor de otros, porque un corazón roto es peor que un brazo roto.

Si queremos vivir en un mundo “humanitario”, tenemos que aprender a no ensimismarnos, y tenemos que tratar de sentir los problemas de los demás. No se puede vivir con los ojos vendados en un mundo “donde no existe nadie excepto yo”. Pensar sólo en nuestro propio interés nos aísla de las experiencias fundamentales de la vida. Eso es poco civilizado.

Ponte en su lugar

El primer paso para compartir el dolor es ver a los demás como personas de verdad, no como objetos. Muchas veces saludamos a la gente con un caluroso “¿Cómo estás?”. Esta es una conducta socialmente aceptada – ¡pero a decir verdad, lo último que queremos oír es cómo se sienten!

Ponte en sus zapatos. Piensa que sus problemas son tus problemas. ¿Cómo se siente en su primer día en el trabajo? ¿Cómo se siente mudarse a un nuevo vecindario? Pregúntate: Si yo fuera él, ¿cómo me sentiría? El hombre detrás del escritorio en el correo tiene un trabajo difícil. ¿Qué está sintiendo? O si alguien te empuja en el autobús – piensa que quizás está bajo mucha tensión.

Tómatelo en serio, pues notarlo no es suficiente. También tienes que sentirlo con él. Su problema es tu problema. Si está deprimido, siéntelo con él. ¿Cómo se siente ser viejo? ¿Débil? ¿Un poco sordo? ¿No tener dientes? ¿Qué tus padres mueran?

Concéntrate y siéntelo de verdad. Por ejemplo, cuando hables con ancianos, trata de imaginártelos como personas creativas y dinámicas que alguna vez fueron tan jóvenes como tú. ¿Y qué hay de los niños? Es fácil tratarlos como juguetes, olvidando que son muy perspicaces y sensibles.

Todos sentimos dolor

Date cuenta de que todo el mundo tiene múltiples dolores con los que lidiar – estén o no conscientes de ellos. Todos tenemos problemas con nuestra dignidad, planes inconclusos, fracasos, dudas, ineptitudes. Es parte del desafío de vivir la vida.

A pesar del dolor, muchas veces la gente oculta sus verdaderas emociones. No supongas que lo que se ve por fuera siempre es un reflejo del interior. Alguien puede verse fuerte y disciplinado – pero adentro puede estar terriblemente confundido.

Mira detenidamente a la gente e imagínate lo que está ocurriendo en su interior. Date cuenta de que los problemas, sueños y deseos de los demás son igual de reales que los tuyos. Al igual que tú, todos ellos sienten dolor. Concéntrate en esto preguntándote “¿Cuál es su dolor?”. Utiliza tu imaginación para sentir cómo esto los puede estar abrumando.

Sé observador. ¿Esta persona está feliz o triste? ¿Es débil o fuerte? ¿Es temerosa o segura de sí misma? Presta atención y podrás compartir sus problemas.

¿Cuál es su punto de vista?

A todos se nos dio el poder de la percepción — instintivo, emocional o intelectual — que usamos para evaluar a la gente. Hacemos esto inconscientemente. Cuando alguien se sienta al lado tuyo en un avión, ya lo estás descifrando. Tenemos la capacidad. Ahora úsala de una manera más consciente.

Todos nos enfrascamos en peleas verbales con otras personas y pensamos “cómo es posible que piensen de esa manera!”. Por eso, también debemos aprender a ver al mundo desde el punto de vista de los que nos critican.

Supongamos, por ejemplo, que tus padres te están sermoneando acerca de cómo estás malgastando tu vida. (En otras palabras, no estás haciendo lo que ellos esperan de ti.) No respondas de mala manera, o intensifiques la pelea, ni intentes ganarles con insultos. En vez de eso, ponte en su lugar, siente su ansiedad, y reflexiona sobre cómo te sentirías si tuvieras un hijo que te preocupara. ¿Qué los está molestando? Están preocupados por mi. ¿Qué ven? Están ansiosos, piensan que estoy desperdiciando mi vida y se sienten mal por ello.

Date cuenta de que los demás tienen puntos de vista distintos del tuyo. Tómate el tiempo para introducirte en su mundo y ver lo que piensan. No te apures en tratar de imponer tu opinión; pregúntales la suya. Escucha.

Ver las cosas desde el punto de vista de otro, por lo menos reduce tu enojo y aumenta tu sentido de la empatía.

Cómo discutir de manera sensible

Cuando tengas un desacuerdo con alguien, no pienses solo en la lógica y justicia de tu punto de vista. Siente su problema. ¿Será que algo le impide ver la verdad?

Tienes que sentir dónde es que tu amigo se encuentra atrapado. Él no quiere admitir que cometió un error, así que no lo molestes. Probablemente no le guste la conclusión porque sería incómodo para él, así que relájalo.

No tomes represalias contra la gente como si fueran objetos. Si tu jefe no hace su trabajo, puede que necesite alguien que lo guíe, o quizás necesita un poco de apreciación.

De igual manera, cuando le estés enseñando a alguien no te comuniques en una sola dirección. Ve si esa persona te está oyendo, si te está escuchando, si está interesada, aprobando, negando, si tiene energías, si se encuentra agitada, contenta. Tienes que sentirlo. Esa es la percepción.

Esto va para ti también. Cuando tienes un profesor que está comunicando conocimientos, ve más allá de sus palabras. Trata de darte cuenta de lo que significa para él a nivel personal. Te estás metiendo en otra dimensión. Esa es la forma de aprender la sabiduría.

 

Comparte el dolor

Para poder apreciar los problemas que tiene una persona ciega, intenta estar con los ojos vendados por un día. O ve al hospital y visita pacientes que han perdido alguna de sus extremidades. Esto convierte el dolor de los demás en algo palpable y serás más receptivo cuando otros necesiten ayuda.

Cuando una persona sabe que entiendes lo que está sintiendo, el dolor se aliviana en forma instantánea. Imagínate que el padre de un amigo acaba de morir. Te diriges a él, y aunque éste no quiera hablar, el solo hecho de sentarte a su lado hace su dolor más soportable. Él sabe que estás ahí compartiendo su dolor con él.

Esto también se aplica a los enfermos. Tu visita puede hacerlos sentir mejor – hasta más saludables. Si te tomas el tiempo y otro ser humano sabe que sientes su dolor, has alivianado su carga. Deja a las personas saber que sientes su dolor: “Estás deprimido. Sé cómo te sientes”. Puedes no estar consciente de ello, pero sí ayuda. Aliviana la carga.

Yendo más allá, no sólo sientas empatía. Ve si hay alguna manera de involucrarte directamente para ayudar a alivianar el dolor.

Ya has estado ahí

A veces sucede que una persona pobre se vuelve rica y desde ese momento, evita adrede el contacto con gente pobre. Los recuerdos son demasiado dolorosos.

El judaísmo dice lo contrario: Siempre que hayamos pasado por lo mismo que otra persona está sufriendo, tenemos la obligación especial de demostrar empatía.

Por eso dice: “Amarás al forastero porque fuisteis forasteros en Egipto”. La experiencia judía en Egipto nos hace más sensibles a las situaciones difíciles de los demás. Lo podemos sentir porque hemos estado en esa situación. Aunque hayan sido nuestros ancestros, nuestra memoria colectiva nacional crea una obligación especial de ser sensibles.

Todo comienza en el hogar

El primer lugar para poner en marcha estas ideas es con la familia y los amigos. Una falta de entendimiento y empatía es la razón principal por la que las familias pelean. Cuando llegues a casa, ponte en el lugar de tu cónyuge para saber por lo que está pasando. Siente lo que tiene que soportar cada día para lograr que la familia marche bien. Habla acerca de ello y demuestra que reconoces cuán duro trabaja. Descubre nuevas formas de ayudar.

De igual manera, un adolescente que llega a casa y se tira en el sillón en frente de la televisión con un plato de comida es un insulto. Es como deambular por una casa llena de muebles, pero sin contenido humano, con “unidades madre/padre” para que paguen las facturas. Mira a tu madre cuando entres a casa. ¿Tendrá algo en mente? Enfócate en eso.

Especialmente acerca de la gente con quien tienes contacto constante, piensa:

  • ¿Cómo      se siente mi profesor hoy?
  • ¿Qué      siente mi cliente?
  • El      carnicero, el panadero, ¿qué sienten?
  • ¿Cómo      se ven tus padres? ¿Cansados? ¿Extenuados? ¿Ansiosos?
  • ¿Qué      hay con tu esposa/o? ¿Hay alguna manera en la que puedas ayudar?

Tu mayor responsabilidad de cuidado es para con tus hijos. Los quieres y sientes su dolor de verdad. Pero, ¿puedes sentir cuál es su punto de vista? Eso a veces puede llegar a ser lo más difícil porque conlleva darnos cuenta de que son entidades independientes. Eso significa que debes dejar de pensar en tu propio dolor, motivado por el fracaso en lograr lo que tú quieres para ellos.

Lamentablemente, millones de padres se pelean con sus hijos. Quieren a sus hijos más que a nadie – pero transmiten desdicha y odio. ¿No es horrible? Sólo porque no se compadecen de la otra persona.

¡Mira cuán destructivo es no tener un poco de sabiduría!

Tendiendo la mano a la humanidad

Tarde o temprano tienes que expandir tus horizontes. Tienes que sentir el dolor de los demás, inclusive de quienes no conoces. De cualquier otra forma te vuelves insensible. El judaísmo nos dice que debemos ser sensibles especialmente hacia quienes son más vulnerables – por ejemplo viudas y huérfanos.

Vuélvete profundamente sensible a todo sufrimiento – inclusive al escuchar las noticias. Cuando escuches de una persona acuchillada a muerte, compadécela. Siente lástima por aquella persona que está aislada en su casa y no se puede mover. Date cuenta de lo que se siente ser pobre y lo que eso significa para la dignidad de una persona. Puedes caminar por ahí diciendo que eres una persona buena… puedes hablar de ello… pero a menos que lo sientas adentro, no estás realmente en los zapatos de los demás.

Siente compasión por las víctimas de la sociedad. Siente compasión por la víctima de un crimen. Siente compasión por las víctimas de la vejez. Siente compasión por las víctimas de la discriminación. Siente el sufrimiento de gente que nunca vas a conocer – las situaciones difíciles que atraviesan personas del otro lado del mundo. De cualquier otra forma no estarías tratando con algo palpable.

Compartir el dolor de los demás es la forma de salvar la distancia entre nosotros y el resto del mundo, así que busca si hay alguna manera de involucrarte y alivianar su dolor.

Sensibilidad a lo divino

Ve el dolor de  de igual manera.  sufre cuando el hombre sufre. Siente el dolor de  cuando Él ve a Sus hijos confundidos.

Cuando tienes hijos, te das cuenta de que no puedes obligarlos a ser obedientes. No puedes deshumanizarlos. Debes dejarlos que cometan sus propios errores, por su propio bien. Tienen que ser independientes.

Los seres humanos cometemos muchos errores y  (por así decirlo) sufre con nuestra locura. Siente el dolor de . Él creó un mundo hermoso. ¡Míranos!  creó todo este potencial – y Él sufre viendo tanto desperdicio.

Puede que decidas hacer algo al respecto…

Compartiendo la felicidad

En una boda judía, todos son partícipes de la felicidad de los novios. Eso es compartir su felicidad. ¿Por qué? Imagínate que acabas de tener un bebé y no hay nadie a quien decirle. O la chica acaba de decirte “sí” y no hay nadie a quien decirle. Caminas por la calle y exclamas: “¡Oigan! ¡Estoy comprometido! ¿¡Hay alguien a quien le importe¡?”.

Los seres humanos necesitan compartir su felicidad. Duele no poder compartir la felicidad. En una boda, estás ahí para compartir la felicidad de los novios. No sólo para comer. La felicidad compartida es enorme. La hace tangible. La hace completa.

A la larga, cuando compartimos inclusive las cargas negativas de otros, compartimos una sensación de felicidad. ¿Por qué? Porque ayudar a la gente es, en efecto, un placer, y cuando nuestro amigo supera su problema, la felicidad nueva es nuestra al igual que suya.

 

¿Por qué la “sensibilidad hacia los demás” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Todos      queremos ser personas buenas y ayudar a la humanidad. Para convertir este      mundo en un lugar benigno, sé sensible con los demás y comparte con ellos.
  • Para      tratar con las personas de una manera eficaz, debes saber cuál es su punto      de vista. Si no puedes percibir su punto de vista, no estás llevando las      cosas de forma inteligente.
  • Donde      sea que te encuentres – ya sea en clases, en el trabajo, o en una reunión      social – presta atención a la gente que te rodea. Apréndete su nombre,      habla con ellos, observa sus estados de humor y escucha.
  • Si      no sientes empatía por lo demás, por lo general terminas siendo parte de      su dolor – por ejemplo, diciendo lo incorrecto cuando están sufriendo.
  • Cuando      “compartimos el dolor” con una persona que está deprimida, nos      inmunizamos contra esos estados de ánimo. Empezamos a ver la vida de una      manera más objetiva y nos consolamos al saber que otras personas pueden      estar sintiendo y viviendo las mismas cosas que nosotros.
  • Compartir      el dolor de los demás nos conecta con la unidad intrínseca de la humanidad      y el universo.

Camino #40: Juzga a los otros para bien

Todos vivimos juntos en este mundo. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Tenemos esa misma obligación cuando esa persona está en peligro espiritual.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #40: Juzga a los otros para bien

Imagina que estás en un hotel y en la habitación contigua un hombre se sube al balcón y se prepara para saltar. ¿Lo ayudarías? ¿O te quedarías de brazos cruzados disfrutando de la emoción mientras la gente grita: “¡Que salte, que salte!”?

Sabes que a ti sí te importa, entonces, ¿qué vas a hacer para ayudar? Si él te pregunta “¿Por qué no he de saltar?”, ¿qué vas a decir? Y aún más, ¿tienes derecho de intentar detenerlo si es que quiere saltar?

No es suficiente con sólo “sentir” los problemas de los demás. Tienes que verdaderamente hacer algo para ayudar. Lucha contra esa tendencia de quedarte de brazos cruzados, criticando y meneando la cabeza al ver los errores de los demás.

El camino 40 de los 48 caminos es “Majrió lekaf zejut” que literalmente significa “juzgar favorablemente”. Debemos ayudar a otros a cambiar sus vidas y a volver al camino.

Como seres humanos, nos importa y queremos ayudar. Tú harás todo lo posible para ello. Nunca te podrás perdonar a ti mismo si te quedas a un lado y no haces nada.

Ahora aplica esto al resto de tu vida.

Acepta responsabilidad

Para poder ayudar a los demás debes aceptar responsabilidad. Una de las primeras y más importantes lecciones del judaísmo es que “somos los cuidadores de nuestros hermanos”. Todos vivimos en este mundo juntos. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Sin embargo, la obligación es la misma cuando está en peligro espiritual.

Ayuda a tu amigo a confrontar este problema. Si él necesita ayuda, es tu obligación actuar – incluso si tu asistencia podría inicialmente provocar un resentimiento hacia tu persona. Incluso si la otra persona no te agrada, no puedes excusarte diciendo: “Se lo merece”.

Antes de darte por vencido con cualquiera – ya sea un alcohólico, un empleado flojo, o un amigo que te traicionó – otórgale el beneficio de la duda. Haz todo esfuerzo posible para devolverle la sanidad. Trata al menos 10 formas de ayudarlo. ¿No te gustaría que otros tengan la misma consideración por ti?

Uno de los pasos más importantes en ayudar a los demás, es tener un plan. No sólo un plan, sino que varios planes de respaldo.

No te des por vencido con la persona que estás tratando de ayudar. Si el plan no tiene éxito, busca otro. Debes sentirte responsable. Si le das suficiente valor a la vida humana, tendrás la paciencia de encontrar el mejor método que puedas.

  • Se      creativo.
  • Busca      soluciones.
  • Ten      determinación, no te detengas hasta que tengas éxito.

Motiva a otros

Cuando sea necesario, debemos motivar a otros a vivir más productivamente. Para lograrlo, enfócate en su problema específico – por ejemplo, la falta de confianza, arrogancia, etc.

Si no conocemos la causa del error de nuestro amigo, no sabremos la solución. Es por ello que cuando apuntamos a los errores de los demás, el resultado es, la mayoría de las veces, negativo.

La idea no es “explicar” o “sermonear” a alguien que necesita ayuda. No le digas que está sangrando; ¡detén el sangramiento! Ponlo de vuelta en el camino correcto.

Por ejemplo: Si tú sabes que alguien está deprimido, esto usualmente proviene del sentimiento de que su vida no tiene sentido. Saber esto te ayudará a formular un plan de acción.

Enséñale a ser feliz. Hazle saber todo lo bueno que tiene. Tú no puedes cambiar a la gente, ellos deben hacerlo por sí mismos. Lo mejor que puedes hacer es iluminar a alguien. Esto puede cambiar su perspectiva en la vida. Esto es criticismo constructivo.

Ayúdalo de una manera práctica: “Vamos a nadar… a correr… pintemos un cuadro”. Involúcralo en una situación en la que él sea útil, o motívalo para voluntariado en alguna organización en la que pueda marcar una diferencia. Estas cosas lo ayudarán a salir de la depresión.

Demuestra un interés real. Mostrar interés te hará ganar la confianza de otros, y así, ellos aprenderán de ti. Incluso si no les dices directamente como mejorar sus vidas, el sólo hecho de que te preocupes por ellos, hará que su admiración por ti crezca. Así los ayudarás a que aprendan de ti los buenos hábitos.

Cuando alguien comete un error, tú puedes asumir que a él le falta información para la vida. Revisa si existe una falta de información que puedas arreglar. Tú tienes que averiguar cual es el problema. Por ejemplo: ¿Qué causa la infelicidad en nuestra generación? Decadencia, egoísmo, el querer soluciones rápidas y fáciles, etc. Deduce la mejor manera de ayudar. Por último si no lo logras, tu esfuerzo te hará una mejor persona.

Juzga a las personas para bien

¿Alguna vez has comprado algo en una tienda y después lo encuentras en otra tienda de la ciudad que lo vende a mitad de precio? ¡Cómo te enojaste con la primera tienda!

Por lo general, cuando vemos a una persona actuando de manera inapropiada, inmediatamente asumimos que lo hizo a propósito.

Los 48 Caminos dicen: No pienses que el dueño de la tienda es un ladrón malvado, sino que es una víctima de las racionalizaciones. Es muy posible que cuando puso el precio, se convenció a sí mismo de que estaba bien cobrar de más porque su tienda ofrece un mejor servicio en una mejor ubicación.

¿Suena descabellado? Piensa en ti mismo. ¿Podrías aguantar tal escrutinio?

Siempre que veas a alguien hacer algo incorrecto, no te sientas mal por sospechar de él. Pero no llegues a una conclusión hasta que hayas examinado los hechos. Mientras que no tiene nada de malo ser cauteloso ante las motivaciones de los demás, es igualmente importante pensar que lo que ocurrió puede haber sido nada más que un error sin intención. Muchas veces nos damos cuenta post facto de que hubo un factor que no tomamos en cuenta. Acordarnos de esto nos ayudará a mantener nuestro temperamento y nuestras críticas dentro de ciertos límites.

Como ejercicio, intenta juzgar a tus padres de manera favorable. No siempre harán las cosas exactamente como tú quieres, pero sin lugar a dudas ellos te aman y quieren lo mejor para ti. Ten paciencia y júzgalos para bien.

Encuentra el mérito en todos

La gente esencialmente quiere ser buena. Por lo tanto, cuando alguien comete un error y actúa de manera incorrecta, a quien más daña es a sí mismo. Darte cuenta de esto te ayudará a reducir tu enojo hacia él.

Por ejemplo, si conoces una persona arrogante, no pienses en él simplemente como un fanfarrón. Bajo la superficie, su arrogancia es una manifestación de inseguridades atroces. Piensa cuánto sufre por su arrogancia, y cuán solitario se debe sentir porque su arrogancia ahuyenta a los demás.

Es fácil verse absorto en los aspectos negativos de las personalidades y las luchas internas de los demás. Al juzgar a alguien “meritoriamente”, primero tenemos que asumir que esa persona tiene mérito. Todos tenemos virtudes, aunque a veces pueden estar ocultas bajo un manto de confusión y dolor. Haz el esfuerzo para descubrir esas virtudes.

¿Por qué el “juzgar a otros para bien” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Para      ser un buen ser humano tienes que preocuparte por los demás. Sus vidas y      sufrimiento son igual de reales que los tuyos.
  • Cuando      la gente haga algo que te cause daño, no pienses automáticamente que están      en tu contra.
  • Juzga      a los demás para bien. Encuentra sus méritos y de esta manera podrás      ayudarles.
  • Las      personas se necesitan. Haz todo lo que esté a tu alcance para ayudar.

 

 

 

 

 

 

 

Camino #3: Dilo en Voz Alta

Di tus creencias en voz alta. Descubrirás si realmente crees en lo que dices.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

“Arijat sefataim” literalmente significa “arréglalo en tus labios”. Los Sabios nos alientan a vocalizar lo que sabemos. Las palabras son muy poderosas y ayudan a que nuestras ideas penetren en nuestra conciencia.

El judaísmo tradicional nos enseña que el lenguaje es el medio por el cual el cuerpo y el alma se unen. La vocalización conecta el abismo existente entre las demandas del cuerpo y las nociones sublimes del alma. Lo que sale de la boca de una persona tiende a indicar la mezcla presente de su cuerpo y su alma.

Las acciones pueden ser engañosas porque no necesariamente conllevan una intención, pero las palabras son “balas” porque indican de una manera más real lo que una persona está pensando.

Para poder adquirir mayor sabiduría, la persona necesita vocalizar lo que aprende. Vocalizar nuestras ideas también nos ayuda a tener una perspectiva sobre lo que pensamos. ¿Cuántas veces encontramos defectos en nuestro pensamiento al hacer una pregunta o dar una respuesta? Estos son defectos que no hubiéramos podido notar a no ser por la vocalización. Vocaliza lo que piensas, lo que aprendes y lo que sabes sobra la vida.

Estudia en Voz Alta

Venimos de una sociedad en donde se estudia en silencio. Si vas a la biblioteca de una universidad, el silencio es la regla para estudiar. “Shhh”. Sin embargo, si vas al lugar de estudio de una ieshivá te sorprenderías de lo ruidoso que es. La gente frecuentemente pregunta: “¡¿Cómo pueden esas personas aprender algo con tanto ruido?!”.

Hay algo en el estudio de Torá que hace que la gente quiera cantar, un cierto ritmo que cuando te conectas, te lleva más profundamente en tu estudio.

Lo que sea que estés leyendo – inclusive que sea un periódico – léelo en voz alta. Vas a disfrutar de un mayor entendimiento y retendrás más las ideas leídas. Eventualmente, te acostumbrarás y verás cómo es mucho más fácil concentrarte cuando estás leyendo en voz alta.

Toma Decisiones Difíciles en Voz Alta

No hay nada mejor que la vocalización para ayudarnos a desarrollar las conclusiones adecuadas de nuestras tareas importantes. De alguna forma, cuando decimos las cosas que pensamos en voz alta, los pensamientos se graban en la piedra. Por ejemplo, en Iom Kipur, el Vidui (la confesión) se dice en voz alta.

Sentimos una cierta responsabilidad de hacer lo que hemos dicho, mucho más grande que cuando solamente lo hemos pensado.

Los Principios de Tu Vida

¿Para qué piensas que estás viviendo? ¿Cómo te afectan esos pensamientos?

¿Qué dices sobre la razón por la cual vives? ¿Cómo te afecta?

Decir en voz alta lo que crees, es una manera muy efectiva de ver si realmente crees en tus principios de vida, y si verdaderamente los llevas a cabo.

Cuando tienes un problema con una pregunta que necesitas resolver, repasar los pros y los contras en voz alta te ayudará a entender cuáles son las dificultades. Si lo dices en voz alta y lo escuchas, puedes ver las deficiencias. La gente paga mucho dinero para escucharse a si mismo, es decir yendo a psicólogos.

Hablar sobre ti mismo te ayudará a hacer lo que sabes que debes hacer. Desarrolla una plática animada. Háblale a una grabadora – escucha como suena tu voz, observa si realmente lo crees o no. En la noche dite a ti mismo: “Mañana, voy a saltar de la cama con felicidad”, o “No me voy a enojar”. Date razones, te va a ayudar a lograr lo que quieras hacer.

Todos queremos ser felices, exitosos y alcanzar nuestro potencial. Dilo en voz alta: “Quiero ser bueno”. Repítelo a ti mismo así como a tus amigos.

Antes de ir a un ambiente amenazador repite muchas veces tus valores básicos, te ayudará a estabilizarte.

Vocalizar tus bendiciones en la vida también te permitirá sentirte más agradecido por ellas. Una persona puede darse ánimos a si mismo al hablar de lo que tiene. Es una herramienta muy poderosa para controlar el nivel propio de felicidad y es un aspecto muy importante del rezo judío.

Repasa Eventos en Voz Alta

Vocaliza los eventos de tu vida. Después de una boda, un funeral o después de visitar a un enfermo, di en voz alta: “¿Qué aprendí de esto?”, lucha por entender las experiencias antes y después de que las has vivido. Esto hace que los eventos sean una parte mucho más integral de tu vida diaria. Esta es la forma de tener control sobre tu vida.

Resuelve Tus Problemas en Voz Alta

Los problemas que se quedan en nuestras mentes muchas veces pueden quedarse irresueltos. Pero al vocalizar y escuchar el problema con nuestros oídos puede ayudarnos a llegar a la raíz del problema. Cuando una persona tiene que vocalizar un problema, está forzado a encontrar la mejor manera de describirlo. Esto trae como resultado un mayor entendimiento de una idea y una respuesta. De hecho, eres capaz de jugar dos roles al mismo tiempo; el de maestro y el de alumno.

Especialmente cuando son decisiones importantes, escribe los pros y contras, y luego dilos en voz alta.

Escríbelo

Otra herramienta que ayuda a vocalizar una idea o un problema es escribirlo en detalle. Esto es también un gran compromiso si se te es difícil hablar en voz alta contigo mismo, y un diario personal siempre ha sido muy exitoso.

Una de las razones para esto es que pensar es sólo el principio del proceso de resolución. Para tomar decisiones con seguridad uno debe saber que estas decisiones son, de alguna manera, objetivas. Hablar lo que hemos escrito nos provee un nivel de objetividad y una perspectiva que, para mucha gente, es muy difícil de alcanzar.

Convierte Tus Metas en Lemas

El lema siempre ha sido una manera muy buena de resumir nuestros pensamientos conllevando rápidamente y convincentemente un mensaje importante. La mercadotecnia depende de estos lemas para hacernos recordar el producto.

Esta técnica tiene su mejor aplicación al ayudarnos a tener claridad acerca de lo que nos motiva, lo que queremos de la vida cuando estamos cansados, confundidos, o ambos. Los lemas nos inspiran y nos ayudan a intentar seguir tratando cuando estamos por darnos por vencidos.

Pregúntate a ti mismo: “¿Para qué vivo?” y después pon tu respuesta en un lema que se grabará en tu mente. Antes de intentar cualquier cosa pregúntate: “¿Qué busco lograr?” y después conviértelo en un lema. Esto te permitirá estar consciente todo el tiempo.

Por ejemplo, el pueblo judío tiene un lema muy famoso: “Escucha Israel, el Señor es Nuestro Elohim, el Señor es Uno”. Esta afirmación es más que un rezo, es un recordatorio para el judío de que la vida es demasiado preciosa como para desperdiciarla, y que hay un propósito elevado en la vida.

El lema del rey David era: “Ivdú et Hashem Besimjá” – sirvan a Elohim con alegría (Salmos 100:2).

Los “48 caminos” son también lemas que los Sabios han desarrollado.

Otros lemas judíos son:

“Es una mitzvá estar siempre contento”.

“El mundo está mantenido por tres cosas: La Torá, el rezo y la bondad humana”.

“Gam zu letová” – “Esto también es para bien”.

“Elohim me ama”.

“Elohim es bueno”.

“El exterior afecta mi interior”.

“¿Para qué fui creado y qué voy a hacer al respecto el día de hoy?”.

Di estas cosas en voz alta una y otra vez.

Mantén un Diálogo

Una vez que te acostumbres a vocalizar conceptos, usa el poder de la palabra para actuar como tu “diablito” interior. Por ejemplo:

“Espero trabajar en mi proyecto más tarde”.

“¡Seguro que lo harás! ¡Eso es lo que siempre dices! La última vez dijiste lo mismo, pero ¿acabaste al final el proyecto?”.

“No. Fue porque me sentí muy cansado a las 10 de la noche”.

“¡Excusas, excusas! ¡Mejor trabaja en el proyecto ahora mismo, porque de otra manera vas a acabar por no hacerlo otra vez!”.

La idea no es volverte loco, o hacer que otros piensen que estás al borde de la locura. La idea es sacar a la superficie tus racionalizaciones, para que puedas tener una visión más clara de tu realidad. Es una manera de utilizar diferentes “partes” de ti y hacerlas trabajar en unidad, eliminando los obstáculos que te impiden salir adelante.

 

Evita el Uso Erróneo de Palabras

Hablarte a ti mismo es obtener poder y lo puedes utilizar para bien o para mal. De la misma forma que puede elevarnos e inspirarnos, el habla negativa es insidiosa y tiene una manera de afectarnos en niveles inconscientes. Las palabras son balas – puedes construirte o romperte completamente.

Ten cuidado de las palabras contraproducentes. No digas “No soy bueno”, “Soy estúpido”, “No entiendo”. Antes de darte cuenta empezarás a creerlo.

Con tus amigos, especialmente, ten cuidado de cómo dices las cosas.

Asegúrate de nunca decir palabras desalentadoras a tu pareja e hijos.

Nunca digas “no puedo”. Porque entonces no podrás, inclusive si pudieras.

¿Por qué el “Decir las Cosas en Voz Alta” es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • Te      ayuda a concentrarte para que no te duermas.
  • Te      ayuda a clarificar tus ideas.
  • Entre      más sentidos involucres, más impresión causará en ti.
  • Lo      que dices es una expresión de lo que eres.
  • Es      un sistema de retroalimentación.
  • El      lenguaje es el puente por el cual el cuerpo y el alma se unen.

Camino #4: Preséntate a Ti Mismo

No vayas por la vida haciendo suposiciones sobre quién eres. Tómate un tiempo para conocerte, antes de que llegue una crisis y te obligue a hacerlo.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Demasiada gente va por la vida haciendo suposiciones sobre lo que son, y lo que les gusta. Puede ser que nunca se tomen el tiempo de “encontrarse” a si mismos hasta que viene una crisis y los obliga a hacerlo. Los 48 caminos hacia la sabiduría nos dan las herramientas para conocernos sin la necesidad de una crisis.

El cuarto de estos 48 caminos es “binat halev” – “entendimiento del corazón”. En otras palabras, esto significa familiarizarte contigo mismo. Tómate el tiempo para descubrir lo que piensas y lo que sientes. Cuestiónate sobre la vida y sobre la dirección en la que estás yendo, y no aceptes respuestas simples. ¡Te puedes sorprender de lo que realmente piensas sobre la vida!

Un cambio en la vida no es inusual, sin embargo, una cosa que a nadie le gustaría que le suceda es darse cuenta a una edad avanzada que lo que está haciendo no vale la pena. Nadie debe esperar mucho tiempo para conocerse a si mismo, ¡porque eres la persona más fascinante que vas a conocer!

Las Preguntas Más Importantes

“¿Para qué estoy viviendo?”.

Suena como una pregunta sencilla y para muchos es muy embarazoso preguntarla. Pero esta pregunta es la clave para una vida satisfactoria y significativa.

Hay una voz dentro de nosotros que dice: “¿para qué preguntar una pregunta tan simple?”. Eso es porque sabemos que esa pregunta requiere de mucho tiempo y de una búsqueda larga y difícil dentro de nuestra alma:

¿Cuál creo que es el propósito de la vida?

¿Cuál es mi meta en la vida?

¿Soy tan feliz como quiero serlo?

¿Qué me hace realmente feliz?

¿Cuáles son mis sueños, mis ambiciones secretas?

¿Qué es más importante ser rico o feliz?

¿Qué es lo que me motiva a hacer las cosas que hago?

¿Cuáles son mis planes para el futuro y por qué?

¿Que preferiría tener: honor por hacer nada o ningún reconocimiento por mis logros? ¿Para que quiero honor?

Pregúntate por qué y después el por qué del por qué. Sigue preguntando por qué, por qué, por qué. Eventualmente obtendrás una tremenda claridad sobre tu dirección en la vida.

Después pregúntate sobre los aspectos globales de la vida y de la espiritualidad:

¿Cómo me siento respecto de Elohim?

¿Cuál es el significado de la existencia?

¿Qué siento respecto del Holocausto?

¿Qué tiene de bueno vivir?

¿Qué siento respecto del resto de la humanidad?

¿Cuál es el concepto judío del cielo y la tierra?

¿Qué es el bien y el mal?

¿Tengo libre albedrío? ¿Cómo lo pongo en funcionamiento?

¿Qué me entristece? ¿Está bien estar triste?

¿Por qué un tzadik – alguien justo – nunca se deprime?

¿Estoy orgulloso de ser judío?

¿Para Qué Hacerlo?

¿Alguna vez has decidido ir a algún lugar, tomando el tren equivocado y pensando que estabas en la dirección correcta? Lo mismo pasa en la vida. Tenemos metas y hacemos planes, pero a veces nos damos cuenta de que estábamos en el tren equivocado.

Haz una prueba, pregúntate:

¿Para qué fui a la universidad?

¿Por qué escogí esta profesión?

¿Cómo paso mi tiempo?

El matrimonio, ¿vale la pena?

Para hacer una evaluación como esta, es bueno escribir todas las razones – lo bueno y lo malo, inclusive las razones absurdas – de por qué haces lo que haces.

La vida es demasiado corta para tomar trenes “equivocados”. La única manera para minimizar esos errores es compatibilizar tus acciones con tus creencias.

Lo que sea que decidas hacer, asegúrate de que sea una cosa significativa.

Haz a un Lado lo que te Bloquea

Si encuentras a lo largo de tu investigación que estás teniendo dificultades para lograr lo que te has propuesto, identifica lo que te está bloqueando, pues de esta manera serán más tangibles. Los conviertes en desafíos concretos que requieren soluciones. Y ese es el primer paso para remover esos obstáculos.

Esto también sirve respecto de las características negativas que nos impiden ser más efectivos en la vida. Al aislar estas características podemos empezar a cambiarlas.

Estas son características negativas que afectan a todos en algún momento – orgullo, lujuria, etc…. Haz una lista de las características más negativas en tu vida y escribe cuándo te afectan con más fuerza. Después analiza qué es lo que despierta estas reacciones en ti, y escribe una manera de cómo contrarrestar estas mismas situaciones.

Es también muy importante aislar esas áreas en donde sientes una falta de seguridad. ¿Qué te pone nervioso? ¿Qué situaciones te inhiben y no te dejan ser tú mismo? Háblalo contigo mismo. Tienes la habilidad de proporcionarte la suficiente objetividad como para resolver la mayoría de los problemas sin la necesidad de ayuda.

Identifica tus problemas. Es el principio para resolverlos. No tomes una decisión seria a la ligera, de mal humor, enojado o en un momento de tensión. Sé consciente de cómo tu estado físico altera tu estado emocional. Busca los motivos de por qué estás triste; ¿qué o quién te está presionando? ¿Es un problema interno o externo? Identifícalo.

Pregúntate:

¿Por qué soy vago?

¿Puedo hacer más?

¿Por qué no soy disciplinado?

¿Por qué me falta seguridad en mi mismo?

¿Por qué no tomo la iniciativa?

¿Por qué estoy a la defensiva?

¿Por qué soy desorganizado?

Lee tus Emociones

¿Cómo te sientes? ¿Feliz? ¿Triste? Las emociones son una vara de medición de lo que está pasando debajo de la superficie. Observa lo que estás sintiendo.

Una vez que sepas lo que piden tus emociones negativas, podrás evadir esas situaciones o prepararte para cuando sucedan. Si algo te entristece entonces puedes amoldarte a la situación y recibir el mínimo impacto posible.

De la misma forma, con emociones positivas, identifica qué es lo que te hace feliz. Esto te puede dar pautas para ver qué parte de tu día te puede ayudar a estar feliz regularmente.

Habla contigo mismo en lugar de ir con un terapeuta. ¡Es más barato!

Ponte en Contacto con tus Dos Lados

Todos tenemos un instinto de querer ser respetados, poderosos, famosos. Sin embargo, tenemos un instinto negativo de desear que nos dejen en paz, de huir de la responsabilidad, de estar “tranquilos”. Pero debes darte cuenta que este conflicto es el resultado de los dos lados opuestos de los que estamos hechos: un cuerpo y un alma. El alma quiere grandeza; el cuerpo quiere dormir. Apreciar esto significa encontrar una manera de hacer la paz entre los dos lados.

Sin embargo, hay dos caminos para hacer las “paces”. La primer forma de hacerlo, la cual es la más común y la más fácil, es destruir el instinto de grandeza. Pero en la vida, uno no siempre toma el camino más sencillo… La segunda forma es darte cuenta de que todos pueden ser increíbles a su manera, y que lo único que necesitas es escuchar a tus deseos de grandeza y ser dedicado en tu crecimiento.

Ponte en contacto con lo que sabes. El cuerpo está en contra del cambio. Puedes saber que es muy bueno ser feliz pero el cuerpo sólo quiere descansar. Debes darte cuenta de que esta es la batalla: Lo que quieres versus lo que sientes. Es por eso que es muy difícil sentir la verdad.

Particularmente, pon mucha atención a cómo reaccionas a la responsabilidad. Observa qué voz escucha cada opción y ¡vete con la voz que busca grandeza!

¿Cuáles son las inclinaciones humanas básicas y cómo te afectan?

– Seguridad.

– Respeto propio.

– Honor.

– Posesiones.

– Pasión.

– Presión Social.

Conoce lo que Conoces

¿Es posible pensar de una forma y actuar de otra, sin ser un hipócrita? La respuesta a esta pregunta es que esto nos sucede todo el tiempo.

Nuestras acciones están determinadas de acuerdo a nuestra relación con una idea. Por ejemplo: una persona puede creer que es muy importante comer comida saludable, y sin embargo, lo encontramos comiendo cosas que no son de lo más saludables.

Todos vivimos con una mente llena de ideas que nos guían a través de las diversas circunstancias de la vida. Pero si no entendemos lo que sabemos más que a un nivel superficial, vamos a tener una dificultad de apegarnos a nuestras ideas cuando las cosas se pongan difíciles.

Toma un cuaderno y escribe las ideas más importantes que guían tu vida. Haz dos columnas al lado de cada idea, una para la fuente de la idea y en la otra escribe lo que cada idea significa en esencia. Compara tus explicaciones a las de tus amigos.

Es asombroso cómo puedes pensar que entiendes un concepto cuando en realidad no lo entiendes. Hacer estas preguntas y obtener la esencia de las ideas es una manera de armonizar tu vida para que sea más efectiva, y así poder aprovechar las oportunidades más valiosas de crecimiento que la vida te ofrece.

Adquiere Más Seguridad en la Toma de Decisiones

La gente tiene miedo de cometer errores, y es por eso que teme tomar decisiones. Entonces ¿por qué no investigamos primero la decisión?

Nuestra calidad de vida depende de las decisiones que tomamos a diario. ¡Cada aspecto de la vida es una decisión! Si no estás tomando decisiones sabiamente y con seguridad, entonces te estás perdiendo mucho de la vida.

Hay una historia sobre dos hombres que pedían limosna: Uno recibió una carta del correo que le informaba que había heredado un millón de dólares. Ahora, si no ha leído todavía la carta ¿es rico o no? Elohim nos dio libre albedrío. Necesitamos estar conscientes de que podemos usarlo, pues de lo contrario no lo tenemos.

Amar la toma de decisiones es amar las dinámicas del vivir diario.

Hazlo Parte de Tus Emociones

Cuando todo esta dicho y hecho, tu corazón debe “comprar” todo lo que has descubierto. El crecimiento empieza en la mente, pero tienes que integrar las ideas a tu manera de ver la vida. Para evitar consecuencias negativas, tus emociones deben sentirse “cómodas” con los cambios que haces. El dolor de integrar la verdad es el dolor de pelear contra el cambio.

Esto toma tiempo y paciencia. Ten presente que sólo porque no te sientas cómodo acerca de una idea no significa que es mala para ti. Es difícil romper hábitos, y el crecimiento da miedo al principio.

Tómate un tiempo para contestar tus propias preguntas como lo harías con un extraño. Esto puede tomar meses. Pero si lo haces, entonces has cambiado tu relación contigo mismo y con el mundo.

Identifícate con tu intelecto, y acompáñalo con tu corazón. El corazón es la base de las emociones. Identifica estas emociones y entiéndelas. Estimúlate y prémiate por tus logros.

¿Por Qué el Conocerte es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Puedes      apreciar la verdad si ves honestamente dentro de ti.
  • Las      emociones son fuerzas poderosas que nos pueden hacer increíbles.      Conócelas. Contrólalas.
  • Identifica      tus problemas. Este es el principio de su resolución.

Camino #5: Experimentando Grandeza

Frente a una tremenda visión como el Gran Cañón o un Huracán, los seres humanos se sienten pequeños. ¿Nos importa? ¡No! Sólo es estimulante. Es el poder del asombro.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Experimentar grandeza es tomar conciencia de lo insignificante que yo soy, y de lo grande que es Elohim.

Existen dos maneras de experimentar grandeza:

– El “guau” grande.

– El “guau” silencioso.

El “Guau” Grande

El haber obtenido un lugar en primera fila en la entrega de los premios Oscar o el compartir una cena privada con el presidente en la Casa Blanca, nos brinda este sentimiento de “guau”.

El sentimiento que experimentamos al estar rodeados de gente poderosa no se compara al sentimiento de grandeza que existe al visitar el Gran Cañón del Colorado o los Alpes Suizos, o al ser testigos de un huracán, un tornado, una tormenta de nieve, el nacimiento de un niño o la muerte de un ser querido. Cada caso es una experiencia distinta.

Cuando estamos frente a una gran fuerza nos damos cuenta de nuestra debilidad. Nos sentimos secundarios comparados a lo que estamos presenciando. No nos parece importar, pero de hecho es estimulante. Este es el sentimiento de grandeza que plantea el judaísmo.

El sentimiento de grandeza es el resultado de ver el potencial que ha sido llevado a la realidad. Cuanto más vemos, más grandeza sentimos. Aprende a darte cuenta del potencial que encuentras en la vida, y esto te abrirá las puertas para descubrir el poder secreto de la experimentación de grandeza.

El “Guau” Silencioso

La naturaleza, las hojuelas de nieve, la puesta del sol, la biología, la vida de las plantas, la atmósfera, el sistema digestivo. Cuando meditamos acerca de todo esto sentimos una elevación, sentimos que hemos trascendido. Estas son experiencias silenciosas e increíbles.

¿Por qué no nos asombramos más de las cosas que ya hemos visto? Porque la novedad del ayer es el “ya fue” del hoy. No nos toma mucho tiempo acostumbrarnos a las cosas, la gente, los lugares, las ideas, la vida en general. Frecuentemente dejamos de apreciar el valor de aquellas cosas a las cuales tenemos un acceso directo.

La vida tiene el potencial de ser una emoción excitante tras otra, si entiendes el poder de cada momento de la vida. Los 48 caminos nos enseñan, que el “asombro” es uno de los caminos por medio de los cuales una persona puede armonizarse con el poder de lo cotidiano. En lugar de ignorar o dar por sentado el ambiente diario, concéntrate para pensar en las cosas increíbles que vas encontrando.

Entrénate para convertir la vida en una experiencia de asombro tras asombro. Cuando éramos bebes, todo era excitante y fascinante. ¿Quién dice que crecer significa acostumbrarse a todo y verlo como algo mundano?

Busca los pequeños “guau”. Estos están aquí todo el tiempo.

  • Experimentamos      la naturaleza diariamente, pero la damos por sentado.
  • La      intervención personal de Elohim en nuestra vida es asombrosa. Date un      tiempo para notarla en tu vida.
  • Estudia      el cuerpo humano y verás que es asombroso.
  • La      ciencia nos ha enseñado a no dar por sentado eventos simples y pequeños de      la creación: protones, neutrones, electrones, ADN. ¿Te has dado cuenta de      la cantidad de actividades coordinadas que tienen que tomar lugar para que      tu corazón palpite una vez?

No tenemos que crear situaciones que nos estimulen el asombro y la inspiración, ¡ya existen! Si sólo abriéramos nuestros ojos nos impactaríamos.

“La lucha por la vida es la lucha por mantenernos sensibles y conscientes”.

¿Cómo Capturamos Este “Guau”?

Muchas veces tomamos parte en experiencias asombrosas y sin embargo regresamos a nuestra rutina mundana sin haber sido realmente afectados. Experimentamos algo por demás poderoso y después erramos en no poder conectarlo con nosotros.

¿Cómo absorber el placer de esas experiencias tan increíbles?

Vocaliza el asombro que debes sentir. No dudes en decirlo en voz alta para que lo puedas escuchar: “¡Eso es asombroso! ¡Es increíble!”. Probablemente escucharás otra voz dentro de ti contestándote: “¿Sabes?, tienes razón”. Entonces tu cuerpo empezará a estremecerse y tú te elevarás y estarás listo para seguir adelante con vigor.

Recuerda estas experiencias para que puedas dibujar sobre ellas cuando no estén frente a ti.

Utiliza el Asombro Para Ganar Perspectiva

Perder tu serenidad o involucrarte demasiado en una situación se puede remediar rápidamente a través del asombro. El asombro pone las cosas en perspectiva. Sal y observa las estrellas, o enfócate en algo y encuentra el asombro que eso conlleva. Te pondrá de regreso en el camino ante cualquier situación y te dará energía.

El observar las experiencias asombrosas nos lleva más allá de nosotros mismos, nos transporta a niveles más elevados. Somos pequeños, pero en tiempos de guerra, enfermedad, tragedia, y gran alegría, la gente se hace más “grande” y trata al prójimo mucho mejor.

La apreciación nos ayuda a desatarnos de los límites de nuestro cuerpo. No seas pequeño e insignificante. Sé grande. El mundo está lleno de poder y de oportunidades, y las insignificancias son olvidadas.

Percibe el Potencial del Ser Humano

El valorarse a uno mismo debe ir más allá de lo que en este momento somos. Las computadoras son increíbles, pero nosotros podemos hacer más y mejor. Los animales son increíbles, pero nosotros somos sus dueños. Más aún, podemos luchar por convertirnos en grandes personas por medio de emular a Elohim.

Te puedes ver a ti mismo como la persona más importante de la creación. Pero nunca pierdas la perspectiva de que eres un poder latente esperando ser realizado. Trátate con el mismo asombro con el que tratas a un volcán. Ábrete para conocer tu verdadero potencial. Deja de ver lo que eres, observa lo que puedes llegar a ser.

Elohim es la Fuente Suprema de la Grandeza

¿Qué es lo que hace que la gente se asombre al ver al presidente de los Estados Unidos? La cantidad de personas que dependen de su vida. ¿Qué es lo que hace al Gran Cañón del Colorado tan increíble? Toda su magnitud. ¿Qué es lo que hace a un huracán o un temblor tan impactante? Todo el poder que contiene.

Si crees que la creación es increíblemente asombrosa – y por supuesto que lo es – ¡sólo imagínate lo asombroso que su Creador es! Cuanto más trascendental una cosa es, más tenemos conciencia acerca de ella.

Al ver lo tan poderosa y asombrosa que es cada una de estas cosas, y al considerar lo que Elohim continúa haciendo diariamente, empezarás a tener una sensación estimulante de impotencia y respeto.

Observa tu mano por algunos minutos. Estudia tus huellas digitales. Después imagínate cómo cada una de las curvas llegaron allí, ¡y lo distinta que es respecto de las manos de los otros! Y esto es sólo tu mano… espera a ver el resto de tu cuerpo…

Siente la grandeza que existe en nosotros diariamente y úsala para relacionarte con el Creador de todas las cosas. Eleva tu nivel de percepción para poder estar en contacto con la realidad.

¿Por Qué “Experimentar Grandeza” es un Ingrediente Para Obtener Sabiduría?

  • La      tendencia humana es hacer todo insignificante y el asombro nos saca de ese      sentimiento.
  • Siente      el placer de poder entender la verdad estando en contacto con el asombro      de la “sabiduría”.
  • Si      sientes grandeza todo el tiempo, nunca te sentirás solo.
  • El      asombro nos hace ver las oportunidades de la vida de una manera diferente.
  • Necesitamos      estar conscientes para vivir en la realidad, y la realidad de este mundo      es que no hay nada mundano. Podemos alcanzar y tocar el poder infinito y      arrollador de este mundo.
  • El      asombro puede derrumbar a la vagancia, abrir caminos y liberar el      potencial y las energías encerradas dentro de ti.

 

 

 

 

 

 

 

 

Camino #6: Dominando al Miedo

Montañas rusas y películas de terror…pagamos bastante por ser asustados. Aprende a aprovechar con fines positivos la energía del “Miedo”.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #6: Dominando al Miedo

Cuando la gente piensa en el miedo, se siente incómoda. El miedo, para la mayoría de la gente, es una emoción negativa. Sin embargo, estas mismas personas pagarían bastante dinero para subirse a montañas rusas, ver películas de terror, leer novelas de misterio, ver carreras de coches, escalar montañas, etc. ¡La gente disfruta asustándose!

En verdad, existen miedos “positivos” y miedos “negativos”. Los miedos negativos son debilitantes, mientras que los positivos son estimulantes. Sólo piensa qué tan motivado estarías si pudieras aprovechar la energía que te invade cuando estas asustado. Los 48 caminos hacia la sabiduría nos enseñan que si sabemos como usarlo, el miedo puede ser una gran fuente para ayudarnos a desarrollar nuestro potencial.

Temer es Ver

La palabra miedo en hebreo es “irá”. Es la misma palabra que se utiliza para el verbo “ver”. El judaísmo define al miedo como “ver las consecuencias peligrosas de una situación”. En términos religiosos, eso significa entender la realidad de Elohim como Aquel que dirige al mundo – y estar atentos para no olvida el reconocerlo. En términos de crecimiento personal, el miedo sirve para ver cuánto uno puede perder por no tomar ventaja de una oportunidad específica. Y estos términos son grandes motivadores.

El Temor es la Esencia del Libre Albedrío

Cada ser humano fue bendecido con “libre albedrío”, la habilidad humana de elegir. La esencia del libre albedrío es observar o no observar. La realidad existe objetivamente – más allá de nuestra perspectiva subjetiva. Las oportunidades de crecimiento vienen y van, las reconozcamos o no.

La elección esencial de la vida es abrir nuestros ojos y ver qué oportunidad está disponible, y ver lo que perderíamos si no la escogemos.

Si le pides a un adolescente que saque la basura, su respuesta muy probablemente será: “¡Más tarde!”, y si le agregas: “Si no lo haces ahora, ¡entonces no podrás llevarte el coche!”. ¿Cuál será la respuesta del adolescente? Antes de que acabes de hablar, ¡saldrá corriendo para tirar la basura!

Cuando realmente podemos identificar las opciones de la vida y lo que podemos perder si las dejamos pasar, entonces encontramos todo tipo de motivaciones para acabar el trabajo – rápido y efectivamente.

Elimina Tu Impresión Negativa

Existen tres razones principales por las cuales la gente está en contra del miedo:

  • El      miedo es doloroso y carente de placer.
  • El      miedo restringe nuestra libertad.
  • El      miedo es demandante. No nos gusta que nos digan lo que hacer.

Pero estos puntos son verdaderos sólo sobre el miedo al que nos resistimos. En verdad, el miedo es como cualquier otra emoción – es positivo cuando ocurre en el momento adecuado y por la razón adecuada.

Los 48 caminos tienen una famosa pregunta: ¿Qué es lo contrario al dolor? La mayoría de la gente dice que es el placer. En verdad, el opuesto al dolor es la comodidad. El dolor es el precio que debemos pagar por las cosas positivas – como criar hijos, hacer dietas, ponerse en forma, tener una carrera exitosa. Entre más luchemos para alcanzar una meta, más apreciaremos haberla alcanzado. Y eso es puro placer.

El hecho de que el miedo es incómodo no debería ser visto como algo negativo. ¿Cuál es el placer del miedo? Que cada momento de la vida es vivido con emoción y conciencia.

Miedo Bueno y Miedo Malo

¿Crees que el miedo te restringe? Vamos a decir que Jorge encuentra una víbora, le da miedo y sale corriendo a gran velocidad, hace 100 metros y salta la barra como en las olimpiadas.

El shock puede ser paralizante, pero cuando lo aprendes a apreciar, el miedo es placentero y te da mucha energía. El miedo hace que juntes tus sentidos y le da a tu vida vitalidad y poder.

El “shock” debilita, el “miedo” motiva y da energía. Imagínate a un hombre de campo montando un caballo salvaje. El miedo que tiene de ser tirado le provoca poner extrema atención a cada movimiento que hace el animal, es por eso que su respuesta puede ser rápida y precisa. De esta misma manera deberías actuar en la vida.

Miedo es Libertad

El miedo sólo es esclavizador cuando otro está tratando de imponérnoslo. Pero el miedo a la realidad, a la posibilidad de dejar oportunidades valiosas sin ser aprovechadas, nos permite dirigir nuestra propia vida.

Pensamos que el miedo nos cuesta nuestra libertad. Pero en realidad el miedo es libertad. Es la motivación de llevarnos a donde queremos estar. “Quiero ser bueno, pero no quiero tener problemas. Si tengo miedo, entonces estaré motivado para hacer lo que quiero hacer”. Esto es libertad.

La motivación no puede ser siempre placentera, pero te mantiene en movimiento. El miedo te da el ímpetu para hacer que las cosas se hagan. Ya sabemos que si no nos presentamos a nuestro trabajo nos despedirán, y por ende nos levantamos temprano, para no llegar tarde. Finalmente, este miedo siembra un mayor respeto hacia nosotros mismos.

El miedo a fracasar en un examen nos hace estudiar más. Y como consecuencia tenemos más éxito.

El tener miedo de lo que piensen tus amigos es rebajarse a uno mismo. Pero temer de no actuar conforme a tus estándares es ennoblecerse.

Acepta Tu Propia Mortalidad

Si vives de una forma en la que siempre piensas que habrá un mañana, entonces no harás mucho el día de hoy. Cuando alguien que conocemos muere inesperadamente, tenemos miedo. Sentimos nuestra propia vulnerabilidad y nos hace pensar: “¿Estoy usando mi tiempo efectivamente?”.

En Pirkei Avot está escrito: “Arrepiéntete un día antes de tu muerte”. Tener esta conciencia provoca un efecto muy fuerte en la manera en la que vives tu vida. Vive cada día como si fuera el último. (¡Porque un día lo será!). Tener miedo del día de nuestra muerte cada día no es deprimente. Con una actitud positiva, lograremos más.

Todos tenemos nuestro reloj corriendo, y no sabemos por cuanto tiempo correrá.

Observa cercanamente tu vida hasta ahora. Trata de ver los años pasados y ve qué tan bien usaste tu tiempo. Muchas veces ocurre que nuestros años pasados son turbios y entre más viejo uno se vuelve, cada vez es más difícil recordar.

Si nos viéramos muriendo mañana, ¿qué haríamos hoy? ¿Perderíamos el tiempo en tonterías – o trataríamos de hacer algo valioso?

Si te quedaran cinco años de vida ¿qué harías? Usa este concepto para corregir tu relación con tu esposa, tus padres, amigos, vecinos, inclusive extraños. Trátalos de una manera correcta el día de hoy.

Utiliza el miedo, pero no para dar lástima. Si tuvieras una enfermedad terminal, no pasarías tu tiempo discutiendo con otro conductor o alguien que se metió en la fila del banco. Te preocuparías mucho más en lo que vas a lograr ahora.

Tu “enfermedad terminal” se llama vida.

Actuando

Imagina que perdiste la vida. Caminas durante una hora con los ojos cubiertos. ¿Esto te hace apreciar más tu vista y hace que protejas más tus ojos?

Imagínate que el doctor te dice que tienes seis meses de vida. ¿Qué harías con tu vida? El hecho de que el doctor no te lo haya dicho ¡no significa que no pueda ser verdad! Y sólo porque probablemente vivirás más de seis meses no significa que no debas maximizarlos.

Algunos judíos tienen la costumbre de visitar los cementerios una vez al año, generalmente antes de Rosh Hashaná. Y esto deja algo en claro: “Soy un mortal y aquí es donde acabaré. ¿Qué es lo que quiero que esté escrito en mi tumba?”.

Témele a la Falta de Significado

El máximo miedo del ser humano es vivir una vida carente de significado (o una vida con un menor significado del que debería tener). La gente que tiene miedo a las cosas sin significado maximiza sus oportunidades de crecimiento. Están inspirados para encontrar lo que realmente vale en la vida y cómo obtenerlo. Para aquellas personas, el miedo es un amigo y una herramienta para hacer lo mejor.

La gente se da cuenta que la vida es aburrida si no tiene miedo. Los seres humanos necesitan la energía del miedo. Date cuenta cómo las personas ricas materialmente inevitablemente buscan algo arriesgado para ocupar su tiempo. Si no tienen esto sienten que su vida es muy aburrida.

En cada profesión, la gente tiene miedo de fracasar. Tú puedes decir: “No me importa ser como la mayoría”, pero es difícil aceptar la realidad de la mediocridad. Ten miedo de levantarte un día y ser parte de eso. El miedo a la mediocridad es el ímpetu para trabajar por la grandeza.

Ten miedo de una vida carente de significado en la vejez.

¿Por Qué el “Miedo” es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • El      miedo te hace estar alerta. La adrenalina te da el poder de vivir la vida      plenamente. Te mantiene fuera del mundo de los sueños. Te ayuda a lograr      lo que quieres hacer. Puedes estar motivado el 100% del tiempo.
  • El      miedo te ayuda a hacer lo que crees que es correcto, no lo que la sociedad      piensa que es correcto.
  • El      miedo te pone en contacto con lo inevitable: la muerte.
  • El      miedo ejercita tu libre albedrío.
  • El      temor a Elohim es la libertad – es liberarse de otros miedos.

 

Camino #7: El Verdadero Carisma

La humildad no es un complejo de inferioridad. Es hacer lo que es correcto, y no depender de las opiniones de los demás.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #7: El Verdadero Carisma

¿Quién es una persona carismática? Es alguien que entra a un cuarto y tiene el sentimiento de que no está obligado a complacer los caprichos y opiniones de otros – y como tal ha
trascendido la insignificancia mundana de este planeta.

Hay dos maneras de adquirir carisma:

Una manera es por medio de la arrogancia. Imagínate a una estrella de cine entrando a una fiesta: presumido, altanero, orgulloso. Su manera de ser grita: “Soy increíble y no te necesito ni a ti ni a nadie”. El salón queda en silencio con admiración. ¡Carisma!

El judaísmo dice que este es un carisma contraproducente ya que el verdadero carisma es independiente de la opinión de los demás, y sin embargo ¡esta estrella de cine es completamente dependiente de los demás! Es totalmente dependiente de factores externos sobre los cuales no tiene control. Sin los admiradores, ¡no tiene nada!

La Definición Judía del Carisma

La otra manera de lograr carisma es mediante la humildad. Esta idea es sorprendente para la gente del mundo occidental, pues cuando pensamos sobre la persona más humilde del mundo, no nos imaginamos que esa persona también sea la más carismática. Nos imaginamos a la persona humilde como a aquella que entra a un cuarto sin ser percibido por nadie.

La humildad no es una falta de confianza en uno mismo, ni un complejo de inferioridad. La humildad es definida como: “vivir sabiendo realmente que nada importa excepto hacer lo que es correcto”. Eso significa que la persona humilde no depende de la opinión de los demás, pues a veces hacer lo correcto es popular, pero a veces no lo es. La persona humilde puede poner su ego a un lado, si lo necesita, para hacer constantemente lo que es correcto.

Por otro lado, una persona arrogante, no está preocupada por lo que es correcto e incorrecto – sólo se preocupa por sí mismo y lo bien que las cosas van a resultar para él. Puede parecer tranquilo externamente, pero realmente está manipulando todo a su alrededor para servir a sus necesidades personales.

“Arrogancia” = Soy todo lo que importa.

“Humildad” = Lo que es más grande que yo, me importa.

Es por esto que la Torá nos dice que la persona más humilde de la historia fue el más carismático de todos los tiempos: Moshé Rabenu.

Realmente, ¡es la humildad lo que garantiza el carisma! La persona humilde tiene la habilidad de sobreponerse a su narcisismo y abrazar a aquellos alrededor de él. Ya que ella conoce su lugar en forma segura, puede dejar un lugar para otros sin que su ego sufra una crisis. Esta persona honra a los demás y los ayuda para que ellos también encuentren su lugar.

¿No es ese el verdadero carisma?

La Necesidad Humana de un Significado

En el trayecto hacia la búsqueda de una vida significativa, muchas veces nos desviamos a causa de las cosas diarias y triviales. Una de las razones por las cuales la gente se distrae tanto, es porque no saben lo que es realmente significativo. Los seres humanos necesitamos significado.

Una manera de enfocarte es preguntarte: “¿Para qué estoy viviendo?”. “¿Comes para vivir o vives para comer?”. Debes saber para qué estás viviendo cada día y debes poner en perspectiva a tu trabajo, tus actividades diarias y tus metas generales.

Entonces ¿para qué estamos viviendo? La respuesta es: para lograr grandeza.

Si escuchas una voz diciendo: “No hay un objetivo real en la vida”, piénsalo bien antes de aceptarlo. Todo tu ser depende de que tengas un objetivo en la vida. Es la fuente de tus motivaciones diarias. Lo necesitamos al igual que el agua y la comida.

Intenta hacer una introspección para ver si lo que es significativo para ti es una meta o sólo una noción abstracta de la vida. El judaísmo dice que para poder descubrir el significado de la vida tenemos que estar en contacto con lo que el Creador quiere.

Para la persona secular, la humildad significa darse por vencido, pero el judaísmo dice que la humildad es una dedicación completa a la búsqueda de la verdad y la grandeza.

Hacer lo Correcto

Lo “correcto” no siempre es lo más placentero. Es por eso que hacer lo correcto puede llegar a ser tan difícil. Pero la verdad es que existe un placer increíble al hacer lo que es correcto, porque provee la fuente más increíble de significado en la vida de la persona. Pero esto es sólo cierto si es hecho por la razón correcta: hacerlo porque es lo correcto. Te sentirás muy mal si haces lo que es correcto por razones egoístas.

Por ejemplo: el disfrutar de los placeres físicos por las razones adecuadas. Sentir placer por el placer mismo es hedonista. Sentir placer por una razón significativa es sentir placer verdadero.

En un nivel más emocional: ¡no hagas lo correcto para que puedas jactarte de tus logros!

Se cuenta la historia de un gran rabino que estaba en su lecho de muerte. Estaba rezando con gran intensidad, y sus estudiantes – que estaban a su alrededor le preguntaron: “Rabino, ¿en qué está pensando en estos momentos?”.

El Rab les contestó: “Una voz dentro mío está diciendo: ‘reza con gran intensidad para que tus estudiantes estén impresionados'”.

¡Incluso en su lecho de muerte este gran sabio estaba batallando contra su ego!

Haz lo correcto por la razón correcta. Sin importar las consecuencias.

¿Cuál es la Causa que Persigues?

Vemos que la gente busca significado en sus vidas, y es por eso que mucha gente escoge carreras de “ayuda” como trabajo social o ayuda médica. Trabajar solamente por dinero no es suficientemente placentero como para estimular a la persona a lo largo de la vida.

Finalmente, todos en el mundo mueren por una causa. La gente a la que les llamas terroristas, se denominan a sí mismos “luchadores por la libertad”. Es una cosa innata en los seres humanos vivir y morir por una causa. La única pregunta que debemos formularnos es: “¿Cuál es mi causa?”. “¿Vale la pena morir por ella?”. O más importante aún, “¿vale la pena vivir por ella?”.

Elohim: El Supremo Significado

Obviamente, si el significado está basado en hacer lo que es correcto, entonces la creencia en Elohim, y hacer lo que Él define como significativo, es el significado más importante para los seres humanos.

La lógica es simple. Puesto que las personas actúan acorde a una opinión subjetiva, que puede cambiar en cualquier momento, obviamente es más significativo hacer aquello que es objetivamente correcto.

Elohim es la fuente del significado objetivo. Hacer lo que Él dice significa que lo que haces siempre será lo correcto.

El Objetivo de la Vida es Ser Humilde y Objetivo

La objetividad y la humildad son ideas conectadas. Es la objetividad la que nos da la habilidad de elevarnos por sobre nuestros deseos egoístas y hacer lo correcto por las razones correctas.

La humildad es libertad. Lo que nos retrae e inhibe son las preocupaciones innecesarias acerca de nosotros mismos, lo cual incluye la manera en la que los otros nos ven. Cuando la persona sólo está preocupada por la verdad, y por vivir esa verdad, entonces ella es libre para hacer lo que sea más significativo. Esto libera al carisma.

Herramientas Para Adquirir Humildad

– Leer obituarios nos brinda una buena dosis de humildad. Nos ayudan a entender el significado de la vida. Trata de escribir tu propio obituario. ¿Cómo te gustaría ser recordado? Estas son las cosas que nos conectan con lo que es Eterno.

– Toma conciencia de que eres un alma, no un cuerpo. Las amistades no durarán si son sólo algo físico. Los esfuerzos no son duraderos si están enraizados solamente en el mundo material. Los seres humanos no están satisfechos solamente con materialismo. El materialismo debe ser un medio y no un fin. Llenar las necesidades del alma debe ser una parte real de nuestra lucha. Entonarnos con nuestra alma nos trae humildad.

– Utiliza tu humildad para elevarte por encima de las discusiones. No tienes que contestar cada insulto.

– Utiliza la humildad para abrirte a la sabiduría. Sin humildad no podemos alcanzar la sabiduría, ya que estamos demasiado metidos en nuestra realidad subjetiva.

– Una manera de adquirir más objetividad es darle consejos a alguien. Tratar los asuntos de los demás nos ayuda a ver nuestra propia situación de una manera más clara.

¿Por Qué la Humildad es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • La      humildad es libertad y logros.
  • La      humildad es verdad.
  • La      humildad es objetiva.
  • La      humildad es placentera. La arrogancia es dolor.
  • La      humildad te permite darles a los demás.
  • La      humildad te hace ver tu relación con       honestamente.

Camino #8: La Alegría Constante

La alegría te da el poder, la motivación y la confianza para lograr cosas que de otra forma parecerían demasiado difíciles de alcanzar. La alegría es pura energía… ¡mejor que una barra de granola!

 

 

La alegría te hace sentir muy bien acerca de ti mismo. Cuando tienes alegría tienes el poder, la energía, la motivación y la confianza para lograr cosas que de otra forma parecerían demasiado difíciles de alcanzar.

Todos saben que la alegría es poder. Un vendedor vende más y un jugador de béisbol corre más rápido cuando esta lleno de alegría. ¡Usa este poder y domínalo!

La alegría es una herramienta, y esto significa que puedes aprender a obtenerla como cualquier otra habilidad técnica que puede ser enseñada y estudiada. Luego tienes que dominarla para que puedas lograr muchas cosas en tu vida.

Usa la alegría en lo que sea que hagas. Ya sea que estés estudiando, paseando, trabajando o relajándote, primero ponte en un estado de alegría y verás que harás todo mucho mejor.

Haz una Lista de Alegrías

Escribe todas las veces que hayas “bailado de alegría”. Después estudia tu “lista de alegrías” y trata de identificar el común denominador. De esta manera obtendrás una perspectiva de lo que te causa alegría en la vida. Aislando la “causa” podrás conocer cómo salir de un estado de mal humor para conectarte con la alegría de la vida.

Reconoce el momento en el que experimentas alegría. Generalmente ocurre cuando compras algo nuevo, cuando pasas un examen difícil o experimentas un momento de claridad.

No te conformes con quedarte sólo con tu lista personal de “causas”, acércate a otras personas y pregúntales qué es lo que les da más alegría en la vida y por qué. Esto te ayudará a tener una mejor perspectiva de la esencia de la alegría en la vida y te dará una pista para encontrar métodos que te ayuden a crear alegría.

Interior, Exterior

En el judaísmo existe un principio llamado: “jitzoniut meoreret pnimiut” – “lo externo despierta lo interno”. Esto significa que es posible desarrollar una emoción dentro de ti si es que actúas como si ya estuvieras en ese estado emocional. Haz cosas alegres y te convertirás en una persona más alegre. Por ejemplo:

  • Come      comida deliciosa en Shabat y las festividades.
  • Pasa      tiempo con tus amigos y con gente buena.
  • Vístete      con ropa bonita.
  • Canta.
  • Piensa      en cosas positivas.
  • Estudia      Torá.
  • Ayuda      a los demás.
  • Habla      con tus padres y agradéceles por haberte dado la vida.
  • Camina      por la playa.
  • Recuerda      siempre que es increíble ser judío.

La Alegría del Posible Placer

El judaísmo define la alegría como: “el sentimiento que tenemos cuando presentimos el placer que viene en nuestro camino”.

Esto significa que si pudieras prever constantemente el posible placer, entonces podrías constantemente estar en un estado de alegría. Por supuesto, cuando llegue el placer nos sentiremos bien, pero ¿por qué no sentirnos bien por adelantado?

Aprecia y anticipa tus placeres. Dite a ti mismo: “Hoy voy a tener un gran día”. Empieza con esta emoción. Usa tu alegría para llenarte de energía.

Examina tu vida para ver dónde puede encontrarse el placer.

¿Qué vas a hacer el día de hoy? ¿Irás a trabajar? En lugar de enfocarte en las cosas negativas del trabajo, pregúntate qué puedes ganar al hacerlo. Escríbelo. ¿Irás al museo el día de hoy? ¿Por qué? ¿Qué esperas ganar allí? Escríbelo y piensa sobre el beneficio y el placer que te daría. Esto te ayudará a sentir alegría mucho antes de llegar allí.

No Des Por Sentada la Vida

Mucha gente no experimenta alegría en su vida porque dan por sentada su vida.

¿Qué hay para disfrutar en cada día de tu vida? ¡Tus manos!, ¡tus pies!, ¡tus ojos!, ¡tu mente!

¡Hay alegría en el hecho mismo de estar vivos! ¿No es bueno estar vivo? Pregúntate: “¿Cuál es el placer de estar vivo?”. Aprende a sentir ese placer. (Estará contigo siempre, ¡donde sea que estés!). Si no sientes que la vida en sí es buena, entonces no tienes nada. Sólo aprecia la alegría de estar vivo. La vida es potencial, y el potencial es eternidad.

La persona que sobrevive a un accidente automovilístico, nunca vivirá de la misma manera después de lo ocurrido. Ella alentará a la gente diciéndoles: “Las cosas no son tan malas, ¿verdad? ¡Estás vivo! ¡¿Sabes lo increíble que es eso?!”.

La gente creerá que está loco, ya que supuestamente, nadie debe ser feliz a menos que gane un millón de dólares. Pero la verdad es que cuando estamos cercanos a una experiencia de muerte se nos revela lo valiosa que es la vida verdaderamente. Y ese conocimiento es una gran fuente de alegría.

Aprende de los Niños

¿Te has dado cuenta de la manera en que los niños parecen vivir en un estado natural de alegría? Libres de preocupaciones (fuera de sus necesidades naturales) ellos simplemente disfrutan la vida en su forma más simple. Los adultos – agobiados con las responsabilidades del quehacer diario – parecen perder la magia de la constante alegría.

No es que la alegría de la vida haya desaparecido, sino que las preocupaciones del diario vivir nos impiden reflexionar acerca de lo que nos da placer en la vida. Dominar la alegría también implica la habilidad de profundizar en los aspectos de la vida diaria y descubrir la alegría detrás de ellos.

Es algo natural sentir alegría en la vida.

 

Aplica la Alegría

Si sientes alegría, aprovecha la situación. ¡Ahora tienes energía! ¡Sal y haz algo fantástico! Ayuda a alguien. Levanta su espíritu. Enfréntate a un trabajo que no podías confrontar. Canaliza tu alegría en una dirección productiva.

Podemos utilizar la alegría para sobreponernos a los problemas. La alegría te provee perspectiva en tu vida. Si estás sintiendo alegría, toma notas sobre las cosas que te hacen bajar el ánimo. La perspectiva de la alegría te ayudará a sobreponerte a muchas de las cosas que normalmente te atoran.

Más principios de la alegría:

  • Vas      a tener más alegría si ayudas a los demás a tener alegría. Por ejemplo, alegra      a una novia o a un novio, ten empatía con un huérfano y/o una viuda, o      ayuda a tu vecino.
  • La      alegría no es hacer chistes o burlarse de la gente.
  • La      alegría no es simplemente una borrachera. Es la felicidad profunda que se      siente al estar conectado con Dios, haciendo lo que es correcto.

Toma las Cosas en Perspectiva

La vida por definición tiene sus desafíos. ¿Acaso esos desafíos van a aumentar o a disminuir tu alegría? Si dejas que cosas pequeñas te agarren, tu alegría será disminuida. La elección es tuya.

El Orjot Tzadikim (siglo XV) dice: “La alegría reside en el corazón de la persona cuando no piensa en las dificultades”.

Inclusive que existan tiempos tristes o dolorosos, acéptalos como una realidad. Inclusive durante los tiempos más difíciles, recuerda tus bendiciones. Una persona que tiene alegría interna podrá manejar los momentos difíciles de una manera más efectiva.

Inclusive que no logres resolver tus problemas, no camines miserablemente y hagas a todos miserables contigo. No te des por vencido hasta que encuentres algo positivo en que pensar.

Recuerda que existe una diferencia entre estar consciente y estar preocupado. Una persona preocupada deja que sus problemas lo consuman, incluso cuando no se puede hacer nada para resolverlos. Pero una persona consciente presta atención a los problemas y busca soluciones, y nunca se apega emocionalmente demasiado a sus problemas.

“El Significado” – Una Fuente de Alegría

¿Qué es lo que hace que un ser humano sea muy feliz? Sentir que su vida tiene significado. Cuanto más significado percibamos dentro de nosotros, más felices nos sentiremos. (El significado se mide mediante el impacto que tenemos en nuestro mundo). Haz cosas que tengan significado e incrementarás tu alegría.

El rey David dice: “Sirvan a Dios con alegría”. Esto nos enseña que servir a Dios es una causa primordial de alegría. La alegría suprema es el significado supremo. Haz la voluntad de Dios y estarás conectado a la eternidad. Esto se logra al cumplir los mandamientos de Dios (las mitzvot).

Cuando estamos alegres, entonces Dios está alegre (alegóricamente) y nos llena de bendiciones.

El judaísmo dice que la Torá es la alegría más increíble, la esencia de toda alegría. La Torá nos enseña el significado de la vida. Y si puedes descubrir la esencia de la vida, entonces será tuya… por el resto de tu vida.

 

¿Por Qué la Alegría Constante es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • La      sabiduría es alegría, ya que nos permite conocer sobre qué trata la vida y      nos da elementos para maximizar nuestras habilidades y energías. Mientras      más sabiduría obtengas, más feliz será tu vida.
  • El      gran Kabalista “el Arizal” (Israel, s. XVI) dijo: “la      alegría abre las puertas a las grandes alturas de la sabiduría”.
  • La      alegría es poder. Es energía.
  • Aprecia      lo que tienes. Dios nos creó para darnos placer. Si sentimos placer por lo      que ya nos dio, entonces… nos dará más.

Camino #9: Concentración

Sólo utilizamos una pequeña fracción de nuestra capacidad mental. Aprende a concentrarte y a evadir las distracciones. ¡Alcanzarás todas tus metas más fácilmente!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

Una de las herramientas más importantes para tener éxito en la vida es la habilidad de concentrarse ciento por ciento, sin tener pensamientos ni emociones que te distraigan.

Todos hemos experimentado alguna vez lo que significa concentrarse. Pareciera que el tiempo se detiene, y a nosotros, no nos afecta el mundo alrededor nuestro.

Si consideras que usamos sólo una fracción muy pequeña de nuestra capacidad mental, entonces podrás apreciar cómo la concentración puede incrementar considerablemente tu poder de pensamiento.

Los 48 caminos hacia la sabiduría nos hablan sobre dos clases de concentración:

  • Concentración      Intelectual: Contempla una idea a la vez, no te distraigas. Clarifica la      idea lo máximo que puedas.
  • Concentración      Emocional: Enfócate en una emoción a la vez y llega realmente al límite de      esa emoción.

Los Caminos de Tu Mente

Primero vamos a entender la idea de la concentración intelectual.

Muchas veces nuestros pensamientos nos evaden. En general es muy difícil concentrarnos, y a la mente, generalmente le gusta viajar en tren por todas partes. Tienes que ser capaz de focalizar tu mente e interrumpir el proceso de soñar despierto.

Escoge una idea y trabájala. Concéntrate en ella y después, una vez que ya hayas dominado la destreza de enfocarte en un pensamiento a la vez, expándelo.

Aquí tenemos una ilustración de esta idea:

Cuando aprendiste a manejar, nada podía distraerte. Prestabas toda tu atención a la calle. Ahora, piensa todas las actividades que haces mientras manejas: cambias la estación de radio, planeas tu día, hablas por teléfono, disfrutas de la vista, buscas un lugar para estacionar – ¡y también manejas el coche!

El Rabino Yehoshua Leib Diskin (Israel, s. XX) podía escribir dos letras a la vez, una con cada mano, mientras mantenía una conversación. Estaba completamente concentrado en cada área.

La mente tiene muchos caminos, y tú puedes aprender a controlarlos. Luego podrás incrementar increíblemente tu poder y tu efectividad.

Guarda Tus Pensamientos

Tenemos que cuidar nuestras “lenguas” para no insultar a los demás. La gente que te escucha hablar toma tus palabras de manera seria, inclusive que tú no lo hagas. De la misma forma, debemos cuidar nuestros “pensamientos” para que vayan en la dirección que queramos que vayan. Tenemos el poder de cambiar nuestros propios pensamientos.

Ponte en contacto con lo que está en tu cabeza. ¿En que estás pensando? Una idea falsa que se repite muchas veces generalmente se transforma en realidad – inclusive que al principio no creías mucho en ella. Es importante que pienses y te preguntes a ti mismo: “¿Realmente siento esto?”.

La pureza intelectual significa saber lo que es verdad y lo que no lo es, y limpiar tu mente de ideas falsas. Tienes que “pasear” por tu mente y hacer una distinción entre las ideas que no tienen sentido y aquellas que son importantes para ti. Después debes filtrar la “basura”, para que no consuma tiempo valioso en el proceso de pensamiento.

Otra herramienta: Haz una lista de todas las ideas importantes de las cuales tienes claridad para que así no se mezclen en tu cabeza con aquellas sobre las cuales no tienes claridad. De esta forma te podrás sentir bien sobre ciertas ideas y sabrás sobre cuales tienes que trabajar más para adquirir claridad.

Tus creencias determinan tus acciones, independientemente de que si lo que crees está basado en hechos reales o no. Por eso es crucial que tengas claridad mental de la realidad – la realidad objetiva y no sólo tu versión personalizada de la misma.

Rayo Láser

Un cirujano debe ser capaz de concentrar toda su mente en una operación, pues de otra forma pondrá en peligro al paciente.

Recuerda un momento donde estuviste absolutamente concentrado – por ejemplo, cuando ocurrió una crisis en el trabajo o cuando estabas contando tus ganancias del mes anterior, etc. Recuerda cómo ninguna otra cosa se cruzaba por tu mente. Estabas ahí, 100% involucrado. Ese es el poder de la concentración.

Aprende técnicas para concentrarte en lo que estás haciendo. Antes de comenzar cualquier tarea intenta verbalizar tus intenciones. Al decir en voz alta cómo quieres que se concentre tu mente durante un cierto período de tiempo, generalmente puedes bloquear pensamientos extraños.

Generalmente el hecho de recordar información depende, de cuánto “has estado allí realmente” – en el momento de haberlo estudiado.

El ABC de la Concentración Intelectual

Nuestras ideas son nuestra realidad. Por ejemplo, si una persona es inteligente y de alguna forma le llega una idea que no es inteligente, el ser no inteligente se convertirá en su realidad.

Clarifica los sentimientos que te están dominando. Después tradúcelos a ideas. Por ejemplo, el sentimiento “no quiero perder tiempo”, puede convertirse en la idea “la vida es preciosa”.

Si decides que tus ideas son correctas vívelas no sólo en tu mente sino también en tus acciones. Por ejemplo, si la Torá es verdadera entonces tienes la obligación de empezar a conocerla. No la ignores y sigas adelante.

Segunda Parte: Concentración Emocional

Es posible sentirte feliz y triste al mismo tiempo. Algunas veces, emociones distintas nos invaden en el momento inapropiado. Pureza emocional significa “una emoción a la vez”. Tienes que ser sincero y verdadero con tus emociones – de otra forma serás arrastrado hacia demasiadas direcciones.

Date cuenta cómo cuando traes a discusión un tema que la otra persona no quiere discutir, es capaz de bloquearlo completamente – ¡y no sentirse ni un poquito mal! Claro, nunca debemos usar la rudeza emocional para bloquear nuestra realidad. ¡Pero es una gran técnica para enfrentar la realidad de manera efectiva!

Concéntrate en una emoción a la vez. Si estás en una boda no te enfoques en las emociones extrañas tales como: ¿Cómo puede funcionar este matrimonio? ¿Cómo se van a mantener? ¿Cómo me veo? En lugar de eso disfruta de la simjá (alegría). Diviértete. Sólo enfócate en disfrutar una emoción a la vez: La simjá y todo su potencial.

Tenemos la habilidad de concentrarnos en una emoción e ignorar otra. Usa esta habilidad para convertirte en un mejor estudiante de la vida. En el judaísmo la meditación no es carente de sentido. Usa la “visión del túnel” para conectarte con tus emociones más profundas sobre Dios, la vida, la humanidad, la familia, el dolor, el sufrimiento, el pueblo judío, etc.

Determina Tus Emociones

Decide cuál será tu programa emocional del día desde que te levantas en la mañana. Comienza el día animado desde que te levantas de la cama, inclusive si tienes que fingir al principio. No tomará mucho tiempo hasta que tus emociones internas verdaderamente coincidan con tus acciones externas.

Decide de antemano qué emoción quieres “experimentar” en una situación determinada. Si vas a ir a una reunión familiar y es importante estar feliz entonces dite a ti mismo “Voy a estar feliz – ¡sin importar lo que se cruce en mi camino!”.

Trata de preguntarte, “¿Qué estoy sintiendo ahora? ¿Ansiedad? ¿Felicidad? ¿Ambas?”. Esto te puede ayudar a evadir tus emociones indeseadas, para que así puedas sentir lo que quieres sentir en ese momento específico.

Muerto Para el Mundo

Imagina a un hombre de negocios que apenas tiene tiempo de respirar. Le gustaría hacer cosas más significativas con su vida, pero su negocio demanda una constante atención. Los clientes simplemente no lo dejan en paz.

Una noche sueña que se muere por trabajar tan duro. Su sueño es tan real que se levanta, se baja de la cama e inmediatamente va a la sala y comienza a leer libros de filosofía.

Su esposa se da cuenta de que no está en la cama. “¡Son las 3:30 de la mañana! ¿Qué cosa estás leyendo a estas horas que no puede esperar hasta mañana?”.

“Querida, ¿¡te das cuenta de que puedo morir en cualquier momento, y que si muero ahora, entonces habré gastado los mejores años de mi vida haciendo negocios!? Entonces he decidido que desde hoy en adelante voy a ir a trabajar sólo en las tardes, así podré pasar las mañanas estudiando sabiduría”.

“Pero ¿cómo puedes hacer eso?” – Exclama su esposa – “¿Qué le dirás a los clientes?”.

Te pregunto yo entonces, “¿Qué le dirás al ángel de la muerte cuando venga por mí? ¿¡Que tengo muchos clientes que atender!? Durante las mañanas, considérame muerto – ¡estoy seguro de que el negocio estará bien!”.

Claro que no siempre es tan fácil tomarnos un tiempo libre del trabajo. Pero cualquier cosa que hagas, involúcrate en ella totalmente. Haz de cuenta que “estás muerto para el mundo”. Durante ese tiempo nada deberá sacarte de la tarea significativa en la cual estás involucrado.

Los patriarcas del pueblo judío eran todos pastores – Abraham, Moisés, el Rey David, etc. Ellos escogieron esta profesión porque les permitía disponer de mucho tiempo libre para concentrarse en las ideas filosóficas que estaban persiguiendo.

Siente Tus Emociones en la Máxima Potencia

Bloquea la incoherencia. Toma un grupo de emociones negativas y bloquéalas de tu mente. Particularmente cuando te levantes en la mañana recita el rezo de “Modé Aní” agradeciéndole a Dios por cada día. Decide inmediatamente tener emociones positivas. Si aprecias que la vida es buena, lo será.

Decide qué emoción quieres e intensifícala. Di: “Lo voy a hacer. Nada se interpondrá en mi camino”.

Adquiere claridad sobre lo que quieres alcanzar en tu vida y después lucha por eso con todas tus emociones. Transforma tus metas en realidad.

No dejes que las dudas contaminen tu claridad. Si encuentras la verdad, pero resulta que esta verdad entra en conflicto con tus creencias anteriores, disuelve tus prejuicios.

Utiliza tu pureza emocional en tiempos de confusión, ansiedad y enojo. No te enojes porque el autobús llegó tarde. Arruinará tu día. En lugar de eso, piensa en cosas positivas.

Mantén Tus Ojos Enfocados

Gran parte de nuestra falta de convicción proviene de nuestra falta de claridad sobre metas personales, o por no saber cómo alcanzarlas. Conoce tus metas y prioridades en todo momento y haz un plan para alcanzarlas.

Esta falta de disciplina intelectual y emocional limita la manera en cómo una persona piensa y absorbe información, y finalmente, limita la habilidad de la persona para ser exitosa.

No puedes salir de fiesta toda la noche y luego estudiar en la mañana. ¡Aléjate de las actividades contraproducentes! Ser arrastrado en direcciones opuestas causa parálisis. Hay un dicho antiguo que dice “El burro murió de hambre por no decidir entre dos fardos de paja”. Conoce lo que deseas con claridad, de esta manera tendrás la fuerza necesaria para sobreponerte a todos los obstáculos y para obtener todo lo que quieras en la vida.

Cuando sientas una emoción negativa se capaz de “dejarla ir” y de sentirte recuperado en un instante. Generalmente son sólo emociones de dolor o de falta de honor que nos dicen: “Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que puedas salir de ésta”. Pero no es verdad. Percibe como la energía negativa está hiriéndote solamente a ti. Después ejercita tu poder para levantarte.

En resumen

Después de que hayas desarrollado tanto tu pureza intelectual como tu pureza emocional, ¡únelas! Tenemos que ser capaces de concentrarnos completamente en una cosa e ir por ella. El Rey David dice en los Salmos: “Con todos mis huesos digo que no hay nadie como Tú, Dios”. Este es el camino para alcanzar una vida significativa. ¡Y es asombroso!

De vez en cuando todos necesitamos alguien que nos anime, y no hay nadie mejor y más accesible que uno mismo. No te sientas tonto. Tu propia animación es una herramienta muy poderosa para tomar control de tus emociones.

¿Por qué la Concentración es un Camino para Alcanzar la Sabiduría?

  • Pureza      significa estar “concentrado en lo que quieres”. Es el primer      paso para obtener lo que deseas.
  • “Confundido      es igual a diluido”. Si no sabes hacia donde vas, no puedes poner tu      corazón en ello.
  • La      diferencia entre aquellos que lo logran y aquellos que no lo logran,      generalmente depende del nivel de concentración.
  • Las      distracciones y la decadencia nos impiden alcanzar nuestras metas. Es      contraproducente y son la antítesis de la pureza.
  • Existe      un prerrequisito para que seas capaz de concentrarte en una idea      totalmente: ¡Debe ser muy interesante e importante para ti!

Camino #10: Honrando a la Persona Sabia

Un aprendiz obtiene conocimiento de primera mano al ver cómo un experto trabaja. Así también ocurre con la sabiduría. No leas acerca de ella en un libro, ¡busca un experto!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #10: Honrando a la Persona Sabia

Por favor ten en mente que tu estudio de los “48 Caminos Hacia la Sabiduría” sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt”l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.

¡Obviamente, una de las mejores maneras de adquirir sabiduría es ir detrás de aquellos que la poseen!

Así como un aprendiz obtendrá conocimiento de primera mano al observar cómo un experto trabaja, así también ocurre con la sabiduría. Lo puedes leer todo en un libro, pero la mejor manera es observando a un experto. Esta es la razón por la cual los sabios dicen que “servir a una persona sabia es algo más grande que estudiar Torá”.

La sociedad generalmente le da honor a los atletas, a las personas adineradas, doctores, profesores. ¿Cómo tratarías a una de estas persona si viniera a visitarte? Te levantarías e intentarías servirlo de la mejor manera posible. Le pedirías consejos y lo escucharías atentamente. Toma los principios que aplicas para respetar a estas personas y úsalos para respetar a una persona sabia.

Honrar a una persona sabia significa aprender de él y ayudarlo.

Necesitamos Aprender Sobre la Vida

A nosotros, los seres humanos, nos gusta vernos como seres independientes. Tenemos construida dentro de nosotros una resistencia a la autoridad, y por ende, nos es muy difícil aceptar que necesitamos la ayuda de otras personas. Mucha gente prefiere cometer sus propios errores antes que aprender de aquellos que ya los cometieron. Creemos que podemos aprender todo de nosotros mismos. Nos imaginamos que podemos casarnos, tener hijos y vivir una vida significativa – y todo esto sin ningún tipo de preparación, en el camino “nos vamos arreglando” y “vamos viendo que hacer” ¡Pero eso es absurdo!

Los 48 caminos hacia la sabiduría nos enseñan que la vida es demasiado corta para pensar así. Estamos condenados a cometer errores, ¿para que agregar aquellos que podríamos evitar? Tienes que buscar personas realmente sabias, unirte a ellos y hacerles una lista de preguntas cuando se presente la oportunidad, y así, podrás alcanzar en 5 años lo que de otra manera te tomaría 20 años (o incluso más).

Necesitamos consejeros. Nadie construye un rascacielos sin los consejos de un experto o sin los planos. Pero la “vida” es mucho más complicada que construir un rascacielos o hacer una cirugía. Nunca soñarías en llevar a cabo una cirugía de corazón abierto utilizando un sistema de “prueba y error”. Entonces ¿¡por qué lo haces con tu vida personal!?

Obsérvate hace 10 años. ¿Podrías ahora enseñarte a ti mismo algo sobre qué hacer y qué evitar? ¡Claro que sí! ¡Entonces ahora ve a hablar con alguien 10 años más grande que tú! Seguro que él tendrá algo muy importante para enseñarte. ¿Acaso no sería inteligente escucharlo?

Como dice el refrán: “Un tonto aprende de sus propios errores y un sabio aprende de los errores de los demás”.

Prepárate Para Absorber Sabiduría

Si aprendes todo de todos, serás una de las personas más sabias del mundo. Pero obviamente eso no es práctico. Por lo tanto, tienes que darle prioridad a tus necesidades de “sabiduría”.

Empieza con una lista de diferentes situaciones de la vida con las cuales esperas enfrentarte – por ejemplo: el matrimonio, educar hijos, etc. Después agrégale a esto cuestiones de la vida más existenciales como por ejemplo: “¿Cuál es el sentido de la creación?”.

Escribe una lista de preguntas acerca de las cosas que quieres saber de la vida y llévala siempre contigo – tienes que estar preparado para preguntarle a la persona sabia:

  • ¿Cómo      puedo ser feliz?
  • ¿Qué      significa ser una “buena persona”?
  • ¿Cómo      puedo ser amable con los demás sin aprovecharme de ellos?
  • ¿Cuál      es la clave para ser realmente increíble?
  • ¿Cómo      es el placer de tener hijos?
  • ¿Cómo      puedo ser un buen hijo o hija?
  • ¿Cuáles      son mis responsabilidades hacia mi comunidad, hacia , hacia mi persona y      hacia mi familia?
  • ¿Cómo      puedo utilizar mi tiempo de una manera sabia?
  • ¿Qué      viene primero la Torá o una profesión?
  • ¿Cuál      es el propósito del sufrimiento en el mundo?

Si pudieras conocer a alguien sabio el día de hoy, ¿qué le preguntarías?

Escogiendo un Maestro Para la Vida

En la escuela, nos inculcaron la idea de que los maestros van y vienen. Justo cuando empezabas a conocer a un maestro era tiempo de pasar de año y de conocer a un nuevo maestro.

Si quieres un maestro para tu vida no te conformes con el maestro más cercano – aquel que vive en tu misma calle. Ve de “compras” de maestro. Cuando te encuentres con alguien que posea sabiduría toma referencias, revisa sus credenciales, pon a prueba su sabiduría con preguntas y más preguntas, averigua si vive honestamente y coherentemente con su conocimiento. Después verifica sus orígenes, averigua quiénes son sus maestros y asegúrate de que sea parte de una comunidad respetada.

Cuando escoges a un mentor, tienes que encontrar a alguien con el que te puedas comunicar. Alguien que te entienda, que conozca tu pasado e historia familiar. Idealmente, debes encontrar un maestro al que puedas acudir a lo largo de tu vida. El poder de esto es que se pueden llegar a conocer mutuamente de una manera profunda y de esta forma se desarrolle una confianza y comunicación fuerte. Y por sobre todo, asegúrate de que sea alguien que está disponible; porque puedes tener el mejor mentor del mundo pero si no puedes hablar con él ¿de que te sirve?

No dejes de buscarlo. ¡Y no te des por vencido hasta que encuentres al indicado!

El Factor Lealtad

Encuentra a alguien que te reprenda y que te empuje para que te conviertas en una mejor persona. No busques a alguien que acepte tus debilidades y prejuicios.

Después de eso, una vez que hayas conseguido un maestro, no lo dejes ir si estás en desacuerdo con su posición en algún asunto. Sé un estudiante de la verdad. Trabaja los cuestionamientos con él. Escúchalo, pídele consejo. Le debes respeto a esa persona.

Si eres leal a tu maestro, estarás menos propenso a estar constantemente buscando a otro maestro cada vez que escuches algo que no te guste. La crítica es difícil de soportar, pero es una “pastilla” menos amarga cuando viene de alguien en quien confías, alguien que tiene mucha inspiración y sabiduría, alguien que sólo piensa en tu bien.

¿Por qué tendemos a no reconocer la sabiduría de nuestros padres y maestros? Porque la sabiduría requiere de nosotros un cambio. Tenemos que movernos de nuestra postura cómoda y eso es doloroso. ¡Por eso preferimos desechar toda la sabiduría!

Cuando se trata de uno mismo, el ser humano es subjetivo. Un mentor te da un sentido de responsabilidad. ¡Reduce tu capacidad de racionalizar! Cuando tienes un mentor firme, te sientes responsable y piensas dos veces antes de actuar. “¿Que diría mi maestro si yo hiciera esto?”. Si no puedes responder a esta pregunta, entonces, mejor no lo hagas.

Ayuda a la Persona Sabia

Para poder ser realmente serio respecto de la sabiduría, debemos demostrar respeto por la sabiduría. Podemos hacer esto al ayudar activamente a aquellos que la poseen.

Sé un aprendiz. Sigue a tu maestro. Acompáñalo a sus citas y mandados. Observa cada matiz. Esto – más que cualquier libro – te dará la oportunidad de entender lo que hace que esta persona esté un poco más elevada que el resto.

Servir a tu maestro te acercará más a él – y por ende aprenderás más, crecerás más y llegarás a parecerte más a él.

 

 

¿Por Qué Honrar a una Persona Sabía es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Si      realmente quieres aprender acerca de la vida, entonces necesitas un      maestro. Necesitas a alguien que te guíe en un camino constante y      racional.
  • Los      seres humanos somos subjetivos acerca de nosotros mismos. Necesitamos a      otra persona que nos brinde la objetividad necesaria para vivir bien.
  • No es      fácil buscar a otra persona que tenga sabiduría. Tenemos prejuicios.      Queremos mantener nuestras creencias y defender nuestra posición. ¡Resiste      a la tentación!
  • La      enfermedad más destructiva es la ignorancia – no estar conectados con la      realidad.
  • Tener      un consejero objetivo es tan crucial que incluso si sólo pudieras      encontrar a alguien que es menos sabio de lo que tú esperabas, ¡debes      apegarte a él de todas maneras!

Camino #11: Trabájalo con tus Amigos

Las compañías hacen encuestas antes de lanzar un nuevo producto. Encuentra amigos que te den su honesta opinión para que así conozcas el verdadero valor de tus ideas

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Algunos caminos se pueden transitar solos, pero el camino de la vida no es uno de ellos.

Ninguno de nosotros tiene el monopolio de la verdad, es por eso que debemos discutir nuestras ideas con los demás. Y es muy importante que encontremos amigos verdaderos – personas con las que podamos discutir nuestros planes, sentimientos, ambiciones… todo.

Los amigos son las personas ideales para discutir ya que con los amigos no tenemos que ganar puntos o participar en concursos de ego. Un buen amigo es aquel que nos da una retroalimentación honesta y derecha.

Un amigo no sólo estará contigo cuando estés en el campo de batalla, sino que también te escuchará y discutirá contigo los pros y los contras de la situación. El proceso del estudio Talmúdico es “toma y da”: pregunta, respuesta, pregunta, respuesta. Con cada nueva pregunta la discusión se hace más profunda revelando nuevas capas de sabiduría.

Expone Tus Ideas en el Mercado

Cuando una compañía quiere ver si vale la pena manufacturar un producto, entonces realiza una encuesta de mercado y la respuesta de los clientes le mostrará las potenciales ventajas del producto.

Si quieres saber el valor de una idea tienes que hacer una encuesta de mercado. Reúne a un grupo de gente y cuéntales tu idea. Sus respuestas te ayudarán a ver si estás en el camino correcto.

Todos cometemos errores. No asumas que tu punto de vista es el correcto. Abre tus ideas a los demás. Discútelas con personas en las cuales confías. Se requiere de un buen amigo para asegurarte de que has pensado profundamente tus decisiones. Como dice el dicho: “No viajes solo con tus ideas; ve con un amigo”.

 

 

 

Discusiones Rápidas

A pesar de que hasta ahora no lo sabías, te cuento que las personas son una biblioteca andante. Toda la gente a tu alrededor sabe muchas cosas que tú no sabes, y tiene opiniones distintas a las tuyas en los temas cotidianos.

La única forma de tener acceso a esa información es entrando en sus mentes. Comienza conversaciones y cambios de opiniones con ellas, pues cientos de personas están caminando solas, esperando hacerte más sabio.

Particularmente cuando se trata de decisiones importantes discútelas con otras personas. ¿Me debo casar con esta persona o no? ¿Debo aceptar esta oferta de trabajo o no? ¿Me debo mudar a este vecindario? No tengas miedo de darte cuenta de que has cometido un error. Todos tienen visiones distintas y entre mucha gente encontrarás muchas soluciones.

Cuando alguien te diga algo sabio no lo guardes en tu banco de memoria de citas interesantes solamente, ¡sino pruébalo! ¡Abre un debate al respecto!

Ten Preparada una Lista de Temas

Para sacar el máximo provecho de tus conversaciones, ten una lista de temas importantes (en forma escrita o mental). A la hora de la comida tómate un receso, deja de hablar de la bolsa de valores y en lugar de eso habla de conceptos tales como el libre albedrío o el propósito de la vida. Al principio puede ser difícil que tus amigos te sigan, pero una vez que comiencen te van a apreciar mucho por ello.

Escoge un Amigo

Encontrar amigos es demasiado importante como para dejarlo a la suerte. Sin embargo, generalmente eso es lo que hacemos. La mayoría de nuestros amigos son resultado de las circunstancias: vecinos, colegas, compañeros de cuarto. Pero es un error. Un amigo debe ser escogido cuidadosamente. Sé pro-activo al escoger un amigo.

Cuando vas a comprar un coche, decides por adelantado qué características quieres que tenga. Vas de compras buscando el mejor precio y sólo después haces la inversión. Debería ser lo mismo cuando buscas a un amigo.

Cuando escoges a un amigo, es para toda la vida. Por ejemplo, una buena pareja de tenis puede no ser un muy buen amigo una vez que desaparezca el interés por el tenis. En lugar de eso, busca gente cuyos intereses de vida respetes. Escoge un amigo con valores reales, alguien que siempre busque la verdad. Pregúntate “¿Cómo será este amigo en 20 años?”.

Las amistades se construyen con lealtad. Escoge un amigo que sea leal. (¡Y tú debes ser un amigo leal también!). La lealtad significa que a pesar de que sus caminos difieran o que sus valores cambien, no van a alejarse el uno del otro – en lugar de eso, siempre harán lo posible para ayudarse mutuamente. Paga con “confianza” y ganarás un amigo. ¡Mientras mejor sea el amigo más confianza tendrás que pagar!

Claro que al final vale la pena. Porque un amigo de verdad nos entrega mucho más que buena compañía. Un amigo de verdad nos da la oportunidad de transformarnos en “la mejor versión de nosotros mismos”.

¡Escoge un amigo con el que puedas alcanzar objetivos en la vida!

 

 

 

No Te Pelees, ¡Discute!

Sé provocativo. No con el objetivo de comenzar una pelea sino de estimular una buena e intensa discusión.

Una discusión significa: comunicarte. No proclames, no grites, no afirmes tu posición. Haz preguntas. Analicen las cosas juntos.

Conviértete en un conocedor de discusiones. Explora las ideas de otras personas. No te frustres cuando las cosas se pongan un poco agitadas. Con práctica puedes hacer que cada pelea se convierta en una discusión.

“Discusión” a diferencia de “pelea”, significa quedarte tranquilo. Si quieres convertir una pelea en una discusión, baja el tono de tu voz y pregúntale a la otra persona: “¿Qué es lo que te hace decir eso? ¿Cuáles son tus razones? ¿Tienes pruebas de eso?”.

Para quedarte tranquilo, recuerda que las demás personas están igual de seguros que tú sobre lo que están diciendo. Escucha atentamente su posición. Trata de entender su posición. Examinen la evidencia conjuntamente. ¡Ábrete a nuevas ideas!

Considera a la otra persona igual de importante que tú. Ella tiene una opinión. Existe una razón por la cual piensa así. Así como tú no aceptas automáticamente, de la misma manera, no lo rechaces inmediatamente. Porque aunque su punto de vista puede estar equivocado, es un punto de vista, y de todos modos debe ser respetado.

Saber llevar a cabo una discusión fructífera te ayudará a tener más amigos, a tener más profundidad en tus relaciones interpersonales actuales y a crecer en sabiduría.

Sé Un Juez, No Un Abogado

La diferencia entre un juez y un abogado es simple. El trabajo de un abogado es discutir a favor de aquel que está pagando sus honorarios. Un juez, por otro lado, permanece objetivo para evaluar ambos lados y descubrir la verdad.

Las personas que se embarcan en discusiones como “abogados” sólo están interesadas en “ganar” la discusión. Escuchan a la otra persona pero no oyen lo que está diciendo. Sólo escuchan lo que quieren escuchar.

Ya que raramente estás en desacuerdo con todo lo que la otra persona dice, dale validez a lo que está bien antes de discrepar. Di: “En este punto tienes razón, pero…”.

Conviértete en una persona que busca la verdad, una persona que quiere hacer “lo correcto”.

En Busca de la Verdad

Los temas más importantes con los que uno tiene que lidiar son aquellos temas que le dan color a nuestra concepción básica de la vida; la existencia de Dios, el sufrimiento, el rol del pueblo judío. En el judaísmo, el concepto más importante es entender las instrucciones de Dios mediante el estudio de Su Torá. Esa es la razón por la cual el método de estudiar Torá es con una jabruta (pareja de estudio). Trabajar las cosas con un amigo es algo esencial en la búsqueda de la verdad. Si la Torá es el libro de instrucciones de Dios, entonces, ¡más vale que lo entendamos en profundidad!

El Talmud relata la historia de un gran sabio, Rabí Yojanan y su compañero de estudio, Resh Lakish. Los dos estudiaron juntos por muchos años, hasta que un día Resh Lakish se enfermó y murió. Rabí Yojanan enloqueció por la pérdida. Sus estudiantes trataron de consolarlo diciéndole: “No se preocupe, Rabí, nosotros vamos a encontrar un nuevo compañero de estudio – el más brillante de la ciudad”.

Unas semanas después, Rabí Yojanan fue visto caminando en la calle totalmente deprimido, sus estudiantes le preguntaron: “Rabino, ¿cuál es el problema? Le enviamos un compañero de estudio brillante. ¿Por qué está tan triste?”.

Rabí Yojanan les dijo: “Este hombre es en verdad un estudioso brillante. De hecho, es tan brillante que puede encontrar 24 maneras de comprobar que lo que yo digo es correcto. Pero cuando estudiaba con Resh Lakish, él traía 24 pruebas para demostrar que yo estaba equivocado. ¡Y eso es lo que extraño! El objetivo del estudio en pareja no es tener a alguien que esté de acuerdo conmigo. Quiero que me critique, que me pregunte y que me pruebe que estoy errado, pues de eso se trata el estudio de Torá”.

No Le Tengas Miedo a la Crítica

La crítica es el aspecto más importante de la amistad, y es también la cosa más difícil de aceptar en la vida. El truco es encontrar amigos que sean lo suficientemente sensibles como para procurar una retroalimentación positiva además de la crítica.

El Talmud, incluso dice: “Jabruta o Matuta” – un compañero de estudio o la muerte. “La muerte” en este contexto significa desperdiciar el tiempo y las oportunidades. Un compañero de estudio te fuerza a ser honesto contigo mismo.

El Sefer Jasidim – un libro de la edad media – enseña: “Si probaron que tenías razón ganaste un poquito. Pero si probaron que estabas equivocado has ganado mucho más, ¡pues has aprendido la verdad!”.

Sólo recuerda, la crítica conduce al crecimiento. Y el crecimiento es la emoción más intensa de la vida.

Resoluciones Comunes

Una discusión exitosa va a girar en torno al principio: “La gente con buena voluntad razona conjuntamente para llegar a una conclusión en común”.

Buena voluntad significa: Estoy dispuesto a escuchar a la contraparte. Quiero saber la verdad. Estoy dispuesto a cambiar, a pesar de que sea doloroso.

En lugar de apegarse a la discusión, las personas generalmente terminan atacándose unas a otras. Cuando veas que alguien está siendo grosero o antagónico, detén la discusión. Definan sus términos juntos, lleven la conversación a términos racionales; esto evitará la pelea.

He aquí una manera segura para disolver la tensión. Dile: “Convénceme o únete a mi”. La gente sincera que razona conjuntamente, siempre podrá llegar a una conclusión en común. No es fácil, pero vale la pena.

¿Por Qué “Apoyarte en tus Amigos” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Todos      cometemos errores. Si no expones tus ideas en el mercado – es decir, a      discusión – nunca descubrirás tus errores.
  • Siempre      debemos discutir nuestras ideas con los demás pues somos mucho más      objetivos acerca de los demás que de nosotros mismos.
  • Los      amigos cercanos hacen mucho más que corregir errores. Estimulan y expanden      tus ideas.
  • Si      quieres grandeza, necesitas gente que te ayude a llegar a ella. Necesitas      trabajo en equipo.
  • Si      te encuentras en un desacuerdo filosófico dile a tu amigo      “¡convénceme o únete a mi!”.

Una persona se ve afectada por la influencia de sus amigos y del medio ambiente. Si ellos quieren sabiduría, tú querrás sabiduría. Ten cuidado al escoger a tus amigos, ellos pueden tener mucha influencia.

 

Camino #12: Crece Enseñando

Mientras no compartes una idea, es sólo una noción confusa en tu imaginación. Transmitir la idea a los demás la convierte en algo real. Has transformado el potencial en una realidad.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

¡¿Yo?! ¡¿Un Maestro?!

La mayoría de las personas no se consideran a si mismas ‘maestros’, ¡¿Yo, un maestro?! Vemos el acto de enseñar como una profesión que requiere de un entrenamiento formal y de una certificación. Además, pensamos que debe existir una “habilidad natural” que hace que alguien sea un buen maestro.

Los “48 caminos hacia la sabiduría” nos dicen que ‘enseñar’ es una forma de vida básica para todos nosotros. Para adquirir sabiduría y para vivir conviértete en un “maestro”. ¿Por qué? Porque si no puedes enseñar una idea, entonces eso significa que realmente no la sabes.

Recuerda cuando estabas en la escuela y el maestro de matemáticas preguntaba: “¿Quién sabe esta ecuación?”. Tú levantabas la mano y él decía: “Adelante, ¡enséñala a tus compañeros!”. Entonces tú comenzabas a murmurar: “Bueno, umm…” Creías que la sabías, pero cuando intentaste explicarla te diste cuenta de lo contrario.

Mientras no compartes una idea, no es tuya, es sólo una noción confusa en tu imaginación. Transmitir la idea a los demás la convierte en algo real. Has transformado el potencial en una realidad.

La Obligación de Enseñar

Debes saber que enseñar es una profunda obligación moral. ¿Por qué? Imagínate que alguien conoce la cura para el cáncer y no quiere compartirla con nadie. Esa persona está provocando que todo el mundo sufra. ¿Cómo lo llamaríamos? Un asesino.

Ahora imagínate la peor de las enfermedades – la más destructiva, la más dolorosa y la más contagiosa de todas: la ignorancia. La ignorancia pervierte a la gente y los lleva a hacer cosas que son contraproducentes. Conduce a tener una vida de sufrimiento. Causa que la gente arruine a sus propios hijos, a tener conflictos con sus esposos y a sufrir en un trabajo sin fin toda la vida. Todo esto es provocado por la ignorancia.

Si entiendes algo sobre la vida y no lo compartes eres un desconsiderado. Hay algo en ti que dice: “No me importan los demás. Soy un lobo solitario”. Vivir en un vacío no es humano.

Si conoces el secreto de la felicidad, ¡compártelo! Si ves a personas caminando deprimidas, casi muertas, dales un poco de alegría. Si tienes la capacidad de hacerlo entonces debes ayudarlos, pues, de lo contrario, siempre cargarás en tu conciencia con lo que “podrías haber hecho”.

Cuando reduces la ignorancia en el mundo – inclusive un poquito – le das un increíble regalo a la humanidad. Algunas enfermedades sólo pueden ser tratadas por doctores especialistas, pero la ignorancia puede ser tratada por cualquiera persona que se tome la sabiduría en serio.

Ayuda a curar los problemas del mundo. Acaba con la ignorancia. ¡Enseña sabiduría!

 

 

La Necesidad de Comunicar

Todos disfrutamos cuando ayudamos a cambiar la vida de los demás. Noventa y nueve por ciento del mundo – ya sean periodistas, psicólogos, dentistas, etc. – están motivados (aunque sea un poco) por ayudar a los demás. Es un impulso humano natural. Mientras más personas influenciemos positivamente, mejor nos sentiremos acerca de nosotros mismos.

¿Sabes cómo se juega al béisbol, verdad? ¿Alguna vez has visto a una persona agarrando el bate al revés? ¿Qué harías? Lo observarías bateando una o dos veces y después te acercarías y le dirías: “Perdóneme, no estoy criticando, pero si toma el bate del otro lado podrá batear mejor. ¿Por qué no lo intenta y ve si funciona?”. ¡Le enseñas lo que sabes porque te duele observar a alguien perdiendo el tiempo – inclusive que esté en el equipo contrario!

Enseñar es una manera de crear un lazo eterno con otra persona. ¿Recuerdas cómo tu tío te enseñó a silbar, o cuando tu hermano te enseñó a tirar una pelota? ¡Esa acción creó un lazo! Con más razón, se creará una unión cuando enseñes un consejo de vida.

Tú tienes la capacidad de provocar un cambio dramático y positivo en la vida de los demás. No tienes que ser un doctor o un trabajador social. Con un poco de sabiduría puedes cambiar a la humanidad.

Piensa en experiencias de vida que te hayan cambiado. Probablemente hay algo te hizo madurar, o que te ha ayudado a tomar los problemas de mejor manera, o a ser más independiente, o a ser más tolerante. Si esa experiencia quedó grabada en tu memoria, entonces vale la pena compartirla con los demás.

Creando el Deseo

Si el hijo de tu vecino estuviera malgastando su vida, dirías: “¡Qué lástima!”. Pero, ¿si fuera tu propio hijo? Actuarías de inmediato: doctores, terapeutas, rehabilitación, ¡cualquier cosa que ayude!

Entonces, ¿Cómo nos motivamos para enseñar a los demás? Simplemente te tiene que importar.

Cuando te importa, haces el esfuerzo. Si no haces el esfuerzo, ¡probablemente es porque no te importa lo suficiente!

El Efecto Boomerang

Es posible estudiar una idea y pensar que la entiendes, pero sin entender realmente su profundidad. Esta es la razón por la cual mucha gente puede ser inconsecuente – y a veces contradictoria en sus acciones.

El tener que explicar una idea a los demás te obliga a clarificarte a ti mismo. Te hace permanecer enfocado y estar seguro de que la información está siendo absorbida y digerida apropiadamente. Vas a examinar las cosas con mucho más detenimiento – los detalles, la secuencia lógica, etc. Al esforzarte para convencer a los demás, llegarás a convencerte a ti mismo.

Más aún, cuando enseñamos, estamos conectados con el impulso humano de la creatividad. Cuando sientes ese poder de la creatividad estás llegando a todo tu entendimiento. Una idea puede afectarte realmente. ¡Este es el real crecimiento!

Como dicen nuestros Sabios: “He aprendido mucho de mis maestros. He aprendido más de mis colegas. Pero más que nada he aprendido de mis alumnos”.

Inténtalo. Enseñar te conecta con aquel instinto creativo que todos tenemos.

 

 

No Aburras a Tu Público

(Bostezo)… “Otra vez nos va a dar un sermón…”

No recites, no entretengas. Enseñar significa “conmover” a otra persona, hacerla apreciar que lo que sientes es importante. Empieza con una broma o con una historia divertida para captar su atención y así introducirla al tema.

Nunca pierdas de vista a tu público. Tienes que “sentir” cómo están reaccionando ante lo que estás diciendo. Generalmente, la gente está dispuesta a escuchar lo que sea – si es dicho de una forma que puede ser entendido y apreciado. Asegúrate de que lo que estás enseñando sea relevante.

Buenos maestros hacen que sus alumnos aprendan a enseñarse a si mismos por medio de preguntas estimulantes que descubren la esencia del mensaje. Cuando alguien hace una pregunta esto es una señal de que está interesado en aprender. Por otro lado, cuando alguien está escuchando una charla, su mente puede divagar e irse lejos, ¡muy lejos!

Clarifica Tu Objetivo

Sé claro y conciso. Explica en términos simples lo que quieres comunicar. Si no puedes resumir tu mensaje en una o dos líneas, eso significa que no está lo suficientemente claro en tu mente. Y sin lugar a dudas, tu público acabará confundido.

Imagínate que tienes 12 años y a pesar de las advertencias tu hermano menor continúa desordenando tu cuarto. “¡Mas te vale que no desordenes mi cuarto o voy a tener que romperte la cara!”. ¿Es la amenaza de violencia lo que quieres comunicar? ¡No! Lo que realmente quieres es que sepa que es una falta de educación el desordenar el cuarto de otra persona y si lo hace sufrirá las consecuencias. ¿No es esto lo que querías transmitirle? Entonces el mensaje que debes dar es: “Ten en cuenta que así como tú no quieres que desordenen tu cuarto, a mí tampoco me gusta que desordenen el mío”. ¡Así es mucho mejor! Le has enseñado un principio muy importante para vivir: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Ahora bien, el segundo paso es, ¿cómo vas a transmitir el mensaje? No cómo lo vas a hacer enojar, o reprender, o hacer de él un enemigo. Por el contrario, ¿cómo vas a llegar a él? Tómate el tiempo para averiguarlo.

Deja de gritar. Deja de discutir. Empieza a enseñar. Empieza a “llegar” a la gente.

Enseña, No Prediques

“¡Yo no soy un predicador! ¿Quién soy yo para decirle a la gente lo que hacer?”.

¿Qué es predicar? Predicar es dar información con fuego y azufre, sin prestar atención a lo que la audiencia está sintiendo. Un predicador ordena: “Yo soy la autoridad… Yo te enderezaré… Acepta lo que yo digo… No preguntes… Estaciona tu mente… Escúchame… ¡Obedéceme!”.

Predicar es ser un semidiós, estimular a la gente y provocarlos emocionalmente. Eso no es enseñar. ¡Eso es lavado de cerebro! Y esa no es de ninguna manera la forma judía de enseñar.

¿Qué es enseñar? Enseñar es transmitirle a un ser humano independiente la claridad de un concepto. Es hacer que los demás vean y entiendan tu mensaje en sus propios términos. Habla “con” la gente, no “a” la gente. Hay que permitir que el ‘estudiante’ se ponga en contacto con aquello que ya conoce, y que de esta manera, lo re-descubra por si mismo.

Un maestro apasionado
puede inspirar mucho, pero al final de cuentas, un maestro debe ser capaz de transmitir ideas de una manera en la que las emociones y los intereses no interfieran distorsionando el mensaje. ¿Entiendes la diferencia?

Si enseñas pensando, “los voy a enderezar”, entonces nadie va a escucharte. Debes estar abierto a la retroalimentación. “Si estoy equivocado, por favor corríjanme”. Dale espacio a tus estudiantes para que evalúen los argumentos y tomen sus propias decisiones. Ten confianza de que la verdad prevalecerá. De otra manera, los estás forzando a que se traguen tu idea.

Hazlo Real

Repasa tu material para saberlo a la perfección. Antes de comunicar una idea, repasa los puntos importantes, inclusive aunque ya hayas enseñado el material 100 veces. Esto fortalece tu confianza, para que en el momento de enseñarlo puedas enfocarte menos en el contenido y más en la presentación.

No puedes recitar notas muertas. El material debe ser real para ti. Tiene que estar vivo, y de esta manera algo mucho más sincero saldrá de ti. Como dicen los Sabios: “Lo que sale del corazón, entra al corazón”.

Lo mejor es repasar en forma rutinaria, por lo menos una vez al año. ¡El Talmud dice que inclusive Dios repasó la Torá cuatro veces antes de transmitírsela a Moshé!

Inspira Acción

Enseñar no es sólo transmitir bits y bytes de información; es afectar un cambio de comportamiento. Piensa cómo transmitir para que los demás no sólo aprecien la idea sino que la pongan en práctica. De otra forma, no has tenido éxito enseñando.

Las ideas impactan a la gente. Las ideas cambian la manera de pensar y otorgan las herramientas adecuadas para cambiar nuestra manera de actuar.

Desarrolla un plan para dar buenas clases. Trabaja sobre los pasos para hacer que la gente realmente implemente lo que enseñas.

¿Por Qué “Enseñar” es un ingrediente para la sabiduría?

  • El      examen para comprobar si has entendido o no una idea es enseñársela a otra      persona. Hasta que no puedas enseñarla no la has entendido.
  • Todos      queremos ser buenos. Enseñar sabiduría a los demás te da el respeto propio      de saber que no eres egoísta.
  • Si      tu propio hijo necesitara que le enseñes algo importante, te importaría lo      suficiente como para enseñárselo.
  • Enseña      cuando puedas. Cuanto más practiques, mejor será para ti.
  • Enseñarle      a los demás es una manera significativa de expresar creatividad.
  • Los      estudiantes te obligan a ser honesto contigo mismo.
  • Si      tienes una idea sabia, es una obligación moral enseñarla.
  • Enseñar      a los demás contribuye a mejorar el mundo.

 

 

 

 

 

 

 

Camino #13: Analiza Tus Decisiones

A veces tomamos decisiones apresuradamente. Otras veces nos demoramos demasiado. Aprende las técnicas para tomar decisiones correctas.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Los seres humanos tienden a perder la paciencia cuando se trata de tomar decisiones. Frecuentemente queremos resultados inmediatos. Una persona puede tomar una decisión precipitada – para bien o para mal – sólo para sacarse el peso de encima.

Por otro lado, otros pueden pensar sus decisiones durante demasiado tiempo, por miedo a tomar la decisión incorrecta.

De cualquier manera, las decisiones pueden regresar para intimidarnos. Entonces, nos preguntamos: “¿Por qué no pensé sobre esto con más detenimiento?”.

Toma nota de la manera en que vas tomando tus decisiones. ¿Eres impulsivo? ¿Piensas las consecuencias? ¿Analizas la situación, o simplemente encoges tus hombros y tomas una decisión con ignorancia?

Los 48 caminos hacia la sabiduría te enseñan que puedes alcanzar la sabiduría “beishuv” – que literalmente significa “sentado”. En todo momento debemos tomar decisiones. Y cualquier decisión que tomamos merece ser tomada correctamente. No seas apresurado en la toma de tus decisiones. Ve con calma, piénsalo, vuelve a analizarla, observa los diferentes aspectos de la situación, reflexiona. Analiza tus decisiones.

Las técnicas que te presentamos te ayudarán a resolver problemas que inevitablemente ocurrirán en tu vida, en tu carrera, en el matrimonio, con tus hijos, etc. De esta manera, cuando tomes una decisión, podrás seguir adelante con confianza, sabiendo que fue la mejor y más práctica decisión que pudiste haber tomado.

Cuatro Pasos para Tomar Decisiones

Decidir significa evaluar ideas, sucesos, puntos de vista o cualquier otra cosa que nos encontremos en la vida. Deja que las cosas reposen un momento y después vuelve a analizarlas.

Nuestros sabios nos dicen que cualquier cosa que encontremos debemos analizarla cuatro veces. Este proceso se compara metafóricamente con la acción de cultivar: la sabiduría para el alma es como la comida para el cuerpo.

  1. Sembrar: La primera vez que te      encuentras con una idea debes tratar de entenderla. Eso es como      “hacer el hoyo en la tierra”.
  2. Plantar: La segunda vez, la idea      comienza a tener sentido. Estás “plantando la semilla en tierra fértil”.
  3. Cosechar: La tercera vez, obtienes un      entendimiento completo, es decir, estás “cosechando el trigo”.
  4. Digerir: La cuarta vez es cuando      integras la idea a tu vida. Digieres la idea, ella “nutre” tu      alma y pasa a formar parte de ti.

Todos queremos lograr cosas increíbles con el mínimo esfuerzo. El Rabino Yosef Yuzel Hurwitz decía: “El hombre quiere transformarse en un erudito de la Torá y en un líder de la noche a la mañana, ¡y también quiere dormir esa misma noche!”. Sin embargo, el verdadero crecimiento es un proceso lento. Es por eso que analizar tus decisiones es una herramienta importante, porque te obliga a pensar, a ejercitar tu paciencia y te ayuda a aumentar el límite de tus fuerzas.

Las Siete Herramientas Para el Análisis de tus Decisiones

Herramienta #1: Repaso Nocturno

Antes de ir a dormir en la noche, repasa y observa los eventos de tu día. Trata de identificar lo que has aprendido. Después proyecta hacia el futuro. Anticipa lo que esperas para el día, la semana o el mes siguiente. Sé disciplinado y no te des por vencido. ¡Este proceso te va a abrir dimensiones totalmente diferentes!

Usa esta técnica de repaso cada semana antes de Shabat, cada mes antes de Rosh Jodesh (comienzo del mes), y cada año antes de Rosh Hashaná. También úsala antes de tu cumpleaños, graduación, boda, o cualquier otro evento importante de tu vida.

Haz esto con constancia durante el resto de tu vida. Piensa sobre lo que has hecho en el pasado y lo que quieres hacer en el futuro. Si no lo haces, estarás de paseo por la vida. Acabarás en algún lugar – pero no sabrás cómo llegaste allí.

Herramienta #2: Captura y Materializa

Ocasionalmente, todos nosotros tenemos momentos de claridad: momentos en los que nos damos cuenta lo que significa ser un amigo, lo que estamos haciendo mal, lo que realmente queremos de nuestra vida. Comúnmente, creemos que ese momento nos cambia para siempre. Pero generalmente no lo hace.

¿Por qué? Porque a menos que concreticemos esa visión, no podremos actuar así. Y al final el efecto del momento es olvidado.

Analizar una situación es un proceso por medio del cual materializamos las visiones que tenemos. Nos permite darnos cuenta de cómo poner nuestras ideas en práctica. Por ejemplo, si decides que quieres ayudar en una causa, asegúrate de tener un plan estructurado para hacerlo. Sin un plan tus intenciones no ayudarán a nadie.

Cuando te enfrentes a un obstáculo, ¡detente! Analiza por qué te has encontrado con esta piedra en el camino. Trata el problema. No busques la solución fácil y sencilla.

Herramienta #3: Piensa Antes de Hablar

En el libro de Proverbios, el Rey Salomón nos aconseja: “No te apresures a responder”. Una reflexión cuidadosa asegura una respuesta mucho más sabia que una reacción impulsiva.

La crítica nos afecta y nos incita a atacar. Reacciones precipitadas son generalmente un mecanismo de autodefensa y no es lo más efectivo.

Antes de reaccionar impulsivamente, considera lo que ocurrió y piensa realmente lo que significa.

Cuando alguien te insulte, espera antes de reaccionar, pues naturalmente estás a la defensiva. Ten cuidado de no hacer o decir algo de lo que te arrepentirás más adelante. Antes de empezar a gritar ¡detente! Respira y cuenta hasta 10.

Cuando alguien te haga una pregunta piensa antes de contestar. No tengas miedo de decir “no sé”. Cuando te pregunten tu opinión aprende a decir “no estoy seguro” o “me parece que…”. A la larga ganarás respeto.

 

 

Herramienta #4: Analiza la Información

Cuando escuchas o lees algo, aprende a identificar y a resumir la idea esencial en unas cuantas palabras. Si no te tomas el tiempo para analizar lo que acabas de estudiar estarás siguiendo ciegamente las ideas de otra persona. Si vale la pena invertir tu tiempo para estudiar cierta información, entonces también vale la pena meditar sobre ella.

Después examina las implicancias de lo que has leído o escuchado. Ayuda mucho tener una lista de preguntas estándar. Por ejemplo:

  • ¿La      fuente es objetiva?
  • ¿Cuál      es la prueba citada?
  • ¿Qué      parte no entiendo?
  • ¿Cuáles      son las implicancias o las consecuencias?

Formaliza el proceso: Pregúntate: qué, cómo, dónde, por qué. Toma una hoja y escribe los pros y contras. Esto te dará una guía.

Formular estas preguntas te ayudará a refinar tus habilidades analíticas y te ayudará a aplicar aquello que aprendes. Aunque parezca difícil al comienzo, una vez que domines la técnica, se volverá automático. Después podrás analizar lo que estudies a la velocidad de la luz y tomar mejores decisiones más rápido.

Herramienta #5: Prepárate

El hecho de prepararte antes de enfrentar un problema te permitirá actuar con mucha más confianza cuando el problema se presente. Antes de que te enfrentes a una situación que te puede causar problemas – como por ejemplo una entrevista de trabajo, una reunión familiar, etc. – considera desde antes lo que probablemente tendrás que enfrentar y practica para ello.

Ten confianza y nadie podrá derribarte.

Herramienta #6: Claridad

Para obtener claridad a veces debes alejarte de la situación y regresar después. Mucha gente se va a dormir en la noche con problemas y amanecen con soluciones. Si sientes que no tienes soluciones, tómate un descanso y regresa luego a lidiar con el problema. Las soluciones pueden llegar en cualquier momento.

Casi sin excepción alguna, en poco tiempo, conseguimos nuestras respuestas. Puede ser que seas más inteligente de lo que piensas. No te desesperes. Pregúntales a los demás. Pídele ayuda a Dios. La claridad vendrá.

Herramienta #7: No te Paralices

Imagínate caminando por un puente muy angosto sobre las cataratas del Niágara. De pronto, te das cuenta de que viene un loco persiguiéndote. Ahora no sólo estás preocupado de no caerte, ¡sino que también te preocupas de que el loco no te atrape!

En cierta forma la vida es así. Cada paso que damos tiene consecuencias reales. Sin embargo, al mismo tiempo tenemos que movernos rápidamente por la vida. Toma las mejores decisiones pero sigue moviéndote para que puedas lidiar con otros asuntos que te presionan.

¿Por Qué el Analizar las Decisiones es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Todos      queremos grandeza. Debes saber que toma tiempo y mucho trabajo alcanzarla.
  • Tómate      un descanso. Tomarás mejores decisiones e incrementarás tu confianza.
  • Si      no vale la pena analizar la idea, no tiene sentido estudiarla.
  • Todos      tenemos altibajos, tenemos días buenos y malos. Si no tomamos      precauciones, podemos actuar impulsivamente.
  • Tenemos      que ser capaces de diferenciar entre “realidad y fantasía”.
  • Tómate      un tiempo para pensar profundamente y saber para qué vives. De otra forma      podrás acabar viviendo una vida muy superficial.

Camino #14: Instrucciones Escritas Para la Vida

Cuando estudiamos Torá, no estamos estudiando un texto abstracto del mundo antiguo, pasado de moda. Nos inmiscuimos en el texto para descubrir la esencia del judaísmo, que es la esencia de nosotros mismos.

 

El pueblo judío tiene tanto una serie de “instrucciones escritas para vivir” como una serie de “instrucciones orales para vivir”. Las instrucciones escritas se llaman: Tanaj, y las instrucciones orales se llaman: Talmud.

El camino número 14 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: “be-mikré”, es decir, “el estudio de las instrucciones escritas”.

La Biblia tiene tres partes, con un total de 24 libros:

  1. Torá – los cinco libros de Moshé, que fueron      revelados al pueblo judío por Dios en el monte Sinai.
  2. Los Profetas – Dios habló      con varios profetas (Isaías, Jeremías, Ezequiel) – quienes transmitieron      mensajes importantes al pueblo judío.
  3. Los Escritos – que incluyen      los libros de Proverbios, Salmos, el libro de Esther y otras enseñanzas      inspiradoras.

Sin tomar en cuenta si uno cree o no en la Divinidad de estos textos, el hecho es, que muchas cosas de la sociedad occidental están basadas en ideales de la Torá. La Biblia introdujo al mundo conceptos como la libertad, la igualdad de derechos, tolerancia, educación universal, caridad, amor a tu prójimo, etc.

Más aún, los rabinos enseñan que la Torá es algo así como los “planos de la creación”, así como los planos de un edificio, lo cual significa que cualquier cosa que quieras saber sobre la vida lo puedes encontrar en la Torá. Lo único que tienes que hacer es buscar y preguntar adecuadamente.

Cuando estudiamos Torá, no estamos estudiando un texto abstracto del mundo antiguo, pasado de moda. Estamos estudiando la manera en que Dios quiere que vivamos en la tierra. De hecho, nos inmiscuimos en el texto para descubrir la esencia del judaísmo, que es la esencia de nosotros mismos.

Todos deberían estudiar Torá profundamente, aunque sea una vez en la vida.

Después de todo, ¡es el libro más vendido de todos los tiempos!

Comunicación Intergaláctica

Imagina que estás por recibir un mensaje del espacio. Puede ser que no entiendas el significado del mensaje, pero igual estarías fascinado. ¿Qué es lo que harías? ¡Las escribirías… y después las estudiarías!

De esta misma manera, no debes determinar que un párrafo de Torá es irrelevante sólo porque al principio no le encuentras sentido alguno. Es increíble como mucha gente está dispuesta a desacreditar el valor de la Torá inclusive sin haber hecho el esfuerzo de estudiarla.

Mira más profundamente lo que te está diciendo cada sección de la Torá, tanto cuando los mensajes parecen obvios como cuando no. Si algo en la Torá no es claro, sigue preguntando, buscando, escarbando.

Discútelo con otra gente. Averigua lo que realmente significa. Pregunta: “¿Cuál es el mensaje y cómo lo vivo?”.

Y que no se te olvide… aprender hebreo. No hay forma de entender correctamente la Torá cuando está traducida. ¡Sociedades enteras han mal interpretado la Biblia debido a malas traducciones!

Por ejemplo, la Torá utiliza diez diferentes Nombres para referirse a Dios. Estos Nombres no se refieren a diferentes dioses, sino que, por el contrario, se refieren a diferentes aspectos de Dios. Cada “Nombre” nos enseña algo único, pero en otro idioma están todos traducidos de la misma forma, y así se pierde mucha profundidad en el entendimiento.

El Tesoro Nacional

Lee la Biblia inteligentemente. Presta atención. La Torá no está relatando sólo historia y cuentos. Por el contrario, es “Torat-Jaim” – literalmente: “Instrucciones para la vida”. Por esta razón, cada detalle contenido en ella es en si mismo un mensaje de cómo uno debe incrementar el valor y la calidad de su vida.

Todas las historias y mandamientos son mensajes filosóficos, que esperan ser revelados por una mente intelectualmente activa. Este es el enfoque que debemos tener al estudiar Torá. Si el mensaje es obvio, revisa debajo de la superficie. Si parece fuera de lo común, identifica el principio básico que debes aprender de eso.

Por ejemplo, en Génesis 18, Abraham está a la mitad de una conversación con Dios, cuando tres “extraños” pasan por su tienda. Inmediatamente Abraham corre a servir a los huéspedes. Ahora bien, ¿¡tiene sentido que haya dejado de hablar con Dios para ir a ayudar a extraños!?

De aquí aprendemos un principio muy profundo para la vida: es más importante “ser” como Dios, es decir, preocuparte por las necesidades de los demás, que hablar con Dios (o tener una experiencia espiritual).

Cada frase de la Torá tiene un significado infinito, no importa cuán insignificante parezca superficialmente. Fechas, nombres, números, eventos y linajes están ahí para enseñarnos algo. El diluvio, la torre de Babel, la división del Mar de los Juncos – todos estos eventos contienen la sabiduría más profunda de la vida. La Torá es nuestro tesoro nacional. ¡Revísalo!

La Torá: Herramientas Para Adquirir Grandeza

Todos quieren grandeza. Pero, ¿qué dirías si pudieras ser tan grande como Dios? ¡Luchar por este objetivo es en realidad uno de los 613 mandamientos!

¿Cómo llegas a eso?

Léela. Si todavía no has aprendido a leer hebreo, ve a una librería judía y cómprate una buena traducción.

Estúdiala. Observa lo que Dios nos dijo acerca de la vida. No esperes hasta que tu vida esté casi acabada.

Entiéndela. Haz preguntas hasta que entiendas el mensaje que contiene.

Compara cualquier aparente contradicción y resuélvela. No existen diferencias “accidentales”.

Organízala. La sabiduría solamente es útil cuando la tienes en tus manos. La Torá debe ser tu enciclopedia, almanaque e índice para vivir.

Repásala, para poder recordarla.

Intégrala. Haz que las ideas sean parte de tu realidad. Estudia las instrucciones y aplica los principios a tu vida. ¡Constantemente!

Profundízala. Intenta llegar cada vez a un nivel más profundo. La sabiduría de la Torá es infinitamente profunda.

Nunca Dejes de Estudiar

Tu educación académica puede haber acabado, pero el estudio de la vida debe seguir por siempre. Cada idea y entendimiento nuevo es otro nivel de crecimiento. Puede ser que llegue el momento en el que seas igual de bueno que un “profesional”. Pero en la vida nunca llegarás a ser “bueno” – porque una vez que lo eres, puedes hacerte “buenísimo”.

La primera oración que se le enseña a un niño es: “Torá tzivá lanu Moshé, morashá kehilat Iaacov” – “la Torá fue ordenada a nosotros por medio de Moshé y es la herencia de cada judío”. La Torá fue ideada para todos. No está en el dominio de una clase privilegiada. Por el contrario, es un documento vivo que respira, es la sangre que le da vida al pueblo judío. Es importante e indispensable que en todo momento nos involucremos personalmente en su estudio y práctica. Como está escrito: “Pensarás en ella día y noche” (Iehoshúa 1:8).

El estudio de Torá es reconocido como la mitzvá más importante, porque abre la puerta para la observancia de otras mitzvot. Como dice el Talmud (Shabat 127a): “El estudio de Torá es igual a la suma de todas las otras mitzvot”.

Rabí Akiva, en el Talmud, plantea que esperar que un judío viva sin Torá es como esperar que un pez viva sin agua.

Repasa la porción semanal de la Torá dos veces: Una vez solo y otra vez escúchala en la sinagoga en Shabat. Haz preguntas. Continúa estudiando toda tu vida.

¡El Tiempo Para Estudiar Es Ahora!

Maimónides escribe (Mishné Torá, Leyes del Estudio de Torá 3:7):

Probablemente uno dice: “Voy a posponer mis estudios hasta que haya hecho dinero, y después regresaré y estudiaré. Voy a posponer mis estudios hasta que compre lo que necesito y piense menos en mi negocio y después regresaré y estudiaré”.

Si piensas así, nunca tendrás el mérito de adquirir la corona de la Torá. Por el contrario, haz de tu trabajo algo temporal y de tu estudio algo permanente. No digas: “Cuando tenga tiempo voy a estudiar”, porque puede ser que nunca tendrás tiempo libre”.

Hay gente que utiliza la excusa: “Estoy demasiado viejo para empezar a estudiar”. Pero el estudioso del Talmud, Rabí Akiva, empezó a estudiar el Alef-Bet a los 40 años. El mismo Rabí Akiva llegó a ser el más grande de su generación y tuvo 24,000 alumnos.

Hay gente que le cuesta trabajo empezar a estudiar porque no se imagina convirtiéndose en un estudioso, entonces se pregunta, “¿para qué empezar?”. Pero esa es una manera errónea de pensar. Cada gota de Torá es preciosa y eterna.

¿Por Qué La Torá Escrita es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • La      Torá es el libro que cambió al mundo – ¿cómo podemos no leerla?
  • El      propósito de los Profetas es recordarnos que debemos vivir una vida con      Torá.
  • Las      Escrituras enfatizan el mensaje de Dios en un estilo poético. Es una      ventana inspiradora de Dios para el mundo.
  • La      Torá está tan fresca como hace 3,500 años.
  • Estudiar      es una meta constante. Mientras vas madurando y tu conciencia de la      realidad incrementa, podrás ir entendiendo los conceptos que pensaste que sabías      bien.
  • La      Torá te ayudará a encontrar tu propia esencia.
  • No      saldrías a la carretera sin un mapa. Al andar por la vida, no dejes la      Torá atrás.

Camino #15: Instrucciones Orales Para Vivir

El judaísmo no es un libro lleno de polvo apoyado en la estantería. Hay que vivirlo, internalizarlo. Si adquieres una pizca de sabiduría, intégrala a tu vida de inmediato.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

La mayoría de la gente está familiarizada con la “Torá Escrita” – los cinco libros de Moisés. Pero muchos no saben que hace 3,300 años, el pueblo judío recibió también la Torá Oral – la Mishná.

De hecho, la Torá Oral precede a la Torá Escrita. En el Monte Sinai, Dios le transmitió a Moisés las 613 mitzvot, junto con una explicación detallada de cómo cumplirlas. En aquel tiempo, las enseñanzas eran completamente orales. No fue sino hasta 40 años después, justo antes de entrar a la tierra de Israel, que se hicieron copias escritas de los cinco libros de Moisés y fueron repartidas al pueblo judío.

El camino #15 de los 48 caminos hacia la sabiduría, nos enseña que también debemos adquirir la Torá “bemishná”, es decir “mediante el estudio de las instrucciones orales para vivir”. La palabra “Mishná” proviene del verbo

Imagina que deseas casarte. Hay muchas dificultades y muchos errores que puedes cometer, y tú deseas que todo resulte bien. Entonces, debes hacer una lista antes de casarte. ¿Qué cualidades son indispensables para un matrimonio duradero? ¿Cuál es la diferencia entre enamoramiento y amor? ¿Qué es lo que buscas realmente en un matrimonio? ¿Alguien que te prepare la cena, o alguien que sea tu alma gemela?

En un avión 747, el piloto pasa media hora revisando su lista antes de llevar el avión hacia la pista (Y si por alguna razón sabes que no lo hizo no te subas al avión). De la misma forma, necesitas una lista para la vida. Memorízala y llévala contigo en todo momento. Eso es la Mishná.

El Proceso de Transmisión

¿Tienes una enciclopedia? ¿Cuándo fue la última vez que la usaste? ¿Ocasionalmente la abres para buscar algo específico? Sino, sólo te servirá como un adorno en el estante.

La Torá no es un libro de referencia hecho para quedarse en las repisas. Está hecha pera ser vivida e internalizada. En la Torá está escrito lo básico, pero lo que debe ser recordado se estudia oralmente. El intercambio entre el maestro y el alumno nos motiva a discutir y a clarificar, a repasar las cosas una y otra vez.

Por miles de años, las instrucciones orales fueron traspasadas de maestro a alumno. El estudiante tomaba notas, después repetía y repasaba hasta saberlo de memoria. Por la naturaleza de la transmisión oral, el repaso constante es la mejor manera de mantener su integridad. Miles de personas estudiando la misma información nos garantiza que no se infiltraron errores en la transmisión.

Pero hace casi 2,000 años, cuando los romanos capturaron Jerusalem y enviaron a los judíos al exilio, Rabi Yehudá HaNasí, el jefe del Sanedrín – vio que la estructura de maestro-alumno estaba en peligro y por eso decidió escribir la Torá Oral – la Mishná – para prevenir que fuese olvidada.

A medida que pasaban las generaciones, más información era escrita para explicar la Mishná (el Talmud). Hoy en día, las leyes básicas están publicadas en el Código Legal judío (Shuljan Aruj). Pero gran parte de la Torá aún se preserva de manera oral, transmitida de maestro a alumno.

Dios, con Su sabiduría infinita, ideó un sistema para transmitir la Torá a través de las generaciones. Y este sistema no es una Torá escrita o una Torá Oral: es ambas.

¿Por Qué Necesitamos la Torá Oral?

La Torá Escrita enumera los mandamientos del diario vivir y la Torá Oral explica cómo llevarlos a cabo. De hecho, la Torá Oral es una especie de comentario de la Torá Escrita.

Por ejemplo: Los “Totafot” (mejor conocidos como Tefilin) están mencionados en la Biblia: “Y te pondrás los “Totafot” entre tus ojos”. Pero, ¿cómo sabemos qué son los “Totafot”? ¿De qué color son? ¿Qué tamaño tienen? ¿Qué forma? ¿Cuántos compartimientos tienen? ¿Qué pergaminos van dentro de ellos? ¿Cómo deben ser usados? ¿Quién debe ponérselos? ¿Cuándo? Nada de esto está escrito en la Torá Escrita. Para estos importantes detalles necesitamos la Torá Oral.

¿Ha sido transmitido exitosamente este mensaje? Solamente tenemos que observar un par de Tefilin a lo largo de la historia judía. Si el mensaje no hubiese sido transmitido claramente una persona estaría poniéndose un zapato entre los ojos, otro una cinta adhesiva azul y otro…

Utiliza la Mishná como un manual de instrucciones. Cuando compras un refrigerador, éste viene con un pequeño libro de instrucciones. Si compras un avión 747 vendrá con una biblioteca entera de libros de mantenimiento. El Todopoderoso creó este mundo mucho más poderoso, complicado y más peligroso que un 747. La Torá es el manual de instrucciones del mundo.

¿Quieres saber cómo amar a la humanidad? ¿Quieres dejar de guardar rencor? ¿Quieres saber la definición de justicia? ¿Quieres saber qué es el matrimonio? ¡Búscalo!

Niveles de Profundidad

Una sola palabra en la Torá encierra una infinidad de entendimientos. Si sabes cómo aplicar las herramientas adecuadas, la Torá puede ser entendida en cuatro niveles:

  1. “Peshat” – La simple      explicación de lo que dice la Torá. En el Siglo XII en Francia, Rashi      escribió un famoso comentario explicando este nivel.
  2. “Drush” – El Midrash es      la fuente homilética de los conceptos bíblicos, y de cómo aplicarlos a la      vida.
  3. “Remez” – Un nivel más      sofisticado de Midrash, donde diferentes pronunciaciones de palabras      revelan los diferentes significados. La Torá no está vocalizada, para      facilitar estas alusiones.
  4. “Sod” – El      significado oculto y místico del universo, como está explicado en el      “Zohar”.

Estos cuatro niveles forman la palabra “PaRDeS” que significa “huerto”. La Torá está llena de deliciosas frutas espirituales esperando ser recolectadas y saboreadas.

De hecho, esta es la razón por la cual el Todopoderoso nos creó con la necesidad de comer. Esto es una señal de que necesitamos sabiduría para poder crecer. No puedes decir: “Ya comí ayer” o “Ya comí hace unos años y ahora no necesito comer”. Rezamos tres veces al día, siendo este hecho un paralelo de las tres comidas diarias. Tienes que alimentar el alma para crecer diariamente.

Es un error de la sociedad occidental el hecho de que la gente crece en un sólo aspecto y no en otros. Alguien puede ser muy exitoso en los negocios pero ser un adolescente en su vida espiritual. Date cuenta de que así como tus aspiraciones profesionales no son las mismas hoy en día que cuando tenías 18 años, así también tu acercamiento a Dios debe madurar y desarrollarse con el tiempo.

Más aún, cuando comes, tienes que masticar y luego eventualmente eliminar los desechos. De la misma manera, al obtener sabiduría tienes que pensar las cosas cuidadosamente y eliminar las partes venenosas. De otra manera, contaminarán todo.

La Experiencia Judía

Cuando un ingeniero tiene un problema en sus cuentas revisa las tablas logarítmicas. Un abogado estudia sus casos. El doctor tiene revistas de medicina. Un judío tiene la Mishná.

A veces, parece que la Torá y la Mishná se contradicen. Una dice “Erradica el mal del mundo” y la otra dice “Ama a la humanidad”. ¿Realmente se contradicen?

Si ciertos síntomas se contradijeran en tus funciones corporales, irías al doctor y lo hablarías con él. De la misma forma, cuando tengas una dificultad para entender la Torá, mira lo que los comentaristas tienen para decir al respecto. Probablemente no serás el primero en preguntar esto, y puedes beneficiarte de generaciones de estudiosos que te precedieron.

La mejor opción es preguntarle a un rabino calificado. Él no sólo puede contestar tu pregunta sino que te puede enseñar las herramientas para que estudies solo. La Torá, que viene de una fuente Divina, tiene principios inmutables de estudio. Si ignoras las reglas, es casi seguro que llegarás a un entendimiento equivocado.

Cuando el escritor Alex Haley escribió el libro “Raíces”, hizo un viaje en bote a través del océano porque quería experimentar cómo sus antepasados se sintieron cuando fueron transportados hacia la esclavitud.

Si quieres sentir lo que tus antepasados judíos sintieron, lee un capítulo de Mishná y apréndelo de memoria. Esa es la cultura judía desde sus raíces. Eventualmente encontrarás la belleza en esto. Apreciarás la Torá, y entenderás lo que realmente es el pueblo judío.

Aplica Tu Sabiduría

¿Cuántos años tienes? A lo largo de los años, ¿has aprendido cosas sobre la vida? ¿Puedes enumerar 10 cosas que hayas aprendido?

Generalmente, tu sabiduría está ahí, pero no puedes articularla.

Ahora, toma un papel y un lápiz y haz una lista de las 10 cosas más importantes que has aprendido en tu vida. Comprométete a repasar la lista cada día y memorízala para el resto de tu vida.

Imagina un hombre que le envía flores a su esposa. Ella se emociona mucho. Entonces, él se dice a si mismo: “¡Huau! Que bueno es regalar flores”. Pero la próxima vez que ella recibe flores es un año más tarde. ¡Es un tonto!, si él utilizara su sabiduría, habría visto cuánto pueden ayudar las flores en su matrimonio y por supuesto que las compraría mucho más seguido.

¿Qué sabes acerca de lidiar con tus padres? ¿Qué sabes sobre conocer nuevos amigos? Lo que sepas, memorízalo, regístralo. Es una tontería tener sabiduría e ignorarla.

Cada noche repasa tu día y escribe en un cuaderno lo aprendido durante ese día. Cada comienzo de mes, repasa tu mes. ¿Qué es lo que gané? ¿Qué aprendí sobre la vida?

¿Por Qué La Torá Oral es un ingrediente Para la Sabiduría?

  • Si      Dios habló en el monte Sinai, ¡el mensaje es significativo! Busca la      explicación de lo que dijo.
  • La      Torá es sabiduría para la vida. Cuanto más Torá sepas, más te completarás.
  • La      Torá Oral es tan absoluta como la Escrita. Una no puede ser entendida sin      la otra.
  • Maneja      la Mishná y descubrirás un nuevo mundo de entendimiento y comprensión.
  • Si      entiendes algo de la vida, recuérdalo e intégralo.
  • Obtén      una parte de la sabiduría que el pueblo judío ha acumulado a través del      tiempo.
  • Estudia      la Torá, repásala y repítela hasta llegar a la perfección.

Camino #16: Aplica la perspicacia de los negocios a la vida

Para que un negocio sea competitivo debe funcionar de manera muy eficiente. Aplica estos mismos principios a tu vida espiritual.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Los 48 caminos hacia la sabiduría sugieren “minimizar tus negocios”. No tiene nada de malo estar involucrado en negocios, pues ganarse la vida es obviamente necesario para sobrevivir. Pero todos sabemos lo fácil que es dejarnos llevar por nuestra carrera, hasta tal punto que interfiere con otros aspectos más significativos de la vida, como educar a una familia o estudiar Torá.

La clave es tomar la motivación por el dinero y aplicarla a las áreas más significativas de la vida. Por ejemplo: Relaciones interpersonales, espiritualidad, sabiduría.

Los 48 caminos dicen: “La perspicacia que aplicas a los negocios, úsala también para la vida”. ¿Qué preferirías ser, rico o sabio? La respuesta es: ¡Sabio! Entonces, ¿por qué buscamos el dinero con más ansiedad? ¿Por qué el dinero es más real para nosotros? Tenemos que hacer que la sabiduría sea igual de real.

Date cuenta que esta es la fuente de tu placer real. Nadie dijo en su lecho de muerte: “Hubiera deseado haber pasado más tiempo en mi oficina”.

Un Hombre De Negocios Tiene Éxito Por:

  • Tener      un método de calidad de control.
  • Desarrollar      planes a corto y largo plazo.
  • Tomar      riesgos.
  • Despertarse      en la mañana para abrir el negocio.
  • Ir      a trabajar sin importar cómo se está sintiendo.
  • Conocer      su inventario.
  • Invertir      en investigación y desarrollo.
  • Asistir      a convenciones industriales.
  • Tener      una caja de sugerencias.
  • Planear      su itinerario por adelantado.
  • No      perder el tiempo.
  • Ser      disciplinado.
  • Medir      las ganancias y las pérdidas.

Elishá y el Pescador

Nuestra motivación en los negocios es un gran indicador de cuánto podemos lograr en nuestras vidas personales. Es obvio que el mismo Dios que te da los medios para ser un buen hombre de negocios, te da los medios para convertirte en un gran ser humano.

El Midrash (Tana DeBei Eliahu) cuenta la historia del profeta Elishá que se encontró con un pescador. “¿Estudias Torá?”, le preguntó Elishá al pescador. “No”, le contestó el pescador, “sólo soy un hombre simple. No fui dotado de talento o inteligencia, es culpa de Dios”.

“Entonces”, le dijo Elishá, “¿cómo es que preparas tu red para pescar?”. “Bueno”, dijo el hombre, “es un poco complicado. Primero tengo que seleccionar la cuerda adecuada, después tengo que tejer la red de una forma especial para que sea fuerte y flexible al mismo tiempo”.

“¿Cómo haces para pescar los peces?”, preguntó Elishá. “Ah”, dijo el hombre, “esto también es un poco complicado. Hay muchos factores involucrados; la temporada del año, la hora del día, el tipo de pez y el lugar donde se encuentran. Existen a su vez numerosos cálculos, tales como la profundidad del agua, la temperatura y la velocidad de la corriente. He pasado años aprendiendo estas técnicas y ahora puedo ganarme la vida gracias a la pesca”.

“Cuando llegues al cielo”, dijo Elishá, “tú planeas atestiguar que no estudiaste Torá porque eras tan sólo un hombre simple, sin talento o inteligencia. ¡Pero eres un pescador exitoso, y eso comprueba que tienes lo necesario para obtener grandeza!”.

Características Internas Necesarias Para Tener Éxito

  • Disciplina      personal
  • Organización
  • Habilidad      de trabajar con otras personas
  • Paciencia
  • Fidelidad
  • Determinación
  • Agresividad      Positiva
  • Eficiencia
  • Ser      capaz de sacrificarse por el objetivo final
  • Ser      consecuente
  • Optimismo
  • Tolerancia      a la crítica
  • Tener      alta autoestima
  • Actitud      de victoria
  • Sentido      del humor
  • Lealtad
  • Honestidad

Cómo Aplicar los Principios de los Negocios a la Vida

1. Ver el Objetivo Global

Siempre mantén tu visión en los aspectos globales. Pregúntate: “¿Qué es lo que realmente quiero, el millón de dólares en mi cuenta o una profunda relación con mi familia y con Dios?”.

No te mientas a ti mismo pensando: “Estaré con mi familia después de ganar un millón de dólares”. Porque para ese entonces puede ser que sea demasiado tarde.

2. Eficiencia

Para que un negocio sea competitivo debe funcionar de manera muy eficiente. La vida también debe funcionar de esta misma manera. Si pasas cinco horas cada semana haciendo algo que realmente te debería tomar tres, entonces estás desperdiciando parte de tu vida.

¿Siempre estás perdiendo cosas? Calcula cuántas horas perdidas podrían ser salvadas – y evitar así ansiedad innecesaria – si hicieras un sistema para recordar dónde pusiste tus cosas. Una vez que tu vida esté organizada y tu tiempo controlado, sentirás mucho menos estrés y lograrás tus objetivos.

3. Evaluar el Producto

Antes de introducir un nuevo producto, una empresa pasa meses investigando y determinando costos, analizando el mercado, evaluando las potenciales ganancias y demás. De la misma forma, antes de involucrarte en cualquier proyecto importante de la vida – ya sea mudarte de ciudad, casarte, encontrar un trabajo, etcétera – asegúrate de hacer un análisis profundo para ver el panorama a largo plazo.

Somete tus ideas a un test de calidad. No asumas que tu punto de vista es el correcto. Comparte tus ideas con tus amigos. La retroalimentación te ayudará a saber si estás en el camino correcto. (Ver más sobre este tema en el camino #11).

4. Conviértete en un Experto

Para estar a la vanguardia en los negocios, tienes que mantenerte al tanto de las innovaciones y las nuevas tecnologías.

En la vida, también tienes que mantenerte al tanto de las técnicas más innovadoras. Asiste a seminarios. Lee libros. Toma cursos complementarios. Todo esto te mantendrá en un constante crecimiento – y te alejará de las trampas de la ignorancia y la apatía.

5. Encuentra un Maestro

Cuando un millonario entra a una habitación, todos inmediatamente sienten asombro y respeto. Aquellas personas son poderosas a nuestros ojos por haber logrado tanto. Son como magnetos y deseamos llamar su atención.

En el negocio llamado “vida” hay muy pocos que tienen éxito y alcanzan la grandeza. Búscalos. Encuentra un maestro. Te asombrarás de lo poderosos y humildes que pueden llegar a ser, y de la manera en la que están dispuestos a compartir contigo sus fórmulas de superación personal.

Cuando encuentres a un maestro, ¡presta atención y sigue sus instrucciones!

6. Define tus Términos

Cuando el gerente de una empresa firma un contrato, llama a un gran abogado para que revise el documento. El abogado pregunta: ¿Cómo estás definiendo este punto? ¿Cómo afectará esto al punto siguiente?

La vida es demasiado corta como para avanzar en una dirección y luego percatarnos que estábamos equivocados. Lee el contrato y define los puntos: ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es placer?

Esta es la única manera de no violar el contrato – ¡contigo mismo!

7. Ten una Caja de Sugerencias

El gerente de una gran compañía acepta con gusto los consejos de sus clientes y empleados si eso ayudará a que su negocio sea más rentable. Sin embargo, ¡al mismo empresario le cuesta tomar consejos de su propia esposa!

En el mundo de los negocios, si no aceptas una crítica constructiva, estás perdido. Asimismo en la vida. Toma una decisión consciente de estar abierto a aceptar las críticas. En el peor de los casos siempre puedes escoger ignorarlas.

 

 

8. Investigación y Desarrollo

Las grandes empresas nunca están satisfechas con los productos que ya tienen. La competencia siempre está a punto de lanzar un nuevo producto. Esa es la razón por la cual las empresas exitosas tienen grupos de investigación y desarrollo para mantenerlos en la cima.

Tú también debes invertir tu tiempo investigando y desarrollando nuevas técnicas para vivir mejor.

Siempre debes buscar nuevos caminos para crecer. Por ejemplo, puede ser que pienses que lo tienes “todo”, un buen matrimonio, buenos hijos, un excelente negocio. Pero no te detengas ahí. Sigue profundizando. Pregúntate, ¿cómo puedo ayudar a la comunidad? ¿Cómo puedo incrementar la calidad de la educación de mis hijos?

Hay una ley muy simple en la física: Si algo no está creciendo, se está deteriorando.

9. Conoce tu Inventario

El dueño de una tienda posee un extraño talento para saber exactamente dónde están las cosas. Esto lo hace más sensible frente a las necesidades de los clientes y así puede aprovechar una buena oportunidad para hacer una venta.

También en la vida, tienes que hacer un inventario de todas tus habilidades si quieres ser exitoso. Por ejemplo, debes conocer tus virtudes, tus debilidades, talentos y habilidades. Haz una lista y escríbelos. Si no estás seguro, pregúntale a tus amigos.

Esto te ayudará a tomar decisiones adecuadas acerca de tu carrera y tus relaciones interpersonales. Y sabrás cómo levantar tu ánimo cuando te sientas mal o cómo inspirarte cuando te sientas desmotivado.

10. Compromiso con el Objetivo

Cuando comienzas a trabajar, sabes que tomará un buen tiempo hasta que llegues a la cima. Similarmente, cuando trabajas para alcanzar niveles más altos de felicidad y placer, prepárate para mucho entrenamiento, dedicación y sacrificio. No te conformes con los placeres que te dan una gratificación instantánea.

Recuerda cuánto estás dispuesto a ceder para llegar a algo en tu carrera. Por ejemplo, si el jefe te asigna hacer un trabajo no muy placentero, lo vas a hacer porque tu pago y tu promoción dependen de él.

Tu bienestar emocional y espiritual merece lo mismo. Sé determinado, y mantente enfocado en eso.

11. Trabaja Horas Extra

Cuando estás a punto de cerrar un trato, estás dispuesto a quedarte en la oficina hasta altas horas de la noche. Si estás haciendo negocios alrededor del mundo, te despiertas en la madrugada. ¿Por qué? Porque los clientes tienen que confiar en ti y cada minuto es precioso.

De la misma forma, en la vida, cada momento de conciencia es una oportunidad de crecimiento, una chance para cosechar, para elevar tu calidad de vida.

12. Observa Cuidadosamente las Peculiaridades de los Demás.

Imagina que tienes un cliente muy desagradable. ¿Qué haces? Si él es un buen cliente, entonces estás dispuesto a lidiar con casi todo.

También recuerda este principio para la vida. Si alguien desagradable te puede dar sabiduría para vivir, pon a un lado tu disgusto. El hecho de saber tratar con todo tipo de personas abre una infinidad de oportunidades. Es una de las herramientas más valiosas que podemos aprender.

13. Riesgo y Oportunidad

“Riesgo” y “negocios” son dos palabras que van de la mano. Para poder tener éxito en los negocios tienes que estar dispuesto a arriesgarte.

Cuántas veces he escuchado: “¿Tomarme tiempo para estudiar Torá? ¿¡En esta etapa de mi vida!?”.

Si se presentara una buena oportunidad la aprovecharías inmediatamente. Cuando alguien te enseña un poco de sabiduría, aprovecha la oportunidad. Debes estar dispuesto a arriesgarte.

14. Invierte a Largo Plazo

Cuando un hombre de negocios hace una inversión se enfoca en sus dividendos a largo plazo, no a corto plazo. A veces, los costos al empezar un negocio son tan altos que por algunos años las cifras van a estar en rojo. Pero si grandes ganancias están por venir, es una buena inversión.

Lo mismo se aplica a la vida. Los placeres más grandes requieren de las inversiones más grandes y también requieren que esperes la gratificación. Si invertimos nuestro tiempo en algo, tenemos que ver más allá de nuestros beneficios inmediatos, tenemos que ver a largo plazo.

En los negocios, tienes que invertir inicialmente para obtener una ganancia; si quieres obtener sabiduría te tomará tiempo entender e integrar los conceptos. Pero recuerda: Cuánto más profundas son las metas y los placeres que perseguimos, más duradera será la alegría.

15. Mantener un Registro

Los negocios se pueden caer en el departamento de contabilidad. Las hojas de contabilidad mantienen a la fecha las ganancias de un negocio. Para obtener una ganancia, los libros deben estar ordenados y deben ser actualizados diariamente. Esto determinará en qué dirección navegará el negocio.

Similarmente, los Sabios dicen que debemos mantener una contabilidad espiritual. Cada noche antes de irte a la cama, analiza los eventos del día y evalúa tus ganancias y pérdidas. Después haz un plan para que el día siguiente sea más productivo.

Pregúntate:

  • ¿Qué      logré el día de hoy?
  • ¿Logré      lo que quería?
  • ¿Cómo      voy a mejorar mañana?
  • ¿Cuáles      son mis virtudes y debilidades?
  • ¿Cuál      es mi ganancia? ¿Cuál es mi pérdida?
  • ¿Qué      tan lejos estoy de mis objetivos a largo plazo?
  • ¿Qué      está impidiendo mi crecimiento?

16. Desarrolla Planes Estratégicos

Las grandes empresas invierten una gran cantidad de tiempo y dinero desarrollando planes a corto y a largo plazo. Eso es porque si no tienes un plan, ¡probablemente no llegarás a ningún lado!

También en la vida necesitamos un plan. Los planes a corto plazo incluyen maximizar tu tiempo en la mañana. A qué hora te vas a levantar, cuál es la mejor hora para alimentar tu cuerpo, cómo vas a alimentar tu alma, etc.

Los planes a largo plazo son cruciales. La gente más exitosa tiene planes a corto y a largo plazo. Claro, los planes pueden cambiar constantemente. Pero te vas a sorprender de lo importantes que son estos planes para enfocarte y mantenerte en el camino adecuado.

¿Por qué los “Principios de los Negocios” son un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Si      puedes trabajar duro para hacer dinero, puedes trabajar igual de duro para      tener una buena vida.
  • Valora      tu tiempo, es tu posesión más preciosa en este mundo.
  • Lo      que te hace exitoso en los negocios te hace exitoso en la vida.
  • Muy      dentro de nosotros sabemos que la sabiduría es más importante que el      dinero. Entonces tenemos que hacer que la sabiduría sea igual de      “real”.
  • Cuando      minimizamos el negocio y maximizamos el crecimiento, estamos haciendo una      declaración de lo que realmente cuenta en la vida.
  • Aprecia      la ganancia. Si buscas sabiduría de la misma forma que buscas dinero, vas      obtener una gran sabiduría.

Camino #17: Aprovechando el Poder del Matrimonio

El deseo sexual es un impulso muy poderoso, es el segundo más importante después del instinto de supervivencia, pero la sociedad sólo lo utiliza para vender películas, cigarrillos y automóviles.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

El sexo en su contexto apropiado es uno de los actos más sagrados que existen. El deseo sexual es un impulso muy poderoso, es el segundo más importante después del instinto de supervivencia.

El camino número 17 de los caminos hacia la sabiduría nos enseña que se requiere “Miut derej eretz”, lo que significa en hebreo “limitar la actividad sexual”. Una persona sabia sabe cómo controlar su impulso sexual – mientras que al mismo tiempo aprovecha ese poder de una manera constructiva.

Si no controlamos nuestra sexualidad nos causará mucho daño. Cuando nuestras hormonas nos están controlando, no somos libres. La primera cosa que debemos hacer es decidir que nuestra mente dirigirá nuestras acciones.

El Impulso del Sexo te Da Energía

El poder de sobreponernos a grandes desafíos está dentro de nosotros. Sólo tenemos que crear el estímulo apropiado para sacarlo a la superficie. La atracción física es una manera de motivarte. La realidad es que el cuerpo humano produce energía química en momentos de atracción sexual.

Haz que el impulso sexual trabaje para ti. Un componente esencial es utilizarlo en base a una estructura moral.

En el Contexto Matrimonial

Antes de casarte debes saber de lo que se trata el matrimonio. ¿Es un contrato entre dos personas? ¿Un romance largo? ¿Sexo legalizado? ¿Compañerismo? Ten cuidado: De acuerdo a cómo definas el matrimonio, de la misma manera escogerás a tu cónyuge.

En la Torá, la expresión utilizada para describir las relaciones sexuales es “Iadá” que significa conocer. (“Y Adam conoció a su esposa Eva, y ella concibió y tuvo un hijo” – Génesis 4:1). “Iadá” denota que el sexo no es sólo un acto físico, sino una unión completamente emocional entre dos personas.

El judaísmo define el matrimonio como “encontrar a tu otra mitad”. A través del matrimonio, dos personas se conectan formando una sola entidad, de esta manera se completan la una a la otra. El deseo sexual realmente es una expresión de querer juntarnos íntimamente con nuestra “otra mitad” – a través de la relación sexual expresamos esta unidad.

El matrimonio es el contexto en donde aprendemos esto. Cuando el hombre y la mujer adquieren un compromiso marital forman una conexión espiritual profunda. Se entregan mutuamente y están comprometidos de por vida. El sexo nos une ya que nos enseña a enfocarnos más allá de nosotros mismos.

Fuera del matrimonio el sexo es frustrante ya que la unidad nunca puede lograrse. Esto es obvio en un encuentro sexual a corto plazo, e inclusive en uno a largo plazo: Sin el compromiso del matrimonio, siempre tienes la opción de dejar la relación. Como resultado, el grado de conexión tiene una barrera. Eventualmente, se hace presente la frustración y se desgastan las bases de la relación.

La Cábala del Sexo

Existe un nivel más profundo en el sexo.

“El Cantar de los Cantares”, escrito por el Rey Salomón, es una canción de amor entre un hombre y una mujer. Sin embargo, el Talmud lo llama “Sagrado de sagrados” – el texto bíblico más sagrado. ¿Por qué? Porque el sexo es realmente una expresión de nuestro profundo deseo de la suprema unidad, de conectarnos con Dios.

El versículo: “Yo soy para mi amado y mi amado es para mí” (Cantar de los Cantares 6:3), se refiere a nuestro deseo de unidad con Dios.

El judaísmo dice que el sexo es uno de los actos más sagrados que existen. De hecho, la palabra hebrea para la ceremonia nupcial – “kidushin” viene de la palabra “kadosh”, que significa sagrado.

Esa es otra razón por la cual el judaísmo dice que el sexo debe ser reservado para la unión matrimonial. Porque no hay nada más placentero que disfrutar un placer físico por una razón espiritual. Por esta razón, los Rabinos recomendaron que los matrimonios tengan relaciones íntimas el viernes en la noche, Shabat, el día más sagrado de la semana.

Tienes que ver la intimidad como un acto espiritual. Esto le dará a tu relación sexual más significado, y finalmente más placer.

No Exageres

Puesto que el sexo es tan poderoso, te puede destruir. El sexo mal entendido es degradante. No tomes algo que debe ser espiritual convirtiéndolo en un deseo animal.

No dejes que el sexo te controle. Si estás viviendo por el sexo, entonces estás viviendo como un animal.

Utiliza el sexo para auto-disciplinarte. Cuanto más disciplinado seas con tus deseos, más capaz serás de disfrutarlos, porque te conviertes en el dueño de ellos y no viceversa.

La ilusión de todos nuestros deseos es que cuanto más los sacies, más satisfecho estarás. Pero en lo que se refiere a deseos, especialmente el sexual, cuanto más los alimentes más querrás.

Inclusive en el contexto del matrimonio, el exceso hace que la relación sea egoísta. El equilibrio es esencial.

Escoge minimizarlo… entonces sabrás que estás en control.

 

Evita Tentaciones Dañinas

Hay que cuidar las cosas valiosas. No es coincidencia que mientras más promiscua y rebelde sea una sociedad, existen más divorcios y más problemas en las relaciones.

Pero con el bombardeo del sexo en la televisión – y en todos lados – ¿cómo podemos evitar ver el sexo como algo barato, fácil y degradante?

Una de las mejores maneras para evitar el abuso, es crear una barrera protectora. Si estás haciendo una dieta para perder peso te alejas de lugares en los que se sirve comida que engorda. De la misma forma, si quieres que tu mente y tus ojos estén donde deben estar, evita ir a lugares donde encontrarás una tentación constante.

Puedes evitar la tentación al mantener tu mente ocupada en cosas que te interesan. Cuando tu mente está inmersa en actividades intelectuales y creativas, estarás mucho menos propenso a desviar tu mirada. “Ver a muchachas pasar” es la señal principal de una mente ociosa.

Más aún, no pienses ni tengas fantasías sexuales. Es destructivo y contraproducente. Gastar el poder de tu cerebro en ilusiones es gastar tu potencial y también crea “ficciones” que tú y tu pareja nunca podrán vivir.

¿Por qué “Aprovechar el Poder de la Intimidad” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • La      manera en la cual te relaciones con el sexo será el barómetro que medirá      cuánto estás en control de tus deseos.
  • Inclusive      en el acto mismo la persona tiene que estar conciente de las      responsabilidades hacia su cónyuge.
  • El      sexo es un acto sagrado de unión que nos ayuda a elevarnos hacia una      conexión con Dios.
  • El      sexo genera un lazo eterno.

Camino #18: El Placer Físico

El mundo físico existe para que obtengamos placer de él. El crecimiento espiritual viene a través de elevar lo mundano.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

¿Te involucraste alguna vez en alguna actividad física estimulante y después descubriste que no podías detenerte? ¿Alguna vez compraste un helado grande, te lo devoraste y al final te sentiste enfermo?… No querías más pero de alguna manera te lo comiste.

El camino hacia la sabiduría número 18 es: “Bemiut taanug”, lo que literalmente significa “minimizando los placeres”. Los seres humanos somos buscadores de placer. El placer es energía. Mientras más placer obtengamos, más energía tendremos para vivir.

A pesar de que el placer físico es una parte esencial de disfrutar la vida, tenemos que aprender a aprovecharlo. Comer helado es increíble, pero no queremos enfrentar consecuencias negativas.

Vida Gourmet: “Identifica e Intensifica” Tus Placeres

Cuando un catador de vinos toma una copa de vino, primero la huele, después se pone un poco en la boca, lo remueve y si pasa la prueba se lo toma. “Tomarlo” es sólo un aspecto del disfrute.

Observa cuántas oportunidades hay durante el día para obtener placer: ver el amanecer, respirar aire fresco, un “splash” de agua fría, una brisa refrescante. O quizás relajarte en un sauna caliente, tomar una copa de champaña y después finalizar con un buen filete con papas fritas.

La primera vez que pruebas algo nuevo, te concentras intensamente en el placer que estás sintiendo. Todo esto contribuye a la experiencia e incrementa el regocijo.

Pero ¿qué pasa entonces? A veces simplemente nos acostumbramos.

Los 48 caminos hacia la sabiduría nos dicen: Sé un gourmet de la vida. Sé más particular sobre las cosas en las que te involucras, cómo te involucras, con quién te involucras y por qué te involucras.

Expresa exactamente qué es lo que disfrutas sobre estos placeres. Pregúntate: ¿Qué es lo que hace que esto sepa bien, se vea bien, huela bien, se sienta bien? Por ejemplo:

  • Helado      – frío, dulce, suave.
  • Amigos      – seguridad, conexión, apoyo.
  • Torá      – claridad, sabiduría, trascendencia.

Concéntrate y asegúrate de obtener el máximo placer. Disfrútalo como un buen vino, y prolonga su sabor. Esta extra-sensibilidad te va a dar una apreciación más profunda. Y esto te motivará y te dará energías.

¿Es Malo el Placer Físico?

Creciendo en una sociedad Occidental, es posible que hayamos escuchado la idea de que el “placer físico es malo”. Esto puede tener origen en la visión Católica donde el celibato (por ejemplo) es alabado, y el placer físico como el sexo, inclusive en el contexto del matrimonio, es considerado como una concesión a los instintos más débiles y bajos del hombre. Por lo tanto, los “Católicos más sagrados” – curas y monjas – practican el celibato.

Por otro lado, el Mundo Occidental, toma una posición diametralmente opuesta y ve la vida solamente como la persecución hedonista de los placeres físicos sin ningún límite. La gente a veces se involucra en actividades físicas estimulantes como una válvula de escape para lidiar con la presión.

El judaísmo no sigue ninguno de estos extremos. Seguimos el punto medio. El judaísmo nos enseña que Dios hizo el mundo físico no para frustrarnos sino para disfrutarlo. La espiritualidad no se adquiere meditando en la cima de la montaña (¡aunque puede ser muy bueno!), o estudiando en un monasterio en medio de la nada. Dios creó este mundo para que obtengamos placer.

Por ejemplo, nuestra tradición nos enseña que los sabios pueden sentarse bajo el sol. No importa cuánto una persona aprecie la sabiduría y el estudio, también tiene que ocuparse de su cuerpo. Incluso que su fuerza física haya disminuido, igual puede derivar placer de la calidez del sol.

El Talmud dice que si una persona tiene la oportunidad de probar una nueva fruta y se rehúsa, va a tener que rendir cuentas en el mundo venidero. ¿Qué tienen de especial las frutas? Dios pudo haber creado una avena blanda con todas las vitaminas y minerales necesarias para nuestra supervivencia. Pero las frutas son el postre que Dios nos hizo. Es un acto de amor. Si te rehúsas a probarlo demuestras una falta de apreciación. Las frutas nos ayudan a enfocarnos en la realidad de que Dios creó el mundo para nuestro placer.

Un Medio, No un Fin

No hay duda de que el placer físico es “¡un placer!”

Sin embargo, el placer físico no es la experiencia suprema. Es sólo el aperitivo de la vida. Imagínate que invitas a cenar a una persona a tu casa y preparas una cena muy elegante de cuatro platillos. Después de servirles el primer plato, te agradecen por una cena maravillosa.

“¿De qué estás hablando?”, le dirías. “Apenas estamos empezando. ¡Lo mejor está por venir!”.

Esa es la perspectiva del judaísmo sobre el placer físico. Es sólo el entremés de la existencia. No cometas el error de perderte en el aperitivo. Si haces del aperitivo tu plato fuerte, nunca obtendrás los nutrientes que necesitas para estar saludable y satisfecho. Similarmente, si haces de los placeres físicos el plato fuerte de tu dieta de placeres, nunca estarás totalmente satisfecho.

El placer es una parte de la vida, sin embargo, no puedes comer todo el día. Tiene que haber un equilibrio.

Cuando se utiliza sabiamente, el placer físico debe ser un escalón hacia placeres más elevados. Cuando hemos aprendido a disfrutar de cosas bonitas, cuando nuestros cuerpos se sienten relajados, estamos más preparados para encarar problemas sociales; violencia, desempleo, guerra, etcétera. Lidiar con esos problemas requiere de una inmensa fuerza emocional. Utiliza el placer físico para obtener esa fuerza.

Monitoréate a ti mismo: “¿Qué es el placer para mí? ¿Lo estoy utilizando para evitar la realidad o para obtener energía y lograr más cosas? Cuando tomo una taza de café, me siento despierto. Ahora bien, ¿qué voy a hacer con ese incremento de energía?”.

El Auto y el Conductor

El judaísmo nos enseña que el cuerpo es para el alma lo que el auto es para el conductor. Tienes que mantener tu cuerpo mecánicamente bien y cargarlo con gasolina de calidad. Si abusas de tu coche, no te llevará a ninguna parte. Y para que se vea bien, necesitas lavar el auto tanto exteriormente como interiormente.

¡Pero seguro que el coche no es más importante que el conductor mismo! ¡Todos reconocemos que alguien que descuida a su familia y pasa horas completas encerando su coche ha perdido sus prioridades!

Esto es lo mismo con el cuerpo y el alma. Algunas veces debes sobornar a tu cuerpo, para que tu cuerpo pueda lograr más. Por ejemplo, después de que hayas acabado un proyecto difícil, te puedes recompensar con una comida en un buen restaurante. Sólo ten cuidado de no utilizar erróneamente el placer como una manera de evadir los problemas y las responsabilidades.

Ees un tema de “disciplina personal”, no opresión. Cuando tratas de reinar sobre tus placeres físicos, una vocecita dentro tuyo te dice, “¡Qué terrible! ¡Arruinarás tu vida! ¡Será tan aburrida!”.

La clave es: “Una cantidad controlada”, utilizar el placer adecuadamente en los momentos correctos. De otra forma, aunque parezca un momento de elevación, al final sólo nos empobrecemos a nosotros mismos y a toda la experiencia.

Conecta lo Físico con lo Espiritual

El placer está basado tanto en la experiencia física como en el “significado” detrás de la experiencia misma. Cuanto más significado tenga la experiencia física, mayor placer obtendrás.

La Torá nos enseña que debemos recitar una bendición de agradecimiento a Dios, antes de disfrutar de cualquier comida o bebida, o incluso al presenciar un fenómeno natural como por ejemplo: Escuchar un trueno o ver un arco iris. Al decir una bendición tenemos tiempo para reflexionar, para recordar que la vida es un grandioso regalo. Esto puede transformar unas simples papas fritas en “un gran placer”.

La espiritualidad judía interactúa con lo mundano de una forma que lo eleva. Esa es la razón por la cuál las ieshivot están localizadas en el centro de la ciudad, en medio de toda la actividad comercial. Los judíos no nos retiramos de la vida, la elevamos. El viernes en la noche, levantamos la copa de vino y la utilizamos – no para embriagarnos – sino para hacer Kidush y santificar el Shabat. La espiritualidad, dice el judaísmo, existe en la cocina, la oficina y también en el dormitorio.

¿Cómo puedes saber si estás obteniendo un simple placer físico o un placer espiritual más profundo? Utiliza esta tabla para decidir:

El placer físico:

  • Te      deja deprimido.
  • Es      transitorio.
  • Es      un fin en si mismo.
  • No      es satisfactorio.

El placer espiritual:

  • Es      permanente.
  • Te      da energía.
  • Es      un medio, no un fin.
  • Te      despierta.

Minimiza Para Maximizar

Normalmente, la gente come hasta que no puede comer más. Pero el Shuljan Aruj, el Código Legal Judío, nos enseña que debemos comer sólo dos tercios de nuestra capacidad. Desde un punto de vista físico y metafísico es mucho más saludable frenar antes de que el medidor diga lleno. Es mejor para tu estómago, para tu cintura y para tu autoestima.

Para evitar el abuso, decide de antemano: ¿Cuánto placer voy a obtener? Cuando no establecemos un límite por adelantado, generalmente cruzamos la línea y nos arrepentimos. Nos perdemos en la sensación inmediata, a expensas de cómo nos sentiremos después. Entonces, pon un límite por adelantado. Después, apégate a él.

Antes de experimentar un placer, pregúntate: ¿Qué es lo que espero obtener de esto? Durante la actividad pregúntate: ¿Estoy obteniendo el placer que pretendo? Si no lo estás obteniendo, no seas vicioso. Toma una decisión consciente. No te pierdas en una bolsa de papas fritas.

Todo esto se aplica no sólo a lo que comemos sino a cualquier otra cosa que nos da placer, como por ejemplo ir al cine o asistir a un juego de béisbol. Tienes que saber cuándo es suficiente.

Después de un tiempo, este enfoque ante el placer físico se convierte en una segunda naturaleza, y vas a estar orgulloso de tu poder sobre el mundo físico.

Cómo Hacer la Transición

La mejor forma de sobreponerte a los malos hábitos es estar contento e involucrado en la vida. Cuando la vida carece de sentido, uno está muy propenso a desarrollar una imagen personal mala y a buscar placer. Por otro lado, si quieres lograr algo en la vida será más fácil cortar tus malos hábitos. Cuando tu energía y vitalidad están funcionando a su máxima capacidad, tu “poder de voluntad” también lo hace.

Planea una estrategia. Un itinerario de crecimiento de acuerdo a lo que esperas lograr y después ve por más.

Una manera buena de romper un mal hábito es contratar a un “nudnik” amigable. Pídele a un amigo que te recuerde cada vez que comas más de una porción de pastel, o que estés comiendo entre comidas – o revierte cualquier mal hábito que quieras.

Puedes inclusive ponerte un sistema de multas. Dile al nudnik: “Si me ves comiéndome las uñas, entonces te pagaré $10 dólares”. Con una multa de $10 por mordida, vas a romper tu mal hábito, o si no, ¡acabarás con tu cuenta de banco!

¿Por qué el “Placer Físico” es un Ingrediente Para la sabiduría?

  • Desperdiciar      cualquier cosa en la vida es imprudente: desperdiciar placer es absurdo.
  • El      cuerpo es para el alma lo que el auto es para el conductor. Mantén al      cuerpo sintiéndose bien, para que el alma pueda captar lo que es la vida.
  • Aprecia      que este mundo es un “mundo de placer”. Tómate el tiempo de      obtener los placeres verdaderos y duraderos.
  • Pagar      por un placer y no disfrutarlo es ilógico.
  • “Saber      por qué vives” es un placer muy grande que debes anhelar.
  • Ten      cuidado, todo material indulgente puede ser utilizado como un escape.
  • No      “necesites” el placer. Tómalo mientras lo puedas disfrutar, pero      no lo necesites. De otra forma estarás esclavizado.
  • Para      obtener el máximo de tus placeres, llénate de vitalidad y de sentido. Sé      feliz con la vida.
  • Realmente      no es fácil obtener placer. Tienes que aprender cómo. Saborea tus placeres      como un gourmet para apreciarlos correctamente.
  • Los      placeres nos hacen sentir que es bueno estar vivo. Utiliza esta energía      para vivir.
  • Tenemos      que romper los malos hábitos para obtener un placer real. Sé fuerte.

 

Camino #19: Minimizando el Sueño

Dormir mucho es igual de dañino que no dormir. Minimiza el sueño, porque en un sentido más profundo, ¡hay que despertar a la vida!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

Tienes que despertar a tu compañero de cuarto a las 7 AM. Él dice: “Gracias, estoy despierto”. Regresas cinco minutos más tarde y te das cuenta de que sigue dormido. Lo mueves otra vez: “¡Levántate!”. Abre un poco los ojos y dice: “Ya voy, ya voy”, y se vuelve a dormir.

¿Te ha pasado alguna vez? Desafortunadamente, muchos de nosotros llevamos nuestras vidas de esta manera. Y siempre decimos: “No puedo perder más tiempo. Hasta aquí llegué. Voy a empezar a ser más estricto conmigo mismo”. Y una hora más tarde se nos ha olvidado todo. Regresamos a dormir.

El camino 19 de los 48 caminos hacia la sabiduría es “Bemiut Sheiná”, literalmente significa “minimizando el sueño”. El deseo de vivir es la lucha en contra del sueño. En un nivel más profundo, significa despertar a la vida.

Mantenernos alerta es una lucha constante en la vida. Tenemos visiones momentáneas. Tomamos resoluciones. Pero ¿podemos estar alerta siempre?

El Propósito de Dormir

Claro, dormir tiene un aspecto positivo pues nuestros cuerpos necesitan dormir para funcionar. El sueño te da la oportunidad de recuperar energías. Te quita la tensión y te ayuda a estar bien, tanto física como emocionalmente.

Nunca consideres “dormir” como un fin en si mismo. No veas el hecho de dormir como la recompensa después de un día difícil de trabajo. El sueño es un medio de recargar tus baterías para un día más de crecimiento.

No duermas más de lo necesario y no “ames dormir”. Si te gusta dormir vas a añorar dormir cada ves más y se te va a ir la vida durmiendo.

La mejor forma de aprovechar los poderes recuperativos del sueño es tomando siestas. Cuando estés cansado, duerme una siesta de 20 minutos. Encuentra el equilibrio adecuado. En general, duerme lo menos que puedas. Lucha en contra del deseo de comodidad. Minimiza el sueño y maximiza tu conciencia.

La Emoción de Vivir

Dormir es como una ilusión. La prueba es que cuando estás lleno de excitación y energía, simplemente no puedes dormir. ¿Alguna vez te despertaste a las 5 de la mañana para un viaje? No estabas dormido. Estabas despierto y lleno de excitación, frescura, ah!

Si tu vida es aburrida, entonces tienes más ganas de dormir. Alguien que ama la vida no se quiere ir a dormir en la noche. Sigue hasta que se queda dormido – después se levanta al día siguiente como un león.

Los niños son el ejemplo perfecto. Desde el momento en que un bebé abre sus ojos, se levanta como una bala. “Otro día… nuevas aventuras… nuevas cosas que descubrir… ¡Waaaah! ¡Sáquenme de mi cuna!”.

¿Alguna vez has tratado de poner un bebé a dormir? De ninguna manera, tiene miedo de perderse toda la emoción.

Para captar este sentido de vivir, necesitas enfocarte en el sentido más profundo de la existencia. Busca actividades fascinantes y significativas. Aprende a crear alegría en la vida. ¿Estás emocionado? ¿Estás esperando un nuevo día? ¿Estás alerta?

¿Por qué los adultos ansían dormir? Las responsabilidades nos echan para abajo. Queremos aferrarnos a nuestra cama, escondernos debajo de nuestras sábanas para estar tranquilos.

Más allá de todo, ¿crees realmente que es bueno estar vivo? o, ¿simplemente estás tratando de esquivar los problemas? Si estar vivo es bueno, entonces dormir es un escape.

¿Cuánto Necesitas Dormir?

Acomoda la cantidad de sueño a tu itinerario, no hagas tu itinerario en base a tu necesidad de sueño. Calcula lógicamente cuánto necesitas dormir para funcionar adecuadamente. ¿Estás obteniendo más sueño del que necesitas? Mantén un record de tus patrones de sueño por un mes y calcula el promedio. Si no decides conscientemente cuánto tiempo necesitas, entonces te estás dejando llevar.

Estar somnoliento no es estar vivo. Te quita tu existencia.

Maimónides escribe que ocho horas es lo máximo que una persona debe dormir, a menos que esté enferma. Si te entrenas para dormir menos, mucho mejor. Vas a tener más tiempo para lograr cosas, leer y hacerte más sabio. El Gaón de Vilna, el rabino más increíble de los últimos 500 años, dormía sólo cuatro intervalos de 30 minutos, un total de dos horas en cada período de 24 horas.

No tengas miedo de dormir “menos de lo normal”. Una persona puede estar en la cumbre de su condición física con un mínimo de sueño. Los soldados están a veces en un régimen de dos o tres horas de sueño por noche. Ellos no dicen: “Estoy delirando… mis huesos se están disolviendo… me estoy volviendo loco”. Y cuando acaban el entrenamiento militar están en una excelente forma física.

Técnicas Para Dormir Menos

Hay muchas técnicas para mantenernos despiertos. Ponte de pie en lugar de estar sentado, pon tus pies en agua fría. Mi padre sólo dormía una vez a la semana en la cama, el viernes por la noche.

El ejercicio, de cualquier tipo, es la manera de mantener tu cuerpo y tu mente con energía.

Presiónate para tener menos sueño. No tengas miedo. No te morirás. ¿Qué puede pasarte? ¡Si estás cansado te quedarás dormido!

Cada mañana trata de animar tu cuerpo para que salga de la cama: “Vamos… ¡levántate! De otra manera nos perderemos la experiencia de vivir”.

Sólo un cuerpo cómodo tiene problemas para levantarse de la cama. Si te arrancan las sábanas te levantas inmediatamente. Algunas personas eligen incluso dormir en el piso pues la persona no se aferra a un piso duro de la misma forma que a una cama.

Cada mañana cuando te levantas, vuelve a pensar, analiza y re-evalúa lo que pasó ayer. Aprende de tus errores. Anticipa un comienzo fresco. Vas a estar más emocionado de estar despierto.

El Segundo Aire

¿Alguna vez has estado involucrado en un proyecto que te absorbió tanto que te quedaste despierto toda la noche? Aunque estabas cansado, te forzaste para seguir adelante. Eventualmente, tuviste un segundo aire, un nuevo despertar, un punto en el que tu mente se puso clara, fresca y alerta de nuevo.

El segundo despertar sólo viene cuando uno está involucrado profundamente en una actividad. Aquellos que están aburridos sólo se quedan dormidos.

Cuando yo era estudiante, competíamos unos con otros para mantenernos despiertos toda la noche del jueves estudiando. Trata de hacer esto alguna vez. Es un ejercicio de prueba, para aprender a luchar contra el sueño.

Evita La “Vida Zombie”

La lucha que hay contra la fatiga y el sueño es la lucha por la búsqueda de sentido. Puedes vivir toda una vida y al mismo tiempo estar inconsciente del mundo que te rodea. No camines, hables o comas como una persona semi-consciente. Debes estar alerta.

Utilizamos sólo una parte de nuestro potencial. Cuando estamos excitados acerca de un proyecto, nuestra creatividad y nuestras facultades mentales están despiertas. Lucha contra el sueño. Presta atención a lo que estás haciendo en todo momento.

Ten cuidado del zombie-ismo. No camines con “nada” en tu cabeza. Algunas veces estás esperando en la línea del supermercado y tu cabeza está completamente muerta, sin ningún pensamiento en tu mente. Mueve tu cabeza para mantenerte despierto. Dite a ti mismo: ¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde estoy yendo? ¿Por qué estoy yendo hacia allá?

En el judaísmo, nuestro impulso básico es obtener claridad. “Despierta” al propósito de la vida. Deja las ilusiones sobre la fama, romances, etc. No experimentes el shock cuando te gradúes de la Universidad y te des cuenta de que no todos se convierten automáticamente en ejecutivos llenos de oportunidades bursátiles.

Quieres grandeza. Quieres ser bueno. Quieres ayudar a la humanidad. ¿Qué harás al respecto? Enfrenta los asuntos grandes y obtén respuestas verdaderas. Pregúntate: “¿Para qué vivo, y qué quiero hacer por el resto de mi vida?”.

No sólo pienses sobre mañana o el año siguiente, haz una predicción a largo plazo: ¿Qué quiero que se inscriba en mi tumba? ¿Que me gradué de la universidad, gané un millón de dólares y que era dueño de una casa grande? o, ¿que ayudé y me preocupé por la humanidad?

Date cuenta del placer de estar vivo. Si tus ideales son elevados y difíciles de alcanzar no vas a querer dormir. No vas a querer dejar este juego de vivir. Quieres ser grande. Reconoce eso. Claro, vivir es una lucha. Pero, es excitante.

Puedes Cambiar

Todos tenemos momentos de conciencia, un reconocimiento inmediato de “¡ahaaaaa!”. Escuchas algo que tiene sentido. Tienes un destello de luz, una inspiración, una verdad, un momento en el cual reconoces que la vida puede ser bella. Este es el placer de estudiar sabiduría. Se enciende la luz y te das cuenta que estabas dormido.

Podemos tener aquellos momentos de claridad… y después volver a dormir. O podrías terminar de leer esto y decir: “Sí es un buen punto. Debería pensar esto y hacer un plan. Después de todo una conciencia más amplia en la vida es algo que me interesa”. Estos pensamientos pasan por tu mente. Pero apenas cierras el libro, estás de nuevo dormido.

Cuando tengas un momento de claridad captúralo. Como en el momento que estabas conduciendo un auto y te sentías cansado. Te quedaste dormido por un momento y te desviaste del camino. Te despertaste. Recuerdas el shock de adrenalina. No vas a dejar que vuelva a pasar.

Cuando tengas un momento de claridad, inmediatamente toma una decisión. Decide que puedes cambiar, que las cosas pueden ser diferentes. “Esto es importante, pensaré más sobre esto”.

El término judío para describir un despertar espiritual es “teshuvá” que significa regresar al camino correcto, enderezarte. Ve el daño que tus errores han causado, y considera lo que has perdido.

No importa qué tan grande seas, puedes cambiar. Puedes encontrar la verdad.

Reconoce que despertar es tu batalla. ¡Ahora despierta y vencerás!

¿Por Qué Minimizar el Sueño es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • La      lucha por la vida es la lucha por estar despierto.
  • Decide      que la vida es buena. De otra forma te quedarás dormido.
  • Obtén      el máximo de tu cuerpo. Pero tampoco lo tortures.
  • No      desaproveches las oportunidades de la vida y los placeres por dormir      demasiado.
  • Cuidado      con el “zombie-ismo”. No camines sin pensamientos en la      cabeza.
  • Demasiado      sueño debilita la mente.
  • El      cansancio es un hábito – rómpelo.
  • A      menos que hagamos cosas prácticas para mantenernos despiertos, el sueño      nos vencerá.
  • Cuando      aprendas algo nuevo, levántate para reconocer que estabas parcialmente      dormido.
  • Si      aprendes a vivir con alegría, el sueño desaparece.

Camino #20: El Arte de la Conversación

Hoy en día la gente está más ocupada que nunca – trabajando, viajando, comprando. El “Tiempo de conversación” está disminuyendo… ¿Aló? ¿Hay alguien que me está escuchando?

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Joe está caminando por un callejón oscuro, cuando de repente salta un hombre con una pistola.

“¡No dispares!”, suplica Joe. “Te entregaré todo mi dinero”.

“No quiero tu dinero”, dice el hombre con la pistola. “Toda mi vida he querido que alguien se siente a platicar conmigo. Ahora voy a hacer que me escuches durante una hora”.

La historia refleja un aspecto triste de la condición humana. Hoy en día, la gente está mucho más ocupada que nunca – trabajando, viajando, comprando. Pero al final, el tiempo de conversación está disminuyendo. ¡Hay mucho que hacer!, ¿¡quién tiene tiempo para hablar!?

Reflexionas. Quieres que la gente te entienda. Pero… ¿acaso hay alguien escuchándote?

El camino número 20 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: “Bemiut sijá”, que literalmente significa “minimiza la conversación”. En otras palabras, utilizar la conversación de manera efectiva. La conversación es nuestra herramienta para estar en contacto con otros seres humanos. Si no nos comunicamos estamos solos.

Construyendo Relaciones

La Torá dice que Dios creó al hombre como un “ente hablante”. (Ver el Tárgum Onkelos – Génesis 2:7). El habla es, consecuentemente, lo que diferencia a los seres humanos de las demás criaturas. Podemos centrarnos en nosotros mismos y cerrarnos. La conversación es una manera de salir de esta absorción interna.

Muchas amistades nunca traspasan el nivel de lo superficial. Es posible hablar infinitamente sobre recetas, fútbol y moda. Pero no es suficiente. Necesitamos gente con la que podamos compartir nuestros pensamientos más profundos.

Inclusive miembros de una misma familia pueden vivir en un aislamiento comunicativo. Los muebles de la sala estaban originalmente diseñados para que las personas se vieran unas a las otras. Hoy, las salas están diseñadas para que todos vean la televisión. Ves un partido de fútbol y dices mientras masticas: “Esa fue una buena jugada”. ¿¡Qué conversación puede competir con la magia de la tecnología!?

Hoy en día, todos están en su pequeño rincón luchando consigo mismos. Necesitamos compartir con los demás, no para ver televisión sino para estar juntos y comunicarnos. Sin esto te sofocas en tu propio mundo. Te aíslas en tu propia opinión. Te aíslas en tu propio hogar.

Fija un tiempo especial para hablar. Programa un periodo de tiempo para hablar con tu esposa, tu hijo, tus padres, tus amigos. El habla transmite los pensamientos más profundos del alma. Las palabras que se emiten del corazón, entran al corazón. Una cosa que otra persona dice puede tocar una cuerda interna en nosotros.

Las conversaciones construyen conexiones fuertes y expanden nuestro mundo. Sin ellas, nos deterioramos emocionalmente y nos morimos.

Una gran conversación es tu oportunidad para explorar mundos enteros. A diferencia de una película, este mundo es real, no imaginario. Y la relación resultante es infinitamente más valiosa.

Practica el Arte de la Conversación

La gente está acostumbrada a “hablar”, pero muy pocos realmente se “comunican”. Hablar es natural y automático. Pero la comunicación es un arte que debe ser aprendido y practicado.

Empieza cambiando tu actitud. ¿Alguna vez te has sentado horas en un avión? Has leído todas las revistas y visto la película proyectada. No hay nada más que hacer. Trata de hablarle a la persona que está a tu lado.

Tienes que preparar el ambiente. Empieza diciendo: “Hola”. Después pregunta algo simple, no preguntas amenazantes, algo como: “¿De dónde eres? ¿Cuál es tu nombre?”. Intercambiando credenciales. Sin daño. Sin armas.

Sí, es difícil, porque no sabes a donde se dirigirá la conversación. Pero ¿de qué te preocupas? ¿Acaso se levantará y anunciará a todos los pasajeros: “¡Hey, atención, estoy sentado al lado de una persona aburrida!”?

Es una lástima sentarse silenciosamente durante todo el vuelo y después “accidentalmente” iniciar una conversación fascinante antes del aterrizaje.

No tengas miedo de ser rechazado o de no tener nada inteligente que decir. No te va a matar. Vas a aprender cómo. Las buenas conversaciones deben ser cultivadas y producidas.

No Confundas “Discusión” con “Conversación”

Una “discusión” es una cuestión de bien y mal, un intercambio cerebral de hechos concretos y opiniones.

Una “conversación” es una exploración personal de otra persona. El punto de la conversación no es impresionar a otros o engrandecer tu popularidad, sino aprender de otros.

Este es nuestro error más común. Cuando hablas con la persona en el avión no le digas al final del viaje cuántos trofeos has ganado y cuanto dinero has ganado en la bolsa de comercio. Tampoco preguntes acerca de quién ganó el partido de fútbol o del precio del dólar. Eso no es una conversación, eso es el mesón de informaciones.

El punto de la conversación es conectarte con alguien y explorar sus experiencias, pensamientos, sentimientos y apreciaciones internas. ¿Qué opina de la vida, sobre el amor, sobre el sentido de la creación? Por ejemplo, mientras una “discusión” se puede enfocar en la pregunta: “¿El presidente está lidiando efectivamente con la economía?”, en una “conversación” preguntarías: “¿Cómo te está afectando la situación económica personalmente?”.

Intenta traer el tema a una realidad más emocional. Pregúntale a la otra persona cómo está lidiando con las cosas que le molestan. Así también, cuando hablas con tu esposa/o después de un largo día, la conversación debe ser: “¿Cómo te sientes? ¿Qué te molestó en el día, qué te dio alegría?”.

Si estás teniendo dificultad para hacer que el otro hable, construye confianza al hablar sobre tus propias experiencias y sentimientos. No seas el “Señor lo sé todo”. Cuando se presente una idea di: “llegar a tener un equilibrio entre la familia y la carrera ha sido difícil para mí. Veo la situación de esta forma. Me gustaría realmente conocer tu experiencia y cómo te sientes al respecto”. Al informarle al otro acerca de tu reacción hacia una situación, el otro también sentirá deseos de informarte acerca de su reacción.

El Fascinante Mundo de un Ser Humano

¿Cómo mantienes una conversación interesante? Manteniéndote fascinado. Si tienes una curiosidad apasionada sobre la vida y el ser humano, serás un excelente hombre para conversar. La gente te hablará libremente porque tu interés los atraerá como un imán.

Si encuentras que esa “fascinación” no es fácil para ti, haz un análisis interno. Intenta averiguar el por qué. Comúnmente el problema es la indiferencia – “¿Por qué debe importarme esta persona?”.

Para enfocarte, toma conciencia de que cada ser humano es un misterio increíble, creado a imagen y semejanza de Dios. Podemos cometer errores, pero cada persona es única y sagrada, llena de ideas, experiencias y una sabiduría especial.

No te dejes llevar. La mayoría de la gente no te revela inmediatamente las cosas interesantes y significativas sobre ellos mismos.

Para descubrir a la maravillosa persona detrás de la fachada, trata de entrevistarlos como un periodista persiguiendo una historia importante. “¡Huau! ¿Eres de Panamá? ¿¡Cómo te arreglas con el calor!?”.

Todos quieren llegar a conocerse a si mismos, pero la introspección es demasiado dolorosa. Entonces, cuando haces preguntas, estás ayudando a la otra persona a que se conozca a si misma. Imagínate que alguien te preguntara: “¿Qué opinas de la vida? ¿Es bella? ¿Es aburrida, es una lucha?”. La conversación provoca que veas dentro de ti, que examines y hagas un descubrimiento personal. Las mismas preguntas que te gustaría que te hagan a ti, ¡pregúntaselas a otra persona!

Especialmente cuando estés planeando un paso importante en la vida – como el matrimonio, la carrera, espiritualidad – utiliza la conversación como una herramienta. Entrevista a los demás: ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Fue interesante? ¿Cuáles son los problemas? ¿Cuáles son los placeres? ¿Cómo te sobrepones a tus temores? ¿Qué ganaste? ¿Cuáles son las posibilidades?

Al verte fascinado, la gente empezará a hablar sin parar. Explora la vida. ¡Habla! La comunicación es una herramienta para la vida – ¡es ridículo no utilizarla!

¿Cual es Tu Nombre?

La manera principal de conectarte con aquello que es único de la otra persona es aprender su nombre. Un nombre es un aspecto intrínseco de la identidad humana. Al utilizar su nombre, estableces una conexión y comunicas un interés particular acerca del otro. No puedes tener una buena conversación con alguien que te es indiferente.

Un ser humano solamente es real cuando sabes su nombre. Frecuentemente nos olvidamos del nombre en la presentación y después estamos hablándole a alguien sin identidad. Nos sentimos incómodos. El ambiente no está bien y arruina toda la conversación.

¿Tiendes a olvidar nombres? La clave es prestar atención al comienzo, y repetir el nombre para ti mismo unas cuentas veces. Una técnica para la memoria es hacer una asociación mental. Por ejemplo, si el nombre de la persona es David Brown, imagínate al Rey David vistiendo un traje café. (Entre más extraña la imagen, más fácil será recordarla).

Aprende a Escuchar Bien

Un buen amigo es alguien que sabe escucharte.

La Torá dice: “No endurezcas tu corazón o cierres tu mano” (Deuteronomio 15:7). “Cerrar tu mano” se refiere a ser avaro monetariamente, mientras que “endurecer tu corazón” se refiere a ser avaro emocionalmente. No subestimes el valor que esto tiene. Escuchar pacientemente a alguien que te cuenta sus problemas vale más que darle dinero.

En una conversación, nunca interrumpas. No anticipes ansiosamente el final del enunciado para dar tu opinión. Si alguien dice una idea con la cuál estás en desacuerdo, muérdete la lengua y sigue escuchando. Una respuesta fuerte, probablemente va a poner a la otra persona en una posición defensiva, ya sea enojándose o interrumpiendo la conversación completamente. Sólo cálmate y presta atención especial. No te voltees. No pienses en otras cosas. Presta atención.

Pregunta los puntos que no entiendes. Trata de entender realmente. Construye una atmósfera de confianza que te posibilitará expresar tu opinión más tarde.

No pelees con la gente. No critiques. No crees una confrontación. Comparte sentimientos. Eso es conversación.

Constantemente emite señales de que estás escuchando, y demuestra interés. Usa el contacto visual o un gesto de reconocimiento. Usa palabras simples de retroalimentación como por ejemplo: “Sí, interesante”, o “Eso debe haber sido increíble”. Una persona que sabe conversar puede construir una relación fuerte diciendo unas cuantas palabras.

 

Haz que tus Palabras Cuenten

A veces nos aburrimos de vivir. Entonces hacemos una llamada y charlamos para pasar el rato.

No utilices la conversación para escapar de la realidad. Es una pérdida de energía y de palabras. Cuando acabe la conversación te sentirás vacío.

Haz que cada palabra cuente. Considera tus palabras como joyas preciosas, para ser usadas moderadamente. Habla con precisión, con claridad y propósito.

Piensa antes de hablar. Asegúrate de expresar lo que piensas de la mejor manera posible. Limita tus palabras. Conecta tus palabras con tu mente en lugar de dejar que tu lengua hable sola.

El habla innecesaria arruina tu mente. Un uso eficiente de palabras provoca que te pongas en control de tu mente.

Hay un dicho antiguo que dice: “La gente pequeña habla sobre la gente. La gente mediana habla sobre lugares y cosas. La gente grande habla sobre ideas”. Las palabras que escoges determinan el tipo de persona que serás.

No hables sin propósito alguno. En cualquier conversación, pregúntate: “¿Tiene algún propósito esta conversación? ¿Estoy aprendiendo sobre la vida? ¿Estoy creciendo? ¿Estamos estableciendo algún contacto?”. Si no puedes identificar un propósito, probablemente es porque no hay.

Existe una costumbre judía llamada taanit dibur, un “ayuno de palabras”. Cuando la gente se encuentra a si misma hablando demasiado, se abstienen de toda conversación menos del estudio de Torá. De la misma manera, en la sinagoga, no debe haber diálogos externos, sólo Dios y tú.

Trata de experimentar no hablar durante una hora. Es un ejercicio de control personal, y puede ayudar a tu “yo” interno. No te preocupes, la gente pensará que tienes laringitis.

Evita Hablar Mal

La Torá dice que Dios utilizó la palabra para crear el mundo. (“Y Dios dijo: Que haya luz”).

De la misma manera, para nosotros el lenguaje es la herramienta de la creación – a través del lenguaje podemos construir el mundo o destruirlo. Una palabra de aliento le dará confianza a los demás. Hacer que alguien se sienta importante es decirle: “Tu existencia es necesaria”. Esto da vida y afirma el deseo de vivir.

Por otro lado, el habla también puede ser utilizada para destruir. Palabras como “No vales nada, eso es terrible”, acaban con la autoestima de una persona.

¿Alguna vez te has encontrado en la mitad de un chisme o un chiste desagradable? Es insidioso. De repente te encuentras atrapado en una discusión que se ha volcado hacia lo peor.

Nunca digas nada negativo o derogatorio sobre otra persona – inclusive que sea verdad. El chisme causa conflicto y destruye relaciones, familias inclusive comunidades. Como dijo el Rey Salomón. “La vida y la muerte están en manos de la lengua” (Proverbios 18:21).

Aprende a cambiar los temas. Monitorea tu conversación y después, cuando te des cuenta de que te estás desviando de tema, regresa al tema de manera sutil.

Si esto no funciona, salte de la conversación. Ten frases simpáticas listas para salirte en cualquier minuto. Claro, nunca avergüences al otro, pero no te quedes ahí y te dejes llevar.

¿Por Qué es “El Arte De La Conversación” un Camino Hacia la Sabiduría?

  • Sé      entusiasta con los seres humanos y mantente abierto a conversar.
  • Habla      con gente en la oficina, vecinos, inclusive extraños.
  • Los      seres humanos tienen sabiduría. Pídeles que la compartan contigo.
  • El      habla negativa te convertirá en una persona negativa.
  • Utiliza      las palabras sabiamente. Es uno de los regalos más grandes que tenemos.
  • Mantén      una conversación – no una confrontación.
  • La      conversación es una herramienta para la creación. Te saca del aislamiento.      Construye conexiones y expande nuestro mundo.
  • Llenar      tus necesidades depende de cuán bien comuniquemos aquellas necesidades a      los otros.

Camino #21: La Risa es Cosa Seria

La risa es una profunda emoción espiritual. ¡Quizás por eso existen tantos comediantes judíos! Aprende la dinámica de la risa y utilízala sabiamente.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

La lista de comediantes judíos es muy extensa. El Talmud dice que inclusive cuando el gran sabio Rab dictaba clases a miles de estudiantes acerca de temas serios de Torá, siempre empezaba con un chiste. ¿Por qué?

Los chistes tienen el poder de atrapar nuestra atención y enfocar nuestra mente. La risa puede sacarnos de la melancolía, poner las cosas de regreso en perspectiva y provee el escenario apropiado para sacar el máximo provecho de la vida.

He aquí uno de mis chistes favoritos:

Un hombre está montando su motocicleta en una montaña. De pronto pierde el control y cae por el precipicio. Mientras va cayendo él grita desesperado: “¡Dios! ¡Por favor haz un milagro! ¡Sálvame!”.

Después de un instante, su camisa se engancha milagrosamente en una rama que sobresalía de un árbol y queda colgado a miles de metros del suelo.

“No hay manera de salir de aquí”, piensa él. Entonces, mira hacia al cielo nuevamente y grita: “¡Dios, por favor ayúdame!”.

“¿Confías en Mí, hijo mío?”, dice la voz del cielo.

“Sí. Dios confío en Ti. Sólo sálvame”.

“Está bien, entonces “¡suéltate de la rama y Yo te agarraré!”, le dice Dios.

El hombre piensa por un momento, mira a su alrededor y grita de nuevo: “¿¡Hay alguien más ahí arriba que me pueda ayudar?!”.

El camino número 21 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: Bemiut Tzjok, que literalmente significa minimizar la risa. Aprender la dinámica de la risa y utilizarla sabiamente. La risa es una espada de doble filo. Cuando la utilizas inapropiadamente, por ejemplo, insultando o burlándote de alguien, la risa puede ser destructiva.

Necesitamos definir nuestros términos: ¿Por qué nos reímos?

La risa surge cuando ocurre lo inesperado. Un niño se pone los zapatos de su padre y nos reímos. Al presidente se le olvidan las líneas en su discurso y nos reímos. Cuando dos elementos contrarios se yuxtaponen, la sorpresa repentina nos agarra desprevenidos. Y cuanto más inesperado más chistoso es.

La risa es una parte integral de nuestra salud emocional. No tienes que ver la TV para quitarte la tensión. Sólo necesitas recordar un buen chiste o tener sentido de humor para ver lo absurdo en la vida diaria y… ¡listo! Estás sonriendo, y ahora puedes convertir esa energía positiva en movimiento, crecimiento y energía para algo significativo que necesitas hacer.

Poniendo la Vida en Perspectiva

¿Alguna vez has visto a un niño caer, obtener un pequeño raspón y después soltarse a llorar? ¿Qué tal si vieras al niño y le dijeras: “¡Oh!, ¡creo que tenemos que ir al hospital!?”. El niño se reiría pues reconoce que el raspón es una preocupación muy pequeña como para ir al hospital.

Tener sentido del humor es una señal de madurez porque demuestra un sentido de proporción sobre lo que realmente es importante.

Crecer y madurar es un proceso en el cual aprendemos a ver todos los acontecimientos de la vida dentro de su contexto. Es parte de la naturaleza humana perder el enfoque e involucrarnos emocionalmente en nuestras preocupaciones cotidianas. Podemos reírnos diariamente si reconocemos lo absurdo de una perspectiva retorcida. Alguien que se le pierde un zapato puede pensar que su mundo se está cayendo a pedazos, hasta que conoce a una persona sin un pie.

Los niños no tienen un sentido de proporción. Lloran por cosas triviales y tienen rencores por cosas pequeñas. Un adulto que hace lo mismo está actuando como un niño. “Alguien pisó mi sombra, o alguien me insultó”. Está fuera de proporción.

Trata de reírte de tus ideologías y de tus pensamientos. La risa nos ayuda a no tomarnos las cosas incorrectas de la vida demasiado en serio. Ve cuán tonto realmente es. Cuando esté claro qué ridícula y absurda es nuestra situación, la broma aparecerá en nosotros. Algo nos está diciendo que estar tensos es ridículo, inapropiado, fuera de proporción.

“Reírte de tus problemas” no significa ignorarlos. Eso sería ser irresponsable. Claro que tienes que lidiar con la fuente de tu depresión. Pero cuando estás metido en un problema, tratar de analizar las razones del problema te deprimirá aún más. Si puedes reírte de haber hecho que algo trivial sea demasiado grande, entonces te has alejado lo suficiente de tus problemas. Eso te dará la energía y la perspectiva para lidiar con las causas más serias que están actuando por debajo.

Cada día debe ser nuevo. No vengas con nociones preconcebidas. La risa te ayuda a limpiar el aire. Entonces ríete. Sé creativo pues el mundo está hecho para nosotros, para nuestro desafío y esa es nuestra oportunidad. Disfruta. No tengas lástima de ti mismo.

Libera la Tensión

¿Por qué las niñas de la preparatoria se ríen cuando pasan caminando los niños? O ¿por qué en un parque de diversiones en la “casa de los sustos” la gente ríe cuando los fantasmas salen?

Porque la risa es un desahogo subconsciente de la tensión. La risa te quita la tristeza, la depresión, la preocupación – todas las formas de tensión.

Utiliza la risa conscientemente para romper la tensión en ti mismo y en otros. En el mundo de hoy, todos están preocupados sobre la economía, los misiles nucleares, los impuestos, los despidos. Estas preocupaciones nos han tensionado tanto que mucha gente camina alrededor de nosotros como bombas de tiempo, listas para explotar.

Ríete para liberar el vapor y levantar tu ánimo. No te darás cuenta con cuanta tensión caminas diariamente hasta que hayas experimentado una buena risa para desahogar esa tensión.

Utiliza la risa de una manera consciente para relajarte a ti mismo y a los demás. Cuando le hablas a alguien que está tenso, ríete y cuéntale un chiste.

Seguramente, alguna vez te ha pasado que estabas en una terrible discusión con un amigo – con todo tipo de malas vibraciones y sentimientos – cuando de repente comenzaste a reír. Algo te pareció ridículo sobre lo que hablaban. Todos los malos sentimientos desaparecieron y pudiste ver cuán absurda era toda la pelea.

Entonces utilízala conscientemente. Para disipar el enojo en la mitad de una discusión, empieza a reírte. Hará que todos se relajen. La risa es una pequeña pero poderosa herramienta.

O si estás nervioso por un examen, ríete y di: “¡Y qué si repruebo! ¡Tal vez romperé el record del examen con más baja calificación!”. Ese tipo de bromas te relajarán y te ayudarán a visualizar que lo más probable es que pases el examen.

Inclusive, sólo sentir la risa puede elevar tu espíritu y relajarte. Lleva siempre contigo un chiste favorito que te haga reír y que funcione en todo momento. Recuerda esa broma y comienza a reírte. ¡Reírte cuando no sientes ganas de hacerlo puede ser en sí mismo muy chistoso!

Ríete de la Incoherencia

Cuando nos reímos de algo, ya sea una idea, una persona o una cosa absurda – la destruimos. Como cualquier arma poderosa, la risa debe ser sólo dirigida hacia un objetivo apropiado.

Claro, es cruel reírse de una persona loca. Pero si puedes reírte de ideas locas. Por ejemplo, ríete de la idea de “ser exitoso”. Piensa en lo absurdo que es ver tantas personas perdiendo sus vidas en la persecución de posesiones materiales, incluso cuando ya hace mucho que no las necesitan. Ríete del mal y de la idolatría de los valores artificiales. Esto te distanciará de aquellos valores y te impedirá que te quedes atrapado en ellos.

Ríete de los celos, trivialidades, y peleas. Cuando sea que estés rodeado de incoherencia, ríete y no caerás en ese hechizo.

Ríete de la forma en que la gente pierde el tiempo. En un largo vuelo, cientos de personas se sientan con sus ojos pegados a una pantalla viendo una película aburrida que no pagarían un centavo para verla en sus casas. Pero ya que están atorados en el avión, se quedan viéndola. ¿No es una manera absurda de perder preciosas horas de vida? En lugar de eso, la persona podría estudiar, pensar o mantener una conversación productiva.

Analiza tus “objetivos de vida” y toma conciencia de qué poco tiempo estás invirtiendo para lograrlos. ¿No es absurdo?

No todas las risas tienen que ser risas felices, sin embargo, todas proveen la misma perspectiva. En el mundo existe la cantidad necesaria de comida para alimentar a todos por lo menos durante una década, y así y todo miles de personas pasan hambre. ¿Por qué? Por política y ambición. ¡Es absurdo! El primer paso es reconocerlo. Tenemos que reírnos sólo para reconocer lo absurdo de la situación y así podremos tomar acción en el asunto.

Cuando veas estás cosas tan ridículas ríete de ellas para que no te quedes atrapado en ellas. Cuando veas incoherencia a tu alrededor asegúrate de reírte y te salvarás.

 

 

Abusos de la Risa

Abusar de la herramienta de la risa es peligroso y destructivo. Aléjate de:

A) Ridiculizar

Ríete “con” la gente, no “de” la gente. Ridiculizar a alguien hiere su alma. Es vergonzoso y lo hace sentir inútil. “Eres un payaso, no eres nada”. Ridiculizar es la manera más terrible de herir a otro ser humano. La gente siente esto muy profundo.

Entonces la próxima vez que ocurra algo “chistoso”, asegúrate de no dirigir tu risa hacia esa persona sino a lo que hizo.

Similarmente, nunca te rías de las preocupaciones de otra persona. Puesto que la persona puede no ver las cosas desde tu misma perspectiva, tu sentido de alegría ante sus problemas lo puede hacer peor. (A menos que logres que la otra persona también se ría).

B) La Risa Excesiva

Reír por reír es sólo un escape. Los chistes por si solos no se comparan a la felicidad. Y demasiada risa otorga un sentimiento artificial de felicidad. Puedes pasarla muy bien en el show de un comediante, pero luego sentir un sentimiento de vaciedad. Esto es porque subiste tu estado de ánimo pero no era algo real. Y la realidad siempre regresa.

La tontera, es también una señal de que te escapas de las realidades de la vida. La vida es cosa seria y la frivolidad destruye el significado. Es por eso que la risa excesiva y fuera de lugar puede llevar a un comportamiento inmoral.

C) La Risa Negativa

Ciertos tipos de risa como el cinismo, el sarcasmo o la risa nerviosa, revelan un problema emocional más profundo. Chistes étnicos y sucios son especialmente problemáticos. Ten cuidado de estas “risas negativas” en ti y en los demás, y distánciate de ellas.

D) Fuera de Límites

Hay un dicho antiguo que dice: “Nunca te rías de la maternidad o de Dios”. Esto quiere decir “no seas irrespetuoso riéndote sobre temas serios”.

Nunca te rías del idealismo. Si alguien está dejando a un lado sus deseos materiales para servir las necesidades de los demás no digas, “los buenos se quedan atrás”. Has inyectado una energía negativa a la sociedad. Esto es algo serio y tú también debes ser serio al respecto.

La Risa y Dios

En un nivel más profundo, la risa nos enseña como Dios interactúa con el mundo.

El día oficial de la “risa judía” es Purim. Nos disfrazamos con disfraces chistosos y hacemos actuaciones absurdas – lo que nos sorprende es que la historia de Purim fue la salvación de la aniquilación del pueblo judío.

Los judíos pasaron de ser el objeto de aniquilación a ser los héroes y vencedores. Hamán es colgado y los judíos rescatados. Fue un milagro que cambió nuestra historia. Alguien que pensó que estaba en peligro y después se dio cuenta de que estaba a salvo, se ríe fuertemente al sentirse aliviado. Alguien que pensó que vivía en un mundo hostil y de repente se da cuenta de que Dios existe, se ríe fuertemente de alegría.

Los seres humanos ven el mundo desde una perspectiva finita. Puesto que estamos atados al mundo físico por nuestros cuerpos, estamos forzados a vivir con la ilusión de lo que percibimos.

La risa es la oportunidad de trascender límites que nos impiden ver a Dios claramente. Inclusive cuando las cosas se ven mal, inclusive que estemos sufriendo, sabemos que todo es para nuestro bien, pues hay un Dios benevolente detrás de todo, manipulando eventos para nuestro bien.

Y esa es la historia del pueblo judío.

El Talmud dice que en los tiempos del Mesías “ENTONCES, nuestras bocas se llenarán de risa”. ¿Por qué en ese tiempo y no ahora? Porque hoy el mundo está acosado por celos, ambición, violencia, intolerancia y fraude. Sospechamos de nuestros vecinos y de nuestros líderes. Manipulamos y buscamos sacar ventaja a expensas de los demás. En lugar de cooperar, competimos.

Pero en la era mesiánica todo se va a voltear. Como dice el profeta: “El venado se acostará con el león… y los niños pequeños jugaran en el nido de una cobra” (Isaías 11:6). En ese tiempo, cuando toda la verdad sea revelada, “ENTONCES nuestras bocas se llenarán de risa”.

Si realmente tuviéramos claro la idea de que el único poder en el mundo es Dios, no tendríamos tantas preocupaciones y ansiedad. Con confianza en Dios estaríamos completamente relajados. Entonces, necesitamos una buena risa para relajarnos, olvidar nuestras ansiedades y romper nuestros muros. Después podemos reafirmar nuestra creencia de que el mundo de Dios es bueno, y que todo saldrá adelante.

¿Por Qué la “Risa” es un Ingrediente para la Sabiduría?

  • Utiliza      la risa para mantener tus problemas en proporción. Date cuenta de que no      son tan malos como parecen. La vida no es un conjunto de problemas sino de      oportunidades.
  • La      risa disipa la melancolía, la depresión, el dolor. ¡Utilízala como una      manera rápida de volver a la acción!
  • Utiliza      la risa conscientemente y de manera medida.
  • La      depresión y el sufrimiento limitan nuestra fuerza. La risa te relaja y te      da nueva energía.
  • La      risa destruye todo en su camino – para bien y para mal.
  • La      risa nos conecta con la realidad profunda de la interacción de Dios con el      mundo.

Camino #22: Conquistando la Frustración

Es un mundo difícil y debemos ser persistentes. Desertar es entregarse en las manos de la frustración. No la evites. Acepta la frustración como un desafío, ¡disfrútalo!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Imagina que acabas de comprar un nuevo coche deportivo y lo estás sacando por primera vez. Mientras te acercas al semáforo, éste cambia a color amarillo, así que bajas la velocidad cuidadosamente y te detienes. De repente, alguien te choca por atrás. Y como si esto no fuera suficiente el mismo conductor retrocede y te vuelve a chocar. ¡Ahora estás furioso! ¡Tu precioso y flamante coche deportivo que te costó un año de salario!

Saltas enfadado listo para saldar cuentas con la persona… cuando de pronto un tipo enorme de dos metros de alto sale del coche.

“Eee… disculpe señor”, empiezas con un tono mucho más bajo que el que originalmente pensabas utilizar. “Parece que accidentalmente le pegó a mi coche, ¿está usted bien? ¿Tiene seguro?”

¿Cómo se te fue el enojo tan rápido?

En un nivel intelectual entendemos que el enojo es contraproducente. Poseemos el poder de controlar nuestras emociones. No importa cuán grave sea la situación podemos poner el enojo a un lado y actuar civilmente. Especialmente cuando estamos frente a un mastodonte de dos metros.

El camino número 22 de los 48 caminos hacia la sabiduría es Erej hapaim que significa lentitud en el enojo. Este concepto literalmente se debería traducir como: “Amplias fosas nasales”. ¿Te das cuenta cómo las fosas nasales de una persona se elevan cuando está enojado? Una herramienta para llevar una vida saludable es conquistar esta frustración.

Una persona enojona actúa como un animal salvaje. Deja a un lado toda la moderación. Puede cerrar la puerta y gritar obscenidades. Está ciego a las consecuencias de sus acciones. Se ha dejado llevar por la frustración.

El primer paso para controlar el enojo es reconocer cuán contraproductivo es. Cuando sientas que la frustración está creciendo, y una voz interna te dice: “Vamos a gritarle a esa persona hasta que se escuche del otro lado del mundo”, pregúntate: “¿Qué beneficio tendré? Sólo me avergonzaré a mí mismo”.

Si pudiéramos ver un vídeo de nosotros mismos al enojarnos, la humillación nos podría curar del enojo por el resto de nuestras vidas.

Nunca Renuncies a Causa de la Frustración

¿Alguna vez has querido aprender una nueva habilidad – como un lenguaje diferente o un instrumento musical y después renunciaste?

“Renunciar” es otra forma de dejarte llevar por la frustración. Aprecia que este es un mundo difícil y tenemos que ser persistentes para poder lograr algo. A la mitad nunca voltees para atrás. Sigue hasta el final.

Considera cuántos proyectos empezaste y desechaste porque te frustraste y perdiste la paciencia. Haz una lista de las cosas que empezaste y desechaste porque parecían muy difíciles. Ahora calcula la decepción y la pérdida que sufriste al no aceptar la frustración.

¿Cómo reparamos esta falta? Mira la lista de las cosas a las que has renunciado. Escoge una y decide llevarla a cabo. Y por el resto de tu vida una vez que decidas realizar algo, nunca renuncies. (A menos que estés objetivamente seguro de que “no vale la pena”, por ejemplo calculaste equivocadamente la cantidad de esfuerzo requerido en relación al pago final).

Cada noche antes de irte a dormir chequea: ¿Dónde gane y dónde perdí?

Pérdida de Confianza

Además del resultado obvio de renunciar (no lograr tu objetivo) existe una consecuencia terrible: Una pérdida de confianza personal. Si renunciamos una vez, la próxima vez que planeemos un proyecto no vamos a confiar en nuestra habilidad para llevarlo a cabo.

Para darte cuenta de lo destructivo que puede ser este patrón haz una lista de los proyectos que alguna vez pensaste, pero que nunca empezaste porque nunca creíste que podrías lograr. Ve cuán poca credibilidad tienes en tus ojos. ¡Después de unos cuantos fracasos tú obviamente esperas que siga pasando!

Si alguien deja de creer en si mismo, ha tocado un punto sin salida. Cuando llegas a este punto comienzas a aceptar la idea de que está bien ser mediocre. Esa es una actitud autodestructiva.

Resuelve eso. De hoy en adelante, cuando sea que consideres un proyecto siéntate y date cuenta de cuanto tiempo, energía y esfuerzo te llevará hacerlo. Después decide si vale la pena o no. Si concluyes que sí, entonces empieza con confianza – y no te permitas renunciar a menos que ocurra algo fuera de tu control.

Cuando algo se torne difícil y una voz diga: “¡No vale la pena!”, dite a ti mismo: “¡Sí vale la pena!”.

Al seguir adelante no sólo realizas el trabajo, sino que construyes una confianza personal – lo cual es una razón suficiente para seguir adelante con el proyecto.

Sólo Cinco Minutos Más

La frustración puede resultar de una falta de progreso a la velocidad deseada. En circunstancias como estas, es importante monitorear tu éxito, inclusive que sean sólo incrementos microscópicos. El lograr algo te ayudará a sentirte bien sobre ti mismo.

Para no renunciar, hazte trampa a ti mismo: Una maratón de tres horas puede ser casi imposible correr, pero 10 vueltas de 18 minutos cada una es más razonable. Programa objetivos pequeños y realizables. Después, cuando estés en el corazón del proyecto y sientes que ya no podrás seguir, sólo dite a ti mismo: “otros cinco minutos y luego renuncio”.

Cuando se acaben los cinco minutos puedes regatear otros cinco minutos.

La frustración es mucho más fácil de soportar en dosis pequeñas. Si estás luchando con una dieta, decide que sólo por “hoy” vas a quedarte con la lechuga y la avena. ¡Mañana vas a darte el lujo de comer una carne grasosa con papas fritas! Esto ayudará a tu cuerpo a resistir hasta que logres tus objetivos.

En la espiritualidad, los Sabios dicen: “Si trabajas y no tienes éxito significa que no has trabajado lo suficiente”. Incluso que no haya garantías en otras áreas, sí existe una garantía en el éxito espiritual. Ese conocimiento ayuda a construir confianza.

Y no importa el resultado, cada paso exitoso indudablemente mejora la confianza en ti mismo y te mantiene en el camino hacia el éxito.

La Frustración de Perder Tiempo

La gente podrá decir: “Lo único que quiero hacer es tomarme unas vacaciones y echarme al sol”. Pero, ¿qué ocurre después de unas cuantas horas de estar sentados en la playa, pensando, “Ahh… esto es vida”? Empiezas a sentirte inquieto e incómodo. Empiezas a ver qué cosa constructiva puedes hacer. Después de dos días en la playa, ¡ya no sabes que hacer!

La frustración más grande es perder el tiempo. Cuando estás parado en la línea de un banco, viendo tu día pasar mientras tienes muchas cosas que hacer, esa es una frustración inmensa.

El hecho de renunciar también es una fuente importante de perder tiempo. Si invertimos en un proyecto y después no vemos su realización, perdimos mucho tiempo.

Dios creó la frustración para motivarnos a realizar algo con nuestras vidas.

La Vida es un Desafío

¿Es razonable asumir que nunca experimentarás frustración y que tu vida será muy fácil? ¡Para nada!

En el libro de Proverbios, el Rey Salomón dice: “La persona justa cae siete veces y luego se levanta. La persona malvada sólo cae una”. Vemos que la persona justa no se define como alguien que nunca comete un error. La persona que logró obtener grandeza es aquella que se levanta una y otra vez, que ve la frustración sólo como una molestia pasajera y que por lo tanto nunca se rinde. De hecho, ¡el caer siete veces puede ser precisamente la forma en la que se hizo grande!

Tienes que distinguir entre lo que “esperas que pase” y lo que “probablemente pasará”. La vida inevitablemente tiene altos y bajos –momentos de relajación y tiempos de tensión. Cuando empieces a aceptar esta realidad, vas a estar un paso más cerca de ser capaz de lidiar con la frustración de una forma más sana.

La próxima vez que surja la frustración sólo recuerda: “¡Así es la vida!”.

Tomando las Cosas Sin Alterarse

La alegría es una de las herramientas más grandes para eliminar el enojo y la frustración. Si estamos tristes, entonces tenemos menos paciencia y tolerancia para todo y para todos.

Ayer, cuando alguien pisó tu pie, probablemente le dijiste: “¡fíjate por donde caminas!”. Pero vamos a decir que hoy te sacaste la lotería y alguien piso tu pie. “No hay problema amigo”, le dices con una sonrisa. “Qué tengas un buen día”.

¿Por qué la diferencia? Sentirte relajado, seguro y elevado mantiene a la frustración y al enojo en jaque, aparte de que tu salud física se ve beneficiada; menos úlceras, menos presión sanguínea alta, etcétera…

¡Pero no debes esperar hasta ganar la lotería para hacer esto!

Disfrutando de la Frustración

Tolerar la frustración es una manera de lidiar con ella. Un nivel más elevado – generalmente característico de aquellos que llegan a la grandeza – es decidir amar a la frustración y trabajar con ella.

Si piensas en eso, verás que muy dentro de ti realmente “amas la frustración”. Imagínate ir a comprar un rompecabezas de 1000 piezas. Lo traes a casa, abres la caja y descubres que todas las piezas están numeradas y en orden. ¡Te pone furioso! ¿Por qué? Porque pagaste una buena cantidad de dinero por una caja de frustración y te quitaron el desafío.

La vida es como un rompecabezas. Cuando tienes un problema complejo primero trata de construir un marco, un sentido general de cómo quieres que esto se resuelva finalmente. Después ve cómo resolverás el problema, pieza por pieza.

En la vida diaria obtenemos regocijo a través del esfuerzo y el dolor. Tantas cosas sólo se pueden lograr por medio de la lucha. Ya sea dar a luz un bebé o tener éxito en la carrera. Aceptamos ciertos dolores como un precio que vale la pena pagar por el placer obtenido.

En verdad, cuánto más grande el desafío, más alto nos podemos elevar al superarlo. Considera una persona muy enferma cuyo sufrimiento es intolerable. Puede decidir no dejar que el sufrimiento le robe aún más calidad de vida. Puede decidir trabajar con el dolor en lugar de ponerse contra él. En el momento de la decisión se reduce notablemente el sufrimiento y aunque no lo reduzca físicamente, al menos lo hará espiritualmente.

Creyendo Que lo Puedes Hacer

Hay dos tipos de problemas: Aquellos que sabes que pueden ser resueltos y aquellos que no estás seguro si pueden ser resueltos o no.

El primer tipo es obviamente mucho más fácil de manejar. Cuando sabes que puede ser realizable tienes más ganas de luchar contra la frustración.

Siempre trata de mover tus problemas a la categoría “sabida” de la frustración. Cuando primero aprendiste a andar en una bicicleta probablemente tenías miedo de caerte y romperte la cabeza. Pero observaste a tu alrededor y viste a los otros niños que no perdían el equilibrio. Ver a otros tener éxito te da confianza para realizarlo. (¡Y si nunca hubieras visto a alguien andar en un uniciclo pensarías que es totalmente imposible!).

Deshazte de la actitud de “no puedo hacerlo”. Eso te gana y te exime de inclusive no intentarlo.

La sabiduría es una de las cosas más difíciles de obtener, y por lo tanto está sujeta a muchas frustraciones. La próxima vez que te atores, mira a otros que han tenido éxito. Sabemos que si ellos lo pudieron lograr, entonces nosotros también podremos. Y creyendo eso ya hemos ganado la mitad de la batalla.

Dios Provee el Desafío

Hay un aspecto metafísicamente más profundo de la frustración: Dios nunca le presenta a una persona un desafío que no pueda superar. Esto pone a cada desafío en la categoría de “realizable”. Como un entrenador de atletismo, Dios no va a levantar la vara más alto de lo que podemos saltar, porque eso nos haría fracasar. Y Dios quiere desesperadamente que tengamos éxito.

Similarmente, para aquellos que creen que Dios le habló a la humanidad en el monte Sinai, y le dio al pueblo judío la Torá, todos los problemas se mueven a la categoría “sabida” de la frustración. Si Dios nos dijo que estamos obligados a ayudar a la humanidad, a trabajar en conjunto y a amarnos unos a los otros, eso significa que puede ser realizable. Dios no es sádico. Si no puede ser realizable, no nos hubiera ordenado hacerlo.

Es por eso que el judaísmo sostiene que el enojo es equivalente a la idolatría. Porque decir “no puedo hacerlo”, es como decir que Dios no está involucrado en nuestras vidas. “No puedo” significa que Dios no me puede ayudar y eso es idolatría.

La vida no tiene problemas, sino oportunidades.

¿Por Qué “Conquistar La Frustración” es un Ingrediente Para La Sabiduría?

  • Los      que renuncian nunca ganan, y los ganadores nunca se rinden. Perder tu      temperamento simplemente significa que te das por vencido fácilmente.
  • Cuando      renuncias a causa de la frustración pierdes credibilidad y confianza en ti      mismo. Adopta el lema: “Voy a sobreponerme a la frustración”.
  • La      mejor manera de lidiar con la frustración es aceptarla como un desafío, y      amarla.
  • Enfócate      en tu progreso, aunque sea muy pequeño, y obtén placer en cada paso del      camino.
  • El      enojo es llamado idolatría porque estamos escuchando órdenes del jefe      equivocado.
  • La      vida es difícil y el camino hacia la grandeza está pavimentado con      frustración. No puedes llegar al cielo con patines.
  • Cuando      sabemos que Dios provee el desafío, entonces sabemos que podemos lograrlo.

 

 

 

 

 

 

Camino #23: El Buen Corazón

Dentro de nosotros hay una lucha interna entre dos inclinaciones opuestas, actuar correctamente o ser egoístas. Debes tomar conciencia de esta lucha interna y debes aumentar tu capacidad de elegir el bien.

 

 

Queremos ser buenos, pero no es fácil. Si le preguntas a una persona malvada y a una persona bondadosa la misma pregunta: “¿Eres una buena persona?”, quién crees que diría: “¡Yo soy bueno!” ¿La persona malvada o la persona bondadosa?

¡La persona malvada! El malvado puede insultar a su propia madre y aún así pensar que es bueno. Si tú le dices: “¡Eso es terrible! ¿Cómo puedes insultarla así?”, él te responderá: “Tú no entiendes. Ella me pidió que saque la basura. Si yo saco la basura, ¿quién sabe que otra cosa me pedirá después?, ¡y esto puede seguir así eternamente!”.

El hombre bueno saca la basura, pero cuando tú le dices: “¡Ah, eres tan buena persona!”, él dice: “¿No has notado?, mientras sacaba la basura, he insultado a mi madre”.

Tú le dices: “¿Qué estás diciendo? Yo estaba presente y tú no has insultado a tu madre”.

Él te dice: “Bueno, no la insulté realmente, pero sí me quejé mucho. Yo estaba leyendo un libro muy interesante y no quería que me interrumpieran, yo me quejé para protestar”.

¿Ves la diferencia? La persona malvada siempre dice que está en lo correcto. A él no le interesa ser bueno, por lo tanto no tiene un conflicto interno. Él simplemente asume que está en lo correcto.

En contraste, la persona que intenta ser buena, sabe lo difícil que es esto. Y siempre está intentando alcanzar un nivel más alto.

Existe un tercer tipo; el tzadik, la persona completamente justa. El tzadik saca la basura y dice: “con todo gusto, mamá. Tú trabajas duro cocinando para todos, ¡es un placer hacer algo por ti!”.

Cualquiera que ha tratado verdaderamente ser bueno sabe que no es fácil. Es por eso que es más difícil para la persona buena verse a sí mismo como bueno. La persona malvada, por otro lado, no se preocupa por ser bueno, y es por eso que nunca siente el esfuerzo. Es por eso que contesta rápido que él es bueno.

La persona que realmente trata de ser buena sabe cuán duro es el trabajo.

Encamina tu Deseo a Ser Bueno

Por un lado, todos queremos ser buenos. Es por eso que cuando preguntas a la mayoría de la gente: “¿Eres bueno?”, casi todos dicen: “Seguro”. Porque básicamente, todos nosotros queremos hacer lo correcto.

Por otro lado, lleva esfuerzo ser bueno. A veces no tenemos ganas de hacer ese esfuerzo. A veces queremos ser seducidos por cosas que nos tientan en otra dirección.

Para tener éxito en la lucha, debes encaminar tu deseo innato de ser bueno y debes utilizarlo para bien. Si tú puedes usarlo efectivamente, no te imaginas cuánto poder te dará.

Para hacer esto, comienza recordando cada día que quieres ser bueno. Di cada mañana: “Hoy, yo quiero ser bueno”. Hazlo parte de tus pensamientos, y comenzarás a ver un efecto claro a través del día.

Recuerda tu deseo de ser bueno especialmente cuando sientas ganas de hacer algo que no es tan bueno. Por ejemplo, cuando tu madre dice: “saca la basura”. Puede ser que no tengas ganas de hacerlo, pero si sabes que es lo correcto, lucha contra el deseo de decir: “Olvídalo… más tarde…”

El Conflicto Entre lo que Quieres y lo que Tienes Ganas

En un nivel más profundo, necesitas comenzar a desarrollar una conciencia de la lucha que se desata dentro de ti. Por ejemplo:

  • Tú      quieres levantarte de la cama a tiempo; pero tienes ganas de dormir un      poco más.
  • Quieres      utilizar tu tiempo efectivamente; pero tienes ganas de relajarte.
  • Quieres      sabiduría; pero tienes ganas de ver TV.

Generalmente, lo que quieres hacer es lo correcto; lo lógico. Lo que tienes ganas de hacer es cómodo y no implica esfuerzo. Esto es porque el conflicto es realmente un conflicto entre tu cuerpo y tu alma.

Tu alma quiere hacer todas las cosas correctas: amar a la humanidad, ser altruista, buscar la justicia, desarrollar su potencial. Tu cuerpo quiere comer, dormir, codiciar, etc.

Tu alma quiere cosas trascendentes. Tus deseos físicos, por otro lado, no tienen nada que ver con el futuro. Ellos buscan satisfacción instantánea.

Querer algo es buscar lo permanente. Está arraigado en la realidad.

El deseo es algo momentáneo. Es un escape.

Por ejemplo: debes rendir el último examen, pero no tienes ganas. Tu tienes ganas de golpear al profesor en la nariz y decirle: “¡Quién necesita este mugroso diploma!”. Tu alma dice: “Así es como te sientes ahora, pero tú quieres graduarte y encontrar un buen trabajo, además no quieres desilusionar a tus padres”.

No es fácil ganarle a los deseos. Lleva dolor y esfuerzo. Pero si entiendes el conflicto, si puedes recordar que estás luchando, entonces podrás vencer la batalla.

A través de la vida, pregúntate en cualquier situación: ¿Qué es lo que mi alma dice sobre esto y qué es lo que mi cuerpo dice? Una vez que reconozcas la raíz del conflicto, estarás en el camino a superar el conflicto.

Aprende a Distinguir Entre “Querer” y “Desear”

Algunas veces, sin embargo, elegir cuál es la cosa que deseamos de lo que queremos puede ser muy confuso. A veces, nosotros damos por obvio que queremos ciertas cosas, pero nuestros deseos se meten en el camino y confunden nuestros pensamientos.

Por ejemplo: es obvio para nosotros que todos quieren ser felices.

Pregúntale a alguien: “¿Qué preferirías ser: rico o feliz?”.

Probablemente te contestaría: “Prefiero ser feliz”. Después de todo, ¿qué clase de tonto quiere ser un millonario triste y miserable?

Ahora le dices: “Está bien, dame una semana y te mostraré cómo ser feliz”.

¿Qué te contestará? “Bueno, es muy interesante… Quizás algún día lo tomaré en cuenta”.

Tu le dices: “Hagamos un trato: si en un mes tienes éxito en incrementar tu felicidad, te daré $10.000”.

¡Ahora mira cómo esa persona corre hacia ti!

¿Cómo es posible? ¿Qué es más importante para él: felicidad o dinero?

¡Por supuesto que la felicidad es más significativa! Pero el dinero está arraigado en nuestro deseo. Eso nos distrae de ir detrás de lo que realmente queremos.

El “deseo” confunde nuestro pensamiento, haciendo el objetivo de nuestro deseo tan atractivo que somos engañados y llegamos a pensar que eso es lo que realmente queremos.

A menos que hagas el esfuerzo de distinguir entre tus deseos y lo que quieres, y clarifiques qué aspecto está controlando tus acciones, es probable que confundas los dos y pierdas oportunidades valiosas para alcanzar tus metas.

Un Favor a Nosotros Mismos

La manera más poderosa de activar tu deseo por el bien es darte cuenta que ser bueno es una necesidad fundamental de la naturaleza humana. Cuando haces algo como ayudar a una anciana a cruzar la calle, más que hacerlo por ella, estás haciéndote un favor a ti mismo.

La autoestima es tan vital como el oxígeno. Si un ser humano no piensa que es bueno, se marchita.

Aquí hay una ilustración: Imagina que eres un cirujano muy exitoso y famoso en el mundo. Todos te buscan, eres rico, tienes una hermosa esposa e hijos maravillosos. Todos te aman.

Ahora estás viajando a través de Arabia Saudita con tres amigos. Una noche, mientras tus amigos pasean por la ciudad, la policía secreta saudita llega hasta tu habitación en el hotel y dice: “Tus amigos son peligrosos espías. O nos dices dónde están ellos, o te matamos”.

Si los delatas, sería terrible. Pero por otro lado, tú puedes volver a tu casa y nunca nadie sabrá lo que pasó. Ciertamente los sauditas no hablarán. Tú podrías seguir siendo un famoso cirujano con una hermosa mujer e hijos maravillosos.

¿Qué harías? ¿Ves la lucha interna?

¿Qué pasaría si la policía secreta saudita te pidiera matar mil niños? Si matas 1000 niños puedes volver a tu casa y a tu hermosa vida. ¿Tú crees que podrías acabar con 1000 niños inocentes sólo porque quieres sobrevivir? ¿Podrías hacer algo así?

Analizando estas preguntas descubriremos algo muy profundo en la composición de todo ser humano. Ser bueno es más importante que casi todo lo demás en nuestras vidas. “El Bien” es un gran ideal. Inclusive estarías dispuesto a morir por él. Cuando estás convencido de que algo es lo correcto, también estarás dispuesto a morir por ello. Esta es la naturaleza común del ser humano. Cuando hay algo más importante que nuestras propias vidas, debemos hacer lo correcto.

Si sabes por que estás dispuesto a dar la vida, entonces sabrás por lo que estás viviendo. Y si estás dispuesto a dar tu vida para ser bueno, entonces reconoces, profundamente, que no puede haber una meta más alta en la vida que ser bueno.

¡Entonces, sal y vive para eso! ¡Aprovecha esa fuerza dentro de ti! Busca la sabiduría para entender cómo ser bueno. Hazlo tu meta en la vida. Recuerda, no le estás haciendo el favor a nadie sacrificándote por esta causa. Tú estás haciendo lo que tu yo interior quiere.

Domina tu Deseo

Presta atención. Asegúrate de no pasar tu vida siguiendo la definición del bien desde la visión de otra persona. Asegúrate de que estás haciendo lo que realmente quieres hacer. Si tú no tomas control de tu deseo interno de ser bueno, él tomará control sobre ti, y la definición de la sociedad sobre la bondad puede terminar siendo tu sentencia de muerte.

El noventa por ciento de las personas que mueren por una causa, lo hacen porque la sociedad les dijo que lo hagan. En todo el mundo, las personas dan su vida para ser buenas. Un terrorista palestino muere literalmente por el bien.

¿Jugarías a la ruleta rusa? ¿Y si otras personas te llaman “cobarde”? ¿Ves la ironía? El verdadero cobarde es el que tiene tanto miedo de lo que las personas piensan, que arriesga su vida por algo sin sentido.

En el mundo, la presión social es ser “exitoso”.

Tristemente, la mayoría de las personas pasan su vida haciendo cosas definidas por la sociedad, como “buenas”. Por ejemplo: la mayoría de los americanos van a la universidad por la presión social. Quizás es parte del deseo de obtener un mejor trabajo, pero muchos quieren el diploma por el estatus y el auto respeto. Si simplemente deseamos dinero, buscaríamos el lugar donde hacer más dinero.

Pero nosotros sentimos que si obtenemos un diploma, estamos de alguna manera siendo mejores personas.

La definición de “bueno” es éxito financiero. Si eres exitoso, grandioso. Si no lo eres, necesitas un psicólogo. Las personas se pulverizan por la depresión de no ser exitosas. “¿Qué está mal conmigo?, ¡no puedo encontrar un trabajo! ¡Debo ser mala persona!”.

Qué dirías sobre alguien que tiene un dolor de dientes y dice: “Yo no soy bueno”.

Dirías que está loco: “Si tú tienes dolor de dientes, ve a un dentista. ¡Busca la manera de aliviar tu dolor!”. Pero si una persona no puede encontrar trabajo, todos dirán que él no es bueno.

Este sentimiento se aplica también a la manera en que nos vestimos y los autos que conducimos. ¿Por qué las personas compran un Mercedes? ¿Porque es mucho más cómodo para conducir… o porque da estatus? Queremos demostrar que somos buenos (cortésmente, por supuesto, para que las personas no piensen que somos bárbaros).

Asegúrate de no pasar tu vida siguiendo la definición de otra persona de lo que es ser bueno. Asegúrate de elaborarla tú mismo.

Todo Ser Humano Quiere Grandeza

Hay una cosa crucial que tienes que saber sobre tu deseo de ser bueno: es simplemente lo de menos. En realidad, todos nosotros queremos ser más que buenos. ¡Queremos ser grandiosos!

Nadie quiere ser un término medio. Intenta decir en voz alta: “Yo quiero ser un mediocre”.

No puedes pronunciar esas palabras, ¿no es cierto? Queremos ser grandiosos no solamente buenos.

Si yo te dijera que existe un botón que puedes presionar e instantáneamente liberarías al mundo de todos sus problemas, ¿no te gustaría ser el que lo apriete? No hay nadie que esté leyendo esto que no le gustaría ser la persona que descubra la cura para el cáncer o elimine la amenaza de la guerra nuclear.

Entonces, ¿por qué no aspiramos a eso? No porque no lo queremos. No porque no fantaseamos sobre cambiar el mundo. Sino porque el esfuerzo parece demasiado grande.

Cada uno de nosotros quiere ser la persona que realmente una a la humanidad para una vida en paz y armonía. Este es el concepto judío del Mashiaj. Él restaurará el mundo.

Una vez pregunté en una clase: “Díganme honestamente, en secreto, en lo más íntimo del corazón, tienen el deseo de ser ustedes mismos el Mashiaj? Todos los que descubran honestamente este sentimiento en su corazón, levanten la mano”.

Toda la clase levantó la mano. El último muchacho que levantó la mano dijo: “Gracias a Dios. Pensé que yo estaba loco!”.

Aquí tienen un secreto que nunca aprendieron en la escuela: Un ser humano, no se sentiría satisfecho ni siquiera siendo el Mashiaj. El deseo de nuestras almas es ser como Dios. El alma, la chispa Divina que está dentro de cada uno de nosotros, anhela estar unida con la fuente de toda vida – Dios.

Nuestra Torá, nuestras Instrucciones para Vivir, realmente nos ayudan a lograr eso. Una de las 613 mitzvot es asemejarse a Dios. Es un trabajo duro, por supuesto. Pero en realidad, es lo que realmente buscamos.

El Judaísmo nos Obliga a Ser Grandiosos

La Mishná (Sanhedrín 4:5) pregunta lo siguiente: “¿Por qué Dios creó a cada persona como un individuo separado?”. Nosotros nos podemos comunicar unos con otros, podemos explicar cosas unos a otros, pero esencialmente cada uno está solo.

La respuesta: Cada uno de nosotros nace solo y muere solo, para que cada persona pueda decir: “Bishvilí nibrá haolam” – el mundo fue creado sólo para mí.

De hecho, ésta es la manera en que pensamos. Si escuchamos que cinco millones de hindúes se mueren de hambre, nuestra primera reacción es: “¿Qué es lo que eso significa para mí? ¿Debo enviarles ayuda? ¿Debo comprar algunos granos? ¿Habrá una guerra? ¿Debo sentir lástima por ellos? Nuestra respuesta instintiva es: “En mi mundo, ¿qué significa esto para mí?”. Esta es la manera en que fuimos creados.

Sin embargo, a veces nosotros aplicamos mal este instinto. ¿Alguna vez te has observado conduciendo en la hora de más tráfico, con todos los autos en la calle, cuando comienzas a murmurar: “¡Qué hacen todos estos tontos aquí! ¡Por qué no desaparecen de la calle y me dejan un lugar!”.

El tonto piensa que el mundo fue creado para él para comer. Todas las vacas, todas las calles fueron creadas para él. La persona sabia percibe que Dios nos creó de esta manera para que cada uno de nosotros tome conciencia que, en definitiva este mundo es mi obligación. Es mi responsabilidad hacer de él un mejor lugar.

¿Qué Puedo Hacer al Respecto?

Puedes estar pensando: “Bueno, yo quiero ser grandioso pero, ¿quién soy yo? ¿Qué puedo hacer yo al respecto?”

Alguna vez has oído la expresión de Marx: “La religión es el opio de las masas”.

Marx estaba hablando sobre el cristianismo: “Pon la otra mejilla”. “No resistas al mal”. Eso es opio. Deja que los dictadores sigan adelante y te torturen. No resistas al mal.

El pueblo judío dice: Resiste al mal. Si alguien viene a matarte, mátalo primero.

No existe tal cosa como poner la otra mejilla.

Así nosotros damos vuelta a Marx. Nosotros decimos: “El secularismo es el opio de los individuos”.

Aquí está el por qué: Pregúntale a cualquier joven hoy en día: “¿cuáles son las posibilidades de una tercera guerra mundial, una guerra atómica dentro de los próximos veinte años?”.

Obtendrás varias respuestas. Algunos dirán 90%, algunos dirán 20%.

Pero lo que sea que el joven diga, pregúntale: “¿No es eso terrible? Aún un 20% es un riesgo terrible para la humanidad, ¿no es cierto? Ciertamente, 50%, 60%, 70% también. ¿No es eso terrible?”

“Si”, él dice, “eso es horrible”.

“Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?”.

“¿Yo? ¿Quién soy yo? ¿Qué puedo hacer yo? ¡El Presidente está a cargo!”.

Y se va directo a dormir.

En el judaísmo decimos: Si supieras que Dios te está ayudando, ¿qué harías al respecto?

¡Todo!

Bueno, ¡buenas noticias!: Dios está detrás de ti. Él dice, si tú lo intentas, Yo te ayudaré. Yo quiero que cambies el mundo. Es por eso que es una mitzvá, una obligación. Y si nos escapamos de nuestra responsabilidad, tendremos que responder por ello algún día.

En el judaísmo, no existe el darse por vencido. Si tú quieres ser grandioso, entonces tú puedes ser grandioso, y no sólo eso, tú tienes que ser grandioso. Así que vamos, ¡sal y lucha!

Utiliza ese poderoso deseo de grandeza. Utilízalo como una espada. Recuerda diariamente que quieres ser bueno. Sé consciente de tus conflictos internos. Al ser bueno te haces un favor a ti mismo. Entonces, asegúrate que estás encaminado en lo que objetivamente sabes que es bueno, no en lo que la sociedad te dice.

Todos nosotros queremos ser grandiosos, el judaísmo dice que es una obligación, y si hacemos el esfuerzo correcto, Dios, ciertamente, nos ayudará a conseguirlo.

¿Por Qué “Un Buen Corazón” es un Ingrediente Para La Sabiduría?

  • Recuerda      diariamente que quieres ser bueno. En general nos distraemos con la rutina      y olvidamos la importancia de esto.
  • Debes      ser conciente de tu conflicto interno entre lo que realmente      “quieres” y los deseos que se cruzan en el camino.
  • Una      vez que entiendas el conflicto interno, será mucho más fácil decidir concientemente.
  • Date      cuenta que al hacer el bien te estás haciendo un favor a ti mismo.
  • Asegúrate      de perseguir lo que objetivamente consideras bueno, no escuches lo que la      sociedad te dice.
  • Si      quieres ser bueno, entonces debes adquirir sabiduría. La sabiduría te      permite reconocer el “bien” para tomar decisiones correctas.
  • Ante      cada decisión pregúntate lo siguiente: ¿Qué quiere mi alma? ¿Qué desea mi      cuerpo?
  • Nunca      digas: Ya soy suficientemente bueno.
  • Si      vale la pena morir por hacer el bien, entonces también vale la pena vivir      para hacer el bien.
  • Hay      una mitzvá de emular a Dios. Es lo que todos nosotros deseamos.

Camino #24: La Búsqueda de la Sabiduría

La sabiduría es lo que hace que las ruedas de la vida vayan hacia adelante. No te estanques. Busca la sabiduría activamente.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

 

Hay mucho que aprender de la vida. Puede ser posible que averigües todo solo, pero es algo tonto y uno consume mucho tiempo haciéndolo. El mundo está lleno de gente con sabiduría. Los 48 caminos dicen: ¡Aprende de ellos!

Sin embargo, aconsejarse con gente equivocada puede ser desastroso. Si cuando consideras dejar tu dinero en las manos de otra persona eres muy cuidadoso, ¿no deberías ser aún mucho más cuidadoso antes de aceptar consejos de cómo vivir tu vida?

Para ser sabio, debes perseguir la sabiduría; tienes que ir activamente tras ella. Mientras más sabiduría tienes, más vida, más placer y más significado. La sabiduría es el valor supremo. Como dijo el rey Salomón: “¡Si deseas la sabiduría como deseas el dinero y los tesoros enterrados, entonces la encontraras!”.

¡La Sabiduría Está Ahí Afuera!

La gente tiene la idea de que no hay nada que aprender fuera de la universidad. Pensamos: “¿Qué sabe una persona promedio en la calle?”. Esta actitud es destructiva porque nos impide aprender mucha sabiduría que está disponible. El simple hecho de que alguien sobreviva día a día y se enfrente a los obstáculos de la vida significa que ha recolectado consejos valiosos sobre la vida.

Si quieres obtener lo máximo de la vida tienes que creer que la sabiduría está disponible. ¿Alguna vez has conocido a una persona que está fascinada por cada palabra que dice otra persona, sin importar con quien esté hablando? Esa es una vida rica. Como dicen nuestros Sabios: “¿Quién es una persona sabia? Aquella que aprende de toda la gente”.

Considera Cuidadosamente Cualquier Pieza de Sabiduría

Tomarse la sabiduría en serio significa apreciar cómo cada gota engrandece tu vida. La gente comete generalmente el error de esperar que conocimientos profundos marquen una diferencia en sus vidas, mientras que todo lo demás es tratado como “mundano”.

No siempre tienes que estar esperando por aquel conocimiento profundo que dramáticamente cambiará tu vida. Inclusive una colección de ideas pequeñas, no tan increíbles, pueden generar un impacto significativo.

Aprecia incluso una pieza pequeña de sabiduría. Piénsala, tritúrala una y otra vez, entiende su esencia, aprecia su belleza.

Particularmente cuando escuchas una idea que no tiene sentido, no la deseches tan rápido. Probablemente existe un mensaje más profundo que no has entendido. Claro, no aceptes nada ciegamente, pero sé respetuoso y mantén en tu mente la fuente de la “sabiduría”: Si tienen experiencia en la vida, entonces existe una chance decente de que lo que están diciendo sea verdad.

Similarmente cuando escuches una idea que tenga sentido no te conformes con eso solamente. ¡Regresa por más!

Busca la Fuente de la Verdad

La primera cosa que tienes que hacer es entender que lo que quieres en la vida es la verdad, y que no te vas a conformar con menos. ¡Lo que implica que tendrás que buscar buenas fuentes de sabiduría!

Lo mejor es empezar a buscar sabiduría ahora, y no cuando hayas llegado a un momento de crisis. Comienza el proceso con un simple ejercicio. Pregúntate: ¿Qué me gustaría saber si encontrara una persona sabia? Haz una lista de preguntas que tengas sobre el sentido de la vida y también de problemas personales que necesites consejo. Ahora, empieza a buscar gente que te pueda dar las respuestas.

Así como existen especialistas en el campo de la medicina, existen especialistas en el campo de la sabiduría. La pregunta es, ¿dónde están? ¿Dónde encuentras a esa gente? Seguramente no están en cualquier esquina. De hecho, mientras que parece haber mucha gente “conocedora”, parece haber poca gente “sabia”.

Las personas sabias no son pseudo-filósofos, son reales. Lidian con asuntos como por ejemplo: “el propósito de la vida” y “el potencial de la persona para obtener grandeza”. Están constantemente involucrados en el estudio de la sabiduría y viven con la realidad de esas enseñanzas.

Sé un Consumidor Educado

Así como es importante aprender sabiduría, especialmente de los demás, también tienes que tener cuidado; eso también es ser sabio.

Imagínate que estás en un país lejano – un lugar donde no tienes amigos o parientes – y te enfermas. Seguro averiguarías con mucho cuidado acerca de un doctor con reputación, con credenciales válidas. En este caso, ¡tu salud espiritual está de por medio! ¡Debemos ser igual de cuidadosos al ver a quién le depositamos nuestra salud espiritual!

Hay muchas ideas ahí afuera, y cada persona tiene una manera distinta de ver las cosas. Después de todo, cada sociedad y religión cree que tiene la verdad – comunistas, republicanos y demócratas, judíos, católicos, protestantes o musulmanes. Las personas que crecen con estas ideologías generalmente aceptan lo que se les ha enseñado. Entonces, ¿quién tiene razón? ¿Cómo sabemos dónde está la verdad?

No siempre es fácil determinarlo inmediatamente, entonces tienes que evaluar lo que escuchas o lees. La manera de hacerlo es determinar críticamente si las éticas que estas personas predican han creado una mejor sociedad. Si no es así, entonces debes buscar un sistema de valores que le dé beneficio a su sociedad, inclusive que implique romper con las reglas con las que has crecido.

La Prueba De Fuego

¿Cómo puedes juzgar si un mentor te está ofreciendo sabiduría verdadera o simplemente fórmulas vacías? He aquí algunos métodos para evaluar críticamente si debes creer en la persona o no.

Chequéalos en algún concepto del cuál estés seguro. Vamos a decir que sientes que la definición de felicidad es “apreciar lo que tienes”. Ahora pregúntale a tu maestro en prospecto que debes hacer para ser feliz. Si te contesta “debes meditar mucho”, pregúntale cuál es su definición de felicidad. Si no puede explicarte adecuadamente lo que la felicidad es, entonces no es una fuente seria de sabiduría.

Observa si las respuestas que te ofrecen enriquecen tu vida y la vida de los demás.

Pregúntale a otras personas sobre sus experiencias a largo plazo.

Chequea si tu maestro vive los estándares éticos que predica.

¿Tu maestro es capaz de escuchar puntos de vista opuestos, o sólo se queda con el suyo? Un buen maestro le da a sus alumnos espacio para discutir y los motiva a desarrollar sus propias habilidades de crítica.

Uno de los aspectos especiales del sistema educativo de la Torá, es que los rabinos a veces dicen cosas carentes de lógica para calibrar las mentes de los estudiantes. Quieren chequear si los estudiantes están aceptando las cosas sin pensar o están escuchando con un oído crítico.

Conocimiento Versus Fe

¿Cómo sabe una persona si una serie de ideas están basadas en una evidencia sólida o en pura fe?

Antes que nada, vamos a definir nuestros términos.

¿Qué es fe? El diccionario define a la fe como “una creencia sin prueba”.

¿Qué es el conocimiento? “Verdad, hechos o principios obtenidos a través de la investigación”.

La fe es generalmente producto de un deseo. ¿Alguna vez te han dado un consejo en la bolsa de valores que te garantizaba triplicar tu dinero en un mes? Es tan difícil dejar uno de estos consejos porque todos queremos ganar dinero rápidamente. Muchas personas inteligentes han fracasado porque antepusieron sus emociones a la evidencia.

Por otro lado, el conocimiento está basado en la evidencia. Sabemos que existe un lugar llamado China porque tenemos muchos productos en nuestra casa que dicen “hecho en China”. Existe mucha evidencia que China existe inclusive que muchos de nosotros nunca hayamos ido.

En otras palabras, ver no es la única forma de creer. Hay muchas otras formas de recolectar evidencias y llegar a conclusiones.

Ahora, ¿cuál de estas dos definiciones crees que describe con más precisión la base del judaísmo? ¿La Fe o el Conocimiento?

El judaísmo enseña que la base de nuestras convicciones en la vida debe ser conocimiento y no fe. Por ejemplo, el primero de los diez mandamientos es “Saber que existe Dios”, no “desear” o “preguntarse” si está por ahí, sino “saber”.

Esta es una manera muy sensible de vivir. Imagínate que llevas tu coche al mecánico, después de una hora te dice que necesitas un nuevo carburador. Cuesta 300 dólares (¡sin incluir la mano de obra!). En eso le preguntas cómo determinó exactamente que ese era el problema. Él te responde: “Muy simple, encendí el motor, puse mis manos en el cofre y “sentí” que necesitaba un carburador nuevo”.

Nadie va a gastar 300 dólares porque un mecánico “siente” que deberías cambiarlo. Queremos pruebas concretas antes de invertir en un nuevo carburador, utilizamos nuestra cabeza pues es la única forma de tomar una decisión. ¡No es obvio entonces que debemos utilizar nuestra cabeza para tomar las decisiones importantes de la vida!

Los 48 Caminos nos dicen: Escucha a la persona sabia, pero no aceptes sus palabras incondicionalmente. Sé crítico. Si ves contradicciones, pregúntale. Pero escúchalo. Considera sus palabras, incluso cuando van en contra de tus prejuicios. Resuelve lo que no entiendas, después vive la sabiduría que te han enseñado.

Una Fuente Escondida: Tus Padres

Asumimos que, a menos que una persona sea reconocida como un estudioso o un hombre de negocios exitoso, carece de sabiduría. Pero la verdad es que cualquiera que tuvo experiencia de vida posee una gran sabiduría.

Toma por ejemplo a tus padres. Aunque ellos no te podrán enseñar sobre negocios, saben mucho sobre la vida. Aunque las modas puedan cambiar, los aspectos profundos de la vida nunca cambian. Las oportunidades de matrimonio, el proceso de obtener un trabajo, cómo educar a los hijos y cómo enseñarles ética y moral. Qué metas son importantes y cuáles son tontas. En qué debo gastar mi dinero y mi tiempo. Puedes sorprenderte de cuánto saben tus padres acerca de los asuntos sobre los que estás lidiando ahora mismo. Como dijo Mark Twain: “¡Estuve cuatro años en la universidad, y me sorprendí cuán sabio se hizo mi padre mientras estuve lejos!”.

No sólo ganas sabiduría al escuchar a tus padres, ganas una relación eterna que apreciarás ahora mismo – y por años después de que hayan dejado este mundo.

La Sabiduría de Dios y de los Sabios

El judaísmo no tiene el concepto de líderes religiosos infalibles. Cualquier ser humano puede cometer un error. Sólo Dios no comete errores.

¿Cuál es el expediente de Dios? Él nos prometió sacarnos de Egipto y lo hizo. Nos prometió hacernos una nación eterna y lo hizo. Nos prometió regresarnos a la tierra de Israel y lo hizo. Si Dios dice algo es 100% confiable.

Parte de la creencia del judaísmo es la idea de que Dios le dio Su mensaje a los Sabios. Las personas sabias de los tiempos Talmúdicos estaban en un nivel diferente, el cual no podemos imaginar hoy en día. Eran personas grandes que estaban constantemente conectados a las esferas metafísicas.

La Torá quiere que utilicemos nuestro cerebro. Esto significa: Debes creer en los rabinos pero no hagas que tu cabeza deje de pensar. Si bien los sabios no son infalibles, son la mejor fuente de verdad que tenemos hoy en día. Ellos entienden la palabra de Dios. ¡Aprende de ellos!

Por Qué “Buscar Sabiduría” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Debe      molestarte la ignorancia y debes buscar la sabiduría.
  • Todos      han aprendido de sus experiencias. Pregúntate: ¿Qué sabe de la vida esta      persona, que puede ser valioso para mí?
  • Respetar      la sabiduría significa tomarla en serio – y hacer un esfuerzo serio para      adquirirla.
  • Antes      de que sepas cualquier cosa debes saber para qué vives. La gente sabia      sabe. Escúchalos.
  • Si      eres judío, tiene sentido que busques en el judaísmo para obtener      sabiduría.
  • Escuchar      a gente sabia es un buen ejercicio para aprender a escuchar a Dios.

Camino #25: ¿Qué es lo opuesto al dolor?

El dolor es una realidad inevitable de la vida. No te escapes. La clave para el éxito es aprender cómo aceptar el dolor y crecer con él.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

¿Qué es lo opuesto al dolor?

Nueve de cada diez personas te responderán: “Placer”.

¡Incorrecto! Lo opuesto al dolor es “ausencia de dolor”, comodidad. Y a pesar de que la comodidad puede ser muy bonita, no es el placer supremo. Una persona que va por la vida buscando comodidad se decepcionará mucho al final – porque si pasas la vida evitando el dolor, también evitarás los placeres más profundos.

Por más que todos tratan de minimizar el dolor en la vida, el hecho es que el dolor es inevitable. Todo tiene altibajos. Por lo tanto, si queremos tener éxito en la vida, la clave es no eliminar el dolor por completo (ya que eso es imposible) sino tratar de entenderlo y aceptarlo.

El camino número 25 es: “be-kabalat ha-isurim”, que literalmente significa “aceptando el dolor”. Los 48 caminos dicen: “El dolor es el precio que pagamos para obtener placer”. Todos los placeres duraderos de la vida – buenas relaciones, carreras exitosas, búsqueda de significado – requieren de mucho dolor y esfuerzo para poder ser alcanzados.

Lo que llamamos “dolor” es frecuentemente una cuestión de “esfuerzo”. El esfuerzo de pensar sobre una idea difícil es doloroso. El esfuerzo de construir una relación a largo plazo es doloroso. De aquí vemos que a pesar de que el esfuerzo puede ser doloroso, el objetivo de la vida no debe ser escaparse de él.

Cualquiera que esté buscando una vida tranquila, está perdiéndose los placeres más increíbles de la vida.

Un Ejemplo de Dolor-Placer

El placer real es inseparable del dolor. He aquí un ejemplo:

¿Cuál dirías que es el “placer” más grande de los padres?

La respuesta es: Los hijos.

¿Cuál dirías que es el “dolor” más grande para los padres?

La misma respuesta: Los hijos.

No es un accidente que el placer más grande de tus padres sea también la fuente de su dolor más grande. Porque cuanto más grande el placer, más esfuerzo se requiere.

La búsqueda de la comodidad es definida como “decadencia”. Cuando toda una sociedad hace de la comodidad su objetivo principal es muy peligroso. El Imperio Romano se cayó por la decadencia; estaban demasiado cómodos.

El bajo índice de natalidad que existe en el mundo Occidental es un indicador de la decadencia contemporánea. Muchas veces le pregunto a la gente joven cuántos hijos quieren tener y me dicen “dos”.

“¿Por qué tan pocos?”.

“Porque amo a mis hijos y quiero brindarles lo mejor. Ya es suficientemente difícil mandar a dos hijos a la universidad, imagina a cinco. Y la ropa. El campamento de verano. Con dos hijos se puede pagar, pero con cinco…

Eso suena lógico. Entonces les digo: “Está bien, no te preocupes por el dinero, te ofrezco un millón de dólares por tu hermana pequeña. Tienes tres, no extrañarás a una. Le voy a dar todas las oportunidades. No le pasará nada malo. Sólo que no la volverás a ver nunca más”.

“¿Estás loco? Estás hablando de mi hermana. ¡No aceptaría ni diez millones de dólares por ella!”.

¿Ves? Si te alejas del dolor o del esfuerzo, realmente estás huyendo del placer.

 

 

 

Miedo al Dolor

Comúnmente, el miedo al dolor es peor que el dolor mismo. Una vacunación dura un segundo, pero la anticipación al dolor puede durar por horas.

El miedo es la restricción más grande que hay. Si tienes miedo de viajar, nunca irás a ningún lado. Si tienes miedo de un esfuerzo físico o emocional, no vas a lograr nada, no vas a crecer, no encontrarás la verdad.

Todos tenemos que tomar la decisión. Ya sea pagar el dolor de intentar, o el dolor emocional de saber que eres demasiado débil para intentar. Por ejemplo, si no pides trabajo estás evitando el dolor de la negación, pero tienes el dolor de ser un vago el resto de tu vida.

¿Qué es lo que pasa por la cabeza de alguien que se quiere suicidar? ¿Qué es lo que lleva radicalmente a la persona a tomar la pistola para poner fin a su vida?

Quiere evitar el dolor. Quiere escaparse.

En las palabras de Shakespeare: “Ser o no Ser, esa es la cuestión. Ya sea soportar los tiros y las flechas de la monstruosa fortuna o tomar armas en contra del destino… para acabarlo todo”.

Eso es lo que él está buscando. Quiere dormir.

Cuando confrontes situaciones difíciles recuerda: “El dolor es pasajero, los resultados duraderos”. De hecho, el dolor es generalmente el campo que debemos cruzar para llegar al mundo del placer. Un buen ejemplo es un dentista. El torno y el relleno de la muela llevan una hora, y el dolor se sentirá por dos horas. Pero el relleno prevendrá la decadencia del diente y te permitirá comer por muchos años más.

Miedo a la Realidad

El miedo más grande y el más importante de todos los miedos es el miedo a enfrentar la realidad. La gente prefiere vivir en una ilusión antes que despertar a la realidad.

¿Por qué? Porque si la realidad resulta ser diferente a lo que estamos acostumbrados, entonces, eso significa que debemos cambiar nuestro rumbo en la vida, y eso duele.

Todos escogemos escaparnos, ahora y después, por el esfuerzo que involucra alcanzar las metas y ambiciones que tenemos en la vida. Todos queremos grandeza; todos queremos cambiar al mundo. Sólo que no siempre sentimos las ganas de esforzarnos. Entonces nos distraemos y nos escapamos de lo que realmente somos y de lo que queremos lograr.

Los 48 caminos dicen: El dolor más grande es cuando la realidad nos confronta, especialmente cuando es demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Siempre pregúntate: “¿Qué dolor estoy evitando?”. Identifica exactamente tu temor. Razónalo. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Como ejercicio, haz una lista de las metas que te encantaría alcanzar si no hubiera ningún dolor de por medio. Después, al lado de cada meta, escribe la cantidad de dolor que piensas que te llevaría alcanzar esas metas.

Después, escribe qué es lo que hace que tu meta valga la pena. Ahora compara las dos columnas. Si una meta realmente vale la pena, entonces te darás cuenta instantáneamente cómo tu miedo al dolor te está impidiendo alcanzar esa meta, y te mostrará que realmente estás dispuesto a pagar el precio del dolor para alcanzarla.

 

Mantén tus Ojos en la Meta

Una de las mejores maneras de deshacerse del dolor es olvidándote de él y enfocándote en el placer.

Aparentemente el placer y el dolor no pueden ocurrir simultáneamente y por lo tanto, si estás sintiendo dolor, entonces no hay placer. ¡Incorrecto! Incluso cuando hay placer para sentir y te enfocas en el dolor, entonces dejas de sentir placer. Cambia el enfoque y cambiarás el sentimiento.

Imagínate a un equipo de jugadores de básquetbol corriendo en el estadio, esforzándose al máximo sólo para anotar otro punto. ¿Acaso se puede percibir el dolor que ellos sienten? ¡Para nada! El placer de jugar y anotar otro punto sobrepasa el sentimiento de dolor.

Ahora bien, ¿qué pasaría si les pidieras que realicen el siguiente experimento?:

Jueguen básquetbol como lo hacen normalmente – corran, salten, tiren y defiendan. ¡Pero esta vez sin la pelota!

¿Cuánto tiempo crees que podrán soportar? Tal vez cinco minutos. Porque sin la pelota no hay placer que los distraiga del dolor. ¡Cada paso se transforma en un gran esfuerzo!

¡Devuélveles la pelota y jugarán dos horas!

El judaísmo dice mantén el ojo en la pelota. Si quieres vivir de la mejor manera – entonces querrás aprender todo lo que puedas sobre la vida. Esto te ayudará a enfocarte y hacer de cualquier esfuerzo un placer.

Enfócate en el Lado Positivo

Imagínate a un niño pequeño jugando a la pelota con sus amigos. Se cae, se raspa la rodilla y empieza a llorar. Pero cuando sus amigos le empiezan a gritar “¡ja ja ja, mira como llora el bebé!”, él rápidamente se reincorpora y sigue jugando.

Una hora después el niño llega a casa, entra por la puerta, le enseña la rodilla a su madre, e inmediatamente empieza a llorar.

Nuestro disfrute de la vida tiene mucho que ver con la manera en la que lidiamos con el dolor. Mucha gente ha aprendido a decir: “¿¡Y qué!?”, tomando el dolor livianamente. Otros se enfocan en su sufrimiento y se atoran en un nudo de quejas y tristeza.

Mucha gente comete el error de enfocarse en sus faltas en lugar de hacerlo en sus puntos fuertes. Esto causa un dolor y una angustia sin sentido. Cada ser humano ha sido creado con talentos y un potencial maravilloso. Por lo tanto, obsesionarte con tus faltas es igual de absurdo que ir a un concierto espectacular y quejarte todo el tiempo de que te cobraron cincuenta centavos extra por tu boleto.

Aquellos que han alcanzado grandes cosas son aquellos que han soportado el dolor más grande. ¿Dejarías de obtener sabiduría por un dolor de cabeza?

De hecho, muchas relaciones terminan por la misma razón. En lugar de enfocarse en lo positivo se enfocan en lo negativo. Causa un daño innecesario.

Aprende a enfocarte en lo bueno dentro del dolor y vas a descubrir la bondad máxima que la vida puede ofrecer.

De Acuerdo al Esfuerzo es la Recompensa

Hay otro lado positivo del dolor: Cuanto más dolor o esfuerzo experimentemos en el camino hacia la meta, más disfrutaremos del éxito logrado. En otras palabras: Cuanto más paguemos, más ganaremos.

Los seres humanos pueden obtener placer de sobreponerse al dolor. La gente puede nadar en agua congelada o caminar sobre carbones totalmente calientes sólo para conquistar el dolor de hacerlo. Sobreponernos al dolor nos da una sensación de que tenemos libre albedrío y que podemos moldear nuestras vidas.

Aprender sabiduría es un buen ejemplo del valor de la lucha. La sabiduría es la herramienta más valiosa para vivir una vida significativa. Si quieres ser feliz – realmente feliz – necesitas sabiduría. Estudiar sabiduría significa tomarte el tiempo de investigar una idea, trabajar para entenderla, integrarla, y practicarla una y otra vez.

Tú sabes que eres capaz de hacerlo. ¡Ahora ve y hazlo!

El Dolor de Otros

Las reglas son diferentes cuando se refiere al dolor de otra gente. No ignores su dolor. Cuando vayas a visitar a un amigo al hospital no empieces a predicarle que vea el “lado positivo de las cosas”. La compasión y el entendimiento ayudarán a aliviar su dolor. Eso es ser un buen amigo, esposo, padre, etc.

Similarmente, no te alejes del sufrimiento de la humanidad. Si hay un problema en tu comunidad (o en una tierra lejana) pregúntate: ¿Qué puedo hacer para ayudar?

Una persona necesitaría ser ciega para no estar consciente de la difícil situación de la humanidad hoy en día: desesperación, persecución, hogares rotos… (ciego o demasiado involucrado con sus propios problemas). Aquellos que tienen un poco de sentido y ven lo que ocurre, escriben un cheque cuando tocan a su puerta. Pero inclusive ellos están demasiado “ocupados” para involucrarse personalmente.

Son pocos los que van más allá de si mismos para buscar soluciones reales a los problemas.

Grandeza no significa “incrementar tu donación”. La grandeza es encontrada al involucrarte, al hacer que el problema de aquel que está sufriendo sea tu propio problema. Eso es un verdadero líder, ahí es donde tu grandeza propia será expresada.

¿Por Qué Dios lo Hizo de Ésta Forma?

Dios nos pudo haber creado como robots automáticos. Pero en lugar de eso, nos dio a cada uno de nosotros una serie de desafíos – y el potencial para sobrellevarlos. Así es como crecemos y “reparamos nuestras almas”.

Utilizar el libre albedrío es la esencia de lo que implica ser un ser humano.

Cada momento que estamos vivos utilizamos nuestro libre albedrío para escoger entre la vida y la muerte, realidad o escape. Es una elección constante. Estamos tomando la decisión de soportar el dolor y crecer, o estamos renunciando.

Esto no sugiere que debemos salirnos de nuestro camino para buscar dificultades. Pero si hay un proceso que debemos enfrentar, entonces es absurdo evitarlo. Comúnmente estamos ocupados con distracciones para escaparnos de la confrontación con la realidad. Pero siempre nos confronta eventualmente. Porque es parte de nuestra razón de existir.

El esfuerzo es un proceso que cada uno de nosotros debe atravesar. Tenemos lecciones cruciales de vida que aprender, y precisamente esa es la razón por la cual nuestras almas tienen que venir a la tierra en primer lugar. Nuestra grandeza es utilizar nuestro libre albedrío para resolver conflictos, para luchar y avanzar. Para enfrentar los problemas, no para escapar.

 

¿Por Qué “Aceptar el Dolor” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • “De      acuerdo al esfuerzo es la recompensa”. Cuanto más esfuerzo pongas en      algo, más placer obtendrás.
  • Si      saltas del barco cuando las aguas se ponen agitadas no llegarás a la      costa.
  • Acepta      el dolor de confrontar la realidad y de encontrar la verdad.
  • Lidia      con las dificultades de la vida enfocándote en tus placeres: aprende a      encontrar el placer dentro del dolor.
  • No      le tengas miedo al dolor: aprende a recibirlo como un elemento necesario      para el crecimiento.
  • No      te escapes del sufrimiento de los demás.
  • Todo      es parte del Gran Plan Eterno.

Camino #26: Conoce tu Lugar en el Mundo

Cada persona tiene una contribución única que hacer en este mundo. Descubre quién eres, descubre tu lugar dentro del gran esquema.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Imagina un contador parado en un auditorio lleno de doctores dictando una cátedra de medicina. ¿¡Cuán tonto suena!?

Un ingrediente clave de la sabiduría es saber quién eres, y saber cuál es tu lugar en el mundo. La arrogancia es una barrera muy grande en el crecimiento. La arrogancia nos hace sentir satisfechos con quienes somos. El “sabelotodo” siempre está satisfecho. No seas arrogante, no estés satisfecho. Date cuenta de lo poco que sabes. Aprecia la sabiduría como tu posesión más valiosa. Después lucharás por más.

El camino 26 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: “ha-makir et mekomó”, que literalmente significa “el que conoce su lugar”. ¿Sabes dónde estás parado en relación a los demás? Evalúa tus habilidades de manera realista. Sé honesto.

A veces el silencio es precioso. El Talmud enseña que: “La persona no debe hablar en la presencia de alguien más sabio”.

Puedes sentir que eres el más inteligente del mundo, y luego entrar en un cuarto lleno de genios para darte cuenta de que tienes mucho más que aprender. O puedes pensar que eres un tonto, y luego entrar en un cuarto lleno de gente que no ha logrado nada en su vida, para pensar que no estás tan mal después de todo.

Nuestros sabios nos enseñan que debemos llevar con nosotros dos pedazos de papel, uno en el bolsillo derecho y otro en el bolsillo izquierdo. En un papel debe decir: “Todo el universo fue creado sólo para mí” (Sanedrín 38a). Y en el otro deben estar escritas las palabras de Abraham: “No soy sino polvo y cenizas” (Génesis 18:27).

Debes conocer tu lugar. Antes de hablar piensa un segundo: ¿Este es un momento indicado para hablar, o es mejor callar?

 

 

Tu Rol Especial

Cada uno de nosotros tiene un rol especial que realizar en este mundo. Cada ser humano posee una combinación única de personalidad, talentos y circunstancias. Nuestro papel depende de muchos factores – no sólo de nuestros talentos innatos, sino también de las necesidades de la época.

Lo importante es descubrir tu contribución única y llevarla a cabo.

La Torá nos cuenta que un día Moisés vio a un egipcio agrediendo a un judío:

“Y Moisés observó a su alrededor y vio que no había ningún hombre, y actuó” (Éxodo 2:11-12).

¿Por qué la Torá nos dice que “no había ningún otro hombre”? ¿Para contarnos que nadie vio lo que hizo Moisés? ¡No! La Torá nos dice que no había ningún otro hombre para contarnos que Moisés se aseguró de que no hubiera alguien mejor calificado para hacer el trabajo. Porque si quieres el liderazgo cuando no es necesario, entonces, significa que lo quieres por un deseo personal y no por las necesidades del pueblo. Sólo cuando Moisés vio que no había nadie más calificado que él decidió tomar acción.

El conocimiento es responsabilidad. Si sabes algo, entonces eres responsable de compartirlo y de actuar consecuentemente. Esto es parte de “conocer tu lugar”.

Evalúa la Fuente

Para evitar juicios erróneos y costosos debes aprender a evaluar las opiniones de los demás. Generalmente asumimos que alguien sabe más que nosotros porque es mayor, porque tiene más experiencia, o porque ocupa una posición más elevada. Pero esto no es necesariamente así – sólo porque alguien es exitoso en los negocios eso no implica que te pueda aconsejar acerca de cómo mantenerte felizmente casado.

Cuando alguien expresa un punto de vista, ponlo en perspectiva: ¿Esta persona sabe de qué está hablando? ¿O es un sabelotodo?

Por otra parte cuando tu conocimiento no es suficiente, no dejes que tu ego te engañe. A todos nos gusta pensar que tenemos un sentido común suficiente como para darnos cuenta de lo que debemos hacer en la vida. Pero a veces necesitas la ayuda de los demás.

Si estás pensando en casarte, busca a una persona sabia y pregúntale: ¿Cómo me debo preparar para el matrimonio? ¿Qué cualidades internas debo buscar en una pareja? ¿Cómo puedo saber si encontré a la persona “adecuada”?

Debes Saber lo que Sabes

A veces carecemos de confianza porque ¿quién dice que cualquier punto de vista es correcto?

Los 48 caminos dicen: La claridad absoluta es posible. Por ejemplo, tienes claridad absoluta de que tienes cinco dedos en tu mano. Nadie te puede convencer de que tienes 7 dedos. Puedes contar esos dedos en tu mano. Hay mucha evidencia para apoyar la declaración, es una convicción inamovible.

El judaísmo dice que tenemos que tener claridad de “cinco dedos” sobre nuestras creencias y valores.

Una forma de ganar confianza es definir las cosas. Te vas a casar. ¿Estás enamorado? ¿Qué es amor? ¿Cómo se diferencia el amor del enamoramiento?

El amor se construye a partir del conocimiento. Cuanto más íntimo es el conocimiento, más podrás amar. ¿Cómo sabes si es amor o estás enamorado? ¡Si es que piensas: “Él es perfecto” o “ella es perfecta”, entonces ten cuidado!, esa no es la realidad. Esa es una señal clara de enamoramiento. El verdadero amor toma trabajo. Debes estar dispuesto a esforzarte.

Toma responsabilidad por ti mismo y sé realista en tus decisiones. Eres responsable por tus actitudes y tus acciones – en lo que sea que estés involucrado. Nada “funcionará” automáticamente. Tienes que hacer el esfuerzo apropiado para evaluar tus decisiones y para entender en qué se basan. Pregúntate: ¿Cuál es mi posición en este asunto? ¿Realmente sé lo que estoy hablando? ¿Tengo definiciones? ¿Tengo evidencia de mi posición? ¿Soy yo el que estoy hablando o estoy repitiendo algo que escuché o leí?

Si no obtienes confianza en ti mismo, significa que estás siendo manipulado como un títere por la sociedad. ¡Y la sociedad puede estar cometiendo graves errores con respecto a la definición de la vida!

Ajusta tus Relaciones

Ser sensible es uno de los pasos más importantes para conocer tu lugar. No debes solamente “estar” con la gente, debes entenderlos. Toma conciencia de ellos. ¿Son fuertes o débiles? Eso te ayudará a entender mejor dónde estás parado.

Analiza tus relaciones con la gente que es importante para ti. ¿Tu relación es de maestro-alumno? ¿Padre-hijo? ¿Amistad? ¿Alguna combinación?

Al preguntarte esto serás capaz de determinar si tu posición en la relación es saludable o no. Por ejemplo, un buen matrimonio es uno en donde ambas partes comparten sus virtudes y se complementan uno al otro.

Por otra parte, podrás descubrir que algunas de tus relaciones son una lucha de poder, una constante lucha por obtener el control.

Los padres, pueden tratar a veces a sus hijos de 25 de la misma forma que cuando tenían 15 y viceversa, (Similarmente, los adultos pueden tratar a sus padres como cuando eran niños). Corrige esto.

Conoce tu Lugar Frente a Dios

Un elemento básico para conocer tu lugar es poner tu relación con Dios en perspectiva. La primera cosa que un judío debe decir en la mañana al despertarse es el rezo de “Modé aní”. “Te agradezco, Dios, por haber regresado con gracia mi alma”.

Cuanto más elevada es la persona espiritualmente, más humilde es. Cuanto más cercanos a Dios estemos, más realistas seremos respecto de nuestras propias limitaciones, vulnerabilidad y mortalidad, e internalizaremos mejor que la realidad de cada ser humano es pasajera y que Dios es eterno.

Moisés fue llamado “El hombre más humilde” porque al estar parado frente a Dios reconoció su lugar. Esa es la razón por la cual el Talmud compara la arrogancia con la idolatría; ambas alejan la presencia de Dios.

Cuando somos humildes frente a Dios, en vez de sentir la energía negativa de una indulgencia propia, sentimos la unidad del mundo. Estamos más relajados, calmados y flexibles. Esto influye en nuestras relaciones interpersonales, nuestras relaciones laborales, nuestro matrimonio, comunidad y en la reconstrucción de nuestro pueblo.

Moisés se transformó en el líder del pueblo judío porque pudo verse a si mismo como un servidor del pueblo y un servidor de Dios. Era capaz de abarcar las necesidades y anhelos de todo el pueblo.

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¿Por qué “Conocer tu Lugar” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • Cuando      estés en presencia de alguien más sabio, piensa dos veces antes de hablar.
  • Entender      a otros te ayuda a ver lo que sabes y lo que no sabes.
  • No      temas pedirle a otros un consejo.
  • Toma      control sobre tu vida o estarás siendo manipulado por otros.
  • Si      es el momento, toma el liderazgo.
  • Tienes      que realizar tu papel único en la vida.

 

Camino #27 Felicidad

Puedes tenerlo todo y seguir siendo miserable. O puedes tener relativamente poco y sentirte muy rico. La felicidad es un estado de ánimo. Desarrolla herramientas para obtenerla.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Una vez un joven vino a visitarme en Jerusalem. Tenía una predisposición inusual hacia la felicidad, así que le pregunté cuál era su secreto, y me contestó:

“Cuando tenía 11 años, recibí un regalo de felicidad de Dios”.

“Estaba montando mi bicicleta cuando de repente un fuerte viento me tiró al suelo. Justo venía un camión en camino. El camión pasó por encima de mí y me cortó la pierna. “Mientras estaba tirado sangrando, me di cuenta de que tendría que vivir el resto de mi vida sin una pierna. ¡Qué deprimente! Pero luego me di cuenta de que el hecho de estar deprimido no me devolvería mi pierna. Entonces decidí desde ese momento, no perder mi vida viviendo en la desesperanza”.

“Cuando mis padres llegaron al hospital estaban impactados y afligidos. Entonces les dije: ‘Yo ya me adapté. Ahora ustedes también tienen que acostumbrarse a la idea'”.

“Desde ese momento, veo a mis amigos enojarse por cosas insignificantes: el autobús llegó tarde, tuvieron una mala calificación en la escuela, alguien los insultó. Yo en cambio, sólo disfruto de la vida”.

A la edad de 11 años, este joven obtuvo la claridad necesaria para entender que “enfocarse en lo que a uno le falta” es una pérdida de energía. La clave de la felicidad es disfrutar lo que uno ya tiene.

¿Suena simple, verdad?

El camino número 27 de los 48 caminos es “Sameaj Ve Jelkó” que literalmente significa “satisfecho con su porción”. Pero, si la felicidad es obtenible, entonces ¿por qué hay tanta gente infeliz? Porque carecemos de las herramientas adecuadas.

La Felicidad es un Estado Mental

La sociedad occidental comúnmente percibe la felicidad como el resultado de lo que logras y adquieres.

  • “Toda      mi vida mejoraría si tuviera un coche nuevo…”.
  • “Necesito      un mejor trabajo, entonces podré relajarme y ser feliz”.
  • “Si      conociera a la mujer indicada…”.

Obtienes el coche y ¿qué pasa? Durante toda una semana te sientes en las nubes. Después regresas a tu infelicidad.

¿Te suena familiar?

La felicidad no es una ocurrencia. La felicidad es un estado mental. Puedes tenerlo todo en el mundo y seguir siendo miserable. O puedes tener relativamente poco y sentir una felicidad infinita.

El Talmud dice: “¿Quién es rico? Aquel que aprecia lo que tiene”. (Pirkei Avot 4:1).

Es por eso que en los rezos matutinos comenzamos agradeciéndole a Dios por lo simple y obvio:

  • “Gracias Dios, por darme la vida”.
  • “Gracias Dios, por la posibilidad de ver”.
  • “Gracias Dios, porque puedo usar mis manos y      piernas”.
  • “Gracias Dios, porque puedo pensar”.

Una vez que manejes el arte de la apreciación, es decir, valorar y conscientemente disfrutar de lo que ya tienes, entonces siempre estarás feliz.

Haz que tus Problemas sean Insignificantes

Estás parado en el piso 20 de un edificio, disfrutando de la hermosa vista. De repente un corpulento hombre bruscamente pasa por tu lado, se acerca a la ventana, la abre y anuncia su intención de saltar.

Tú le gritas: “¡Detente! ¡No lo hagas!”.

El corpulento hombre en la ventana voltea y te dice: “¡Intenta detenerme y te llevo conmigo!”.

“Glup, no hay problema Señor. Que tenga un buen viaje. ¿Quiere decir sus últimas palabras?”.

Te dice: “Déjame contarte mis problemas. Mi esposa me dejó, mis hijos no me hablan, perdí mi trabajo, tengo miles de deudas y mi tortuga murió. ¿Para que seguir viviendo?”.

De repente tienes un flash de inspiración.

“Señor, cierre sus ojos por un minuto e imagínese que es ciego. No puede apreciar colores, panoramas, niños jugando, campos, flores, la puesta de sol. Ahora imagínese que de repente ocurre un milagro. ¡Ahora, abre sus ojos y su visión ha sido restaurada! ¿Va a saltar o va a pasear durante una semana y disfrutar de las imágenes?”.

“Me quedaría una semana”.

“¿Pero que ocurrió con todos los problemas?”.

“Ah, bueno, no son tan importantes realmente. ¡Ahora puedo ver!”.

Un ojo vale por lo menos 5 millones de dólares. ¿Tienes dos? ¡Entonces eres enormemente rico!

Si realmente apreciaras tus ojos, todos los demás problemas serían nada en comparación.

Sin embargo, si das todo por sentado, entonces nada en la vida te brindará felicidad.

Concepciones Erróneas en la Búsqueda de la Felicidad

Concepción errónea #1: “Una vez que conozca las herramientas para ser feliz, entonces seré feliz instantáneamente”.

No esperes que los resultados vengan automáticamente. Es posible comprender intelectualmente cómo adquirir la felicidad, pero no poner estos conocimientos en práctica.

De hecho, muchas personas pueden escoger estar cómodos y ser infelices, en lugar de soportar la incomodidad de cambiar sus hábitos.

Así como para aprender cualquier destreza nueva necesitas esfuerzo, tienes que invertir mucho esfuerzo para lograr una verdadera felicidad.

Concepción errónea #2: “Si me conformo y estoy satisfecho con lo que tengo, voy a perder la motivación para lograr más”.

La felicidad no absorbe energía, por el contrario, ¡te da más!

Pregúntale a una persona feliz: “Tengo un bote. ¿Quieres ir a pescar?”.

Te responderá: “¡Claro, vamos!”.

Ahora pregúntale a alguien deprimido: “¿Vamos a pescar?”.

Te responderá: “Estoy cansado. Tal vez mañana. Además, probablemente llueva”.

La gente feliz es ambiciosa y llena de energía. Nunca hay suficiente tiempo para hacer todo lo que quieren hacer.

Concepción errónea #3: “La felicidad es opcional. Si quiero estar deprimido es mi elección”.

Imagina un bello domingo en la tarde. Estás en el parque haciendo un Picnic con tus amigos.

De repente, el ambiente se hecha a perder por una persona que empieza a reclamar: “¿A quién se le han olvidado los tenedores?… Hace demasiado calor para jugar Voleibol… Ya me quiero ir a casa”.

Tienes una obligación de estar feliz cuando tu estado de ánimo está afectando negativamente a los demás. No les arruines su diversión.

Todos tratamos de poner una cara de felicidad cuando estamos en una fiesta. Pero ¿qué tal cuando estamos en casa, o con nuestros hijos? O ¿cuando llegamos a la oficina un lunes en la mañana?

Ser feliz es ser considerado con las personas a nuestro alrededor.

El Placer Diario Cuenta

Para comenzar a apreciar la vida, recuerda algunas de las cosas por las cuales estás extremadamente agradecido y repásalas cada mañana durante un lapso de un mes. Por ejemplo: tus ojos, tus manos, tus hijos, tu gato.

Fija un tiempo cada día para disfrutar de estos placeres. Siente gratitud por ellos. Este ejercicio puede cambiar el estado de ánimo, incluso del más miserable dentro de nosotros:

La próxima vez que visites a tu tía (que siempre se queja), dile respetuosamente:

“Tía, hoy vine a sufrir contigo. Pero antes de que te quejes y de que suframos juntos, es justo que también compartas conmigo 5 placeres que has tenido el día de hoy”.

“No tuve placeres”.

“Tía, ¿tomaste café para el desayuno?”.

“Sí”.

No la dejes librarse tan fácil con esta simple contestación. Trata de que comparta contigo el placer. “¿Era dulce?, ¿Estaba caliente? ¿El aroma era agradable? ¿Te dio energía?”. (Seguro que querrá quejarse pues para eso te invitó).

“Está bien, estaba dulce y rico”.

“¡Muy bien tía, ahora comparte conmigo cuatro placeres más!”.

“No tuve ninguno más”.

“¿Te lavaste la cara al levantarte? ¿Fue placentero? ¿El agua estaba tibia? ¿Fue agradable?”.

Revivan estos pequeños placeres juntos. Después de que ella te describa 5 placeres, te aseguro que sus quejas no serán tan fuertes.

Para trabajar realmente en esto, siéntate con tu pareja (o compañero de cuarto) cada noche y hablen sobre un placer que cada uno tuvo en el día. Al final, ¡tendrás un compañero de cuarto feliz!

Incorpora esto a tu rutina familiar para que tus hijos puedan apreciar sus placeres diarios.

La Hora de las Bendiciones

El siguiente ejercicio es más sofisticado.

Toma una hora y escribe todo sobre lo cual estás agradecido.

Mucha gente vuela en los primeros 15 minutos. Durante los siguientes 15 minutos la pluma se mueve más lentamente. Los siguientes se hacen más difíciles, pero puedes lograrlo si incluyes tus pestañas y tus calcetines…

Los últimos 15 minutos van a ser muy dolorosos.

Una vez que la lista esté completa, agrega una pequeña bendición sobre la cual estás agradecido diariamente.

El poder de este ejercicio es claro: tienes que estar consciente de todas tus bendiciones para que puedas apreciar las bendiciones que se te presenten en el futuro.

Prioridad en tus Bendiciones

Para realmente mejorar tus habilidades y convertirte en un experto apreciador, dale prioridad a las cosas en tu lista.

  • ¿Qué      es más valioso? ¿Tus manos o tus pies?
  • ¿Tus      ojos u orejas?
  • ¿El      sentido del gusto o del tacto?

Comparar cada placer te fuerza a tener presentes las sutilezas de los diferentes aspectos de cada placer. Y cuantificas lo que cada placer te da.

Haz este ejercicio y trabájalo diariamente. Tu gratitud va a seguir creciendo, construyendo así los fundamentos para una vida llena de felicidad.

 

 

¿Por Qué la “Felicidad” es un Camino Para Adquirir Sabiduría?

  • La      felicidad es energía y poder para vivir.
  • Enfócate      en lo que tienes y siempre serás feliz. Enfócate en lo que te falta y      siempre serás miserable.
  • La      felicidad no es un objetivo en la vida; es un medio para acrecentar tu      energía interna, y así, poder desarrollar tu potencial.
  • La      gente feliz es saludable, optimista y llena de energía.
  • La      felicidad no es “vivir en un estado de semi-depresión”. Eso es      simplemente sobrevivir.
  • La      felicidad está bajo tu control. Al no controlarla, eres esclavo de tus      emociones.
  • La      felicidad requiere de disciplina, determinación y mucho trabajo.
  • La      felicidad no es algo que ocurre. No esperes que aparezca. ¡Sal y créala!

 

Camino #28: Protege lo que tiene valor

Un buen cerco nos mantiene a una distancia segura del peligro. Toma precauciones. Si encuentras un “hoyo” en tu vida, construye una cerca para no caer en errores.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

¿Cuál es el propósito de un cerco? Cuidar y proteger. Si hay un hoyo en la mitad de la calle, entonces la municipalidad viene y hace un cerco para que nadie se caiga. La cerca nos mantiene a salvo del peligro.

El camino número 28 es “Haosé siyag lidevarav”, que significa “hacer un cerco protector”. Si encuentras un “hoyo” en tu vida, entonces necesitas un cerco para no caerte y herirte a ti mismo y a los demás. Tienes que implementar sistemas para evitar caer en errores.

Todos cometemos errores. ¿Pero que ocurre si te encuentras a ti mismo cometiendo el mismo error una y otra vez? Por ejemplo: Si tienes una pelea con tu esposa y te arrepientes… y luego otra pelea y te arrepientes, y otra vez y te arrepientes.

El Rey David dice en los Salmos: “Mis errores están frente mío constantemente”. Mantén una lista con tus errores, repásalos cada día y asegúrate de que no te vuelva a pasar.

Toma precauciones. Averigua qué cercos necesitas – ¡y constrúyelos hoy mismo!

Planea una Estrategia

La gente se relaciona mejor con procedimientos técnicos que con sus sueños y aspiraciones. Entonces si tienes la esperanza de llevar a la realidad un sueño, debes concretizarlo. Haz un plan detallado, paso a paso. Cuanto más concreta sea tu estrategia, más efectiva será.

Ponte metas, y después monitorea tu progreso. Identifica lo que está impidiendo que lleves a cabo tu decisión. Esto te ayudará a planear una estrategia para sobreponerte a los obstáculos y prevenir la caída.

Los 48 caminos dicen: La vida es demasiado corta como para esperar a que el daño sea hecho y luego construir un cerco. Empieza ahora haciendo una lista de las debilidades que debes corregir.

Cuando tomes una resolución, comprométete. Pon una fecha en la cual pondrás tu plan en acción, y escríbelo en tu calendario.

Mientras planeas tu vida, visualiza las posibles caídas que pueden ocurrir y desarrolla las estrategias para evitarlas. Haz un plan de cómo sobreponerte a los obstáculos. Después, si los obstáculos se presentan realmente, recuerda: ¡ellos sólo fueron puestos en mi camino para que yo los sobrepase, para fortalecerme y ayudarme a crecer!

Control de Calidad Personal

Los hombres de negocios tienen un sistema de control de calidad. Cualquier negocio perderá rápidamente competitividad si algunos de sus productos son de mala calidad, inclusive que los otros sean perfectos.

A lo largo de nuestras vidas, no podemos permitir que nuestro nivel de realización cambie cada vez que tengamos un problema. La clave para el éxito es ser constante. La gente que pasa por constantes cambios de estado de ánimo – arriba un día, abajo el otro – debe trabajar más duro para lograr metas y mantener buenas relaciones con otros.

Aquí es donde los cercos entran en juego. Sin límites claros de demarcación, los seres humanos pueden venir con todo tipo de lógica torcida para racionalizar lo que quieren hacer. Por ejemplo: “Mi caso es una excepción”, “Eso no me afectará a mí”, etc.

Cuando ponemos un cerco objetivamente, entonces en el momento de tentación, la puerta de la racionalización ya está cerrada. Ya sea que algo esté permitido o no. De esta manera, no hay lugar para debatir o colorear subjetivamente nuestro razonamiento.

Los cercos son necesarios en aquellas áreas donde la presión física puede sobrepasar nuestra objetividad.

Planea un método que te asegure que lo que sea que hagas, nunca bajes de un estándar proporcional a tus habilidades y metas. Plantea un estándar de excelencia y atente a él.

Protege tu Confianza

Un “cerco” esencial es decidir que cuando te involucres en algo, te comprometerás totalmente a llevarlo a cabo.

Cada vez que fracasas en llevar a cabo una decisión o una idea, sufres no sólo la pérdida de tiempo, sino también la falta de confianza que eso crea. Se agota tu credibilidad. Después de un tiempo, ya nunca más harás el esfuerzo.

Pregúntate en qué punto generalmente pierdes tu inspiración para llevar a cabo tus decisiones. Después diseña un sistema que te dificultará echarte hacia atrás.

Para crear confianza, escoge cosas de tu lista de “hacer”, inclusive algunas cosas pequeñas que no consuman tiempo. Completar 10 cosas pequeñas va a levantar tu confianza más de lo que haría algo grande. ¡Y tu éxito con las cosas pequeñas te dará más confianza para llevar a cabo las grandes!

La autoestima es el combustible que te lleva a la grandeza. ¿Qué puede ser más valioso? ¡No dejes que la tuya se pierda! ¡Vale la pena protegerla!

El Sistema de Contaduría Espiritual

El mejor cerco para no perder tu vida es el Jeshvón Hanefesh – “la cuenta espiritual”. Necesitas un sistema regular para evaluar tus acciones y tomar conciencia de dónde estás parado.

Cada noche antes de dormir, repasa los eventos del día y evalúa lo que ganaste y lo que perdiste. Después haz un plan para que el día siguiente sea más productivo.

Pregúntate:

  • ¿Qué      logré el día de hoy?
  • ¿Logré      lo que esperaba?
  • ¿Cómo      voy a mejorar mañana?
  • ¿Cuáles      son mis virtudes y mis debilidades?
  • ¿Cuál      es mi pérdida y cuál es mi ganancia?
  • ¿He      logrado mis metas a largo plazo?
  • ¿Qué      me está impidiendo crecer?

Identifica tu “talón de Aquiles” – ya sea la flojera, la envidia o el mal temperamento. Concéntrate en eso y recuerda: “Este es el enemigo”. Enójate con tus estupideces y utiliza ese enojo como una motivación para implementar cambios.

Planea con Anticipación

Si vas a viajar a Europa, lo primero que harás será leer una guía de turismo para ver lo que visitarás. Te prepararás de antemano pues no querrás perderte todos los lugares de interés y las distintas experiencias.

Lo mismo se aplica a la vida. Alguien que no se prepara se queda en la oscuridad y no ve lo que la vida tiene para ofrecer. Cuanto más preparado estés, más habilidad tendrás para improvisar de acuerdo a las circunstancias. ¡Siéntate y planea tu vida!

“Planear con anticipación” significa también ver el futuro distante. Los Sabios enseñan que “los ojos del sabio están en la frente”. Esto significa que una persona sabia no pierde su tiempo obsesionado con errores pasados, sino que mira hacia adelante y busca estrategias para corregirlos. Cuando tengas 70 y mires hacia atrás ¿qué es lo que quieres ver? Si supieras que sólo tienes un día para vivir, te preguntarías: “¿Quién soy? ¿De qué se trata la vida?”.

Para ese entonces será demasiado tarde. ¡Pregúntatelo ahora!

La Ayuda de Otros

No estamos solos. Muchas personas han cruzado exactamente por los mismos caminos. Algunos han tenido éxito en sobreponerse a los obstáculos, mientras que otros siguen luchando. Pero todos tienen visiones y consejos de los cuales nos podemos beneficiar, y generalmente la gente se siente feliz al ayudarnos.

Una manera muy buena de construir un cerco, es contratar a un “nudnick” amigable. Pídele a un amigo que te diga cada vez que comas más de un pedazo de pastel, o que comas entre comidas, o que pases cualquier límite que te propusiste no pasar.

Puedes ponerte inclusive un sistema de penalización. Dile a tu amigo: “Si me ves mordiéndome las uñas, entonces te pagaré $10. Pagando $10 por cada mordida, ¡probablemente romperás tu hábito mucho antes de que acabes con tu cuenta de banco!

Los Sabios enseñan: “Dos son mejor que uno. Cuando uno cae, el otro lo levanta”. Cuando las cosas se ponen difíciles, busca un sistema de apoyo.

Construye un Cerco en Contra de las Enfermedades De La Sociedad

Un fundamento de la libertad es la habilidad de elevarnos a nosotros mismos por sobre el denominador común. Todos hemos percibido la agresión sensorial de la publicidad, las modas inmodestas y la violencia en la televisión.

Antes de comer, una persona se lava las manos para asegurarse de no consumir tierra ni gérmenes. De la misma forma, alguien que se preocupa por su bienestar espiritual selecciona todos los tipos de consumo: qué películas ver, con qué amigos pasar el tiempo, qué estándar de ética llevará en el negocio, etc.

Las calles están llenas de una multitud de opciones. Pero no debemos consumir indiscriminadamente. Evita los errores que la humanidad comete. Por ejemplo, mucha gente:

  • No      aprecia lo que tiene.
  • Piensa      que tener éxito en los negocios significa que eres una buena persona.
  • No      les gusta tomar decisiones y tomar responsabilidad.
  • No      saben para qué viven.

Los 48 caminos dicen: Ponte límites. Piensa antes de consumir. La verdadera libertad es la posibilidad de decir: “¡Escojo no formar parte de eso!”.

¿Por Qué “Construir Cercos” es un Ingrediente Para la Sabiduría?

  • La      vida es difícil. Cuando enfrentas un trabajo difícil, necesitas      herramientas fuertes.
  • Si      no te proteges, vas a perder confianza, y te darás por vencido en la vida.
  • Enfrenta      la guerra con estrategias. Haz un plan para ir hacia donde quieres ir.
  • No      trates de hacerlo todo solo. Cuenta con la ayuda de los demás.
  • Protege      tus valores del asalto de la sociedad.
  • Mantén      estándares altos e implementa un método para evaluarte a ti mismo.
  • Dada      la oportunidad de racionalizar, muchos “distorsionarán la razón para      satisfacer deseos”.

 

Camino #29: Sutiles Trampas de la Arrogancia

La arrogancia limita el crecimiento espiritual. Para evitarla, debes distinguir entre el orgullo (“Soy mejor que los demás”) y el placer (“No soy mejor, sólo soy afortunado”).

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

Imagínate que ganas la lotería. ¡No cabrías en ti de alegría! ¿Pero acaso empezarías a atribuir tu nueva fortuna a tu increíble inteligencia y habilidad? ¡Por supuesto que no! Por otro lado, si inventas un producto que te hace ganar un millón de dólares, es probable que empieces a darte demasiados aires.

Existe un sentimiento positivo – justificado, por cierto – que se genera al lograr algo. Pero los 48 caminos dicen: Cuando logramos algo, debemos distinguir entre “orgullo” y “placer”.

Orgullo: “Lo logré y por ello, soy mejor que los demás”.

Placer: “Gracias a Dios se me dio esta oportunidad para disfrutar y lograr algo. No soy mejor, sólo soy afortunado”.

“Einó majzik tová leatzmó”, literalmente significa “no atribuirse méritos”. Reflexiona por algunos minutos y piensa en algo de lo cual te enorgulleces. ¿Te hace sentir más agradecido, o más arrogante?

Facultades Naturales, Dones Naturales

La arrogancia surge comúnmente cuando se trata de habilidades naturales. Las personas a menudo presumen de su fuerza física, salud y belleza, pero eso es absurdo. Aunque realmente podemos mejorar estas cualidades con el ejercicio y una buena dieta, en esencia son regalos innatos. Es casi racista sostener que una persona es inherentemente mejor que otra porque posee una nariz perfecta y pómulos bien formados.

Sin embargo, las personas a menudo presumen de tales cosas. ¿Te sucedió alguna vez que estabas en cama con un resfrío terrible y un visitante te dijo con orgullo “Yo nunca me enfermo”? Si hubieras tenido fuerzas, ¡lo habrías tomado del cuello!

¿Y en el caso de la destreza intelectual? ¿Acaso un genio debería ser alabado por la buena suerte de tener un cerebro ágil?

En definitiva, todo lo que poseemos es un regalo de Dios. Los presumidos tienen dificultad en reconocer esta realidad. No quieren aceptar que Dios les ha ayudado, porque no están dispuestos a renunciar al orgullo que acompaña a sus propios logros.

La próxima vez que sientas orgullo por una habilidad natural, pregúntate: “¿Me esforcé en algo para conseguirla?”.

¿Posees destrezas atléticas? ¿Buena memoria? ¿Talento artístico? Disfrútalo, no sientas orgullo.

El Orgullo por Lograr Algo

¿Tuviste alguna vez un amigo que repentinamente hizo fortuna o alcanzó el éxito profesional y ahora apenas te dirige la palabra?

A menudo nos enorgullecemos por las cosas que realizamos gracias a nuestro esfuerzo, porque ahí es cuando una persona realmente siente como que “lo logró”.

La manera de precaverte contra esa clase de orgullo consiste en sentirte agradecido por las ideas que tuviste y hacia las personas que te ayudaron a alcanzar tu meta. Nunca llegaríamos a nada sin nuestros padres y maestros, como así tampoco sin las personas que señalaron el camino antes que nosotros. Es bueno disfrutar de nuestros logros, pero no al extremo de pensar que ello nos hace superiores a los demás.

Por ejemplo, sabes cómo utilizar una computadora. Tus abuelos quizás nunca utilizaron una computadora, aunque no son menos inteligentes que tú. Tus destrezas computacionales son sólo posibles en la época en la que vives. Y la siguiente generación sin duda poseerá habilidades tecnológicas que hallarás igualmente intimidantes.

Debemos enfocarnos bien. La próxima vez que empieces a sentirte orgulloso, pregúntate: “¿Acaso controlé todas las circunstancias que me colocaron en el lugar indicado y en el momento preciso para gozar de esta maravillosa oportunidad?”.

Mantente Alerta a los Presumidos

Los presumidos son prepotentes y tienen muy poca paciencia con quienes no tienen idénticos logros a su haber.

Los padres que se sienten “realizados” tienden a provocar un sentimiento de inadecuación en sus hijos si éstos no exhiben el mismo ímpetu y habilidad. Muchos padres, según ellos por amor, exigen tanto de sus hijos que éstos acaban sintiéndose como unos fracasados.

Por otro lado, los padres que se sienten agradecidos por su éxito son pacientes con las demás personas – sus propios hijos inclusive – que carecen de sus mismas habilidades.

Los 48 caminos dicen: El orgullo lleva al desprecio; la gratitud lleva a la compasión. El orgullo significa menospreciar a los demás. Debes cuidarte mucho de no destruir a los demás en el trayecto hacia tu meta.

El Orgulloso Santurrón

El presumir de nuestra propia bondad es en extremo peligroso, pues muchas de las peores fechorías de la historia fueron cometidas en aras de la “bondad”.

¿Escuchaste a alguien decir alguna vez “Nunca le hice mal a nadie”? ¡Menuda proeza sería si fuese verdad! Sin embargo, es muy poco probable que nunca haya insultado a algún familiar o amigo.

Además, siempre hay niveles superiores de “bondad”, como por ejemplo luchar por la justicia social. No debes presumir ni ser arrogante por las cosas buenas que hayas logrado, porque no existen límites con respecto a lo que podemos lograr.

¿Acaso las personas religiosas piensan que son mejores que los demás? En efecto, estar convencido de que posees la palabra revelada de Dios puede llevarte a la complacencia y a la arrogancia. Por ese motivo, las personas religiosas intentan esforzarse al máximo por ser humildes.

La Arrogancia en la Sociedad

En cierto modo, todos nos enorgullecemos de nuestra propia sociedad, nación o cultura. Quienes nacieron en China probablemente sean comunistas, a mucha honra. Quienes nacieron en España quizás sean católicos, a mucha honra. Y quienes nacieron en Irán tal vez sean fundamentalistas islámicos – ¡a mucha honra!

La influencia de la sociedad es tan poderosa que a menudo adoptamos valores sin siquiera percatarnos de ello, valores que luego pasan a ser menos una “conciencia intelectual” y más un “instinto emotivo”. Por ejemplo, los estadounidenses pueden sentir que quienes hablan el inglés con un marcado acento extranjero son menos inteligentes…

Por cierto, no existe nexo alguno entre la intelectualidad, por un lado, y la decencia y la bondad, por el otro. En la Conferencia de Wanasee (la reunión nazi convocada para formular la “Solución Final” para el exterminio de los judíos), 9 de sus 13 participantes poseían el grado académico de “Doctor”, las mentes más creativas y científicas del mundo civilizado.

Los 48 caminos afirman que debemos imperiosamente evaluar nuestras convicciones. De lo contrario, seguirás ciegamente los dictados de tu sociedad.

  • Identifica      los orígenes de tus valores.
  • Defínelos.
  • Determina      objetivamente si esos valores son buenos.
  • Procura      que sean tus propios valores.

Un Obstáculo para la Sabiduría

El orgullo es uno de los mayores obstáculos para alcanzar la sabiduría. Si eres arrogante, ¡te resultará imposible aprender de los demás! Tal como enseñan los Sabios: “¿Quién es sabio? Aquél que aprende de todas las personas” (Pirkei Avot 4:1).

Siéntete agradecido hacia tus maestros, pues es de presumidos decir: “Esto es sencillo, siempre lo supe”. Si alguien sacrifica su tiempo para enseñarte algo, reconoce su esfuerzo, independientemente de que pienses que has aprendido algo o no.

Reflexiona sobre el daño que puede provocar el orgullo. Si alguien se te acerca y cuestiona algo de lo cual te sientes orgulloso, entonces lo tomas como un ataque personal, colocándote a la defensiva e impidiéndote seguir prestando atención.

Pero si alguien te dice que estás haciendo algo mal y dejas el orgullo de lado, entonces escucharás con atención. “¡Si obtuve tanto placer de hacer lo que yo creía que estaba bien, entonces cuánto mayor será el placer que podré obtener por hacer algo que realmente está bien!”.

Las personas cometen el error de pensar que tienen que pregonar su éxito para sentirse bien al respecto. De hecho, el no atribuirse méritos a menudo nos hace sentirnos mejor porque, de esta forma, hacemos el bien sencillamente porque es lo correcto, no por la fama que nos puede ofrecer.

¿Por Qué el “Evitar La Arrogancia” Constituye un Ingrediente de la Sabiduría?

  • Si      te afanas en congratularte por lo que ya has logrado, no te esforzarás en      lograr más.
  • Si      estás constantemente defendiendo tus opiniones, nunca estarás dispuesto a      escuchar a los demás.
  • Si      presumes de tus ideas, te estarás limitando.
  • Si      eres agradecido, crecerás como persona.
  • Si      te da placer hacer lo correcto, entonces busca más placer.

 

Camino #30: Ser Amado por los Demás

El deseo humano de sentirse amado es profundo y natural. La manera más efectiva de sentirse amado es… amando a otros. Si das amor, recibirás amor.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

A veces exhibimos una actitud que pareciera decir: “¡No necesito a nadie! ¡Soy autosuficiente!”.

El camino número 30, “Ahuv” en hebreo, literalmente significa “ser amado”. Ya sea en el ámbito de las relaciones familiares, comerciales o sociales, el ser humano tiene una profunda y natural necesidad de ser amado. Es tan necesario como el aire que respiramos.

Por cierto, el amor debe ganarse. El Rey Salomón dijo: “Tal como el agua refleja un rostro, así también el corazón de la persona”. En otras palabras, si proyectas frialdad, despertarás frialdad; si proyectas calidez, despertarás calidez.

Cuando las personas te aman, ellas desean ayudarte a que seas sabio y próspero. Te invitarán a eventos sociales y serán clientes frecuentes tuyos. Te darán consejos acertados y con gusto aceptarán lo que tengas que ofrecer. Tendrás éxito en todas las áreas de la vida.

¿Qué amas de los Demás?

Comencemos definiendo el amor como “gozar de las virtudes de otra persona”. De ahí nace la expresión “conocer es amar”.

Redacta una lista de las personas a quienes amas. Estúdiala y pregúntate: ¿Qué es lo que me complace de ellas? Después de conocer las virtudes, tendrás los fundamentos para desarrollar una verdadera relación afectiva.

En cambio, para ser amado por los demás, tus virtudes deben manifestarse ante sus ojos. Haz por ellos lo que te gustaría que hicieran por ti. Esto te identificará como una fuente de placer, y todos aman a quienes les dan placer.

Una regla general consiste en estar siempre contento y optimista. Resulta agotador estar con personas depresivas que se quejan por cualquier cosita. Si rebosas de felicidad y vitalidad, sin duda serás amado.

Comunicando el Amor

Todo padre ama a sus hijos. Entonces, ¿por qué tantos hijos se sienten rechazados? Porque “sentir” amor hacia los demás es tan sólo una parte del proceso. También debemos “comunicar” ese afecto. Muchos hijos sólo captan el enfado y las críticas de sus padres y, por ello, captan un mensaje equivocado.

Para comunicar amor, debes demostrar que entiendes, valoras y obtienes placer de la esencia de la otra persona. Debes reflexionar detenidamente sobre las cosas positivas de los demás y dejar de centrarte en sus defectos. A menudo somos más corteses y atentos con gente a la que escasamente conocemos.

Esfuérzate por mostrarles a los demás que los aprecias. Ensaya las frases “me gustó lo que dijiste”, “qué gusto que hayas venido”, “lo hiciste a la perfección”, etc.

Sin embargo, no debes confundir los cumplidos con la adulación (es decir, alabanzas insinceras). El judaísmo prohíbe la adulación porque conduce al error y a la manipulación. Debes estar seguro de que el aprecio que expresas refleja sinceridad, y no sólo tu esfuerzo por ganarte los favores de otras personas.

“Dar” es la Clave

La manera más eficiente de ser amado es dar a los demás. Cuando das placer físico, material, emocional o espiritual – sin condiciones de por medio – los otros sin duda te amarán.

En la práctica, ¿cómo puede alguien convertirse en un “dador”? La respuesta es sencilla: ¡debe comenzar a dar!

Hay quienes dicen “Sólo puedo dar a quien amo”. Esto es un error. En hebreo, “dar” se dice hav, cuya raíz es idéntica a la de ahavá, “amor”. El judaísmo sostiene que el dar conduce al amor. Cuando yo te doy, invierto en ti una parte de mí mismo. Entonces te vuelves más apreciado ante mis ojos y te amo.

Por ello es que un padre ama a sus hijos por sobre todas las cosas, dado que representan su mayor inversión en la vida.

Debes decidir, a nivel intelectual y emocional, que el ayudar a los demás formará parte de tu filosofía de vida.

Algunas sugerencias: visita a personas internadas en el hospital de tu ciudad; invita amigos a una cena de Shabat; ofrécete para servir alimentos en albergues para personas sin hogar; o lava los platos en tu casa, incluso cuando no sea tu turno. Emula a Dios y sé un dador. Hazlo con gusto y conviértete en una fuente de inspiración para que quienes te rodean sigan tus pasos.

Tu Placer es Su Placer

Darle placer a los demás nos proporciona una enorme fuente de placer. Dar placer imbuye nuestra vida con un sentido de dirección y significado, porque podemos apreciar el impacto positivo que somos capaces de generar.

Entonces, ¿por qué no lo hacemos constantemente?

Porque estamos demasiado ocupados persiguiendo nuestro propio placer, envueltos en nuestro propio narcisismo.

Sal de tu mundo pequeño y egoísta. Extiende una mano. Tan sólo con decir “hola” podemos levantarle el ánimo a los demás y demostrar que nos preocupamos por ellos. ¡Las cosas sencillas pueden marcar una diferencia enorme!

En el matrimonio en particular, el dar representa el pilar de la relación. Cuando dos personas se concentran en darse la una a la otra, la relación fluye en ambas direcciones, conectando, uniendo y forjando los lazos interpersonales. Pero cuando ambos se afanan en tomar para sí, entonces la dinámica los atrae en direcciones opuestas, generando fatiga y tirantez.

Por desgracia, en la actualidad muchas personas se casan con la intención de sacar más provecho de la vida y no de dar placer. ¿Cuánto puede sobrevivir un matrimonio en esas condiciones?

Amor y Admiración

Debes distinguir entre “amor” y “admiración”. Ser admirado significa que se nos respeta por nuestros logros. Pero ser amado significa que se nos aprecia por la esencia de quienes somos, incluyendo nuestros defectos.

Aunque tus logros ganen la admiración de los demás, eso no te llevará al amor. Quien se afana por conseguir la admiración de los demás, por lo general la pierde – pero el amor de los demás es para toda la vida.

Temor a la Intimidad

Un requisito para que te amen es que tomes internamente la decisión de permitir que te amen.

¿Por qué las personas huyen de la intimidad?

  • Temor      al daño emocional (una vez que bajas tus defensas, te pueden herir).
  • Temor      a conocerse mejor a si mismas (si los demás se nos acercan demasiado,      provocan que nos abramos).
  • Sencillamente,      una preferencia por estar solos.

Si sientes que tienes alguno de estos problemas, tu mayor prioridad debe ser resolverlos. Hasta que eso no suceda, estarás ahuyentado el amor de los demás.

El Mayor Obsequio de Todos

El mayor obsequio que le puedes dar a una persona es la sabiduría. Puedes utilizar un par de calcetines durante un año, pero darle a alguien una perspectiva correcta puede cambiar su vida para siempre.

De ahora en adelante, cuando oigas alguna perla de sabiduría, piensa en cómo podrás utilizarla para darle placer a los demás.

No te olvides de “envolver para regalo” esa sabiduría, es decir, céntrate en la persona con quien estés hablando y haz esa sabiduría relevante para ella. No aburras ni ofendas a los demás, ni te limites a pronunciar las palabras en forma directa y fría. Incluso si estás repitiendo una idea “antigua”, trasmítela con el mismo entusiasmo que sentiste la primera vez que la oíste.

Como mínimo, no les provoques dolor a los demás. No critiques ni digas “Es por tu propio bien”. Sé consciente de los sentimientos de los demás. Reflexiona sobre quiénes son y qué necesitan. Sé amistoso. Ayúdales. Comparte sus problemas.

El otro lado de la moneda es que si realmente quieres adquirir más sabiduría para ti mismo, debes aprender a ser un buen alumno. Presta atención y crece como persona. Esto le da placer a tu maestro, y así, querrá enseñarte más.

¿Por Qué el “Ser Amado” Constituye un Ingrediente de la Sabiduría?

  • Dar      placer a los demás constituye tu placer.
  • Ver      las virtudes de los demás es una de nuestras mayores virtudes. Si amas a      los demás de esta forma, ellos también te amarán.
  • El      primer lugar donde debes empezar a demostrar afecto es en tu propia      familia.
  • El      amor fomenta la unión. Y en la unión está la fuerza.

 

Camino #31: Busca el Placer Último

Podemos tener muchísimo dinero, amor y poder, pero ningún ser humano se siente verdaderamente satisfecho a menos que esté en contacto con la dimensión trascendental.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Todos hemos tenido alguna vez momentos en los cuales nos sentimos impresionados por el esplendor de la vida, ya sea el nacimiento de un bebé, el cielo lleno de estrellas, una magnífica pieza musical o una espectacular puesta de sol.

Estas vivencias son simultáneamente fuente de emoción y de sosiego, permitiéndonos romper las cadenas de nuestras propias limitaciones y fusionar nuestro ser (relativamente) diminuto e insignificante con la Unidad Infinita y Trascendente.

Si las creaciones de Dios pueden impactarnos hasta tal grado, cuánto más podría hacerlo una vivencia con el mismo Creador. Date cuenta de que lo que realmente deseas es conectarte con aquello que abarca todos los placeres habidos y por haber.

Imagina a alguien que se dedica a viajar por el mundo entero buscando experiencias emocionantes. Ahora dile que, en el cuarto contiguo, “¡puede sentarse a hablar con Dios durante una hora!”.

¿¡No sería acaso la máxima experiencia!? ¿Cuanto estaría dispuesto a pagar este viajero por una experiencia de este tipo?

El camino 31 de los 48 caminos es “Ohev et HaMakom” que literalmente significa “Ama el Lugar”. En el judaísmo, a Dios se le conoce como “el Lugar”, porque Dios no forma parte del universo sino que, “el universo forma parte de Dios”. Él creó el espacio y el tiempo a la vez. No existe lugar donde no se encuentre Dios y, por ende, todos los lugares se encuentran en Él. Dios es el “Lugar” porque trasciende al universo en su totalidad.

Los 48 caminos nos ordenan amar “el Lugar”. ¿Por qué?

Si comparamos los demás placeres con amar a Dios, todos los demás placeres son insignificantes. Podemos disfrutar de una pizza deliciosa, bóvedas rebosantes de dinero, amor y poder, pero los seres humanos anhelan trascender la rutina del diario vivir. Por ello, el misterio, la magia y los milagros embelesan nuestra imaginación.

En definitiva, nadie puede sentirse verdaderamente satisfecho a menos que vaya más allá de su existencia material y se conecte con la dimensión trascendental e infinita, pues nada limitado y arraigado en este mundo puede siquiera compararse con el infinito.

Un Precio Elevadísimo

Para obtener el máximo placer, debemos pagar un precio exorbitante: ¡Gratitud!

Para amar a Dios, debes aprender a valorar todo lo bueno que ha hecho por ti. Eso significa desechar la fantasía de que tú eres responsable de tus logros, admitiendo a la vez que todo lo que tienes o posees es un obsequio de Dios.

¿A qué se debe que nos resulta tan difícil sentir gratitud y mantenerla? El ego de la persona está siempre deseoso de reconocimiento e independencia y, por ello, rehúsa la noción de sentirse en deuda con un Poder Superior. ¡Preferimos creer que logramos todo con nuestro propio esfuerzo!

Una forma de adulterar nuestra relación con Dios es pensar que alguien más satisface tus necesidades. Si piensas que tu carrera o tu pareja representan la máxima satisfacción, te equivocas, pues todas esas cosas pueden desvanecerse. ¡Sólo Dios posee el poder absoluto y sólo Él es eterno!

Para apreciar cuán valioso es el obsequio de Dios, debes darte cuenta de que todas tus carencias, sin excepción, no son nada si las comparas con lo que ya posees. Tus ojos, por ejemplo. No podrías comprarte un ojo ni por un millón de dólares y, sin embargo, Dios te dio en forma absolutamente gratuita – un par de ojos que funcionan con mayor precisión, rapidez y eficiencia que los más sofisticados dispositivos electrónicos de visión digital.

Amar a Dios es algo relativamente sencillo, puesto que todos los placeres de este mundo se relacionan con la esencia de Dios, que es la fuente de todo placer. Por ejemplo:

Conducir un automóvil = el placer del poder = Dios

Cabalgar = el placer de la independencia = Dios

Escuchar Música = el placer de la armonía = Dios

Bailar = el placer de sentirse vivo = Dios

Fomentar nuestro amor por Dios significa apreciar el increíble don de la vida. Debes esforzarte para apreciar el placer incluso en cosas sencillas, como el sabor de una fruta, el hecho de respirar, la fuerza de gravedad, etc. Pregúntate, “¿Cómo podré incorporar esta experiencia como un factor constante en mi vida?”.

Una vez que valores los placeres de la vida, entonces podrás identificar a Dios como la Fuente invisible de todo. Así como cada pincelada que Picasso dio en sus lienzos lleva su marca personal, así también todo lo que se encuentra en este mundo lleva la marca personal de Dios. Tan sólo debes saber identificarla.

Desarrollando Amor por Dios

Dios, el “Lugar”, se encuentra en todas partes permanentemente. Si te comportas como si Dios estuviera aquí tan sólo en ciertas ocasiones, o que no se preocupa demasiado de ti, o que no presta atención a las minucias de tu vida, entonces en efecto, una relación estrecha con Dios resultará imposible.

Por ello, debes ser consecuente. Si deseas que tu vida esté plena de significado y trascendencia –y esa es la realidad- entonces tienes que tener en mente que Dios se encuentra en todas partes a cada instante, prestándote atención a ti… aguardando que le prestes atención a Él.

De hecho, esta es la máxima meta para la cual fue creado el hombre. Fuimos enviados a este mundo para vencer los espejismos y utilizar nuestro libre albedrío para forjar una relación con Dios. Él podría haber fabricado robots, pero no es eso lo que Dios desea. Él quiere una relación real, una que nosotros mismos escojamos.

Dado que este nivel es difícil de alcanzar, la vida judía cotidiana incorpora varios recordatorios. Por ejemplo, colocamos una Mezuzá en el marco de la puerta. Hay quienes piensan que se trata de un ritual supersticioso para ahuyentar los fantasmas, pero si abres una Mezuzá y lees lo que se encuentra en su interior, aprenderás sobre uno de los mayores placeres de la vida; que Dios es Uno, que Él es un Dios personal que se preocupa por nosotros y que hace todo exclusivamente en beneficio nuestro. Reflexiona sobre lo que está escrito adentro. Bésala cuando entres y cuando salgas, para mantenerte enfocado en el objetivo de tu vida.

También decimos el “Shemá”, una vez por la mañana y otra por la noche. ¿Qué dice el Shemá? “Amarás al Eterno, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus recursos”. (Deuteronomio 6:5)

Existen tres caminos para desarrollar nuestro amor por Dios, que se corresponden con los tres aspectos enumerados en el versículo: corazón, alma y recursos. Examinémoslos uno por uno…

1) Amor a Dios a Través de la Torá

¿Cómo podemos descubrir la senda hacia una vida llena de significado? A través del estudio de la Torá. La Torá es la epístola de Dios para el mundo. Por eso, mientras más Torá estudies, más podrás amar y apreciar la sabiduría de Dios, la máxima e infinita fuente de sabiduría. Y, a la vez, podrás establecer una mejor relación con Él.

Cuando realmente empiezas a estudiar Torá, te das cuenta de que si algo parece no tener sentido, debes devanarte los sesos para dar con la respuesta… porque sabes que la Torá es intrínsecamente perfecta. Entonces cada vez que logras resolver una dificultad en el estudio, el placer que obtienes te motiva a desear más y más.

¿Cómo podrías lograr cambiar tus deseos para con Dios?

Si te das cuenta de que Dios y Su Torá abarcan el término “significado” en su máxima expresión, la lógica dicta que coloques tus metas y deseos personales en segundo plano para poder cumplir con la voluntad de Dios. Te das cuenta de que nada más te puede brindar ese significado para la vida y abandonarás todo lo que no guarde consecuencia con la voluntad de Dios.

A fin de cuentas, reconocerás que cualquier deseo de contravenir la voluntad de Dios abrirá una brecha entre tú y Él. Una vez consciente de esto, querrás eliminar estas barreras, no sencillamente porque la Torá te ordena hacerlo, ¡sino porque no podrás soportarlas! Se interponen y obstaculizan tu relación con Dios. Cuando reconocemos que no existe nada más precioso que estar cercanos a Dios, entonces cada rasgo defectuoso de nuestra personalidad es visto como un infiltrado que busca quebrantar esa relación y, en consecuencia, intentamos animosamente eliminar esos defectos.

Si te identificas con tu alma, buscarás alcanzar esta meta toda tu vida. Eso significa “amar a Dios con todo tu corazón”.

2) Amor a Dios a Través de la Historia

También podrás amar a Dios mediante el estudio de la historia, tanto la tuya personal como la historia nacional del pueblo judío.

Contempla las cosas que Dios ha hecho por ti, cómo te dio la vida y te sostiene permanentemente. Él permite que respires y que tus órganos funcionen; te dota con toda la fuerza y las habilidades que posees.

Empero, los obsequios no bastan. Si realmente te preocupas de alguien, querrás establecer una relación con él. ¿Qué pasa si esa persona te ignora? Haces algo para llamar su atención.

Así es como Dios interactúa con nosotros. Dios nos prodiga obsequios sin cesar y, asimismo, hará algo para despertarnos si dejamos que nuestra vida se maneje por la inercia. Él no nos castiga; tan sólo quiere que nos desperecemos: “¡Hey! Soy Yo, Dios. ¡Te echo de menos!”.

Valora como Dios te cuida constantemente. Él dice: “¿Realmente quieres vivir? ¿Quieres que tu vida tenga significado? ¿Quieres realizarte? Quizás has tomado el rumbo equivocado. Tal vez pueda ayudarte. ¡Préstame atención!”.

Analiza tu historia personal. No pienses que has logrado luchar y sobrevivir a pesar de inmensos obstáculos. Por el contrario, ha sido Dios quien te concedió la oportunidad de crecer. Él organiza los sucesos de tu vida según tu conjunto especial de circunstancias, para así enseñarte y guiarte en cada momento y etapa.

También puedes dar un vistazo a la historia universal y observar cómo Dios ha garantizado la supervivencia del pueblo judío contra todas las probabilidades. Formando parte de la eterna cadena del pueblo judío, podrás apreciar la forma excepcional en que Dios se ha preocupado por ti.

Si alguien te demuestra que está absolutamente dispuesto a ayudarte, tú a la vez disfrutarías en esforzarte por esa persona. Por ello, la intensidad del placer que sientes al cumplir con los preceptos de Dios es indicativa del nivel de “Amor a Dios” que hayas alcanzado.

Amor a Dios significa maximizar nuestro anhelo de estar cerca de Dios. No te quedes sentado esperando ‘sentirlo’, búscalo con perseverancia. Hazlo con inteligencia. Debes estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en obtener este placer.

Si el esfuerzo que inviertes en servir a Dios no conoce límites, significa que has logrado “amar a Dios con toda tu alma”.

3) Amor a Dios a Través de la Naturaleza

Si observas la naturaleza y reconoces que todo lo que Dios puso en este mundo es un obsequio, llegarás a amarle. Y mientras más analices la genialidad, belleza y simetría fenomenal de la naturaleza, más apreciarás la perfección y la bondad de su Creador. Con el correr del tiempo, la ciencia ha realizado innumerables hallazgos, no obstante, sólo ha escarbado la superficie de las maravillas que esconde la naturaleza.

Al contemplar las majestuosas Cataratas del Iguazú, quedamos boquiabiertos. Al observar una pradera cubierta por la nieve recién caída, nos invade la tranquilidad y, cuando los relámpagos iluminan el negro firmamento, nos sentimos a la vez conmovidos y estimulados.

Un prerrequisito, si deseas con sinceridad que la naturaleza te deje impresionado, es tener la mente completamente abierta. Tienes realmente que desear saber, sin prejuicio alguno, “¿Qué me está diciendo la naturaleza?”.

Observa cómo la naturaleza fue diseñada para satisfacer todas nuestras necesidades, tanto físicas como emocionales. Por ejemplo, los alimentos no se limitan a proveernos un sustento alimenticio, sino que incluyen un sinnúmero de beneficios adicionales. ¡Cada fruto posee su belleza, sabor, forma, color y olor singular!

Imagínate si alguien te diera un automóvil como regalo y luego te lo pidiera prestado: accederías gustoso a que lo maneje.

Lo mismo se aplica a Dios. Él te da un universo colmado de riquezas materiales. Entonces, si nos pide comer alimentos casher o redistribuir un 10 por ciento de nuestros ingresos para beneficencia, resulta difícil objetar. Este reconocimiento te lleva a “amar a Dios con todos tus recursos”.

El Deseo de Compartir con los Demás

Una manifestación del amor a Dios que sobresale por su importancia es el deseo de compartirlo.

Cuando amas a Dios y observas a otras personas que buscan con afán satisfacer toda clase de intereses vanos, te duele. ¿Por qué? Porque te da lástima ver a otro ser humano perdiendo la oportunidad de gozar un placer tan increíble. Entonces, cuando te entusiasma estar cerca de Dios a más no poder, quieres que toda la humanidad pueda tener esa relación también.

Esto no se compara a las personas cuyos celos se encienden cuando la atención de su ser amado está enfocada en otra dirección. Cuando de Dios se trata, no te dan celos cuando ves a otras personas relacionándose con Él, pues Dios es infinito.

¿Por Qué el “Amor A Dios” es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • Cada      ser humano anhela lo trascendente.
  • Gozamos      de la infinita belleza, gracia, poder, sabiduría y significado de nuestro      Creador.
  • Las      personas evaden a Dios porque temen que los limitará. Y sin embargo, están      dispuestas a escalar montañas en busca del máximo placer trascendental.
  • Los      artistas piensan que tienen el secreto, pero se quedan cortos. Dios es la      verdadera experiencia estética.
  • Ama      a Dios por los obsequios que te da: manos, piernas, ojos, etc.
  • Si      sientes el amor de Dios por ti, Le corresponderás con amor.
  • El      placer de un obsequio depende de la persona que te lo da. Aprecia lo que      Dios es.
  • Puedes      identificar cada placer con Dios como su fuente original. Siente      permanentemente Su presencia.
  • Si      decides constantemente amar a Dios, entonces te esforzarás por hacerlo.
  • La      mejor forma de lograr amar a Dios es preguntarte siempre: “¿Cuál es      mi meta en la vida? ¿Qué quiero obtener de la vida?”.

 

Camino #32: Ama a la Humanidad

Toma conciencia de las maravillosas habilidades humanas de comunicar, lograr y crear. ¡Que increíbles herramientas!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

 

Imagina que estás en una isla desierta y nunca antes has visto a otro ser humano. Cuando te encuentras con uno por primera vez, estás emocionadísimo. Él camina, habla y piensa. Te das cuenta de que es un hermoso e increíble reflejo de Dios.

Cuán irónico es el hecho de que si te topas con esa misma persona en tu ciudad, probablemente serás indiferente.

Nuestro error es que damos por sentado el hecho de que hay personas. Hay tantas que nos aburrimos.

El camino número 32 de los 48 caminos hacia la sabiduría es: “Ohev et habriot”, que literalmente significa “ama a la creación”. Más específicamente, esto nos enseña a amar a los seres humanos, la cúspide de la creación. Esto no implica que tengamos que ignorar a todo el resto de lo que nos rodea. Por el contrario, si amamos a las personas, entonces de ahí fluirá naturalmente el amor hacia los animales, árboles y el resto de la creación.

No basta con amar a nuestro cónyuge, ni siquiera basta con amar a Dios. También debemos amar a la humanidad en su totalidad. Esto parece inalcanzable, pero constituye el ideal judío. El odio y la cizaña son aberraciones; la paz entre la humanidad es el camino correcto. Esto es lo que nos dice la Torá en forma explícita: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Podemos conectarnos con todos los seres humanos y amarlos. Aprecia la belleza de la habilidad humana para comunicar, lograr y crear. Esto es parte integral de cada ser humano. ¡Son creaciones absolutamente fantásticas!

Haz Una Lista De Virtudes

¿Qué significa exactamente “amar” a los demás”?

La definición del amor es “el placer de identificar a las personas con sus virtudes”.

Para enfocarte en el objetivo de apreciar la belleza de cada ser humano, intenta hacer una lista de sus virtudes. Mientras más sean las virtudes potenciales de las que eres consciente, más apreciarás a los demás.

Comienza con las virtudes obvias y después intenta avanzar hacia las más difíciles. Una buena forma consiste en observar a las personas que disfrutas, las que te complacen, y analiza el por qué de ese sentimiento positivo. Pregúntales sus ideas a los demás también. Tendrás, al fin y al cabo, una lista exhaustiva que te ayudará a amar a toda clase de personas.

Por último, asígnale prioridades a tu lista: Identifica cuáles virtudes son más importantes que otras. No puedes amar a todas por igual. Conviértete en un ‘experto’ y distingue entre una virtud y otra.

Aquí te sugerimos algunas virtudes con las cuales empezar:

Aceptador / Consumado / Intrépido / Afable / Altruista / Ambicioso / Apreciativo / Articulado / Asertivo / Atento / Equilibrado / Valiente / Calmado / Preocupado / Cauteloso / Carismático / Caritativo / Alegre / Compasivo / Seguro / Consciente / Consecuente / Cooperador / Creativo / Firme / Honorable / Diplomático / Tranquilo / Eficiente / Enérgico / Entusiasta / Expresivo / Justo / Flexible / Indulgente / Amistoso / Generoso / Tierno / Habilidoso / Trabajador / Saludable / Honesto / Humilde / Idealista / Reflexivo / Conocedor / Lógico / Afectuoso / Leal / Maduro / Metódico / Ético / Ordenado / Abierto / Optimista / Organizado / Original / Paciente / Persistente / Educado / Práctico / Productivo / Puntual / Realista / Relajado / Confiable / Erudito / Confiado / Sincero / Diestro / Espiritual / Dulce / Talentoso / Ahorrativo / Tolerante / Versátil / Cálido / Sabio.

(Lista adaptada del libro “Comienza Ahora Nuevamente”, de Rab Zelig Pliskin)

La Lista de Afectos

Ahora mismo, redacta una lista de todas las personas a quienes amas.

¿A cuántas personas anotaste? ¿Dos? (debajo de promedio) ¿Diez? (promedio) ¿Veinte? (arriba del promedio)

Cuando piensas en todo el placer que da el amor, ¿no es una pena que nuestra lista no incluya a todas las miles de personas que conocemos durante nuestra vida?

Nuestra tarea es buscar lo bueno en todas las personas. Mientras no sepamos hacer esto, sólo amaremos a un ínfimo porcentaje de personas. Date cuenta de cuánto más larga sería tu lista si empezaras a concentrarte conscientemente en las virtudes de las personas y no en sus defectos. En cada oportunidad, concéntrate en las virtudes de tus vecinos, familiares, jefe, empleados, clientes, etcétera.

Concentrarnos en los defectos es el principal error cometemos en nuestras relaciones humanas. Si te desagrada alguien, es porque te enfocas en lo incorrecto. Intenta hacer una lista de personas que te desagradan… y observa cuántas virtudes realmente poseen. No puedes odiar las virtudes ni amar los defectos. Tan sólo puedes escoger con cuáles elementos identificar a una persona.

La Virtud de Cada Ser Humano

Como mínimo, las personas poseen al menos una virtud que todas comparten: poseen un alma Divina, creada a imagen y semejanza de Dios.

Sin importar cuán bajo haya caído una persona, cuán desagradable sea, aún le queda una enorme virtud en “potencial”. Cada persona es un ser intelectual, con libre albedrío y un profundo deseo de asemejarse a Dios.

Todo depende de “en qué nos enfocamos”. Los padres aman a sus hijos a pesar de sus defectos, a pesar de que se pelean, a pesar de que son egoístas. ¿Qué es lo que aman de ellos? Que son inteligentes, llenos de potencial y vitalidad. Están vivos.

La verdad es que cada ser humano quiere ser bueno y moriría por ese ideal. Imagina a una persona grosera y egoísta. Si le dices “Mata a estos 1,000 niños o te mataremos”. Él responderá “Mátenme”. Eso es la esencia de un ser humano.

Para amar a la humanidad, sé sensible hacia aquellas virtudes que comparten todas las personas. Todos buscan la bondad y la verdad. Es esta chispa divina la que nos distingue de los animales y nos dota con el máximo potencial: ¡El libre albedrío! (que no es una virtud pequeña, por cierto).

Amar o Ser Amado

¿Cuál placer crees que es mayor, amar o ser amado?

Dar amor es el placer mayor. Cuando percibes las profundas virtudes de otra persona, ya sea su honestidad, su compasión o su inteligencia, eres capaz de compartir esa belleza.

En las raíces de nuestra eterna lucha por amar subyace un conflicto entre el cuerpo y el alma. El alma quiere amar a los demás, porque dar amor es uno de los más profundos placeres que el alma puede sentir. El alma quiere trascender y conectarse con todas las demás almas.

En un nivel más profundo, el amar a las personas es una forma de contactarnos con el amor de Dios. Esto es así porque en la dimensión espiritual no existen límites convencionales entre las entidades. Todo es uno.

El cuerpo, por otro lado, prefiere recibir amor, esto es menos exigente y más cómodo.

Observa cómo te sientes. Si buscas que te presten atención, significa que el cuerpo tomó las riendas de tu ser.

Intenta conectarte concientemente con el anhelo del alma de amar a los demás. Al principio es difícil y debes esforzarte para que tu cuerpo acepte. Pero después de que te acostumbras a ver las virtudes de los demás, ¡te será más fácil amar a toda clase de personas!

La Unidad Universal

La humanidad es un solo cuerpo. Si rebanas una zanahoria y accidentalmente te cortas un dedo, ¿acaso tomas el cuchillo y te cortas la otra mano para vengarte? Por supuesto que no. ¿Por qué? Porque la otra mano también forma parte de ti.

El incienso en el Templo Sagrado era una mezcla de varias especias. Todas eran fragantes excepto por una, cuyo aroma era penetrante y desagradable. Si el incienso era preparado sin la totalidad de sus ingredientes, incluyendo el que olía fuerte, era inutilizable. Así también, cada judío es parte integral del todo y nadie es prescindible.

Cuando nos damos cuenta de que somos un sólo pueblo, entonces el herir al otro – “devolverle con la misma moneda” – es tan ridículo como auto-inferirte una herida. Por eso es que la Torá nos ordena amar al prójimo “como a ti mismo”. Herir a otra persona es tan tonto como cortarte la otra mano con el cuchillo.

Por supuesto, la realidad es que nuestros cuerpos son unidades independientes. Cuando una persona come, los demás no reciben alimento. Si te enfocas en los aspectos “corporales” de los demás, eso es inherentemente divisivo.

Intenta enfocarte en el alma de la otra persona. Cuando una persona estudia, la otra crece. Es como en una cancha de fútbol, si uno marca un gol, todos ganamos porque somos una unidad. No serás menos porque el otro es más sabio; más bien, eso te permite adquirir sabiduría. Tus conocimientos me ayudan. Me puedes enseñar.

En cambio, si eres un hombre rico, eso me dificulta un poco más volverme un hombre rico. Esa es la diferencia entre la espiritualidad y el materialismo.

Las almas son una unidad. Es como si dos hombres viajaran en un bote y uno empezara a perforar el piso. “¿¡Qué haces!?”, le grita su amigo. “No te preocupes”, responde el primero. “Sólo estoy perforando debajo de mi PROPIO asiento!”.

El agujero en la capa de ozono no discrimina. Las drogas, el crimen y la violencia no conocen límites. El concepto judío de “Tikún Olam” significa que cada uno de nosotros es responsable de recomponer el mundo, al máximo de nuestras capacidades.

El Amor Comienza en Casa

No le creas a nadie que predica “amar al género humano” pero tiene una relación pésima con su propia familia. Si es incapaz de ver virtudes en su propio hermano, ¿cómo podría entonces verlas en los demás?

Para poder amar a la humanidad, debemos comenzar con nuestra propia familia. La progresión psicológicamente sana consiste en amar a nuestros padres y luego a nuestros hermanos, cónyuges e hijos. De ahí, la meta consiste en amar a los demás en la misma forma que un padre ama a su hijo: nada se interpone.

El matrimonio es un buen campo de entrenamiento. Te enseña a identificarte con otra persona tan intensamente como contigo mismo.

Existe un amor, no obstante, que debe preceder a todo. La Torá dice que debes amar a tu prójimo como “a ti mismo”. Por ello, no es realista amar a tu prójimo a menos que primero te ames a ti mismo. Si te sientes insatisfecho contigo mismo, no puedes amar al resto. Para que el amor sea verdadero, debe fluir desde ti hacia el exterior.

Una técnica sencilla consiste en centrarte en tus virtudes. Cada día, congratúlate por tus características positivas. ¿Eres un buen amigo? ¿Un trabajador esforzado? ¿Ambicioso? ¿Sincero? Siéntete contento con tus puntos fuertes.

Revisa Tu Medidor

Supón que tienes un conocido y, el día menos pensado, descubres que es tu hermano perdido. ¡Inmediatamente querrás saber todo acerca de él!

¿Qué ocurrió? ¿Acaso no es la misma persona a quien conocías ayer? Su personalidad y sus virtudes no cambiaron un ápice. ¿Por qué ese repentino interés de tu parte?

Porque ahora te sientes más motivado a amarlo.

Analízate: ¿Cómo te sientes acerca de los demás? ¿Cómo reaccionas instintivamente cuando un extraño entra a la sala? ¿Sientes una ola de afecto, o acaso tu primera respuesta es contenerte? ¿Tienes ganas de saber todo acerca suyo, o piensas que eso sería entrometerte?

El Talmud relata que el sabio Hilel era acosado constante por una persona. Hilel respondía siempre: “Hijo mío, ¿cómo puedo ayudarte?”. Hilel decía siempre “hijo mío” para crear un vínculo emocional, como si hubiera procreado a esa persona.

Cuando hablas con los demás como si fuesen extraños, eso es todo lo que serán. Pero si te acostumbras a dirigirte a las personas como amigos o hermanos (sin un tono de superioridad), entonces se te hará mucho más fácil amarles.

Piensa en tres cosas que harías si descubrieras que tu vecino es el hermano que perdiste hace tanto tiempo. ¡Luego llévalas a cabo! (verás que las personas responden de forma muy positiva al ser objetos de tu afecto).

Empieza a tratar a todos con más consideración y respeto. Cada vez que te topes con una persona difícil, intenta pensar: “Si fuera mi hijo, ¿cómo lo trataría?”.

Por último, date cuenta de que todas las personas son hijos de Dios.

Una Historia de Amor Fraterno

Cuando una persona ama a otra, Dios se les une.

Dos hermanos una vez heredaron una granja. Juntos, labraron la tierra durante años inspirados por su amor fraterno. Después de un tiempo, uno de ellos contrajo matrimonio, así que los hermanos dividieron la granja. El casado construyó un nuevo hogar y vivió ahí con su esposa, en tanto que el soltero permaneció en la vieja casona. Los hermanos siguieron trabajando sus granjas y de ahí obtuvieron el sustento.

El hermano casado llegó a tener una familia numerosa, con 10 hijos. El otro hermano siguió soltero.

Un buen día, el soltero pensó: “Tengo toda esta granja y todo este dinero, pero sólo debo preocuparme de mí. Mi hermano tiene 12 bocas que alimentar”. A altas horas de la noche, tomó algunos manojos de trigo, trepó la colina que separaba a ambas granjas y dejó el trigo en el granero de su hermano.

Una noche, el hermano casado se puso a pensar: “Tengo una esposa e hijos maravillosos. Mi mundo es próspero. Pero mi hermano está solo. Todo lo que tiene es su trigo”. De esta manera, a altas horas de la noche, tomó un manojo de trigo, subió la colina y a hurtadillas colocó el trigo en el granero de su hermano.

Así siguieron comportándose. Cada noche, los hermanos – cada quien por su cuenta – trepaban furtivamente la colina y dejaban trigo en sus respectivos graneros.

Una noche, ambos hermanos se toparon en la cima de la colina. Inmediatamente entendieron que es lo que había estado ocurriendo y se unieron en un fuerte abrazo.

Fue precisamente en ese sitio que Dios escogió edificar el Templo Sagrado, porque cuando un ser humano ama a otro, Dios los acompaña, ¡esa es la esencia de la vida!

Pongamos Esto en Práctica

Los 48 caminos dicen: “Lo externo despierta lo interno”. Esto significa que incluso si se te hace difícil amar a los demás, todavía puedes hacer algo para demostrar amor, entendiendo que esto a la larga transformará tu mundo interior.

He aquí una breve lista de ideas para ayudarte a amar a los demás:

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  • Cuando      alguien se siente mal, demuestra compasión.
  • Esfuérzate      por evitar que alguien sufra una pérdida monetaria.
  • Visita      a alguien que está enfermo e intenta ayudarle.
  • No      avergüences a nadie, especialmente en público.
  • No      chismees sobre los demás.
  • No      te vengues ni guardes rencor.
  • Sonríe:      tu alegría afecta positivamente a los demás.
  • Demuestra      respeto hacia los ancianos.
  • Ayuda      a una persona necesitada de tu comunidad.

¿Por Qué “Amar a La Humanidad” es un Ingrediente de la Sabiduría?

  • Para      aprovechar tu potencial a plenitud, debes amar a la humanidad. El éxito de      los demás también es tuyo.
  • Mientras      más amor tengas en tu vida, más feliz y eficiente serás.
  • Si      no valoras la existencia de los seres humanos, reniegas uno de los mayores      placeres de la vida.
  • Amar      a los demás te conecta con el mundo, con todas las facetas de la creación.
  • El      amor te ayuda a salir de los confines del “yo” e ingresar al      extenso campo del “nosotros”.
  • Aprecia      el valor de cada virtud.

 

Camino #33: Cumple con tus Obligaciones

Mucha gente se queja de que las obligaciones son una incomodidad. Pero cumplir con las obligaciones nos ayuda a materializar nuestro potencial y es la base de la autoestima.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Los seres humanos son buscadores de placer. La mayoría de la gente busca el placer en el trabajo, automóviles, mansiones. En nuestra generación, muchos se quejan de que las obligaciones son una tremenda incomodidad. Quizás por eso es que tanta gente espera tanto para casarse. ¡Imagínense verse abrumados con responsabilidades e hijos que mantener!

Esta es una actitud superficial. Probablemente sea difícil cumplir con las obligaciones, pero nos da un gusto enorme hacer lo que sabemos que debemos hacer. En realidad podemos vernos energizados por la idea de asumir obligaciones. Eso es algo intrínseco en nuestra naturaleza, así materializamos nuestro potencial; eso nos da un propósito verdadero, un placer verdadero.

“Ohev et hatzedakot” literalmente significa “ama la justicia”. Una vez que nos damos cuenta del placer implícito en cumplir con nuestras obligaciones, resulta mucho más sencillo llevarlas a cabo. Y si ya tenemos que realizarlas, realmente nos conviene darnos un gusto al hacerlo.

Buenas Acciones, Buenos Recuerdos

Daremos un ejemplo sobre cómo cumplir con una obligación puede ser placentero, no sólo una pesada responsabilidad:

Estás en la fila para pagar en el supermercado y el cajero te da vuelto de más. Sonríes orgulloso y le regresas lo que dio de más.

¿Cómo te sientes?

De maravilla. ¡Hiciste lo correcto! Eres una buena persona.

Observemos este logro con perspectiva analítica. Tan sólo nos abstuvimos de robar unos pocos centavos. Es sorprendente que algo tan trivial nos haga sentirnos como héroes.

Así de exquisito es este placer. Tan sólo un bocadillo nos hace sentirnos fantásticos, totalmente energizados.

Ahora imagínate que estás sentado en un banco en el parque. Un hombre pasa caminando y se le cae un sobre del bolsillo. Le dices: “Discúlpeme, pero ese sobre se le acaba de caer del bolsillo”.

Te responde: “¡Caramba! Me salvaste la vida. No puedo creerlo. ¿Sabes lo que había en ese sobre? ¡Los ahorros de toda mi vida! ¡Si los hubiera perdido, habría enloquecido!”.

¿Cómo te sentirías?

¡Increíble! No sólo le estás regresando el dinero; prácticamente le salvaste la vida a este hombre.

La lección que tenemos que aprender aquí es que si hay placer en cumplir con una obligación sencilla, entonces el placer de cumplir con las obligaciones difíciles es enorme.

Cuerpo Versus Alma

¿Qué determina si veremos nuestras obligaciones como una fuente de angustia o un placer? El hecho de que nos veamos principalmente como un “cuerpo” o como un “alma”.

A los cuerpos les disgustan las obligaciones porque requieren de esfuerzo. El cuerpo prefiere estar de vacaciones.

A las almas les fascinan las obligaciones, pues dan una sensación de importancia, dignidad y eternidad.

Aclaremos qué es realmente importante en la vida. Cuando alcancemos esa claridad de miras, entonces estaremos dispuestos a ignorar las quejas del cuerpo y prestaremos atención a los anhelos del alma. Entonces podremos identificarnos con el amor que siente el alma por el cumplimiento de las obligaciones.

Ser Buenos es Hacernos un Favor

¿Por qué tenemos un impulso tan fuerte hacia ser “buenos”? Porque el hecho de percibirnos a nosotros mismos como “buenas personas” es una necesidad fundamental de cada ser humano. Es el fundamento del respeto por nosotros mismos y nuestra autoestima. Esto nos proporciona la energía necesaria para vivir. Si una persona no piensa que es buena, pierde gran dosis de su voluntad para vivir.

Reflexionemos. Al ayudar a una anciana a cruzar la calle, nos dará una sensación de satisfacción mucho mayor que el beneficio que ella obtendrá de ese acto. ¡Al pensar en la energía que obtenemos al realizar una buena acción, nos cuesta creer que la gente no esté corriendo el día entero ayudando a los demás!

Imagina que estás de vacaciones, paseando en un bote de excursión. Mientras admiras el paisaje, uno de los excursionistas se cae por la borda. No puede nadar… se está ahogando. Así que te zambulles en el Río, lleno de fango y suciedad – pero no te importa, estás salvando una vida. Logras tomarlo, pero él se revuelca… ambos se sumergen en las aguas turbias… finalmente él deja de revolcarse, pero ahora está pesado como el plomo… lo jalas con todas tus fuerzas… estás jadeando, el agua apesta.

Finalmente, después de lo que parece una eternidad, lo llevas arrastrando a la costa. Hay otras personas dispuestas a dar una mano, y una ambulancia se lleva a la víctima al hospital. Gracias a Dios, está vivo, tosiendo y escupiendo un poco de agua turbia, pero va a estar bien. Regresas a tu hotel y te das varios baños para sacarte la suciedad y el hedor a pescado de encima. Dices: “¡Nunca regresaré aquí por el resto de mi vida!”.

Ahora, 30 años y 100 vacaciones más tarde, ¿cuáles fueron tus vacaciones más memorables? ¡La vez que ese hombre se cayó por la borda y le salvaste la vida!

Los 48 Caminos dicen: En definitiva, hacer el bien siempre proporciona el máximo placer.

El truco consiste entonces en enfocarnos en los beneficios de cumplir con nuestras obligaciones. En vez de, sencillamente, “arrojarnos” sobre una obligación, debemos anticiparla en una luz positiva. Preguntémonos: “¿Qué placer obtendré de hacer esto?”.

Después de realizarlo, démonos un respiro para disfrutar de ese placer. “¡Se siente bien!” Grabemos esa sensación para que podamos recordarla la vez siguiente.

En una forma práctica, debes empezar a planear para realizar buenas acciones. Llama a un amigo que necesite que le den ánimo, u ofrécete para hacer la compra del supermercado para una persona enferma, o consulta para ayudar a que alguien consiga un empleo. Al hacer estas cosas, ¿acaso el respeto que sentimos por nosotros mismos no se eleva?

Percibirnos como “buenos” es el combustible que nos motiva y nos logra sacar de la cama por las mañanas. ¡No debemos interponernos en el camino de alguien que se está esforzando por ser bueno, pues pasará por sobre nosotros como una aplanadora!

Derechos Versus Obligaciones

Un par de generaciones atrás, la idea del deber cívico era parte fundamental de la sociedad occidental. Pero ahora vivimos en una sociedad donde todos parecen preocuparse de sus derechos: “¿Qué provecho sacaré de esto? ¿Qué tajada me corresponde?”.

Por el contrario, la perspectiva judía siempre consiste en enfocar las cosas desde el punto de vista de las responsabilidades. Por ejemplo, cuando el Talmud analiza los daños a la propiedad, siempre enuncia la ley en términos como “Fulano está obligado a pagarle a Zutano”, en vez de “Zutano tiene el derecho de cobrarle a Fulano”.

Los sabios dicen: “Más grande es quien actúa obligado que quien actúa en forma voluntaria”. ¿Por qué? Porque cuando nos sentimos obligados, nuestra inclinación natural hacia la independencia nos hace resistirnos a la obligación. Por ello, si superamos esa tendencia y realizamos una buena acción, entonces seremos personas más grandes a raíz de ello.

Desde la más tierna infancia, debemos educar a los niños para que cumplan con sus obligaciones. Para procurar que aprovechen sus experiencias, debemos dirigirnos al niño después de que realizó una buena acción y preguntarle cómo se siente. Entonces debemos preguntarle: “¿Renunciarías a este placer?”. ¡De ninguna manera! Eso le demuestra a los niños lo valiosísimo que es hacer buenas acciones.

Redacta una lista. Cuáles son tus obligaciones hacia: la humanidad, Dios, la sociedad, la familia, los amigos, los maestros, nosotros mismos. Y luego, ¡disfruta cumpliéndolas!

Las Obligaciones Más Profundas

El judaísmo nos dice que nuestra mayor obligación es alcanzar la grandeza. Dios nos entregó las herramientas y no podemos desaprovecharlas.

Por eso es que la sabiduría es una obligación. La sabiduría es el agua que nos ayuda a crecer. Sin ella, nos trabaríamos. Para muchas personas, la lucha principal no consiste en “hacer lo correcto”, sino que en “no saber qué es lo correcto”.

La felicidad también es una obligación. La sociedad occidental piensa que la felicidad es optativa (Si quiero estar deprimido, ese es mi derecho). Pero en realidad, ser feliz es parte de la consideración que debemos tener hacia los demás. Cuando una persona vive con optimismo y alegría, su energía se difunde. Una persona desdichada también transmite desdicha.

Imagínate cómo te sentirías si tus padres o amigos estuvieran siempre tristes. ¿Acaso eso no te deprimiría? Debemos esforzarnos en dar a los demás la misma felicidad que nos gustaría que los demás nos den a nosotros.

¿Por qué “cumplir con nuestras obligaciones” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Hacer      lo correcto representa un placer mucho mayor que el éxito material.
  • Para      ser una persona buena, debemos disfrutar del hecho de ser buenos.
  • Las      obligaciones resultan más sencillas cuando logramos sentir el placer de      hacer lo correcto.
  • Después      de realizar una tarea difícil, debemos tomarnos un respiro y reflexionar      sobre cuán bien nos sentimos.
  • Las      obligaciones nos ayudan a concretar nuestro potencial.
  • Cumplir      obligaciones es una experiencia del alma.
  • Las      obligaciones forman parte de la vida, ¡así que más nos vale disfrutarlas

 

Camino #34: Utiliza Tu Guía Interna

Enterrado en nuestro subconsciente, en los rincones más recónditos de nuestra memoria, yace el conocimiento de todo lo que necesitamos saber acerca de la vida.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #34: Utiliza Tu Guía Interna

Todos queremos hacer lo correcto. Nadie se despierta por la mañana diciendo “Quiero ser malo”. Incluso un criminal puede justificar su conducta como “buena”.

Por desgracia, vivimos en una generación difícil y a menudo confundida. Pero, si todos dicen hacer el “bien”, ¿cómo podemos saber objetivamente si estamos haciendo el bien o no?

No podemos evaluar la norma social para saber que está bien y qué no lo está. Tenemos que esforzarnos para verificarlo por nuestra propia cuenta.

El camino número 34 es “Ohev et hamesharin” que literalmente significa “amar el camino recto”.

Necesitamos un conjunto básico de leyes éticas para guiarnos. Pero con eso no basta. Dado que las circunstancias cambian constantemente, no se pueden promulgar leyes para cada caso imaginable. Por ello, debemos cultivar un sentimiento interno de lo que es correcto.

Ponte en contacto con lo que sabes

El siguiente relato está en el Talmud:

Antes de nacer, cuando aún estamos en el vientre materno, Dios envía un ángel para que se siente junto a nosotros y nos enseñe toda la sabiduría que necesitaremos acerca de cómo vivir. Entonces, justo antes de nacer, el ángel nos propina un golpecito debajo de la nariz (que forma el filtrum, la depresión que todos tenemos debajo de la nariz), y olvidamos todo lo que el ángel nos enseñó.

¿Cuál es la moraleja de esta historia?

¡Qué la verdad y la sabiduría están “justo debajo de nuestra nariz”!

Podemos explorar nuestro propio interior para aprender el significado de la vida. Enterrado en nuestro subconsciente, en los rincones más alejados de nuestra memoria, guardamos el conocimiento de todo lo que debemos saber para vivir: la finalidad de la vida, cómo amar, cómo explotar nuestro potencial. Nuestra tarea consiste en traer esos datos hasta nuestra mente consciente, es decir, esforzarnos por recordar.

Así es como el judaísmo ve la educación. Nadie puede enseñarte algo nuevo. Tan sólo te ayudan a recordar lo que ya sabes por intuición que es verdadero.

Salirse del camino

Todos tenemos una conciencia innata, una sabiduría natural que Dios programó en nuestro interior. Por eso, lo primero que piensa una persona – su “reacción visceral” – a menudo es la respuesta verdadera.

¿Pero qué sucede? En el fragor de la vida, comenzamos a aplicar nuestra “lógica”, impulsada por el ego, a las diversas situaciones. Racionalizamos y nublamos nuestro conocimiento interno.

Para evitar esta trampa, pregunta a quienes te conocen: “¿Crees que tiendo a racionalizar mi forma de ver las cosas?”. O bien, expresa tus racionalizaciones como si estuvieras analizando la situación de otra persona, no la tuya.

Echa un vistazo a tu interior, aguarda un momento y reflexiona. ¿Qué debo hacer? Podrás escuchar mejor si te preguntas en voz alta.

Mantén tus antecedentes impecables

Figúrate la satisfacción de preguntarte “¿Soy completamente honesto?” y poder contestar – sin titubeos – en forma afirmativa.

Ser fidedigno es un factor importante en nuestra autoestima. A menudo, cuando rehuimos de nuestras obligaciones, sentimos como nuestra conciencia nos reprende: “¡No lo hagas!”. Y a pesar de que quizás evitamos un desafío difícil, sabemos en el fondo que hemos actuado mal.

La conciencia es un estímulo poderoso. Nos mantiene honestos y caminando por la senda correcta. No la desperdicies. Escucha a tu conciencia y deja que te ayude a cumplir con tu cometido.

Después de tomar cualquier decisión, espera un momento. Si has elegido en forma correcta, descubrirás que sientes placer. No hay ‘dudas’ que te carcomen, no hay ‘agendas ocultas’. Te sientes limpio.

Utiliza el poder de tu conciencia antes de tomar una decisión. Pregúntate: ¿Qué sentiré después de hacerlo? ¿Placer o asco? Esta pregunta ayudará a que te enfoques en distinguir entre el bien y el mal.

“No puedo” versus “No quiero”

Una de las racionalizaciones más comunes está en las palabras: “No puedo”. Cuántas veces has oído (o dicho) “Me gustaría ayudar, pero no puedo…”

Si cambias “No puedo” a “No quiero”, también asumirás responsabilidad por tus decisiones. “No puedo” significa que soy incapaz de hacer lo correcto. “No quiero” significa que tengo la capacidad, pero estoy optando por no hacerlo (en otras palabras, “no me da la gana…”).

Cuídate de las excusas (los “peros”) que podrían bloquear tu impulso para hacer lo correcto. Cada vez que oigas un “pero” – una justificación para no hacer lo correcto – desafíalo frontalmente. Destruye esos “peros” y empieza a tomar las riendas de tu vida.

Cuando detectes que dices “No puedo”, di en cambio “No quiero”. No te preocupes de si realmente puedes o no. Tan sólo con decir estas palabras harás hincapié en que tú controlas la decisión, pudiendo ampliar tus horizontes hacia nuevas oportunidades, desafíos – y el éxito.

Discriminar entre lo correcto y lo incorrecto

El Talmud relata el siguiente caso:

El Sr. A. contrató un técnico para que le arregle algo y, mientras trabajaba, el técnico lo rompió. Según la ley judía, el técnico debe reemplazar el artículo. Pero dado que el técnico era pobre, el Sr. A. no insistió en que se le pague el daño ocasionado.

Sorpresivamente, el técnico presenta una demanda contra el Sr. A., exigiendo que le pague por el tiempo trabajado. ¿Cuál es el veredicto del juez? ¡El Sr. A. tiene que pagar! El juez dijo que el tema del sueldo – al cual el técnico tenía derecho – no tenía nada que ver con los perjuicios que el Sr. A. había condonado.

Este ejemplo demuestra que el Sr. A. pensaba que estaba haciendo lo correcto – perdonándole los daños – pero realmente estaba violando su obligación de pagarle su sueldo.

¡Vaya racionalización!

Veamos ahora el ejemplo de la caridad. El Talmud dice que le puedes dar caridad a un pobre y al mismo tiempo destruirlo. Todo depende de cómo lo hagas. Si una persona pobre llega a tu puerta y le arrojas un billete en el rostro y le cierras la puerta en la nariz, entonces, técnicamente has “cumplido con tu deber”, pero también lo avergonzaste y lo humillaste.

Al tratar con los demás, pregúntate “¿Qué es lo indicado?”. Sé sincero y descubre la forma correcta de tratar a tus padres, amigos, colegas del trabajo, etcétera.

Una forma de estar en sintonía con lo que es correcto es preguntarte, constantemente: ¿Qué diría Dios al respecto?

No insistas en los “derechos”

Las obligaciones por lo general están claramente redactadas, en forma de contratos o convenios. Pero hay algunas cosas que son correctas aunque no sean ni contractuales ni obligatorias. Ese es un nivel superior de rectitud.

Por ejemplo, los padres se esfuerzan por criar a sus hijos yendo más allá del mínimo. Y puesto que deciden hacerlo así de su propia voluntad, no existe obligación “legal” de retribuirles. No obstante, si tus padres envejecen y necesitan que los cuiden, lo correcto es estar a su lado.

Nunca insistas en tus derechos cuando busques hacer lo correcto. Evita expresiones tales como “No es mi turno de sacar la basura”, o “No estoy obligado a renunciar a mi asiento en el microbús”. Adapta tu actitud y haz lo correcto, incluso cuando no estás obligado.

Aprende a darle a los demás. Haz una lista de las personas con quienes tengas “deudas no contractuales”:

  • Padres
  • Hermanos
  • Cónyuge
  • Amigos
  • La      sociedad
  • Tu      pueblo
  • Dios
  • Tú      mismo

¿Por qué “utilizar tu guía interna” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Identifica      tu primera – y más sana – reacción.
  • “Educación”      significa extraer lo que ya se encuentra dentro del alumno.
  • Cuídate      de educadores que intenten imponer su opinión sobre ti.
  • Lo      correcto no siempre se expresa como una obligación contractual.
  • Aprende      a ceder ante los demás, y verás que eso te puede llevar mucho más lejos.No      sigas ciegamente la idea que la sociedad tiene de “lo correcto”. La gente      tiende a tomar el camino fácil, y el enfoque más difícil es a menudo el      “correcto”.

 

Camino #35: Ama la Crítica

Por lo general, la crítica es vista como un ataque personal. Para alcanzar nuestro potencial, busquemos la crítica constructiva.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

¿Amas la crítica? Probablemente no. La mayoría de las personas ven a la crítica como un ataque personal que activa todo tipo de mecanismos de defensa.

El camino 35 de los 48 caminos, “Ohev et hatojajot”, que literalmente significa amar la crítica.

“¿Te suena ridículo? En realidad, las empresas pagan grandes sumas de dinero para la contratación de consultores que les dicen qué es lo que están haciendo mal. Además, instalan “buzones de sugerencias” – e inclusive las palabras del conserje son sopesadas por el presidente de la compañía si existe la posibilidad de mejorar las ventas.

Pero entonces ¿por qué ese mismo presidente se enoja cuando al llegar a casa su esposa le hace sugerencias? El problema es que él está enfocado en ganar más dinero, pero puede no estar enfocado en convertirse en una mejor persona.

Démonos cuenta de que cada error conlleva una consecuencia negativa. Si logramos identificar el defecto de personalidad que causó ese error, la crítica nos puede ayudar a evitar cometerlo nuevamente en el futuro.

Tu amigo te dirá cuando tienes un poco de espinaca entre los dientes; ¡tu enemigo sonreirá y te dirá que te ves fantástico! Como los Sabios dicen: “Es preferible la crítica de un amigo que el beso de un enemigo”.

Lo necesitas para ser exitoso

¿Piensas que eres perfecto? ¡Por supuesto que no! Si quieres alcanzar tu potencial, busca la crítica constructiva.Cuando una persona está decidida a alcanzar un objetivo, aceptará increíbles cantidades de fastidio, acoso e insultos.¡Piensa en lo que un atleta olímpico soporta de buena gana de sus entrenadores!

Cuando vemos los beneficios, nos damos cuenta de que nos gusta la crítica.Imagina que olvidaste tu billetera en el correo y alguien te grita: “¡Oye! ¡Se te olvidó tu billetera!”.En lugar de ponerte a la defensiva por la crítica, dirías: “Muchas gracias.La próxima vez seré más cuidadoso”.

Una de las razones por las cuales tenemos dificultad para aceptar la crítica es porque no estamos emocionalmente preparados para recibirla. Nos toma desprevenidos.Por el contrario, cuando pedimos la crítica, estamos en una posición adecuada para lidiar con ella – para aceptarla o para desechar la información.Además, el hecho de que la estés pidiendo significa que has elegido una fuente más confiable, y es más probable que la tomes en serio.Además… es una buena práctica para aquellos momentos en los cuales la recibes de imprevisto.

No esperes una crisis para buscar la crítica.Anticípate a los problemas.Si quieres tener un matrimonio exitoso, pide consejo.Si quieres criar hijos sanos, pide consejo.

La mejor manera es obtener información de personas objetivas – quienes nos conocen más.Una vez al mes, pídele a algunos amigos que te digan cinco maneras en las cuales podrías mejorar.(Pídeles cinco cosas, porque típicamente empezarán por cosas no muy comprometedoras, y sólo al final tocarán el meollo del asunto!).

Reacciona de manera correcta

Menciona la palabra “crítica” y todos nos imaginamos instantáneamente algo negativo y doloroso. El dolor que nace de la crítica viene del orgullo herido.Pase lo que pase, existe esa sensación de que uno “no es lo suficientemente bueno”.

La crítica no significa que no eres lo suficientemente bueno. Significa que “Eres bueno, pero aquí te sugiero como puedes ser inclusive mejor”.

Aplaca tu instinto defensivo.No reacciones hasta que te lleves esa crítica a casa y la evalúes.Puede que te sientas avergonzado por el comentario, pero pídele a la persona que elabore la idea: “Dime exactamente qué es lo que te molesta. Quiero ver si hay algo de cierto en esta crítica”.

Una manera de lidiar con la crítica es tomarla como algo abstracto, no como algo personal.Abstráete de la situación y piensa: “¿Cómo aconsejaría a un amigo que ha recibido esta crítica?”.

Es doloroso darnos cuenta de nuestros errores, pero es inclusive más doloroso ir por la vida repitiendo esos mismos errores.La crítica es como una inyección.Puede que duela, pero el dolor pasa, y los resultados te serán de provecho por el resto de tu vida.

Si reconoces que el propósito de la crítica es despertarte y ponerte en el camino correcto, entonces estarás agradecido con quien te critica.Acostúmbrate a decir: “Gracias, de verdad aprecio que me hayas dicho eso”.Aunque lo tengas que decir a regañadientes…

(No te preocupes por tu orgullo. Si el que te critica lo dijo sólo para que te sintieras mal, esto te hace mejor que él)

Siempre que te critiquen:

  • No      trates de defenderte. Recuerda: ¡Nadie es perfecto en este mundo!
  • No      reacciones en ese preciso momento.
  • Piénsalo      bien – ¿es verdad? ¿Por qué esa persona lo ve de esa manera?
  • Agradece      a la persona por la crítica.
  • Llévalo      más allá – pídele a esa persona que te ayude a mejorar.

Ayuda a otros

Si apreciamos el valor de la crítica, entonces apreciamos la necesidad de ayudar a otros ofreciendo nuestra crítica también.Quien sufre espiritual y emocionalmente necesita ayuda igual que el que sufre en forma física.

Entonces ¿por qué somos reacios a criticar? Porque queremos ser amados y pensamos que la gente se va a molestar por nuestras críticas.

¿Pero tiene sentido esto? Si vieras a una persona a punto de caerse por el pozo de un ascensor ¿no correrías para indicarle su error? Si tu hijo o hija se rehusara a tomar su medicina, acaso te darías media vuelta y dirías: “Yo quiero que me ame, así que no insistiré en que se tome esta desagradable medicina”. (Claro, sería mejor que aprendieras a dársela con mucha azúcar.)

Cuando vemos claramente las consecuencias de los errores, nos sentimos obligados a ayudar. La Torá nos dice que cualquier amor que no incluye crítica es falso. Si de verdad te preocupa, hallarás la manera de ayudar – aunque esa persona no sepa que necesita ayuda. No actúes despreocupadamente. Si otra persona está sufriendo, haciendo algo malo, sintiéndose abatida, o actuando de una manera autodestructiva, no te quedes de brazos cruzados. Date cuenta de que tarde o temprano tendrá que pagar por sus errores. Preocúpate. Ayúdale.

Mientras más amas a una persona, más te duele verla viviendo una vida equivocada. Es fácil ser tolerante con los errores de otras personas cuando eres indiferente. Por eso los padres – las personas menos indiferentes que hay, las personas que te aman más – por lo general son quienes formulan más críticas. Es precisamente porque te aman que no pueden simplemente darse vuelta y decir, “Está malgastando su vida pero no me importa”. ¡Ellos sufren cuando te sientes abatido!

Ahora entendemos por qué en el libro de Levítico (19:16-18) se yuxtapone la instrucción de dar crítica con el mandamiento de “amar a tu prójimo como a ti mismo”, y está al lado de la prohibición de quedarse cruzado de brazos mientras otra persona se encuentra necesitada.

Critica como a ti te gustaría que te critiquen

La crítica es muy valiosa y al mismo tiempo tiene mucho potencial para causar daño, por esta razón, es fundamental criticar sabiamente. Si tu crítica crea animosidad o resentimiento, entonces es mejor no decir nada.

Date cuenta de cuán difícil es aceptar la crítica, y utiliza esa sensibilidad para darte cuenta de cómo debes criticar a los demás. Antes de criticar a alguien pregúntate a ti mismo: “¿Cómo me sentiría si yo estuviera del otro lado? ¿Cómo me gustaría que me dijeran esto?”.

El primer paso para corregir a los demás es amarlos. Si una persona siente que tienes tu propio interés de por medio – y no el suyo – no escuchará lo que dices.

Debes entregar 10 partes de amor por cada parte de crítica. Debes entregar amor antes, durante y después de la crítica. Tranquiliza a la persona asegurándole que te importa y que estás de su lado. Muchos padres cometen el error de pensar que pueden criticar a sus hijos sin recordarles cuánto les aman.

Sé listo al expresarte

El objetivo de la crítica es hacer que la otra persona acepte tu planteamiento y salga favorecida. Tu desafío es evitar accionar algún mecanismo de defensa. ¿Cómo se hace eso? Intenta algo así:

“Sabes, anoche hice algo tonto”.

“¿En serio? ¿Qué hiciste?” – te pregunta tu compañero de cuarto sin darse cuenta.

“Después de terminar de comer, no lavé los platos”.

“Sabes una cosa, ahora que lo mencionas, yo también dejé mis platos sucios sin lavar toda la noche. Creo que voy a empezar a limpiar también”.

Misión cumplida, sin herir sentimientos. Claro está que no todas las situaciones son iguales, y tampoco es fácil esconder tus intenciones. Pero si eres lo suficientemente listo, encontrarás la manera de decir lo que tienes que decir sin riñas.

Finalmente, la mejor reprimenda es predicar con los hechos y los actos. Si los niños no aprecian la belleza y el valor del ser honesto, probablemente es porque sus padres no están siendo lo suficientemente cuidadosos con su propia honestidad. De otra manera, la verdad sería obvia para cualquiera. Sin argumentos ni conflictos. El Talmud nos dice que Moisés fue capaz de instruir al pueblo sólo porque él ejemplificó por completo lo que predicaba.

¡Compruébalo!

La palabra hebrea para crítica, tojajá, viene de la misma raíz que la palabra hojajá, que significa “prueba”.

La mejor manera de lograr que tu vecino cambie no es a través de una dura reprimenda, la argumentación o la persuasión intelectual. Criticar no significa tirar piedras o gritar más fuerte que los demás. El objetivo no es simplemente expresar lo que te molesta. La única manera de convencer a alguien es utilizando pruebas claras y obvias. La persona debe ver por sí misma lo que está haciendo mal.

El Midrash cuenta la historia de Elías el Profeta, encontrándose con un pescador:

“¿Estudias la Torá?” – preguntó Elías.

“No”, respondió el pescador. “Soy un hombre simple. No estoy dotado de gran talento o inteligencia”.

“Dime” – dijo Elías – “¿cómo preparas tu red de pescador?”.

“Bueno” – dijo el hombre – “es bastante complicado, a decir verdad. Primero tengo que seleccionar el calibre correcto de cuerda, y luego tengo que tejer la red en un diseño especial para asegurarme de que tiene el equilibrio correcto de fuerza y flexibilidad”.

“¿Y cómo haces para atrapar los peces?” – preguntó Elías.

“Ah” – dijo el hombre – “eso también involucra muchos factores complejos – la estación del año, hora del día, tipo de pez, profundidad del agua, temperatura y la velocidad de la corriente”.

“Cuando llegues al cielo” – dijo Elías – “¿acaso piensas afirmar que no estudiaste Torá porque eras un hombre simple, carente de talento o inteligencia? ¡Tu pericia como pescador refuta tu propia afirmación!”.

La tojajá no es severa. Por el contrario, la tojajá es la belleza de la realidad mirándonos directamente a los ojos.

¿Por qué “amar la crítica” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Todos      queremos obtener lo más que podamos de la vida. Pero los seres humanos son      inherentemente subjetivos. Pídele a tus amigos consejo.
  • Si      tienes ganas de crecer, siempre estarás dispuesto a escuchar el consejo de      los demás – sin ponerte a la defensiva.
  • Cuando      pagamos por la crítica, escuchamos cuidadosamente. Así que aprende a      apreciar la crítica gratuita también.
  • La      crítica constructiva demuestra que te importan los dolores y los logros de      los demás.
  • La      lucha por la vida es la lucha por la cordura. La crítica nos permite ver      nuestros errores con claridad.
  • El      Rey Salomón dijo: “Critica a una persona sabia – ¡y te      amará!” (Proverbios 9:8)
  • El      pueblo judío es una unidad. Si un judío sufre, todos los judíos deberían      sentirlo. Ayudar a otro judío es ayudarte a ti mismo también.
  • El      Talmud nos dice que Jerusalem fue destruida porque la gente no se corregía      mutuamente.

 

 

Camino #36: Cómo Enfrentar la Presión Social

No desperdicies tu vida intentando impresionar a los demás. Incluso si convences a los demás de que eres magnífico, ¿estás tú mismo seguro de ello?

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

Camino #36: Cómo Enfrentar la Presión Social

Conocí a un joven que siempre hablaba con la cabeza ligeramente ladeada, porque alguien una vez le dijo que tenía el perfil de un actor famoso. La mayoría de la gente no pensaba que tenía el perfil de un actor, sino que le faltaba un tornillo.

Esto es lo que ocurre cuando dejamos que nuestro deseo por impresionar a los demás determine nuestras acciones.

El camino 36 de los 48 caminos hacia la sabiduría es “Mitrajek min hakavod”, que literalmente significa “mantente alejado del honor”. Este camino nos enseña a no acudir a los demás para obtener reconocimiento, sino a encontrarlo en nuestro propio ser. Piensa en lo que crees tiene importancia en la vida y haz uso de ello para impulsarte a ser verdaderamente grande.

Este es un clásico conflicto entre cuerpo y alma. Al cuerpo le gusta embriagarse con la ilusión de que los demás piensan que somos importantes. Pero el alma busca lo que es verdaderamente significativo. El cuerpo dice: “Seamos importantes ahora”. El alma dice: “Hagamos que perdure”. El cuerpo vacila ante las incomodidades que esto involucra. El alma sabe lo que se debe hacer.

Examina tus motivos

Procura que todo lo que hagas en la vida sea por elección propia, no basándote en impresionar a los demás. Por ejemplo, al planear tu vida social, pregúntate: “¿Cuál es mi motivación?” Si planeas unas vacaciones en Europa, ¿es porque realmente quieres ir? ¿O porque esperas impresionar a todos con tu gran espíritu aventurero?

Aquí hay algunos ejercicios prácticos que puedes hacer:

  • Haz      una lista de cosas a través de las cuales la gente típicamente busca la      admiración de los demás: riquezas, fortaleza, habilidades, educación, inteligencia,      profesión, salud, condición física. ¿Puedes mencionar otras cosas, más      importantes, que correspondería incluir en esta lista?
  • Haz      una lista de las cosas que tú haces para impresionar a los demás. ¿Qué      tienen estas cosas que te hacen sentir importante?
  • Pregúntate      por qué sientes la necesidad de impresionar a la gente con estas cosas.      ¿Qué esperas lograr con esto en definitiva?

La carrera por el reconocimiento

Aunque no estemos conscientes de ello, nuestra condición humana nos impulsa a desear que se reconozcan nuestros logros. Si estamos orgullosos de algo, queremos que los demás estén informados. La próxima vez que estés conversando, observa cuánto tiempo transcurre hasta que la otra persona empieza a mencionar logros personales (¡o hasta que tú mismo empieces!).

¿Por qué esa necesidad de impresionar a la gente? Los seres humanos están sedientos de hallar un significado en la vida. Pero a veces no alcanzamos el nivel que deberíamos. Por eso necesitamos compensar con un espaldarazo artificial de los demás.

Si los demás te dicen que eres magnífico, podrías llegar a creértelo. Por ejemplo, un actor que se cree lo que dice el correo de sus admiradoras está en problemas, cuando deje de ser popular, puede darse un verdadero porrazo.

La búsqueda afanosa del honor es una señal de que no te respetas a ti mismo lo suficiente. Es como decir: “Quizás no valga mucho, pero si logro que los demás crean que sí, entonces sí valdré algo”. Eso no es verdad y equivale a buscar el “oro de los tontos”, amarillo y brillante, pero carente de valor. En tu fuero interno, te sientes como un impostor.

Quienes están satisfechos con su nivel de éxito personal no necesitan del reconocimiento público para sentirse seguros de que valen algo. Si crees en ti, no importa lo que los demás piensen.

Libérate de las opiniones

Si dependes de las opiniones de los demás para decidir cuán bueno eres, entonces te transformas en un velero, dando vueltas hacia donde te zarandeen las opiniones de los demás y las modas pasajeras.

Si confías en tu propio valor, serás mucho más capaz de cerciorarte de que tus opiniones sean propiamente tuyas y no las de la sociedad.

Dios llama a los judíos “un pueblo testarudo”. Ser testarudo es tanto bueno como malo. Es malo porque te hace porfiado y renuente al cambio. Pero es bueno porque te aferras a tus creencias a pesar de todas las modas y tendencias. Se dice que si los judíos no fueran testarudos, no habrían sobrevivido hasta la actualidad.

Todos deseamos el éxito y la grandeza y debemos buscarlas. Pero no debemos vivir para los demás. No debemos basar nuestra elección de profesión, estilo de vida o incluso nuestra entretención exclusivamente en lo que nos da un status. Si quieres ser grande, entonces haz algo verdaderamente grande. No porque te hará merecedor del respeto de los demás, sino porque tú mismo quieres vivir una vida plena de significado y materializar tu potencial. No importa cuánta o cuán poca atención captes de los demás.

No te preocupes. Cuando sigues el camino recto, pese a que los demás podrían inicialmente rechazarte, puedes irte a dormir tranquilo sabiendo que tu conciencia está limpia, y seguro de que, en última instancia, la verdad prevalecerá.

¿Estás impresionado?

Algunas personas constantemente presumen de sus logros, gritando: “¡Presten atención! ¡Soy importante!”.

El judaísmo sostiene que quien hace una buena acción y presume de ella, pierde la recompensa correspondiente. Supongamos, por ejemplo, que te enteras de una viuda y sus hijos que apenas tienen para comer. Les llevas comida, les brindas apoyo y los encaminas en la senda de la autonomía financiera. Apenas empieces a presumir de eso, habrás transformado un bellísimo acto en una herramienta para inflar tu propio ego.

La gente sospecha de quienes buscan desesperadamente el reconocimiento. Por eso, el honor es una de esas cosas curiosas que mientras más persigues, menos obtienes a cambio.

El judaísmo sostiene que cuando realizas una buena acción, los únicos que deben enterarse de ella son tú y Dios. Haz el bien en forma anónima. No te preocupes. Dios hallará la forma de asegurarte que serás ampliamente recompensado.

Actuaciones

Una de las formas más destructivas de intentar impresionar a los demás es desempeñar papeles diferentes. Actuamos en los papeles que pensamos complacen a los demás. ¿Te has percatado de cómo tu personalidad puede cambiar en presencia de distintas personas? Ante los del gimnasio, actuamos como atletas. Para nuestros amigos, somos divertidos. Para nuestro jefe, somos serios. ¡Probablemente actuamos en 10 o 20 papeles al día!

Analiza las diversas formas en que te proyectas e intenta describirlas. Puede que incluso actúes en papeles contradictorios. Esto es peligroso porque, al cambiar nuestros papeles en forma casual, es fácil perder de vista quienes somos realmente.

¿Quienes somos realmente?Ten cuidado de la presión social que te obliga a ajustarte a un modelo específico. ¡Piensa en cuántas personas desean subconscientemente ser una estrella de cine!

Contáctate contigo mismo y decide quién realmente quieres ser. Pregúntate: “¿En qué papel estoy actuando? ¿Es así como realmente quiero ser?”.

Papeles positivos

La dramatización tiene su lado positivo: puede hacer florecer un potencial al cual quizás no tendríamos acceso de otro modo. Cuando actuamos exteriormente de forma positiva, eso despierta nuestro ser interior.

Elige un papel que te sea beneficioso y permite que empiece a afectar tu conducta diaria. Supongamos que decides ser auténticamente feliz. Comenzarás a actuar en el papel de la persona alegre, sonriente y amistosa que le gusta estar con gente. Al actuar en ese papel, el cuerpo entrará en la sintonía correspondiente y el personaje cuyo papel “representas” se convertirá realmente en parte de ti.

Quizás te preguntes: ¿Acaso hay alguna diferencia entre engañar a los demás y engañarte a ti mismo? La respuesta es que actuar en ciertos papeles para hacer aflorar nuestro potencial sí es bueno, en tanto que hacerlo para provocar los elogios de los demás no lo es. La prueba de fuego es que si realmente intentas engañar a los demás, probablemente te sentirás pésimo después. Pero si actúas para mejorar tu carácter, terminarás sintiéndote mejor contigo mismo.

Una última aplicación positiva de nuestra capacidad para la dramatización: puedes desarrollar una estrategia sobre como actuar frente a una situación difícil. Por ejemplo, si vas a hablar en público, adquiere las destrezas necesarias para hacerlo en forma eficaz. Practica frente al espejo hasta que te salga perfecto. O, si sabes que tiendes a discutir con tu jefe, entonces desempeña un papel para poder alivianar la tensión. Te ahorrará a ti y a los demás mucho sufrimiento.

¿Por qué es “enfrentar la presión social” un ingrediente para la sabiduría?

  • No      te veas atrapado por la necesidad obsesiva de obtener reconocimiento.
  • Buscar      la aprobación de los demás te hace daño porque te impide alcanzar la      verdadera grandeza.
  • Si      necesitas de los demás para reafirmar tu importancia, llegó el momento de      examinar tu nivel de autoestima.
  • Cuando      actúas para impresionar a los demás, te sientes vacío por dentro.
  • Pregúntate:      Si te dan la oportunidad, ¿preferirías ser famoso y desdichado, o anónimo      y feliz?
  • Cuando      sientes la necesidad de glorificarte, pregúntate: “¿A quién estoy      tratando de impresionar?”.

Incluso si convences a los demás de que eres magnífico, ¿estás seguro de que lo eres realmente?

 

 

 

 

 

Camino #37: Nunca te Aburras

No tomes la vida por sentado. Busca nuevas maneras de maravillarte. ¡Renueva el misterio!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #37: Nunca te Aburras

“Ya sé eso… lo he oído mil veces… esas cosas viejas son aburridas”.

Imaginemos que perdemos la vista por un año y luego la recuperamos. Nuestra felicidad no tendría límites. Cada “visión” sería un punto de interés y fascinación.

Cuando nos acostumbramos a algo, tendemos a pasar por alto su belleza intrínseca, haciéndole perder su cualidad especial.

El camino 37 de los 48 caminos es “Lo maguís libó betalmudó” que literalmente significa “Nunca te sacies de tus conocimientos”, es decir, no caigas en la autocomplacencia.

No asumas que tu punto de vista sobre algo es el único correcto. Puede que hayas escuchado una idea miles de veces. Pero luego viene alguien y te la cuenta desde un punto de vista diferente y dices, “¡Es increíble, nunca había pensado en eso!”. Pon atención a cada concepto como si lo escuchases por primera vez. Te sorprenderás con la cantidad de niveles profundos que descubrirás.

La gente generalmente se cansa de la vida cuando sus ideas se vuelven fijas. Los 48 Caminos dicen que la juventud eterna se le otorgará a todo aquel que esté dispuesto a crecer. Tengas la edad que tengas, sin importar tu trabajo, sin importar tu condición social – mantén tu fascinación por aprender. Sólo aprovechamos un pequeño porcentaje de nuestro potencial. Hay tanto por entender acerca del amor, el significado de la vida, el placer. Nunca estés satisfecho con tu nivel. Sea lo que sea que sepas, aún hay más por aprender. ¡Y mientras más aprendas, más te darás cuenta de todo lo que hay por aprender!

Aprecia la vida

Mira a tu alrededor: tu ropa, tu casa, tu trabajo. Intenta recordar lo que sentías cuando todo era nuevo. Ahora, ¡recupera ese mismo entusiasmo hoy!

Es una tendencia humana el dar las cosas por sentado. No aceptes con indiferencia los milagros del ecosistema, la tecnología, la fuerza de gravedad, el respirar, y el cerebro humano. Aprecia los pequeños placeres de la vida: el cantar de un pájaro; la risa de un niño; el sol brillando, etc. Abre tus ojos a las impresionantes bellezas de la vida cotidiana.

Tómate cinco minutos y haz una lista de los aspectos sorprendentes de la creación. ¡Date cuenta de lo verdaderamente fascinante que es el mundo!

Intenta despertarte en la mañana con gratitud por el regalo de la vida. Los rezos judíos diarios agradecen a Dios por nuestra habilidad para pensar, por el correcto funcionamiento de nuestros órganos, por tener ropa para vestirnos. Inténtalo, trasformará por completo tu manera de enfrentar cada día.

Otra manera de refrescar tu punto de vista sobre el mundo consiste en renovar tu apreciación por la gente que quieres. Replantea tu forma de actuar para con tus padres, tu esposa o esposo, la manera en que te ves a ti mismo. Busca puntos de vista nuevos. Sé ambicioso. Revive nuevamente el misterio y la química.

El síndrome del estancamiento

Nunca digas: “No puedo”. Si es lo correcto, entonces lo puedes hacer. Date cuenta de que cada vez que decimos “no puedo”, estamos frenando nuestro propio crecimiento.

Haz una lista de todas las cosas que “no puedes” hacer. Por ejemplo, “no puedo encontrar mi alma gemela”, o “no puedo conseguir el trabajo de mis sueños”. Todo el mundo tiene cientos de estos “no puedo” dispersos por doquier.

Ahora ojea tu lista. Aprende a distinguir entre “no puedo” y “no tengo ganas”. Noventa y nueve por ciento de los “no puedo” en realidad son una excusa para no decir “no tengo ganas”. ¿Te estás negando porque se requiere de mucho esfuerzo? ¿O podría ser que no tienes la confianza suficiente como para llegar al éxito?

Trabaja sobre cada punto de tu lista. Comprométete a cambiar el “no puedo” por un “sí puedo”. La vida empieza a tomar forma cuando nosotros mismos hacemos que las cosas sucedan, a diferencia de ser pasivos y dejar que las cosas nos pasen a nosotros.

No pierdas la esperanza. Lucha con tus problemas, tus ambiciones, tus actitudes. Haz un plan para lograr las cosas. No te preocupes por los errores del pasado y mira hacia el futuro.

Nuevas rutas para la investigación

La complacencia es el asesino número uno en la vida. La gente satisfecha de sí misma cierra su mente a las nuevas ideas y al crecimiento. Pero la vida no es así; esa solamente es la “existencia”.

Lo opuesto de la complacencia es la emoción de crecer y aprender. Abre tu mente a nuevas ideas y evalúalas objetivamente.

¿Comunismo? ¿Capitalismo? ¿Judaísmo? Decide por ti mismo cual es la mejor inversión.

Aplica ideas nuevas a la vida cotidiana. Imagínate que estás súper aburrido con la rutina de la limpieza del hogar, pero no puedes darte el lujo de contratar una empleada doméstica. ¿Qué deberías hacer? Investiga el mundo de los quehaceres domésticos y desarrolla el método más rápido, fácil y estimulante para hacerlo todo. Conviértelo en un juego. Ponte la ropa para hacer ejercicio, prepara tu aspiradora, ajusta tu cronómetro, y luego haz el trabajo volando. ¡Es muy buen ejercicio, y el reto convertirá un trabajo monótono en algo emocionante!

Una manera segura de volver a sentir pasión por un tema es enseñarle a otros. Supongamos que sabes cómo hacer un pastel, o cómo hacer malabarismos con tres balones. Cuando te preparas para enseñarle a otra persona, necesitas emocionarte tú mismo. El solo hecho de prepararte te dará nuevas perspectivas y las preguntas de los demás le darán más profundidad y vitalidad al tema.

¿Cuál es tu meta en la vida?

Mucha gente dice que es imposible saber por qué vivimos.

Esto es muy peligroso, porque cuando decimos que no podemos saber algo, nos damos por vencidos. Nunca digas: “No puedo saber la verdad”. (Y el hecho de que millones de personas no sepan algo, no significa que eso no se pueda llegar a conocer).

Mucha gente tiene miedo de formular preguntas existenciales acerca de la vida – a menudo por el gran esfuerzo que requiere investigar y desarrollar ideas.

Los 48 Caminos dicen: Asume el desafío. Porque incluso si no encuentras la respuesta, el proceso de investigar sin duda te proporcionará mayor esclarecimiento.

Tómate unos minutos y pregúntate, “¿Cuál es mi meta en la vida?”. Si tienes el valor para mantener esa pregunta presente en tu conciencia, tienes garantizado que tu vida nunca más será aburrida.

Conceptos fundamentales de la vida

Cuando llega el momento de hablar de conceptos fundamentales de la vida, a veces decimos que “sabemos” algo, cuando puede que no lo sepamos.

Por ejemplo, es un fundamento del judaísmo que hay un Dios que ama a cada uno de nosotros – personal e individualmente. Él escucha nuestros rezos. Él desea relacionarse con nosotros. Él nos guía y nos cuida.

Puede que digamos que “lo sabemos”, pero a menos que estemos viviendo esa realidad, no lo sabemos de forma segura. Sólo estamos hablando por hablar.

Los 48 Caminos dicen que el método para “saber” algo es a través del entendimiento. Embárcate en el estudio de quién es Dios, y por qué Él actúa de la manera en que lo hace. En las palabras de Rabenu Bejaye (España, siglo XI) en su libro “Deberes del Corazón”:

“La Torá explícitamente nos pide reflexionar y ejercitar nuestro intelecto en estos temas… Debes investigar con tu razón, entendimiento y juicio hasta que la verdad esté clara para ti y las ideas falsas desaparezcan; como está escrito, “Sabrás en este día y lo implantarás en tu corazón que el Eterno, Él es Dios” (Deuteronomio 4:39). Este aviso se refiere a todo método racional de investigación que pueda ser utilizado.

Una vez que empecemos a lidiar con la pregunta sobre la participación de Dios en nuestra vida, entonces verdaderamente podremos saber que Él nos ama.

¿Por qué el “nunca aburrirse” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Estancarse      en el aprendizaje es estancarse como persona.
  • Sigue      investigando y renovando lo que sabes acerca del vivir.
  • No      tomes la vida por sentada.
  • No      te rindas. ¡Sigue intentándolo y lo lograrás!
  • No      dejes que te engañen con un detergente que dice “¡Ahora! ¡Nueva      fórmula!”.
  • Di      que lo sabes. Pero apréndelo de nuevo, y te percatarás de cuánto queda aún      por descubrir.
  • Para      llegar a la grandeza, debes deshacerte de la complacencia.
  • Si      no piensas que la vida es fantástica, intenta faltar un día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Camino #38: Decisiones Responsables

Cada momento conciente es una nueva decisión. El impacto acumulativo determina la calidad de vida en general, y la decisión más importante es “¿Para qué estoy viviendo?”.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #38: Decisiones Responsables

Algunas personas piensan que las decisiones son cosas que uno toma de vez en cuando, cuando surge un asunto importante. Pero en verdad, toda la vida está formada por decisiones. Cada momento consciente es una nueva decisión. Desde que despertamos nos ponemos a pensar: ¿Qué voy a desayunar? ¿Cómo voy a saludar a mi jefe hoy? Incluso si bostezamos, nos damos vuelta y volvemos a dormir – eso también es una decisión.

El impacto acumulativo de las decisiones, aunque individualmente sean pequeñas, es lo que determina nuestra calidad de vida en general. El camino 38 es “Eino sameaj behoraá” lo que significa “no tomes las decisiones a la ligera”.

Claro está, decisiones diferentes tienen impactos diferentes. Si no vas a Disneylandia, no verás al Ratón Mickey. Pero si no adquieres sabiduría para tener un matrimonio exitoso, esto puede acarrear consecuencias trágicas.

En cuanto a vivir, tómatelo en serio. Plantéate las siguientes preguntas: ¿Qué voy a hacer hoy? ¿Esta semana? ¿Este año? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Cuáles son mis posibilidades? ¿Qué puede lograr un ser humano?

Vivir es tomar decisiones

Consideremos las consecuencias de no saber cuál es el sentido de la vida.

Mucha gente toma decisiones de vida o muerte sin pensar. Si tomar una decisión es incómodo, muchas veces optamos por hacer caso omiso del asunto y lo olvidamos. Podemos confiar en un doctor por miedo a ofenderlo. O podemos tomar una decisión basada en motivos frívolos, sin tomar en cuenta las consecuencias. Cuidémonos de caer en esta trampa.

Quienquiera que diga que no hay respuestas a preguntas filosóficas serias probablemente no ha planteado las preguntas adecuadas a la gente indicada. Percatémonos de que no investigar estos temas puede acarrear consecuencias.

Tenemos que investigar estas preguntas y encontrar respuestas serias:

  • ¿Cómo      debo honrar a mis padres?
  • ¿Cómo      mantendré mi honestidad en los negocios?
  • ¿Cómo      cuidaré de la humanidad?
  • ¿Existe      Dios?
  • ¿Tengo      libre albedrío?
  • ¿Hay      vida después de la muerte?

Seamos introspectivos. Arrojemos luz sobre nuestras decisiones importantes. ¿En qué nos basamos para llegar a estas conclusiones? Puede sorprenderte la forma tan despreocupada en que tomaste ciertas decisiones que tuvieron un impacto dramático en tu vida.

Toma las decisiones en serio

Decidir qué hacer con tu vida es igual de serio que decidir si someterte o no a una operación de corazón. ¿Decidirías una cirugía echándolo a la suerte? ¡Por supuesto que no! Así que dejemos de tomar decisiones de manera casual y dejemos de expresar nuestras opiniones acerca de temas que no hemos estudiado detenidamente.

Toma decisiones de una manera responsable. Antes de abordar cualquier tema, debemos estar dispuestos a escuchar. Investígalo con rigor. Obtén toda la información necesaria.

Toma las precauciones debidas en la toma de decisiones. Considera las opciones y las consecuencias. ¿Sería una buena idea comprar esa casa? ¿Contraer matrimonio con esa persona? Si tomas decisiones sin los resguardos debidos, seguramente vas a cometer graves errores en tu vida.

Gran parte del problema es que muchas de nuestras decisiones no tienen consecuencias inmediatas, o tienen consecuencias que no siempre percibimos. Al tomar una decisión importante, hay que estar seguros de que hemos tomado en cuenta las consecuencias a largo y a corto plazo. Analiza las posibles consecuencias con otras personas que pueden estar conscientes de ciertos factores que tú nunca tomaste en cuenta.

De igual manera, al ayudar a los demás, debemos estar conscientes de que hay una delgada línea divisoria entre enseñarle a alguien y tomar decisiones por ellos. Si alguien te pide un consejo, no te precipites a dictar órdenes a menos que estés seguro de lo que dices. Imponer tu opinión es una solución artificial – no será provechoso y eventualmente la otra persona guardará resentimiento.

La toma de decisiones fraudulenta

Hay un pasatiempo americano muy popular llamado “Mariscal de campo del lunes por la mañana”. Es la forma en que los fanáticos del fútbol americano cuestionan a posteriori la forma en que el entrenador o el mariscal de campo deberían haber mejorado su estrategia durante el partido del día anterior. Todos tienen una opinión brillante… ¡sobre las decisiones de otros!

Pero el “mariscal de campo del lunes por la mañana” no se limita al fútbol americano. A nosotros nos gusta “jugar” a tomar decisiones en temas como: “Si yo fuera el presidente de los Estados Unidos”, o “Si yo fuera el presidente de la compañía”, o “Si yo fuera Dios”. Ten cuidado. Juzgar los errores de los demás nos da un falso sentido de nuestra propia sabiduría. Pero existe la posibilidad de que hubiéramos cometido los mismos errores.

Aprende a decir “No sé”

La sociedad moderna equipara el conocimiento con la importancia. Por lo tanto, a veces caemos en la trampa de fingir que sabemos – porque nos avergonzamos de admitir que no sabemos.

En conversaciones con otras personas, aprende a decir “No sé”. Incluso cuando estés seguro, di “A mí me parece”. De no ser así, una vez que te has comprometido con un cierto punto de vista, puedes sentirte demasiado avergonzado como para retractarte, y luego te verás obligado a defender un punto de vista al que ya no te adhieres.

En realidad, nadie debería avergonzarse por decir “No sé”. El ser honesto sobre tus limitaciones ayuda a que te percates de las lagunas en tu conocimiento, además de evitar engañar a los demás. En última instancia te respetarán más por tu honestidad.

Pocas son las personas que admiten no saber cómo ser felices, o cuál es la finalidad de la vida. Pregúntale a quien quieras la definición de una “buena persona”, es poco probable que admitan nunca haber pensado en eso.

De manera similar, es difícil admitir que nunca hayamos considerado si existe un Dios y si Él habló en el Monte Sinai, o admitir que cuando se trata del libre albedrío, lo hemos estado ejerciendo y no sabemos de qué se trata.

Seamos flexibles en nuestra toma de decisiones. Mantengamos la mente abierta cuando otra persona muestra nueva evidencia y estemos dispuestos a cambiar basados en nueva información.

Los seres humanos cometemos errores. El error más grande es decidir que no vas a cambiar de parecer. Si cometes un error y estás demasiado avergonzado para corregirlo, entonces estás cometiendo un segundo error.

No tomes ninguna decisión que no estás capacitado para tomar. Acude a los que saben más. Respeta sus consejos. ¡No juegues con tu vida!

¿Por qué las “decisiones responsables” son un ingrediente de la sabiduría?

  • Vivir      significa crecer. Si no tomas decisiones, no crecerás.
  • La      decisión más importante que tomarás es: “¿Para qué estoy vivo?”.
  • Tomar      decisiones hará que tu vida sea auténtica.
  • Mientras      más informado estés, mejores serán tus decisiones.
  • Evalúa      equitativamente, no basado en prejuicios. Sé un juez y no un abogado.
  • Cuando      te enfrentes a una decisión, relájate. No te sientas presionado para      decidir en ese momento. Está bien tomarte tu tiempo para preparar una      respuesta.
  • Para      vivir de una manera racional y significativa, debes estar dispuesto a      admitir cuando no sabes algo.
  • Sólo      tú decides el camino de tu vida. Cuando quieras cambiar, serás tú quien      decida.

 

Camino #39: Comparte el Dolor

Un corazón roto es peor que un brazo roto. Sensibilízate con el dolor de los demás, esto te brindará claridad y energía para vivir.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

 

Camino #39: Comparte el Dolor

Cuando estás deprimido, ¿alguna vez alguien te ha dado una palmada en la espalda y te ha dicho “¡Anímate, tienes toda la vida por delante!”? Es probable que hayas querido darle un golpe en la mandíbula. ¿Por qué? Porque a pesar de que él está tratando de ayudarte, en realidad no sabe cómo te estás sintiendo.

El camino 39 de los 48 caminos es “Nosé beol im javeró” que literalmente significa “carga con el dolor de tu amigo”. En otras palabras, toma conciencia y comparte el dolor de los demás. No puedes ir por la vida como si fuera una carrera de obstáculos: “Cuidado, he aquí un ser humano, manipúlalo, empújalo, obtén un punto, ponte por encima de los demás”. Esa no es la manera de hacerlo, debes compartir el dolor.

Cuando alguien está herido físicamente, la gente ayuda. Si hay un tajo en un dedo, todos corren buscando una venda, agua, resucitación cardiopulmonar, lo que sea necesario. Pero cuando el dolor es emocional o espiritual, si alguien está deprimido o sufriendo, no sabemos qué hacer y es por eso que evitamos esas situaciones. Sin embargo, estos son los momentos para ir más allá, y aprender a compartir el dolor de otros, porque un corazón roto es peor que un brazo roto.

Si queremos vivir en un mundo “humanitario”, tenemos que aprender a no ensimismarnos, y tenemos que tratar de sentir los problemas de los demás. No se puede vivir con los ojos vendados en un mundo “donde no existe nadie excepto yo”. Pensar sólo en nuestro propio interés nos aísla de las experiencias fundamentales de la vida. Eso es poco civilizado.

Ponte en su lugar

El primer paso para compartir el dolor es ver a los demás como personas de verdad, no como objetos. Muchas veces saludamos a la gente con un caluroso “¿Cómo estás?”. Esta es una conducta socialmente aceptada – ¡pero a decir verdad, lo último que queremos oír es cómo se sienten!

Ponte en sus zapatos. Piensa que sus problemas son tus problemas. ¿Cómo se siente en su primer día en el trabajo? ¿Cómo se siente mudarse a un nuevo vecindario? Pregúntate: Si yo fuera él, ¿cómo me sentiría? El hombre detrás del escritorio en el correo tiene un trabajo difícil. ¿Qué está sintiendo? O si alguien te empuja en el autobús – piensa que quizás está bajo mucha tensión.

Tómatelo en serio, pues notarlo no es suficiente. También tienes que sentirlo con él. Su problema es tu problema. Si está deprimido, siéntelo con él. ¿Cómo se siente ser viejo? ¿Débil? ¿Un poco sordo? ¿No tener dientes? ¿Qué tus padres mueran?

Concéntrate y siéntelo de verdad. Por ejemplo, cuando hables con ancianos, trata de imaginártelos como personas creativas y dinámicas que alguna vez fueron tan jóvenes como tú. ¿Y qué hay de los niños? Es fácil tratarlos como juguetes, olvidando que son muy perspicaces y sensibles.

Todos sentimos dolor

Date cuenta de que todo el mundo tiene múltiples dolores con los que lidiar – estén o no conscientes de ellos. Todos tenemos problemas con nuestra dignidad, planes inconclusos, fracasos, dudas, ineptitudes. Es parte del desafío de vivir la vida.

A pesar del dolor, muchas veces la gente oculta sus verdaderas emociones. No supongas que lo que se ve por fuera siempre es un reflejo del interior. Alguien puede verse fuerte y disciplinado – pero adentro puede estar terriblemente confundido.

Mira detenidamente a la gente e imagínate lo que está ocurriendo en su interior. Date cuenta de que los problemas, sueños y deseos de los demás son igual de reales que los tuyos. Al igual que tú, todos ellos sienten dolor. Concéntrate en esto preguntándote “¿Cuál es su dolor?”. Utiliza tu imaginación para sentir cómo esto los puede estar abrumando.

Sé observador. ¿Esta persona está feliz o triste? ¿Es débil o fuerte? ¿Es temerosa o segura de sí misma? Presta atención y podrás compartir sus problemas.

¿Cuál es su punto de vista?

A todos se nos dio el poder de la percepción — instintivo, emocional o intelectual — que usamos para evaluar a la gente. Hacemos esto inconscientemente. Cuando alguien se sienta al lado tuyo en un avión, ya lo estás descifrando. Tenemos la capacidad. Ahora úsala de una manera más consciente.

Todos nos enfrascamos en peleas verbales con otras personas y pensamos “cómo es posible que piensen de esa manera!”. Por eso, también debemos aprender a ver al mundo desde el punto de vista de los que nos critican.

Supongamos, por ejemplo, que tus padres te están sermoneando acerca de cómo estás malgastando tu vida. (En otras palabras, no estás haciendo lo que ellos esperan de ti.) No respondas de mala manera, o intensifiques la pelea, ni intentes ganarles con insultos. En vez de eso, ponte en su lugar, siente su ansiedad, y reflexiona sobre cómo te sentirías si tuvieras un hijo que te preocupara. ¿Qué los está molestando? Están preocupados por mi. ¿Qué ven? Están ansiosos, piensan que estoy desperdiciando mi vida y se sienten mal por ello.

Date cuenta de que los demás tienen puntos de vista distintos del tuyo. Tómate el tiempo para introducirte en su mundo y ver lo que piensan. No te apures en tratar de imponer tu opinión; pregúntales la suya. Escucha.

Ver las cosas desde el punto de vista de otro, por lo menos reduce tu enojo y aumenta tu sentido de la empatía.

Cómo discutir de manera sensible

Cuando tengas un desacuerdo con alguien, no pienses solo en la lógica y justicia de tu punto de vista. Siente su problema. ¿Será que algo le impide ver la verdad?

Tienes que sentir dónde es que tu amigo se encuentra atrapado. Él no quiere admitir que cometió un error, así que no lo molestes. Probablemente no le guste la conclusión porque sería incómodo para él, así que relájalo.

No tomes represalias contra la gente como si fueran objetos. Si tu jefe no hace su trabajo, puede que necesite alguien que lo guíe, o quizás necesita un poco de apreciación.

De igual manera, cuando le estés enseñando a alguien no te comuniques en una sola dirección. Ve si esa persona te está oyendo, si te está escuchando, si está interesada, aprobando, negando, si tiene energías, si se encuentra agitada, contenta. Tienes que sentirlo. Esa es la percepción.

Esto va para ti también. Cuando tienes un profesor que está comunicando conocimientos, ve más allá de sus palabras. Trata de darte cuenta de lo que significa para él a nivel personal. Te estás metiendo en otra dimensión. Esa es la forma de aprender la sabiduría.

Comparte el dolor

Para poder apreciar los problemas que tiene una persona ciega, intenta estar con los ojos vendados por un día. O ve al hospital y visita pacientes que han perdido alguna de sus extremidades. Esto convierte el dolor de los demás en algo palpable y serás más receptivo cuando otros necesiten ayuda.

Cuando una persona sabe que entiendes lo que está sintiendo, el dolor se aliviana en forma instantánea. Imagínate que el padre de un amigo acaba de morir. Te diriges a él, y aunque éste no quiera hablar, el solo hecho de sentarte a su lado hace su dolor más soportable. Él sabe que estás ahí compartiendo su dolor con él.

Esto también se aplica a los enfermos. Tu visita puede hacerlos sentir mejor – hasta más saludables. Si te tomas el tiempo y otro ser humano sabe que sientes su dolor, has alivianado su carga. Deja a las personas saber que sientes su dolor: “Estás deprimido. Sé cómo te sientes”. Puedes no estar consciente de ello, pero sí ayuda. Aliviana la carga.

Yendo más allá, no sólo sientas empatía. Ve si hay alguna manera de involucrarte directamente para ayudar a alivianar el dolor.

Ya has estado ahí

A veces sucede que una persona pobre se vuelve rica y desde ese momento, evita adrede el contacto con gente pobre. Los recuerdos son demasiado dolorosos.

El judaísmo dice lo contrario: Siempre que hayamos pasado por lo mismo que otra persona está sufriendo, tenemos la obligación especial de demostrar empatía.

Por eso dice: “Amarás al forastero porque fuisteis forasteros en Egipto”. La experiencia judía en Egipto nos hace más sensibles a las situaciones difíciles de los demás. Lo podemos sentir porque hemos estado en esa situación. Aunque hayan sido nuestros ancestros, nuestra memoria colectiva nacional crea una obligación especial de ser sensibles.

Todo comienza en el hogar

El primer lugar para poner en marcha estas ideas es con la familia y los amigos. Una falta de entendimiento y empatía es la razón principal por la que las familias pelean. Cuando llegues a casa, ponte en el lugar de tu cónyuge para saber por lo que está pasando. Siente lo que tiene que soportar cada día para lograr que la familia marche bien. Habla acerca de ello y demuestra que reconoces cuán duro trabaja. Descubre nuevas formas de ayudar.

De igual manera, un adolescente que llega a casa y se tira en el sillón en frente de la televisión con un plato de comida es un insulto. Es como deambular por una casa llena de muebles, pero sin contenido humano, con “unidades madre/padre” para que paguen las facturas. Mira a tu madre cuando entres a casa. ¿Tendrá algo en mente? Enfócate en eso.

Especialmente acerca de la gente con quien tienes contacto constante, piensa:

  • ¿Cómo      se siente mi profesor hoy?
  • ¿Qué      siente mi cliente?
  • El      carnicero, el panadero, ¿qué sienten?
  • ¿Cómo      se ven tus padres? ¿Cansados? ¿Extenuados? ¿Ansiosos?
  • ¿Qué      hay con tu esposa/o? ¿Hay alguna manera en la que puedas ayudar?

Tu mayor responsabilidad de cuidado es para con tus hijos. Los quieres y sientes su dolor de verdad. Pero, ¿puedes sentir cuál es su punto de vista? Eso a veces puede llegar a ser lo más difícil porque conlleva darnos cuenta de que son entidades independientes. Eso significa que debes dejar de pensar en tu propio dolor, motivado por el fracaso en lograr lo que tú quieres para ellos.

Lamentablemente, millones de padres se pelean con sus hijos. Quieren a sus hijos más que a nadie – pero transmiten desdicha y odio. ¿No es horrible? Sólo porque no se compadecen de la otra persona.

¡Mira cuán destructivo es no tener un poco de sabiduría!

Tendiendo la mano a la humanidad

Tarde o temprano tienes que expandir tus horizontes. Tienes que sentir el dolor de los demás, inclusive de quienes no conoces. De cualquier otra forma te vuelves insensible. El judaísmo nos dice que debemos ser sensibles especialmente hacia quienes son más vulnerables – por ejemplo viudas y huérfanos.

Vuélvete profundamente sensible a todo sufrimiento – inclusive al escuchar las noticias. Cuando escuches de una persona acuchillada a muerte, compadécela. Siente lástima por aquella persona que está aislada en su casa y no se puede mover. Date cuenta de lo que se siente ser pobre y lo que eso significa para la dignidad de una persona. Puedes caminar por ahí diciendo que eres una persona buena… puedes hablar de ello… pero a menos que lo sientas adentro, no estás realmente en los zapatos de los demás.

Siente compasión por las víctimas de la sociedad. Siente compasión por la víctima de un crimen. Siente compasión por las víctimas de la vejez. Siente compasión por las víctimas de la discriminación. Siente el sufrimiento de gente que nunca vas a conocer – las situaciones difíciles que atraviesan personas del otro lado del mundo. De cualquier otra forma no estarías tratando con algo palpable.

Compartir el dolor de los demás es la forma de salvar la distancia entre nosotros y el resto del mundo, así que busca si hay alguna manera de involucrarte y alivianar su dolor.

Sensibilidad a lo divino

Ve el dolor de Dios de igual manera. Dios sufre cuando el hombre sufre. Siente el dolor de Dios cuando Él ve a Sus hijos confundidos.

Cuando tienes hijos, te das cuenta de que no puedes obligarlos a ser obedientes. No puedes deshumanizarlos. Debes dejarlos que cometan sus propios errores, por su propio bien. Tienen que ser independientes.

Los seres humanos cometemos muchos errores y Dios (por así decirlo) sufre con nuestra locura. Siente el dolor de Dios. Él creó un mundo hermoso. ¡Míranos! Dios creó todo este potencial – y Él sufre viendo tanto desperdicio.

Puede que decidas hacer algo al respecto…

Compartiendo la felicidad

En una boda judía, todos son partícipes de la felicidad de los novios. Eso es compartir su felicidad. ¿Por qué? Imagínate que acabas de tener un bebé y no hay nadie a quien decirle. O la chica acaba de decirte “sí” y no hay nadie a quien decirle. Caminas por la calle y exclamas: “¡Oigan! ¡Estoy comprometido! ¿¡Hay alguien a quien le importe¡?”.

Los seres humanos necesitan compartir su felicidad. Duele no poder compartir la felicidad. En una boda, estás ahí para compartir la felicidad de los novios. No sólo para comer. La felicidad compartida es enorme. La hace tangible. La hace completa.

A la larga, cuando compartimos inclusive las cargas negativas de otros, compartimos una sensación de felicidad. ¿Por qué? Porque ayudar a la gente es, en efecto, un placer, y cuando nuestro amigo supera su problema, la felicidad nueva es nuestra al igual que suya.

¿Por qué la “sensibilidad hacia los demás” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Todos      queremos ser personas buenas y ayudar a la humanidad. Para convertir este      mundo en un lugar benigno, sé sensible con los demás y comparte con ellos.
  • Para      tratar con las personas de una manera eficaz, debes saber cuál es su punto      de vista. Si no puedes percibir su punto de vista, no estás llevando las      cosas de forma inteligente.
  • Donde      sea que te encuentres – ya sea en clases, en el trabajo, o en una reunión      social – presta atención a la gente que te rodea. Apréndete su nombre,      habla con ellos, observa sus estados de humor y escucha.
  • Si      no sientes empatía por lo demás, por lo general terminas siendo parte de      su dolor – por ejemplo, diciendo lo incorrecto cuando están sufriendo.
  • Cuando      “compartimos el dolor” con una persona que está deprimida, nos      inmunizamos contra esos estados de ánimo. Empezamos a ver la vida de una      manera más objetiva y nos consolamos al saber que otras personas pueden      estar sintiendo y viviendo las mismas cosas que nosotros.
  • Compartir      el dolor de los demás nos conecta con la unidad intrínseca de la humanidad      y el universo.

 

 

 

 

 

 

Camino #40: Juzga a los otros para bien

Todos vivimos juntos en este mundo. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Tenemos esa misma obligación cuando esa persona está en peligro espiritual.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #40: Juzga a los otros para bien

Imagina que estás en un hotel y en la habitación contigua un hombre se sube al balcón y se prepara para saltar. ¿Lo ayudarías? ¿O te quedarías de brazos cruzados disfrutando de la emoción mientras la gente grita: “¡Que salte, que salte!”?

Sabes que a ti sí te importa, entonces, ¿qué vas a hacer para ayudar? Si él te pregunta “¿Por qué no he de saltar?”, ¿qué vas a decir? Y aún más, ¿tienes derecho de intentar detenerlo si es que quiere saltar?

No es suficiente con sólo “sentir” los problemas de los demás. Tienes que verdaderamente hacer algo para ayudar. Lucha contra esa tendencia de quedarte de brazos cruzados, criticando y meneando la cabeza al ver los errores de los demás.

El camino 40 de los 48 caminos es “Majrió lekaf zejut” que literalmente significa “juzgar favorablemente”. Debemos ayudar a otros a cambiar sus vidas y a volver al camino.

Como seres humanos, nos importa y queremos ayudar. Tú harás todo lo posible para ello. Nunca te podrás perdonar a ti mismo si te quedas a un lado y no haces nada.

Ahora aplica esto al resto de tu vida.

Acepta responsabilidad

Para poder ayudar a los demás debes aceptar responsabilidad. Una de las primeras y más importantes lecciones del judaísmo es que “somos los cuidadores de nuestros hermanos”. Todos vivimos en este mundo juntos. Es fácil asumir responsabilidad cuando alguien está en peligro físico. Sin embargo, la obligación es la misma cuando está en peligro espiritual.

Ayuda a tu amigo a confrontar este problema. Si él necesita ayuda, es tu obligación actuar – incluso si tu asistencia podría inicialmente provocar un resentimiento hacia tu persona. Incluso si la otra persona no te agrada, no puedes excusarte diciendo: “Se lo merece”.

Antes de darte por vencido con cualquiera – ya sea un alcohólico, un empleado flojo, o un amigo que te traicionó – otórgale el beneficio de la duda. Haz todo esfuerzo posible para devolverle la sanidad. Trata al menos 10 formas de ayudarlo. ¿No te gustaría que otros tengan la misma consideración por ti?

Uno de los pasos más importantes en ayudar a los demás, es tener un plan. No sólo un plan, sino que varios planes de respaldo.

No te des por vencido con la persona que estás tratando de ayudar. Si el plan no tiene éxito, busca otro. Debes sentirte responsable. Si le das suficiente valor a la vida humana, tendrás la paciencia de encontrar el mejor método que puedas.

 

  • Se      creativo.
  • Busca      soluciones.
  • Ten      determinación, no te detengas hasta que tengas éxito.

Motiva a otros

Cuando sea necesario, debemos motivar a otros a vivir más productivamente. Para lograrlo, enfócate en su problema específico – por ejemplo, la falta de confianza, arrogancia, etc.

Si no conocemos la causa del error de nuestro amigo, no sabremos la solución. Es por ello que cuando apuntamos a los errores de los demás, el resultado es, la mayoría de las veces, negativo.

La idea no es “explicar” o “sermonear” a alguien que necesita ayuda. No le digas que está sangrando; ¡detén el sangramiento! Ponlo de vuelta en el camino correcto.

Por ejemplo: Si tú sabes que alguien está deprimido, esto usualmente proviene del sentimiento de que su vida no tiene sentido. Saber esto te ayudará a formular un plan de acción.

Enséñale a ser feliz. Hazle saber todo lo bueno que tiene. Tú no puedes cambiar a la gente, ellos deben hacerlo por sí mismos. Lo mejor que puedes hacer es iluminar a alguien. Esto puede cambiar su perspectiva en la vida. Esto es criticismo constructivo.

Ayúdalo de una manera práctica: “Vamos a nadar… a correr… pintemos un cuadro”. Involúcralo en una situación en la que él sea útil, o motívalo para voluntariado en alguna organización en la que pueda marcar una diferencia. Estas cosas lo ayudarán a salir de la depresión.

Demuestra un interés real. Mostrar interés te hará ganar la confianza de otros, y así, ellos aprenderán de ti. Incluso si no les dices directamente como mejorar sus vidas, el sólo hecho de que te preocupes por ellos, hará que su admiración por ti crezca. Así los ayudarás a que aprendan de ti los buenos hábitos.

Cuando alguien comete un error, tú puedes asumir que a él le falta información para la vida. Revisa si existe una falta de información que puedas arreglar. Tú tienes que averiguar cual es el problema. Por ejemplo: ¿Qué causa la infelicidad en nuestra generación? Decadencia, egoísmo, el querer soluciones rápidas y fáciles, etc. Deduce la mejor manera de ayudar. Por último si no lo logras, tu esfuerzo te hará una mejor persona.

Juzga a las personas para bien

¿Alguna vez has comprado algo en una tienda y después lo encuentras en otra tienda de la ciudad que lo vende a mitad de precio? ¡Cómo te enojaste con la primera tienda!

Por lo general, cuando vemos a una persona actuando de manera inapropiada, inmediatamente asumimos que lo hizo a propósito.

Los 48 Caminos dicen: No pienses que el dueño de la tienda es un ladrón malvado, sino que es una víctima de las racionalizaciones. Es muy posible que cuando puso el precio, se convenció a sí mismo de que estaba bien cobrar de más porque su tienda ofrece un mejor servicio en una mejor ubicación.

¿Suena descabellado? Piensa en ti mismo. ¿Podrías aguantar tal escrutinio?

Siempre que veas a alguien hacer algo incorrecto, no te sientas mal por sospechar de él. Pero no llegues a una conclusión hasta que hayas examinado los hechos. Mientras que no tiene nada de malo ser cauteloso ante las motivaciones de los demás, es igualmente importante pensar que lo que ocurrió puede haber sido nada más que un error sin intención. Muchas veces nos damos cuenta post facto de que hubo un factor que no tomamos en cuenta. Acordarnos de esto nos ayudará a mantener nuestro temperamento y nuestras críticas dentro de ciertos límites.

Como ejercicio, intenta juzgar a tus padres de manera favorable. No siempre harán las cosas exactamente como tú quieres, pero sin lugar a dudas ellos te aman y quieren lo mejor para ti. Ten paciencia y júzgalos para bien.

Encuentra el mérito en todos

La gente esencialmente quiere ser buena. Por lo tanto, cuando alguien comete un error y actúa de manera incorrecta, a quien más daña es a sí mismo. Darte cuenta de esto te ayudará a reducir tu enojo hacia él.

Por ejemplo, si conoces una persona arrogante, no pienses en él simplemente como un fanfarrón. Bajo la superficie, su arrogancia es una manifestación de inseguridades atroces. Piensa cuánto sufre por su arrogancia, y cuán solitario se debe sentir porque su arrogancia ahuyenta a los demás.

Es fácil verse absorto en los aspectos negativos de las personalidades y las luchas internas de los demás. Al juzgar a alguien “meritoriamente”, primero tenemos que asumir que esa persona tiene mérito. Todos tenemos virtudes, aunque a veces pueden estar ocultas bajo un manto de confusión y dolor. Haz el esfuerzo para descubrir esas virtudes.

¿Por qué el “juzgar a otros para bien” es un ingrediente de la sabiduría?

  • Para      ser un buen ser humano tienes que preocuparte por los demás. Sus vidas y      sufrimiento son igual de reales que los tuyos.
  • Cuando      la gente haga algo que te cause daño, no pienses automáticamente que están      en tu contra.
  • Juzga      a los demás para bien. Encuentra sus méritos y de esta manera podrás      ayudarles.
  • Las      personas se necesitan. Haz todo lo que esté a tu alcance para ayudar.

 

Camino #41: Cómo disfrutar de la realidad

Hay algo en la vida que le quita el aliento a uno. ¿No preferirías sentir el amor en vez de verlo en una película? Goza de la realidad. Es lo único verdadero.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Camino #41: Cómo disfrutar de la realidad

Demasiada gente hoy en día vive en una ilusión y se escapa al mundo prefabricado de las películas, o al mundo de la realidad virtual.

Pero, ¿acaso no es más hermosa la realidad? ¿No preferirías sentir el amor en vez de verlo en una película? ¿No preferirías sentir la emoción de la aventura en vez de simularla en un parque de diversiones? ¿No preferirías alcanzar la grandeza en vez de alucinar que eres Cleopatra?

Todos sabemos que hay algo de la vida que es realmente fantástico, emocionante, que nos quita el aliento.

Si es así, entonces ¿por qué hay tanta gente desdichada? La respuesta es muy sencilla: ¡Porque no están enfocados en la realidad! Una persona puede fingir que tiene todo bajo control, aunque en realidad se está engañando a sí misma. La realidad es absoluta. En cualquier momento, ya sea de día o de noche, puedes soñar y decidir no relacionarte con ella, pero la realidad sigue estando ahí.

“Maamidó al ha’emet” significa literalmente “institúyelo en la verdad”. No vivas una vida de ilusiones. Goza de la realidad. Es lo único verdadero.

Tú puedes encontrar la verdad

En nuestra generación, la gente muchas veces no se molesta en encontrar la verdad, porque piensan que no existe. “Todo el mundo está correcto, todo está correcto”. Así, aceptamos vivir en un mundo de confusión. Incluso la gente tiene miedo de entrar en debate acerca de temas profundos porque dicen, “Me van a lavar el cerebro. No seré capaz de decidir si lo que me están diciendo es correcto o no”.

Luchemos contra esta locura que habita en nuestro interior y en los demás. Necesitamos confiar en que existe la verdad y puede ser encontrada. Ese es el punto de partida de toda realidad.

Conviértete en un buscador de la verdad. Sé ambicioso para averiguar de qué se trata la vida. Busca constantemente evidencia para darle sustancia – o bien para contradecir – a tus ideas. Hay que estar siempre abierto a información nueva que te dará la capacidad de afinar tu entendimiento de la verdad.

Nunca dejes de preguntarte: ¿Es bueno estar vivo? ¿Qué tiene de bueno?

Conoce la Evidencia

Existen muchas teorías acerca del “significado de la vida”. Esto nos enseña lo fácil que es engañarse a uno mismo. Tienes que saber en que se basa tu “significado de la vida”. Las decisiones inteligentes están basadas en pruebas. ¿Cuál es
la fuente de tu información? ¿Cuáles son tus pruebas?

Dos personas pueden ser vecinos por años, jugar golf juntos, compartir cenas y reuniones, y considerarse mejores amigos. Sólo discuten sobre un tema: Dios. El tema más fundamental en la vida – que influye en casi todo lo demás – ¡y estos dos ni siquiera pueden coincidir en si Él existe o no!

El “coexistir” no siempre es una prueba de que alguien viva en la misma realidad que tú. Entonces ¿de quién es la verdadera realidad?

Debes tener confianza en tu habilidad para poder distinguir lo que está bien de lo que está mal. Por ejemplo, sabes que tienes 10 dedos en las manos. Pero ¿qué pasa si viene alguien y te dice que tienes 74 dedos? ¿Cuál es tu prueba de que está mal?

Lo sabes porque todos tus sentidos y tu experiencia previa te dicen que tienes 10 dedos en las manos. Es una convicción inquebrantable.

Ahora probemos con un ejemplo más difícil. ¿Es más importante ser feliz o ser rico? La mayoría diría “ser feliz”. Que hay si alguien viene y te dice, “Está bien sentirse deprimido y aislado, ¡siempre y cuando tengas mucho dinero!”. ¿Quién está bien y quién está mal? ¿Acaso lo sabes?

Los Nazis asesinaron a millones de judíos porque sostenían que “los judíos eran una plaga para la humanidad”. Sin embargo, un general Nazi no puede declararse inocente frente a un tribunal de justicia alegando que su opinión es igual de válida que la de cualquier otra persona. ¿Por qué? Porque sabemos que hay cosas que son objetivamente incorrectas. Todo ser humano tiene la responsabilidad de conocer la realidad.

Reúne evidencia clara para estructurar tu actitud frente a la vida. Te ayudará para que no te conviertas en una víctima de modas pasajeras… o incluso de cosas peores.

Cambio de actitud

La realidad está íntimamente ligada a la actitud.

Imaginemos una mujer joven viajando desde Chicago para ir a la boda de su amiga en Nueva York. Tiene un hermoso vestido, diseñado especialmente para la ocasión. Entonces, justo antes de irse del hotel a la boda, un camarero algo torpe da vuelta una bandeja con comida encima de su vestido. ¡Qué desastre!

Instantáneamente, su mente empieza a recorrer todas las posibilidades: encontrar un servicio de tintorería de emergencia, tratar de pedir prestado otro vestido, o simplemente no ir a la boda. ¡Tiene que tomar una decisión!

Ella llega a la conclusión que la mejor opción es ir a la boda con el vestido sucio. Esto desencadena otra serie de decisiones, porque cuando alguien le pregunte, “¿Por qué está sucio tu vestido?”, ¿qué va a responder? Simplemente puede decir, “En realidad no importa, lo importante es que estoy aquí para gozar de la boda de mi amiga. O podría decir, “pobre de mí” – y pasar el resto de la noche quejándose de cómo ocurrió y cuán cabizbaja se siente y qué desastre todo terminó siendo.

Si tú decides: “El mundo es un desastre y es horrible tener que estar aquí”, entonces de esa manera vivirás. Si decides: “La vida es buena y es un placer estar aquí”, de esa manera vivirás.

Si es bueno estar vivo, necesitas saber: ¿Qué tiene de bueno? ¿Estoy perdiendo mi potencial? ¿Por qué no? ¿Qué me detiene?

Frecuentemente, el verdadero problema es que la persona no sabe lo que quiere. Si no sabes lo que quieres, no puedes poner todo tu empeño para llegar a ese objetivo.

Una vez que conozcas tu razón para vivir, no hay qué te detenga. Saltarás de la cama todas las mañanas con el asombro de un niño ante la emoción de la vida.

Si hay cosas malas en el mundo tienes dos opciones: quéjate o ayuda a arreglarlas. El secreto es tu actitud. No te sientes ahí diciendo, “Ojala el mundo fuera diferente”. Lo hermoso de esta vida es que podemos embellecer la fealdad. Tienes el potencial – si decides usarlo.

Siempre hay un sinnúmero de caminos para escoger. La vida es tu decisión. Nadie más decide por ti.

Lucha contra la locura

El judaísmo dice que la enfermedad más terrible, dolorosa, destructiva y contagiosa es la ignorancia. La gente puede llegar a suicidarse por causa de la ignorancia. Pierden dinero en la bolsa de valores y de repente piensan que ya no vale la pena vivir. ¿Qué ocurrió? Cortaron su conexión con la realidad.

“Cordura” va más allá de que simplemente no te encierren en un hospital psiquiátrico. La cordura despeja tu mente de la falta de claridad y te permite estudiar la belleza de la creación. La cordura es energizante, expansiva, impresionante.

La locura es contagiosa. Imagínate que te encerramos en un hospital psiquiátrico donde todos ven serpientes en las paredes. Tras seis meses, es casi seguro que también creerás que hay serpientes en las paredes.

La gente acepta las cosas más ridículas porque los demás las aceptan. La moda y la mercadotecnia de masas funcionan con este principio.

Los 48 caminos dicen: ¿Cuál es la mejor manera de sobrevivir en un hospital psiquiátrico? ¡Cura a los otros enfermos! De otra manera es seguro que te verás influenciado por ellos.

Busca la raíz

Todos hemos tratado de ayudar a alguien que se encuentra en problemas – un amigo, un compañero de habitación, un colega, un primo. El tipo está todo confundido y deprimido – “No sirvo para nada, soy débil, no soy nada”. Lo apoyas, haces que sonría, lo alistas para que se enfrente a la vida, y después… a la mañana siguiente está igual.

El problema es que no lo plantaste firmemente en la realidad. Hiciste un trabajo a medias – y no resultó.

Para poner a alguien en la frecuencia de la realidad, debes llegar a la raíz del problema. No busques solamente soluciones cosméticas. Ve por debajo de la superficie y encuentra ese espacio vacío de conocimiento que lleva a la acción negativa. ¿Cuál es ese problema en el fondo que detiene su avance? Busca el talón de Aquiles, aquella decisión que le dará un giro a su vida, que liberará su potencial, y hará que se mueva en la dirección correcta. Esto hará que tus soluciones sean más eficaces y duraderas.

Por ejemplo: imagínate el padre de un adolescente, frustrado porque su hijo no escucha sus consejos. ¿Cuál es la solución? Hagamos que el padre se dé cuenta de un principio básico: “Nunca le puedes decir a otro lo que tiene que hacer. Sólo le puedes mostrar porqué tiene significado y porqué es provechoso”. De esta manera, has ayudado a que el padre reajuste su relación con su hijo, y has quitado un obstáculo muy grande para llegar a una relación armoniosa.

Y cómo ayudas al hijo que está convencido de que sus padres lo odian. Dale el siguiente ejemplo:

Estas viajando por Europa, te atropella un auto y terminas en un hospital. ¿Quién va a viajar 10,000 kilómetros para asegurarse de que estás recibiendo el mejor tratamiento? Tú sabes quien – ¡tu padre! ¡Y sin embargo dices que te odia!

Canaliza su atención: Sus padres lo quieren incondicionalmente y no hay manera de que lo odien. Ahora le has dado claridad.

Solución personalizada de problemas

Date cuenta de que no hay soluciones estandarizadas. Así como todas las personas son únicas en su apariencia, de igual manera todos tenemos motivaciones y necesidades diferentes. Una persona puede verse impulsada por el idealismo, otra necesita seguridad, otra quiere bienes materiales, otra está en búsqueda del honor. Así que aunque hayas encontrado una solución, puede que no sea aplicable en todos los casos.

(Por otro lado, existen ciertos motivadores universales: el deseo de ser mejor, de actualizar nuestro potencial, ayudar al prójimo, etc.)

La mejor solución a un problema es aquella que cada uno ingenia por su cuenta. Porque cuando alguien entiende a nivel personal los obstáculos que interfieren con su autorrealización, se entregará más a esa solución.

Por ello, encarrilar a una persona en el camino correcto no significa ser un “mago de las soluciones”, dando respuestas. Significa ser un guía, mostrando a los demás sus errores, y guiando sus exploraciones personales hacia las respuestas correctas.

No olvides enfrentar tus propios problemas. Para poder lograr que alguien más goce de la realidad, antes debes entenderla tú mismo. Lucha para resolver tus propios problemas, para liberarte y poder ver más allá de tus problemas personales. Mientras más “perfecto” seas, mejor líder serás para los demás.

Sin embargo, en ciertos casos, cuando te enfrentes a un problema muy difícil que sientes que no puedes manejar, una manera de salir adelante es intentando resolver los problemas de los demás. Contigo mismo, estás trabado. Con los demás, puedes ser más objetivo, y una vez que sientas el éxito al resolver problemas externos, entonces podrás aplicarlo a ti mismo.

Dios y los judíos

Estás caminando por la calle y ves un niño corriendo para buscar una pelota. Un carro da un frenazo para parar. El conductor grita por la ventana, llamándole la atención al niño por su insensatez. Algunos transeúntes menean la cabeza, otros apuntan al niño con un dedo acusatorio. Pero una persona corre tras el niño, lo persigue por 5 cuadras, lo agarra, y le de una palmada en el trasero. ¿Quién es esta persona? ¡Su padre! Las demás personas dicen, “Se va a matar algún día, que lástima”. Pero sólo al padre le importa lo suficiente como para procurar darle un susto grande de modo que no vuelva a ocurrir algo semejante.

Dios se preocupa de los judíos más que cualquier padre se preocupa de su hijo. Los judíos son parte del gran plan eterno y Dios no dejará que desaparezcamos. Por eso Él tiene que mantenernos en contacto con la realidad. Aunque digamos, “No importa si somos judíos, ¿qué importa si nos asimilamos?” Dios dice: “De ninguna manera. Tengo un trato con Abraham y ustedes son demasiado valiosos para dejar que se pierdan. Aunque tenga que mostrarles la diferencia, aprenderán”.

Dios nunca “castiga”. Siempre es de manera instructiva, encarrilándonos en el camino de la realidad.

Además, Dios no toma venganza con Su pueblo. Imagina que tu hijo hace cosas muy malas, poniendo su vida en peligro y causándote un sufrimiento intolerable. Entonces, un día vuelve y dice, “Papá, lo siento. Lo que hice fue horrible. Por favor, discúlpame”. ¿Ahora qué vas a decir – espera, tengo que propinarte un castigo físico? ¿O llorarás, lo abrazarás y celebrarás?

Un padre no toma venganza con su hijo. Ese es el concepto de nuestro Padre Celestial.

¿Por qué “gozar de la realidad” es un ingrediente de la sabiduría?

  • El      primer paso para obtener la cordura es preguntarte a ti mismo: “¿Para      qué vivo?”.
  • Necesitamos      ser buenos. Ayudar a los demás a transitar por el camino correcto no es      sólo otra parte de nuestra vida; es de lo que se trata la vida.
  • Identifica      la raíz del problema. Córtala y libera el potencial latente.
  • Pregúntate:      “¿Realmente deseo vivir en la realidad?”.
  • Toma      decisiones acerca de la sabiduría que adquieres: “¿Voy a vivir con      ella o la voy a ignorar?”.
  • Vive      en el mundo real. Si aprecias esto, anhelaras la cordura.

 

Camino #42: La Paz Interior

El mundo exterior puede estar en caos, pero la persona puede tener paz interior. Para adquirir equilibrio interno, enfócate en las necesidades de tu alma.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

Todo el mundo es partidario de la paz. Pero cuando los judíos se saludan unos a otros con el famoso “Shalom Aleijem” – “Paz sobre ustedes” – ¿realmente se refieren a un deseo de paz interior, o no? Porque todos los placeres del mundo son sólo un camino hacia la paz interior.

El camino número 42, “Maamidó al Hashalom” que literalmente significa “poner a las personas en paz”. La palabra en hebreo para paz, shalom, deriva de shalem, que significa completitud, perfección y plenitud. La verdadera paz es mucho más que el cese de la guerra. De hecho, la paz interior es independiente de las circunstancias externas. El mundo puede estar revuelto pero la persona puede estar en paz consigo misma. Y viceversa: el mundo puede estar en paz, pero la persona puede estar intranquila interiormente.

 

 

¿Qué es paz interior?

Toda persona en algún momento u otro siente algún conflicto interno. Esto usualmente ocurre cuando se debe tomar alguna decisión moral. Cuanto más grande la decisión moral, más grande es el conflicto.

Entendamos la fuente de esta lucha. ¿Quién está luchando con quién?

Los 48 caminos dicen: esta batalla es entre dos “naturalezas humanas” opuestas – el cuerpo y el alma. El cuerpo busca comodidades transitorias y placeres sensuales. Él desea rendirse, soñar, posponer, dejarse llevar por pasiones. El cuerpo dice: “Dame comida, calor, una almohada. Quiero relajarme”.

Por otro lado, el alma desea significado, logros, permanencia, grandeza, realidad y verdad.

Estas dos fuerzas chocan. Nosotros queremos ser duros, pero nos sentimos como malvaviscos. Queremos ser grandes, pero no tenemos ganas de hacer el esfuerzo. Queremos ser independientes, pero nos sentimos seducidos.

E incluso cuando no nos damos cuenta de ello, este conflicto se desata dentro de nosotros. ¿Quieres grandeza o quieres ser mediocre? ¡Despierta!

La paz y la tranquilidad sólo vienen cuando nosotros resolvemos la lucha interna.

Paz: Victoria del alma

El Talmud enseña: “El justo habla a sus deseos físicos, mientras que los malvados dejan que sus deseos les hablen a ellos”. La pregunta es: ¿Quién dirige el show? ¿Quién dictaminará lo que harás?

Los hedonistas creen que debemos dedicarnos al cuerpo y seguir sus deseos. Pero un placer mundano no dura mucho tiempo, y generalmente deja una sensación amarga. Cada vez que te rindes ante los deseos de tu cuerpo – por ejemplo: cuando pierdes la calma, fracasas en defender tus creencias, o caes en la seducción del cuerpo – tienes paz por un momento solamente. Al final terminas deprimido y enojado contigo mismo.

El auto respeto – la única paz verdadera – proviene de nuestra alianza con el alma.

Entonces, ¿cuál es la meta? Provocar que el cuerpo desee lo que el alma quiere, pues no hay manera de que logres tener paz siguiendo los deseos del cuerpo. Tu alma no se rendirá. Nunca.

Pero el cuerpo puede aliarse con el alma. Por supuesto que “duele” un poco alejarse de un placer inmediato, pero podemos sobrevivir sin eso.

Entrenamiento corporal

Hacer que tu cuerpo esté de acuerdo con tu alma no significa que debes romper al cuerpo.

El deseo del cuerpo es una fuerza positiva que debe ser trabajada. La clave está en enseñarle al cuerpo a proporcionar la misma energía y entusiasmo cuando busque “sentido”, como lo hace cuando busca un dulce. El cuerpo está donde está la pasión, donde está el poder. Llévalo a que se una a tu acción.

Entrena tu cuerpo para que esté a tono con tu alma. Cuando sientas la resistencia del cuerpo, háblale. Discute con él.

Imagina a un corredor al salir por primera vez a una larga carrera. El cuerpo protesta diciéndole: “No seas masoquista… tendremos un ataque cardíaco… no llegaremos más lejos que esa esquina… ¡Detente ya!”.

Sólo un firme poder de voluntad puede quebrantar la resistencia del cuerpo y hacer que acepte. ¿Cómo? Constantemente recuérdale el gran valor que tiene estar en forma, delgado y saludable. “Esto es lo que realmente quieres… imagina lo bien que te sentirás… serás respetado… vivirás más años…”.

Dos meses más tarde, si llegas a perder un día de entrenamiento, tu cuerpo te reclama: “Hey, me he perdido del placer de correr, ¿qué está ocurriendo?”.

Averigua lo que quieres y gobierna sobre tu cuerpo. Continúa hasta que la resistencia de tu cuerpo se debilite y se convierta en el socio de la voluntad de tu alma. Así como salir a correr, tú puedes medirlo: ¿Cuánto llevará hasta que el cuerpo siga mi meta? Puede llevar un tiempo hasta que el cuerpo se ajuste… pero cada vez es más fácil.

Utiliza la disciplina. Hunde la pasión de tu cuerpo en los deseos de tu alma.

Prepárate para esa locura del cuerpo luchando en tu contra y no te rindas. Porque si te rindes, ¡entonces el cuerpo se volverá salvaje!

Las metas del alma, los deseos del cuerpo

Cuando estás encerrado en una batalla moral y ambas opciones son igualmente tentadoras, ¿cómo sabes que “voz” está hablando?

Si el resultado de la decisión será comodidad y facilidad, entonces es probable que tu cuerpo esté hablando. Pero si el resultado será esfuerzo y paciencia, entonces tu alma es la que habla.

La clave es enfocar tus metas. Si tú no entiendes lo que tu alma realmente quiere, entonces estarás encerrado en una constante batalla.

El alma quiere ser buena y ayudar a otros. Ten cuidado de las personas que viven en ilusiones de paz. Ellos pueden decir: “Yo quiero hacer lo correcto”, pero ellos pueden ser demasiado histéricos como para sentarse a discutir los temas. El cuerpo teme perder el control de si mismo.

Las personas que poseen paz interior dicen: “Ven, pensemos juntos”. El alma no tiene miedo.

Una gran causa por la paz

Una de las mejores maneras de hacer que tu cuerpo desee significado espiritual es tener una causa.

La persona necesita enfocar su vida alrededor de una causa que es más grande de lo que ella es. De esta manera, el cuerpo se pondrá del lado del alma. Cuando nosotros luchamos por algo en lo cual creemos, el conflicto entre el cuerpo y el alma prácticamente se termina. Estamos dispuestos a llegar donde sea, pues la voz del cuerpo está sumergida en una insuperable causa.

Esta es la razón por la cual en todo el mundo y a lo largo de la historia, hubo quien sacrificó su vida por elevadas causas.

El nacionalismo es un ejemplo de cómo esto sucede. La guerra, tan destructiva como es, crea una causa más grande que la de los individuos que luchan en ella. Después de una reciente guerra un reporte muestra que los niños le preguntaban a sus padres: “¿Cuándo será la próxima guerra?”. Los padres dijeron: “¿Qué? ¡Una guerra es algo terrible!”. Los niños dijeron: “Cuando estuvimos en guerra, nuestra nación estaba unida, no había discordia, todos eran amables con los otros. ¡La guerra fue tan linda!”.

Esa es la ironía. Cuando una nación está luchando por su supervivencia hay un sentimiento de paz interior. Las personas no se preocupan sobre pequeñeces como el auto nuevo del vecino, o que la mucama puso demasiado almidón a las camisas. ¡Hay algo más importante! Escuchamos cuidadosamente cualquier idea. Dejamos que cualquier persona capacitada nos lidere. Nos elevamos por la grandeza de la causa.

Por supuesto, hay muchas otras maneras mucho más constructivas de lograr este efecto. Como arreglar el mundo, por ejemplo.

La causa de todo

Cuando las personas luchan por una causa, ¿qué es lo que buscan realmente? ¿Cuál es el deseo más grande del alma?

Grandeza… eternidad… cercanía a Dios.

Dios es Uno. Esa es la verdadera causa a la cual todos aspiran llegar. Salvar a la humanidad es algo pequeño comparado con hacer la voluntad del Eterno. Eso es supremo.

Los judíos están en contacto con esto mañana y noche, al recitar el rezo del Shemá: “Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno”. Nosotros estamos enfocados en lo que el alma más quiere.

Decir el Shemá es una herramienta efectiva para enfocarse, integrarse y completarse.

Lleva a otro a lograr su potencial

Una vez que tú has logrado algún nivel de paz interior, ayuda a otros a lograr lo mismo. De la misma manera que tú has pasado por las etapas para reconocer los conflictos internos, lleva a otros al mismo camino.

Observa el potencial de tu amigo y elévalo a la grandeza. Sé ambicioso por él. Ambiciona hacerlo grande. Imagina: “Si yo puedo ponerlo en contacto con su alma, ¿cómo eso acrecentará sus poderes? Si él pudiera ser un ser íntegro, ¿cuán alto podría volar? Si él pudiera ser más feliz, ¿cómo eso transformaría su relación con los demás? Si él pudiera ser más firme, ¿qué grandes cosas podría lograr?”.

Por supuesto, la siguiente pregunta es, ¿Cómo haces que alguien sea grande?

Muchas personas están tan acostumbradas al conflicto interno que lo aceptan como un status quo. Ellas aceptan la mediocridad como una forma de vida, como si la grandeza fuera sólo para “grandes personas”. La gente frecuentemente no sabe lo que realmente quiere de su vida. Y no saben que es lo que realmente vale la pena perseguir, y pierden la motivación para intentarlo.

Enseña a las personas a que tengan metas, y enséñales a averiguar qué metas son valiosas. Pregúntales una y otra vez: “¿Qué quieres? ¿Puedes ser realmente feliz si eres mediocre? ¿Puedes estar en paz si no te sientes realizado?”.

Si inspiras a otros, eso te dará una distinta dimensión del poder de la sabiduría. Pues al trabajar objetivamente para ayudar a que otros sean poderosos, nosotros llegamos a serlo también. Además, si tienes éxito en desarrollar el potencial de otros, tú mismo has alcanzado la grandeza. Eso es un hecho. Pues el mejor regalo que la persona puede dar a otra es paz interior y tranquilidad. Y ahora tú compartes cada uno de sus logros.

¿Por qué la “Paz Interior” es un ingrediente para la sabiduría?

  • Si      alguien no sabe por qué vive, entonces está en una guerra interior.
  • No      puedes tener paz siendo mediocre.
  • Cuando      pensamos en grande, nos hacemos grandes. Observa alrededor del mundo y      mira cuánto puedes lograr.
  • La      grandeza se alcanza liderando con el alma, y dominando el poder apasionado      del cuerpo.
  • La      verdadera paz viene sólo cuando tu cuerpo desea el éxito de tu alma.
  • Si      tenemos éxito en hacer que otros sean grandes, nosotros mismos nos      convertimos en personas grandes.
  • La      causa suprema que el alma anhela es la unicidad con Dios.

 

Camino #43: Fascinación con la Vida

Los niños viven en un estado natural de asombro. Para recuperar esa energía, identifica lo que te fascina más de la vida. Ponte metas para vivir y persíguelas con incansable fascinación.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Todos hemos experimentado gran fascinación en algún momento. Puede ser un paseo en la montaña rusa, un conferencista brillante, o un paisaje sobrecogedor. En ese momento estamos totalmente comprometidos con la emoción de vivir.

Es por eso que una crisis – a pesar de que produce miedo – es tan estimulante. Porque demanda de nosotros un 100% de atención, la fusión de la mente y el corazón. ¡Imagina si puedieras reproducir esa sensación cada día de la vida, entonces estarías volando alto!

El camino número 43, “Mityashev libó betalmudó”, literalmente significa “asienta los estudios en tu corazón”. Esto significa que cuando comienzas cualquier actividad, no sólo debes llevar a tu cuerpo. Asegúrate de que tu mente y tu corazón estén también allí. Conecta tus necesidades emocionales con tu apreciación intelectual. De otra manera, todo lo que obtendrás de la vida será una experiencia a medias.

Debes estar completamente absorto en lo que estás haciendo. Ya sea que estés estudiando geometría, cocinando la cena, o educando a tus hijos – fascínate. Porque cuando estamos fascinados, tenemos una captación y una retención mayor – y al final haremos un mejor trabajo.

¿A quién le importa?

La razón por la cual frecuentemente carecemos de fascinación es porque no nos damos cuenta de cómo la información nos beneficiará personalmente.

¿Podrías disfrutar de una clase sobre carburadores de autos? ¿Una detallada descripción de cómo la gasolina se mezcla con el aire para generar combustión? Quizás es interesante por cinco minutos. Luego zzzz…

Ahora imagina que te quedas estancado en el desierto con el carburador roto. Si alguien te ofrece una detallada clase sobre carburadores, tú dirías: “¡Huau! ¡Fascinante! ¡Habla lento porque quiero tomar nota!”.

¿Qué es lo que cambió tu perspectiva?

Los carburadores repentinamente se hicieron relevantes. En otras palabras, algo que es muy aburrido en un minuto, puede ser totalmente fascinante un instante después – si es que percibimos su importancia en nuestras vidas.

Nota cómo nos detendremos a leer una propaganda que diga: “Gana un millón de dólares. Garantizado”. Ciertamente prestaremos atención, ¡estamos interesados!

Entonces, la próxima vez que alguien te presente alguna información, no digas: “¿A quién le importa?”. Sino que, conecta esa información a tus deseos. Define: ¿Por qué quiero saber acerca de eso? ¿De qué manera eso es relevante en mi vida? ¿Cómo puedo integrar esa idea en forma práctica?

Una vez que te comprometes a aplicar la sabiduría, verás cuán fascinante puede ser

La fórmula de la fascinación

Aprende de tus éxitos. “La fascinación” te ha golpeado en el pasado. Descubre por qué un tema árido como la biología de repente se hizo fascinante. ¿Qué pasó? ¿Qué te llevó a conectarte con su belleza?

La clave es descubrir cómo la idea intelectual le habla a tus emociones. Hay profundas verdades espirituales en la biología – por ejemplo: la simetría artística de los organismos, la unidad holística de la naturaleza, etc. Entonces, no te limites a una información intelectual. Sino que, ve un paso más adelante y descubre las realidades metafísicas que son paralelas a tu mundo diario.

Esto funciona incluso con los aspectos más mundanos de la vida. ¿Alguna vez te fascinó podar el césped? ¡De repente comienzas a hacer dibujos en el césped! Descubre lo que ocurrió. ¿Qué fue lo que te atrapó? ¿Estabas en un estado de ánimo en particular que sentiste que querías jugar con eso? ¿Había algún significado básico de la vida que sacaste de eso?

En lugar de sufrir, ¡enfócate en esto cada vez que cortes el césped!

Como ejercicio, piensa acerca de dos ocasiones en las cuales quedaste fascinado con algo que generalmente no te interesaba. Averigua por qué repentinamente diste un vuelco. Ahora toma la respuesta y utilízala para la vida. Si encuentras que la vida es aburrida, esto hará que tu creatividad fluya de nuevo. Si funcionó una vez, puede funcionar otra vez.

Ve lo fascinante de la vida

Los niños viven en un estado natural de asombro. Los niños piensan que todo en la vida merece atención y que de todo se puede aprender algo. Para recuperar ese asombro de niño, averigua lo que te fascina más en la vida. ¿La tecnología? ¿La naturaleza? ¿Las relaciones interpersonales? ¿La sociedad? Haz una lista de las diez cosas que más te fascinan en tu vida.

Presta atención al mundo a tu alrededor. Constantemente ocurren cosas fascinantes. Intenta identificar esas cosas en tu experiencia diaria. Guarda tu lista de los “Top 10” a mano para poder “darte una carga de fascinación”, siempre.

Sé proactivo y busca situaciones fascinantes. Una persona que busca oro tiene más posibilidades de encontrarlo que alguien que está escalando una montaña. En cualquier momento, si tú buscas fascinación, es más probable que la experimentes.

Podemos aprender mucho al observar lo que le fascina a otros. ¿Qué clase de película es un éxito garantizado? Noventa asesinatos en una sola película – ¡Huau! ¿Cómo pueden hacerlo, un asesinato por minuto? ¿Por qué todos sintonizan CNN para ver un avión estrellándose, o un tornado, casas derrumbadas? – ¡Huau! Las personas aman las historias de guerra, de terror, fama, los detectives. ¿Por qué tanta fascinación por eso? ¿Cuál es el denominador común? ¿Qué es lo que esto nos dice acerca de la naturaleza humana?

Esto no es una aprobación, sino más bien una observación sobre lo que ha capturado la fascinación del mundo occidental de hoy.

Ahora compara esto con tu propia lista. ¿Qué cosas te estás perdiendo? ¿Cómo puedes encaminar tu naturaleza humana en el camino correcto, evitando trampas en las que otros pueden estar cayendo?

Fascinación con personas reales

Al menos por un momento… fascínate con cada ser humano. Un enigmático misterio de la vida está pasando justo a tu lado. ¡Presta atención!

No trates a las personas como objetos. Si tú consideras que el vendedor del negocio es un elemento cuya función es facilitarte la compra, eso no te inspirará mucho interés. En lugar de eso, desarrolla tu sentido de la curiosidad y elabora algunas preguntas amigables. ¿Te gusta tú trabajo? ¿Hace cuánto tiempo que trabajas aquí? ¿Ha sido un día ocupado? ¿Estás al comienzo o al final de tu turno?

Si alguien se fascina más con películas y novelas que con la vida misma, es una señal de que algo está mal. Él está viviendo indirectamente, escapándose de sí mismo y de su potencial. Qué pena es estar más fascinado de personajes de una novela que de los verdaderos seres humanos. Para que tu vida realmente valga la pena, muéstrate interesado y abierto. Esto llenará tu mundo con personajes interesantes y reales.

Date cuenta de que la mayoría de las cosas a las que prestamos atención son ilusiones. Ellas realmente no nos enseñan nada acerca de la vida. Un programa de TV, una novela, o incluso un diario. ¿Qué aprendes realmente? ¿Puedes aplicar algo de esto a tu vida? Terminas la novela y dices: ¡Esos personajes eran fascinantes! Piensas que tu vida ha cambiado. Pero ¿cuánto realmente te ha enseñado acerca del significado de la existencia? El libro fue fascinante, pero ¿has aprendido sabiduría para vivir? No necesariamente.

Intenta canalizar tu curiosidad natural hacia una conexión con personas reales. La vida misma es más fascinante que cualquier juego de vídeo. ¡Tú sólo necesitas aprender cómo hacer que el mecanismo funcione!

Conoce lo que quieres de la vida

Una buena manera de estar fascinado es conociendo a la persona más interesante que jamás hayas visto. ¿Sabes quién es? ¡Tú! Entonces, siéntate y conversa contigo mismo. Pregúntate: ¿Para qué vivo? ¿Hacia dónde estoy yendo?

Muchas personas carecen de fascinación porque no tienen claro qué quieren de la vida. Si tú tienes metas claras, estás mejor equipado para ver el valor de cada experiencia.

Imagina a alguien que tiene una gran ambición de ser médico. En la secundaria toma cursos de paramédico, lee muchas revistas de medicina, es voluntario en el hospital local y se hace amigo de muchos médicos. Él está totalmente enfocado. Cuando termina la secundaria, ya habla como un doctor, entiende los procedimientos básicos y ha desarrollado un hábito de atención y visita de pacientes – ¡todo esto mucho antes de ingresar a la escuela de medicina!

Si el ser humano sabe qué quiere de la vida realmente, entonces encontrará los caminos y medios para llegar hasta allí. Y se fascinará con cualquier cosa que esté remotamente relacionada con esa meta.

Ten dirección. Conoce lo que quieres. Repasa el itinerario de tu vida. Tu deseo es dominar la vida, y no andar tropezando por allí. Recuerda, eres ambicioso, deseas grandeza. Ese es tu anhelo interno. Las horas que pasas divirtiéndote están robando tu grandeza. Seguro que es divertido, pero tú sabes que no es el camino hacia la grandeza.

No esperes hasta que te aburras de tu trabajo. No estés simplemente “pasando” a la deriva por las situaciones de la vida. Busca ver hacia dónde está dirigiéndose tu vida y traza el camino. Anda fascinado y motivado por alcanzar tu meta.

Estudia lo que tu corazón desea

Cultiva tus intereses naturales. Si no estás decidido acerca de una carrera, toma la opción que más te llama la atención.

Los Sabios dicen: “La persona siempre debe estudiar lo que su corazón desea”. Si tú aprecias el tema, entonces el estudiarlo se convierte en una experiencia agradable. Más aún, el entusiasmo por un tema se pasa a otro – y ayuda a que sea más fácil estudiar el tema menos fascinante.

¿Tienes dificultad para abrir un libro? Observa el índice y elige un capítulo que te motive. Utiliza tu deseo natural como una vía de entrada para involucrarte en algo que de otra manera sería un tema demasiado denso.

Lo mismo se aplica al estudiar sabiduría. ¿Estás abrumado por la magnitud de la Torá? Para comenzar, elige un tema que te fascina. Puede ser cómo hacer jalot, cómo escoger un cónyuge, o cómo amar a la humanidad. Con 613 mitzvot de las cuales escoger, ¡deberías encontrar por lo menos una!

Para estar fascinado con la verdad y la sabiduría, tenemos que estar concientes de que nuestra esencia es un alma, no un cuerpo. Esto te ayudará a no perder el tiempo en frivolidades. Comer está bien – por supuesto, tienes que alimentar al cuerpo, y “el sabor” es sin duda, un placer maravilloso. Pero no te pierdas en la comida. Tú sabes que eres un alma – fascinada de la sabiduría, fascinada de la vida, fascinada del misterio de la existencia. Abre el próximo capítulo. ¿Qué será? Eres un alma encerrada en un cuerpo. ¡Qué emoción!

¿Por qué la “fascinación de la vida” es un camino hacia la sabiduría?

  • Cuando      estamos fascinados y absortos, hacemos un mejor trabajo.
  • Cuando      estamos fascinados, eso es energizante.
  • Conecta      tu conciencia intelectual con tus botones emocionales.
  • Una      persona real es más fascinante que lo que cualquier personaje de TV jamás      será.
  • Establece      metas y persíguelas con una incansable fascinación.
  • Para      estar fascinado con la verdad y la sabiduría, recuerda que eres un alma,      no un cuerpo.

 

Camino #44: Analiza los Temas

La mejor defensa en contra del abuso es cuestionar lo que ves. Utiliza tu intelecto para revelar inconsistencias, irregularidades y racionalizaciones.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

En el mundo actual, si alguien pregunta “¿Cómo estás?” la respuesta normal es “bien”. De hecho, una broma judía define a “nudnik” como alguien que, cuando se le pregunta como está, ¡realmente te responde!

El camino #44 es “Shoel umeishiv” – literalmente “preguntar y responder”.

Un profesional puede diagnosticar problemas inmediatamente. En el momento en que cruzas la puerta, el doctor dice: “Usted está anémico”. O el mecánico de automóviles dice: “Son las bujías”. ¡Eso es experiencia!

Los 48 Caminos dicen: Rodéate de personas que hayan dominado al arte de las preguntas. Un experto en preguntas puede identificar la base del asunto, revisar los factores pertinentes, determinar que información adicional es necesaria, y localizar la conclusión. ¡Ese es poder para vivir!

Preguntas básicas pueden ser aplicadas para todo en la vida:

  1. Define: ¿Cuál es el asunto?
  2. Reflexiona: ¿Por qué es      importante para mí?
  3. Aplica: ¿Qué voy a hacer al respecto?

Practica estas preguntas, y eventualmente hacer buenas preguntas se transformará en algo natural para ti. Tienes que estar listo para lidiar con la vida. Porque si no lo estás, la sabiduría más profunda puede llegar a ti… y terminará en el basurero.

Preguntas y respuestas: la clave para la supervivencia

A veces actuamos de ciertas maneras que contradicen nuestras creencias. “Preguntar y Responder” nos ayuda a revelar nuestras propias inconsistencias y racionalizaciones. Y a menos que nos ocupemos y resolvamos estos asuntos, ¡sufriremos de una terrible confusión!

Abre tus ojos y tu mente a las irregularidades de la vida. No te quedes sentado pasivamente. Si ves una contradicción, señálala.

Para entender los eventos necesitas preguntar: ¿Cuál es la esencia del asunto? ¿Por qué la gente difiere? No confíes en analistas para que te den su opinión pre-digerida. Tú tienes que hacer el trabajo. Involúcrate y participa en las noticias inteligentemente.

Hay un dicho judío: “Nunca nadie murió por una pregunta”. Esto significa que no debes tener miedo de preguntar. No hay nada ilustre en permanecer en silencio… e ignorante.

Las personas pueden molestarse cuando empieces a hacer demasiadas preguntas, o a analizar las cosas en pedazos. Pero no dejes que eso te detenga. A través del análisis, una persona toma un concepto desde lo abstracto y lo hace real. Y eso es hacer la vida fresca y viva.

Alguien que no aprende el arte del cuestionamiento perceptivo es susceptible a todo tipo de manipulación. En el mundo actual, siempre hay alguien deseoso de engañarnos para comprar algo que no necesitamos.

La mejor defensa en contra del abuso es cuestionar lo que ves. Cuando te encuentres con una nueva idea o producto, pregúntate: ¿Por qué necesito esto? ¿Cuál es la motivación de la persona al promover esta idea? Esto te sensibilizará, te protegerá, y te hará sabio.

Busca las inconsistencias

Las ideas flotando en el vacío significan muy poco. Pero cuando son yuxtapuestas, distinciones sutiles emergen a la superficie. Un aspecto clave de la sabiduría es ver las relaciones entre los conceptos, y concentrarse en las áreas de similitud y contradicción. Es por esto que es tan importante estudiar historia – para adquirir un sentido de contexto.

La vida en sí misma está llena de contradicciones. Cuando te enfrentes a cualquier problema o situación, estudia la pregunta y define la premisa tras ella. Pregunta: ¿No hay nada que contradiga a esta idea? Intenta buscar más profundo en las cosas y en las personas. Ya que nada es como aparenta ser en la superficie…

Por ejemplo: ¿Puede Dios hacer una roca tan pesada que ni siquiera Él puede levantar?

Esta pregunta implica una limitación en el poder de Dios – o Él es incapaz de crear una roca tan pesada, o Él es incapaz de levantarla.

La respuesta es que hay una falla fundamental en la pregunta. La pregunta asume que los infinitos – una roca infinitamente pesada y un Dios infinito – son comparables. Pero como debemos saber de las clases de matemática de secundaria, dos infinitos no son comparables.

Encuentra preguntas sin contestar

Todos andamos con una mochila llena de preguntas sin contestar. Y a pesar de que aparentemente no nos molestan, en un nivel más profundo lo hacen. Aquí hay algunas molestosas preguntas que todos tenemos:

  • ¿Cuál es el propósito de la vida?
  • ¿Cómo puedo alcanzar mi potencial?
  • ¿Cómo puedo evitar repetir los errores?

Algunas personas dicen: “No hay respuestas”.

En realidad, el objetivo de todas las preguntas es ¡obtener respuestas! Obtener claridad es un largo y difícil trayecto. ¡Pero no te detengas! Personalmente, yo he estado trabajando en una pregunta durante 10 años, pensando en ella al menos dos veces al día.

Saca tus preguntas. Y comienza a responderlas.

Siéntate, reflexiona, y ve qué preguntas importantes están sin resolución. Si hay algo que te molesta, no lo dejes ahí tirado. Ponlo en una lista, y lleva la lista contigo. Mantén estas preguntas en mente, disponibles para cuando encuentres a alguien que podría tener la capacidad de proveer entendimiento.

Si tu negocio estuviera titubeando, no te quedarías sentado perdiendo dinero – encontrarías el problema y lo resolverías. En la vida también, puedes quedarte sentado y perder. ¡Entiende de qué se trata la vida!

Preguntas para la vida

Aplica tu habilidad de “Preguntar y Responder” en todos los aspectos de la vida. Por ejemplo, si quieres casarte, asegúrate de que sabes las preguntas correctas que debes hacer. Muchas personas no se casan porque no conocen la definición correcta del matrimonio. Sus expectativas están basadas en un guión de Hollywood.

Averigua de qué se trata el matrimonio. ¿Es un acuerdo? ¿Un contrato? ¿Un refugio de impuestos? ¿Ayuda doméstica? ¿Compañerismo? ¿Una forma de vivir más económica? ¿Un ritual para satisfacer a los padres?

El judaísmo dice: “El matrimonio es un compromiso que un hombre y una mujer adquieren para perseguir sus metas de vida juntos”. Es un vínculo sagrado entre dos personas que se convierten en una. Le da fuerza al individuo tanto como a la unidad. Trae realización, amistad, familia, y mucho más.

No camines por el altar antes de saber:

  • ¿Cuál es el propósito del matrimonio?
  • ¿Cómo consigo un matrimonio exitoso?
  • ¿Cómo sé que he escogido al compañero adecuado?

Preguntas bañadas en bronce

Hay padres que bañan en bronce el primer par de zapatos de un niño, como un recordatorio de cuando el bebé alcanzó un cierto nivel de madurez e independencia y dio su primer paso. En el judaísmo, inmortalizamos otra cosa – la primera pregunta analítica de un niño, la primera vez que descubrió una contradicción. ¡Eso es independencia!

La importancia de las preguntas buenas está arraigada en la conciencia nacional judía. Vemos del episodio de la Zarza Ardiente, que el sabio Moisés propuso el punto de contradicción: “La zarza está ardiendo, pero no se consume”.

En el Seder de Pesaj, los niños son alentados a hacer las famosas Cuatro Preguntas. El Seder también habla acerca de cuatro hijos: uno sabio, uno malvado, uno simple, y uno que no sabe preguntar. Cada uno es definido en base al tipo de preguntas que elabora.

Una Ieshivá es una escuela para aprender la habilidad de analizar y hacer preguntas sagaces. El libro guía es el Talmud – el manual de preguntas y respuestas más grande del mundo. El Talmud está construido en base a hurgar buscando contradicciones, y durante los siglos, los judíos han desarrollado esto transformándolo en un fino arte.

Algunas veces el texto de la Torá será muy seco. ¿Por qué? Para provocarnos a hacer preguntas analíticas. La Torá requiere gran esfuerzo para entenderla por nuestra cuenta, y mientras más estudiamos, más afinamos nuestras herramientas para el análisis independiente.

Si estudias suficientes preguntas, adquieres los patrones, y tu cerebro comienza a pensar de forma analítica. ¿Has escuchado del título profesional llamado Doctor en Letras? Los estudiantes de Ieshivá alcanzan un Doctorado en Preguntas. ¡Y la estrella de la Ieshivá es aquel que puede hacer la mejor pregunta!

Un pedazo de lógica talmúdica

Una historia apócrifa del último siglo dice así:

A un estudioso judío de Odessa le fue concedido permiso para visitar Moscú. Él abordó el tren y encontró un asiento vacío. En la parada siguiente un hombre joven se subió y se sentó junto a él.

El estudioso miró al hombre joven y pensó: Este tipo no parece un campesino, y si no es un campesino él seguramente viene de este distrito. Si él viene de este distrito, debe ser judío porque este es, después de todo, el distrito judío. Por otro lado, si él es judío ¿A dónde estará yendo? Yo soy el único en nuestro distrito que tiene permiso para viajar a Moscú. Un momento – justo en las afueras de Moscú hay una pequeña aldea llamada Samvet, y no necesitas permiso especial para ir ahí.

Pero, ¿por qué estará yendo a Samvet? Probablemente va a visitar a alguna de las familias judías de ahí. Pero ¿Cuántas familias judías hay en Samvet? Solamente dos – los Bernstein y los Steinberg. Los Bernstein son una familia terrible, así que debe ir a visitar a los Steinberg.

Pero, ¿por qué está yendo a visitar a los Steinberg? Los Steinberg solamente tienen niñas, seguramente es un yerno. Pero si lo es, ¿con cuál hija se casó? Sara se casó con ese simpático abogado de Budapest, y Ester se casó con un hombre de negocios de Zhadomir. Así que debe ser el esposo de Sara. Lo cual significa que su nombre es Alexander Cohen, si no me equivoco.

Pero si viene de Budapest, con todo el antisemitismo que hay ahí, debe haber cambiado su nombre. ¿Cuál es el equivalente Húngaro de Cohen? Kovacs.

Pero si cambió su nombre él debe tener algún estatus especial. ¿Qué podrá ser? Un doctorado de la universidad.

En este momento, el estudioso se dirige al hombre joven y le dice, “¿Cómo está usted Dr. Kovacs?”.

“Muy bien gracias”, respondió el sorprendido pasajero. “¿Cómo es que usted sabe mi nombre?”

“Ah”, respondió el estudioso, “era obvio”.

¿Por que “analizar los asuntos” es un camino a la sabiduría?

  • Un      tonto se avergüenza de hacer preguntas. No seas un tonto.
  • Una      buena pregunta es la mitad de la respuesta.
  • Las      preguntas y respuestas son las herramientas de la vida para la clarificación.
  • Para      cada contradicción, hay una resolución equivalente y opuesta.
  • Los      seres humanos se revelan de acuerdo a las preguntas que hacen.
  • Hazle      una pregunta a un judío – y él responderá con otra pregunta.
  • Contrasta      un concepto con otro, para ver si emerge alguna contradicción sobre algo      previamente asumido como verdadero.
  • La      vida no es “respuestas instantáneas”. Debemos trabajar duro para obtener      entendimiento completo.
  • Cuando      saques tus conclusiones, no confíes simplemente en opiniones y suposiciones      externas.
  • Una      persona sabia hace preguntas y busca respuestas.

 

Camino #45: Expande tus Ideas

Cuando aprendas algo de sabiduría, extrae lo que sea relevante para tu vida. Desarróllalo. Llévalo a sus máximas conclusiones. Vive con eso.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

La información viene hacia nosotros de muchas y diversas fuentes. Pero ¿en qué momento la idea de otra persona se convierte en algo que podemos llamar nuestra?

El Camino #45 es “Shomeah u’mosif”, que significa “entender y agregar”. No es suficiente escuchar una idea. Tú tienes que estudiarla, desarrollarla y agregar nuevas dimensiones. Y luego vivir con ella. Sólo entonces la idea se convierte en parte tuya.

Nos ha sucedido a cada uno de nosotros. En la excitación de oír una nueva gran idea, damos un salto inspirado hacia asociaciones futuras. Se siente maravilloso, mientras literalmente sentimos que se expande nuestro horizonte.

Cuando escuches una idea, asegúrate de llegar al fondo de ella. No tomes la idea en su valor nominal. Desglósala en sus componentes. Define cada parte para asegurarte que la entiendes completamente. Pregunta para aclararla. Escribe tus observaciones.

Ahora, prueba la idea. Proyéctala al futuro. Trata de trazar el camino de la idea, con todas sus implicancias y consecuencias. Esto te permitirá descubrir su profundidad completa – y también, exponer cualquier aspecto que pueda ser falso.

Corre con la pelota

Entender una nueva idea significa más que sólo escucharla con tus oídos. Entender significa absorber la idea en un nivel que te impacte y entre a tu corazón. Cuando una idea alcanza tu corazón, te ves empujado a la acción.

Cuando entiendas una idea, muévela un poco y hazla tuya. Mover la idea a otra dimensión hace que sea algo totalmente diferente, algo real, vivo y funcional. Y esto es parte del paquete del ejercicio humano único del “libre albedrío”.

No sólo leas el periódico. Conviértete en parte del proceso. Llega a conclusiones. Ve los resultados. Esa es tu creatividad, ese eres tú. De otro modo, tú eres solamente una figura pasiva, un peón de las noticias.

No esperes que estos momentos de inspiración vengan por sí mismos. Descubre cómo formalizar el proceso – como tomar cualquier idea, llevarla un paso más adelante, abrirla y ver sus múltiples dimensiones.

Sin embargo nosotros los humanos tendemos a ser flojos. Sabemos que tenemos que examinar las cosas en profundidad, pero a menudo evadimos el esfuerzo que se requiere y nos contentamos con explicaciones superficiales. Contrarresta esta tendencia.

Muy a menudo, las ideas nos impactan sólo en la superficie, y no nos molestamos en hacer nada al respecto. Es por eso que hay tanta inconsistencia en el mundo hoy en día. Las ideas rebotan fuera de las personas, en vez de hacia las personas. No te quedes ahí como un bulto. ¡Corre con la pelota! ¡Persigue tus máximas conclusiones! Tú vas a desplegar el misterio de la vida – en vez de sólo lloriquear.

Una ilustración del proceso

Como un ejemplo, tomemos el concepto de, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. (Levítico 19:18)

1) Punto Básico: Debemos actuar con amor hacia los demás.

2) Implicancias: El amor puede ser definido. ¿Cuál es la definición de amor? Tener placer de las virtudes de los demás. Cada ser humano tiene virtudes. “Amar” significa excusar las faltas, y enfocarse en las virtudes.

3) Conclusiones: Si Dios dice: “Ama a los seres humanos”, entonces los humanos intrínsicamente pueden ser amados. Eso se confirma con el hecho de que casi todos tienen al menos dos personas que los aman – sus padres. Así es que si tienes problemas con amar a alguien, pregúntate a ti mismo: “Si yo fuese su madre, ¿qué amaría de esa persona?”. Esto abre una nueva y sorprendente dimensión. Cada ser humano es espléndido. Simplemente nosotros necesitamos verlo.

4) Derivación: ¿Qué es lo que puedes amar de los seres humanos? Debe ser algo común a todos los seres humanos: Los seres humanos son creados a imagen de Dios.

5) Extensión: Como a nosotros se nos ha ordenado amar a los demás, eso significa que amar es algo que puede ser ordenado. Esto va en contra de la percepción común que mientras que es bonito amar a otros, el amor no puede ser obligatorio. Pero el judaísmo dice lo contrario. Lo que lo lleva a uno a reflexionar: ¿Quién me puede enseñar el secreto de cómo amar a todas las personas?

6) Paralelo: Si Dios nos ordenó amar a otros, eso debe significar que Él nos ama a nosotros. ¿Cómo sabemos eso? Porque cuando amamos a alguien, nosotros también queremos que otros amen a esa persona. Como Dios nos ama a nosotros, Él quiere que nosotros nos amemos entre nosotros también.

7) Resultado: Parte de amar a alguien es protegerlo de daños. Por eso, “amar al prójimo” también significa luchar por los derechos humanos, trabajar en contra de la injusticia, detener la violencia.

8) Consecuencia: Si todos practicáramos “amar a tu prójimo”, el mundo operaría con mucho mayor grado de paciencia, tolerancia, comprensión, comunicación, apreciación, unidad, etc. ¡Este principio transformaría la historia de la humanidad! Cuando amamos al prójimo, tenemos placer por los demás, y trabajamos juntos, aprovechamos el completo potencial del universo. ¿Sientes el poder?

9) Apreciación: Mira hacia atrás en el tiempo, la época de los griegos, de los babilonios y de los egipcios, quienes asesinaron, esclavizaron y torturaron. La historia muestra que fue el judaísmo – con su innovadora declaración de amar a la humanidad porque todos somos creados a imagen de Dios – que introdujo e inspiró los derechos civiles y la justicia en el mundo. Los judíos dijeron: “Nosotros fuimos creados a la imagen de Dios, y tú tienes que amar a toda la humanidad”. Esta idea fue exitosa porque la Torá especifica leyes detalladas de cómo traducir ese amor en acción. Gradualmente, el mensaje judío llegó a ser aceptado por toda la humanidad. ¡Increíble!

Mantente enfocado

En cada momento de este proceso de asociaciones, necesitas tener mucho cuidado. Imagínate construyendo una torre, poniendo un ladrillo arriba de otro. Si la primera capa de ladrillos se corre apenas un centímetro, no es tan grave. La tercera capa de ladrillos se va a sostener también. Pero en la decimoquinta corrida, si los ladrillos no están perfectamente alineados, toda la estructura va a colapsar.

Lo mismo es verdadero para las ideas. Cuando sacamos una conclusión sobre otra conclusión y otra conclusión, si estamos corridos un poquito, todas las conclusiones subsecuentes serán equivocadas en mayor grado – y terminarás con algunas ideas extrañas y peligrosas.

Monitorea constantemente tus conclusiones comentando tus ideas con otras personas. Este dar y recibir corregirá errores mientras éstos son menores y también expondrá nuevas ideas que de otra manera no hubiesen emergido de tu mente.

Descubre el pensamiento equivocado

En la superficie, muchas ideas parecen ser suficientemente inocuas. Sin embargo, pueden ser inconsistentes con otras ideas que aceptamos. Al agregar dimensiones y sacar conclusiones, se hace evidente dónde nuestras percepciones están equivocadas.

Por ejemplo, mucha gente cree que no existe la “verdad absoluta”. Ellos dicen que “la verdad” es diferente para cada uno.

Entonces saquemos una conclusión de eso: Si no hay bien y mal en absoluto, entonces ¿cómo podemos juzgar a un asesino como malvado? ¿Con los estándares de quién? Sin no existe una moralidad absoluta, todo lo que tú puedes decir sobre un asesino es que a ti no te gusta lo que él hace. ¡Pero no puedes decir que él es malvado!

¿Y que hay cuando tu hijo viene a la casa de la escuela y alega porque alguien lo golpeó en el patio? Si toda la moralidad es relativa, tú nunca puedes realmente afirmar la injusticia de ninguna posición. Para el abusador, golpear a niños pequeños es parte de su sistema moral personal. Entonces ¿cómo podrías condenarlo?

¿Absurdo? ¡Por supuesto! Es por eso que es crucial llevar las ideas a su conclusión lógica. Si hay una falsa percepción, entonces al desarrollar el tema unos pasos hacia su conclusión, verás el error de la premisa original. También verás como una idea puede contradecir otra idea en la que tú crees. Entonces puedes determinar cuáles de tus ideas son verdaderas, y cuáles son falsas.

Hazlo una práctica diaria

Durante el curso del día, a menudo estamos muy ocupados como para considerar ideas y sus implicancias. Entonces, al final de cada día, tómate el tiempo para reflexionar sobre las nuevas ideas que escuchaste ese día.

Piensa cuidadosamente. Tú leíste algo, fuiste a pasear, te sentaste en una reunión. Podemos darnos cuenta de muchas cosas. Pero a menos que revisemos nuestras experiencias diarias, no van a ser internalizadas.

¡Vamos, vive un poco!

Como un ejercicio, toma cinco de tus muestras de sabiduría favorita – cosas que tu consideres las herramientas más importantes para la vida. Ahora sigue el siguiente ejercicio: busca un resultado, una consecuencia, una derivación, una conclusión.

Esta aproximación paso a paso abrirá una cadena potencialmente infinita de conclusiones. De hecho, los Sabios dicen que de cualquier mitzvá de la Torá, tú puedes teóricamente deducir todas las 613 mitzvot – siguiendo lógicamente las consecuencias, derivaciones, etc. (Por supuesto que esto lo puede hacer un erudito…)

 

 

¿Por qué “expandir tus ideas” es un camino a la sabiduría?

  • Cuando      escuches una muestra de sabiduría, extrae lo que es relevante para tu      vida.
  • Cuando      aprendas un concepto, ábrelo para ver sus componentes. Si A es verdadero,      entonces B también puede ser verdadero.
  • ¡Ejercita!      Toma muchos conceptos y somételos a este proceso.
  • Nada      que escuchemos es realmente valioso a menos que lo hagamos nuestro.
  • Cada      noche antes de ir a dormir, haz una limpieza intelectual.
  • Para      estar vivo, tienes que estar comprometido en el proceso de vida.

 

Camino #46: Aprende para Enseñar

No crezcas solamente para ti mismo. Si tienes algo de información que valga la pena, compártela. Mediante llegar a otros, llegarás a ti mismo.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Lo que sea que aprendas, ya sea libros, clases, o experiencia de vida, hazlo con el objetivo de compartirlo con otros. Si fue fascinante, ¿cómo te cambió? ¿Qué te enseñó sobre la vida? ¿Y cómo puedes pasar esta idea a otros?

El camino #46 es “Halomed al menat lelamed”, literalmente “aprende para enseñar”. No crezcas solamente para ti mismo. Si vale la pena, compártelo.

Para comunicar efectivamente lo que has aprendido:

  1. Defínelo      claramente. ¿Cuál es el punto esencial?
  2. Entiéndelo      completamente. ¿Hay algún punto que no tengo claro?
  3. Sabe      cómo transmitirlo. ¿Como puedo explicárselo a otros de la mejor manera?
  4. Ponlo      en práctica. ¿A quién se lo enseñó?

Haz de este proceso algo automático, para que cuando sea que aprendas algo nuevo, pienses instantáneamente cómo transmitirlo.

Si vale la pena aprenderlo, vale la pena compartirlo

No queremos vivir solamente para nosotros mismos. Como parte de la humanidad, queremos ser los “protagonistas de las noticias”. ¿Acaso es la búsqueda de fama? No lo creo. Si tuvieses información para cambiar el curso de la historia, la compartirías incluso anónimamente.

Imagina que estás caminando por la calle y conoces a un extraterrestre. Él dice: “He venido de una galaxia lejana para comunicar un mensaje importante a los terrícolas”. ¿Qué es lo primero que haces? “¡Tengo que contarle esto a todo el mundo! ¿De qué universo dijiste que venías? ¿Cómo deletreas tu nombre? Déjame ver esos tentáculos, ¿realmente funcionan?”.

Comienzas a evaluar, pensar, analizar y a enfocarte, todo esto porque tienes una audiencia que está esperando tus palabras.

Aplica esta técnica a todas las experiencias de la vida. Si estás volviendo de vacaciones, piensa qué mensaje quieres transmitir a tus amigos cuando llegues de vuelta. Lo que sea que estés haciendo, en el zoológico, en una boda, o leyendo el periódico, continúa preguntándote ¿Cuál es el valor de esta información? ¿Qué me enseña sobre la vida?

Y luego pregúntate: ¿Quién más se beneficiaria con este concepto, y cómo se lo puedo enseñar?

No desperdicies ninguna oportunidad. La próxima vez que vayas a un concierto, imagina que eres un crítico de música para el periódico más importante. Todo el mundo muere de ganas por escuchar tus comentarios. Los van a traducir hasta a ruso y chino. ¿Ves como afecta esto tu experiencia? Cada movimiento de la batuta, cada golpe al platillo tendrá toda tu atención. ¡Estás envigorizado!

Ensaya, pretendiendo que tienes que enseñarlo en una clase a mil personas. ¿Cómo resumirías los puntos principales? ¿En qué estás de acuerdo o en desacuerdo con la conclusión?

Crea oportunidades para enseñar

Estás en un avión, sentado junto a un extraño. ¡Y todos sabemos lo aburrido que puede ser! Pero es también una gran oportunidad para discutir tu perspectiva sobre un asunto importante. Por supuesto, tienes que preparar la conversación para la discusión. Intenta esta técnica: Comparte una dificultad que estés teniendo con el asunto, y pide un consejo. (Cuando estás en la calle y debes pedirle a un extraño directivas para ubicarte, ¡eso no te complica en absoluto!)

Entonces di: “Estaba pensando en este asunto. ¿Me ayudarías a entenderlo?”. A todo el mundo le gusta dar consejos. Y a continuación, podrás explicar tus ideas completamente, ¡y de paso podrías aprender algo!

Anticipa las oportunidades para enseñar, ya sea que estás en la cola en el banco, o almorzando con amigos. Hasta puedes invitar a gente con el propósito expreso de tener una conversación significativa. Sé creativo. Las posibilidades son infinitas.

Esto no es para sugerir que conviertas a todos tus amigos y a tu familia en conejillos de indias. Pero si significa reconocer de antemano cómo puedes impactar a otros de una manera positiva.

No tienes que ser perfecto para enseñar

La idea de enseñar incomoda a mucha gente. Podemos sentirnos inadecuados: ¿Quién soy yo para enseñar? No sé lo suficiente todavía. ¡Estoy lejos de haberme perfeccionado!

Estas son racionalizaciones. Porque de hecho, nadie es perfecto.

Los mejores profesores cometen errores; más al comienzo, menos después. Es como andar en bicicleta o manejar un auto, cuanto más lo haces, más fácil se torna. Nadie se convirtió en un gran maestro sin equivocarse algunas veces.

¿Cómo adquieres práctica? ¡Ve a enseñar!

La primera vez, posiblemente se reirán. Pero no te desanimes (¡Ponte contento que no te han insultado!). Inténtalo de nuevo. La segunda vez discutirán contigo. Esa ya es una buena señal, los tienes comprometidos. La tercera vez te agradecerán. Eso hace que todos los esfuerzos anteriores hayan valido la pena.

De la misma manera en que un artista necesita estudiar de los grandes maestros, un profesor necesita estudiar los métodos de grandes educadores. Si tienes un profesor favorito (o periodista, actor, etc.) presta atención a sus técnicas para comunicar el mensaje.

Pero no esperes hasta ser perfecto, porque eso está bastante lejos todavía. Sólo comienza y enseña lo mejor que puedas. Esto hará maravillas para ayudarte a clarificar tu propio punto de vista.

¿La gente quiere aprender?

Puedes decir: esperaré hasta que la gente pida un consejo, después les enseñaré.

Si alguien estuviese sangrando en la calle, no esperarías hasta que te pida ayuda. Aún si dijera: “No, déjame solo”, no te irías mientras está desangrándose, diciendo: “Bueno, de todos modos no quería mi ayuda”. Ayudarías a pesar de todo, tratando de convencerlo.

La gente que más necesita a menudo es la última en pedir. Se proactivo. Si tu amigo tiene problemas maritales, ofrécele ayuda con mucho tacto. No esperes a que diga: “Por favor, ayúdame, abre mis ojos”. Porque eso no va a ocurrir.

No pasarías sin detenerte por el lado de alguien que está sangrando en el piso. Cuando alguien está deprimido es exactamente lo mismo.

Desarrolla un repertorio de enseñanzas

Mantén un inventario de lo que sabes. Organízalo, y podrás enseñar las cosas indicadas en el momento apropiado.

Para desarrollar un repertorio, pregúntate lo siguiente:

  • ¿Qué es lo que le fascina a la gente?
  • ¿Qué información es crucial?
  • ¿Qué ideas conozco mejor?
  • ¿Qué he aprendido de los golpes de la vida?

Conviértete en un especialista. Identifica un área que hayas aprendido en profundidad, y trata de perfeccionarla.

Actualízate constantemente, expande y mejora tu repertorio. Mantén tus ideas frescas. Si estás excitado con el material, tu audiencia también lo estará.

Para hacer este concepto más real, intenta escribir un testamento ético.

“Querido hijo: ahora que he cumplido “100 años”, déjame contarte algunas cosas que he aprendido de la vida…”.

Imagina que la CNN está entrevistándote sobre las cosas más importantes que has aprendido en la vida. ¿Qué responderías? Busca dentro de ti mismo por las cinco cosas más importantes que sabes. Es un proceso doloroso, pero es crucial para entenderte a ti mismo.

Y algún día querrás enseñarles sabiduría a tus hijos.

Formaliza el proceso

Aprendemos una cantidad fenomenal de ideas cada día. Pero no estamos en contacto con su valor, por lo que se pierden. Nos traga un montón de tonterías, permanecemos como zombis, y lo bueno se va por la alcantarilla.

Para ayudarte a separar la harina de la paja, escribe las cosas, como una especie de diario. Hay diferentes maneras de escribir un diario. Hay personas que describen eventos: “David se cayó de su bicicleta hoy”. Otros escriben como si estuviesen comunicándoselo a un amigo imaginario: “Querido Diario: Hoy me sentí muy insultado…”.

La idea de llevar un diario es para clarificar: ¿Cómo crecí hoy? ¿Y cómo se lo puedo transmitir a otra persona?

Para solidificar tu acercamiento a la enseñanza, repasa lo que has aprendido cuando todavía está fresco en tu mente. Antes de irte a dormir en la noche, escribe cinco cosas de sabiduría, cinco ideas, cinco ítems de crecimiento. Hacer esto significa que estás despierto, que estás creciendo.

¿Por qué “Aprender para Enseñar” es un camino a la sabiduría?

  • Cuando      aprendes para enseñar, ganas claridad sobre lo que está dando vueltas por      tu mente.
  • Si      vale la pena aprender algo, entonces vale la pena compartirlo.
  • Asegúrate      de aprender algo Nuevo cada día. Si no has aprendido, no has crecido.
  • Cada      noche, pregúntate: “¿Cómo puedo enseñar lo que he aprendido hoy?”.
  • Saber      que tendrás que enseñar te da más poder para entender, analizar, poner      atención y motivarte. ¡Utilízalo!
  • Enseñar      sabiduría es la misión de la nación judía de ser “una luz para las      naciones”.
  • Cuando      aprendes un concepto, desenvuélvelo para ver sus componentes. Si A es      verdad, entonces B puede que también lo sea.
  • ¡Entrena!      Toma muchos conceptos y somételos a este proceso.
  • Cualquier      cosa que escuchemos en realidad no tiene valor, a menos que lo aprendamos.
  • Todas      las noches antes de ir a dormir, haz un análisis intelectual del día.
  • Para      estar vivo, debes estar comprometido con el proceso de la vida.

 

Camino #47: Aprende para Hacer

El mayor objetivo de la sabiduría es hacer la vida mejor. No hay mayor pérdida que tener un manojo de grandes ideas y no utilizarlas.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Cuando se trata de dinero y poder, la gente se acerca a la sabiduría. Pero cuando se trata de lecciones de vida, generalmente la gente no presta mucha atención.

Si le preguntas a alguien – “¿Preferirías ser rico y miserable, o pobre y feliz?” – la mayoría de la gente dirá que prefiere ser pobre y feliz. ¿Por qué? ¡Porque de cualquier manera el objetivo del dinero es ser feliz!

¿Entonces por que hay tanta gente dedicando sus vidas a volverse ricos, a pesar de los daños en la vida familiar, problemas de salud, compromisos morales y otros sacrificios que están involucrados en ganar esa riqueza?

Enfoca tu atención en esta contradicción. Proviene de la incapacidad de trasladar un concepto intelectual a la realidad práctica. Esa es la definición de “locura”. Si una idea tiene sentido y es buena para ti – y tú no la implementas – estás loco. Es como estar viviendo en dos niveles diferentes, desconectado de la realidad.

Los Sabios dicen que cuando una persona comente un error, él está “temporalmente loco”. Gente perdiendo tiempo, peleando con sus propios hijos, estando en depresión y miseria. Eso es locura.

El camino #47 es “ha’lomed al menat laasot” – literalmente “aprender para hacer”. Todo el trabajo de vivir es poner en práctica lo que sabes. Esa es la diferencia entre “filosofía” y “sabiduría”. Puedes aprender las lindas ideas del mundo y predicar sobre ellas todo el día. Pero si no las aplicas, eres un gran meshugene (loco).

El poder del ritual

Los seres humanos son criaturas de hábitos. Disfrutamos de la comodidad y la seguridad de las rutinas diarias. Pero “ritual” generalmente tiene una mala connotación, porque implica un acto hecho sin entendimiento o sentimiento.

Por supuesto, es ideal cuando una persona se conduce sólo por entusiasmo. Pero a veces tiene que funcionar en la dirección contraria, es decir: Un ritual puede llevarte a hacer cosas incluso cuando no tienes ganas de hacerlas, e incluso antes de un total entendimiento del porqué. Entonces, si Dios quiere, una vez que nos involucremos en la actividad correcta, la conexión emocional llegará a continuación.

Por ejemplo, les enseñamos a nuestros hijos a cepillar sus dientes desde una temprana edad – como un ritual. Y les enseñamos a comportarse educadamente – “Por favor pásame la sal… muchas gracias… discúlpame” – como un ritual. Hacemos esto incluso antes de que entiendan la razón. Y confiamos en que cuando crezcan, ellos reconocerán el valor del buen comportamiento y de lavarse los dientes.

El ritual es un fundamento del judaísmo. Las mitzvot no son acciones vacías para mantenernos ocupados. Al contrario, nos ayudan a poner ideales en práctica. Por ejemplo, encender las velas de shabat trae calidez, calma y paz al hogar. O poner una mezuzá en la puerta, nos ayuda a enfocarnos en las dulces palabras escritas adentro. No es “abracadabra”.

Utiliza los “hábitos” en tu favor. Toma algo que hayas aprendido y conviértelo en un ritual. Por ejemplo, haz un hábito diario de articular cinco cosas placenteras que hayas experimentado en las últimas 24 horas. Enfócate en ellas, cuenta con ellas, siéntelas.

¿Quieres ser una persona más amable? Mientras tanto, hasta que estés listo para pensar como una persona amable, ¡actúa como una!

Cuando comiences un nuevo ritual, no te preocupes si falta un poco de placer. Sólo hazlo. Después, verás maravillosos resultados. Te convertirás en alguien más sensible y civilizado. Te transformará.

Avanzar poco a poco

Implementar una idea importante no es algo que sucede de la noche a la mañana. Tienes que construir de a poco. Pequeños logros llevan a grandes logros.

Haz una lista de cinco ideas que te gustaría integrar a tu vida. Cada día, enfócate en una idea específica. Define un plan de cómo implementarla. Te sorprenderás de cuán sistemático será tu crecimiento. Un día, una oportunidad.

Empieza con pasos pequeños, y trabaja en los más difíciles. Por ejemplo, en la idea de “amar a tu prójimo como a ti mismo”, un aspecto especifico es ser amistoso con los demás. Un pequeño y práctico paso puede ser atender el teléfono con voz alegre, en vez de decir bruscamente “aló”. Un paso siguiente puede ser hacer pequeños favores voluntarios – como ofrecer café a un compañero de trabajo o de dormitorio. Y luego, puedes empezar a construir desde allí…

No te des por vencido. Pregúntate cada noche, ¿Qué aprendí hoy? Después aplica esa lección a uno de los ítems de tu lista. Incluso el esfuerzo más pequeño hará crecer tu ímpetu. Pero por lo menos haz algo con los conocimientos que haz aprendido. Con cada pequeño esfuerzo, tú creces.

Debes estudiarlo

Nada ayuda a la integración de las ideas más que el estudio penetrador. Cuanto más entendemos, más nos motivamos a implementar una idea en nuestras vidas.

Con cualquier conocimiento, tú debes definir claramente:

  1. ¿Qué he aprendido?
  2. ¿Qué significa?
  3. ¿Por qué es importante para mi vida?
  4. ¿Cuáles son las consecuencias?
  5. ¿Cómo traslado esto a una realidad práctica?

Aplica este modelo constantemente – mientras tienes una conversación, o incluso mientras lees esto. ¿Qué deberías estar haciendo? Internalizando las ideas que están aquí – y trabajar sobre un método para integrarlas en tu vida. Recuerda: ¡Los 48 caminos son más que un ejercicio intelectual!

Al preguntar, ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo debo hacerlo? Y ¿Qué voy a hacer al respecto?, evitas muchos errores. Tan pronto como te conectas con la realidad del pensamiento, del conocimiento, de las definiciones, y haces lo que es correcto, la locura desaparece. Se evapora.

Es difícil detenerse en medio de las acciones y preguntarte “¿Qué estoy haciendo?” Así que tienes que ejercitar estos pasos, practicándolos de antemano.

Evitando errores

Para aumentar tu sabiduría, debes estar atento a lo que sucede alrededor tuyo, apreciar su significado, y aprender de ello. Como dice el dicho: “Un tonto aprende de sus errores, pero una persona sabia aprende de los errores de los demás”.

Por ejemplo, considera la idea del matrimonio en la sociedad moderna. Cada pareja que se casa dice que esta enamorada. Pero la mitad de los matrimonios terminan en divorcio. ¿Qué sucede?

Investiga las causas y aprende como minimizar las posibilidades de que tu propio matrimonio fracase. Después haz el compromiso de internalizarlo y practicarlo. Porque si no trabajamos en como amar, podemos desenamorarnos rápidamente.

Conocimiento verdadero es internalizar las ideas dentro de nuestros huesos. Si no pones una idea en practica, entonces no lo “sabes” realmente. Traslada ese conocimiento a acciones diarias. Conceptos como amor y felicidad son muy lindos – ¡Tan lindos que frecuentemente fallamos en ver cuanto trabajo requiere lograrlos!

Aprender de los errores

¿Pero que sucede cuando realmente cometes un error?

Si cometes un error, no cargues con el sentimiento de culpa de: “No valgo nada, soy un idiota, no sirvo para nada”. La autocompasión es algo muy desagradable. Una persona llena de culpa repite sus errores una y otra vez. La culpa es la manera del cuerpo de engañar al alma – “No valgo nada, no soy bueno. ¡¿Ves?, es mi culpa!”.

En vez de tener autocompasión, corrige el error. ¿Cómo? Muy fácil, arrepiéntete. Simplemente di: “Cometí un error, soy humano, ahora puedo aprender de él”. Lo más importante es que vuelvas a tu estado natural de placer y productividad. ¿Hiciste un auto-gol y el otro equipo se beneficio? Está bien, puede suceder. ¡Ahora arréglalo y ayuda a tu equipo!

Por supuesto, no digas que nunca sucedió. Analiza por qué cometiste el error. Porque si incluso un tonto aprende de sus propios errores, entonces no aprender de los errores es doblemente tonto.

Pon tu energía en eso. Aprende de eso, y pretende no volver a hacerlo nunca más. Ahora bien. La vida es buena. Avanza, déjalo atrás

Hazlo hoy

Hay muchas cosas que nos prometemos a nosotros mismos pero que nunca hacemos realmente. Nos engañamos a nosotros mismos diciendo que hemos adquirido un compromiso, pero no es cierto. ¿Te quedaste dormido hoy? Es porque no fuiste serio con el compromiso. Si hubiera existido un muy buen trato de negocios y tenías que despertarte a las 5 AM, ciertamente te habrías levantado a las 5 AM.

Aplica esta idea a las grandes metas de la vida. Si no empiezas hoy, quizás nunca lo hagas. Incluso si no tienes el tiempo ahora, por lo menos escribe tus buenas ideas antes de que se pierdan para siempre. Ponlas en tu calendario. Eso te obliga a revisar tus prioridades periódicamente – y te da una segunda oportunidad de empezar. Porque la diferencia entre un sueño y una meta es el plazo.

Otra herramienta es preguntarte: ¿Qué podría enseñarle a los demás? ¿Cómo podría hacerlo? Ese es el proceso esencial de la vida. Articúlalo, enséñalo a los demás – y entonces ponlo en práctica tú mismo.

Depende de ti

Acepta la responsabilidad de ti mismo. Como los sabios dicen: “Si yo no estoy para mí mismo, ¿Quién va a estar para mí?”.

Sabes que hay ciertas cosas fascinantes. ¿Quieres felicidad, buena vida, grandeza, ser disciplinado, vivir en la realidad? Te atormenta el cerebro. ¡No te rindas! Si realmente crees en algo, ve y lógralo.

Depende de ti completamente. Resuelve tomar el control de tu vida. Puedo hacerlo. Creo en mí. Voy a lograrlo. Nadie puede entrar a tu cerebro y vivir por ti. Nadie va a “hacerte” grandioso. Nadie puede detenerte, y nadie puede ayudarte. Esa es tu responsabilidad.

Finalmente, por supuesto, el árbitro final es Dios. Pero ese es Su dominio. Nosotros tenemos que hacer nuestro esfuerzo.

La clave de la vida es decidir poner en práctica lo que sabes. ¿Vas a sobrevivir, o vas a tomar control de tu vida de acuerdo a ideales que tengan sentido?

Toma esa decisión ahora. Si no es ahora, ¿Cuando?

¿Por qué “Aprender para Hacer” es un camino a la sabiduría?

  • Todo      el objetivo de la sabiduría es aplicarla para mejorar la vida.
  • No      dejes una oportunidad para otro día.
  • Hablar      es fácil. Actuar requiere de un compromiso.
  • No      asumas que sólo porque lo estudiaste, lo aplicarás.
  • Tomar      la decisión de crecer es utilizar tu libre albedrío, el poder esencial del      ser humano.
  • Cada      concepto en la Torá es una instrucción de vida. Aprende a aplicarlas.
  • Si      tomas una decisión y te comprometes a cambiar, eso va a influenciar      positivamente el resto de tu vida.

 

Camino #48: Educa a los Maestros

No te tragues todo lo que te dicen. Revísalo. Cuestiónalo. ¿Tiene sentido?

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Los vendedores ganan experiencia cada vez que un cliente plantea una nueva pregunta – desafiando al vendedor a mejorarse cada vez.

Los maestros también están en el negocio de las ventas, ¡vendiendo ideas! Sé un consumidor educado: Cada vez que aprendas algo nuevo, utiliza tu “marcador rojo” y corrige lo que te parece incorrecto ¿Tiene sentido lo que dicen? ¿Es sólo una buena teoría o también puede ser puesta en práctica?

El camino #48 es “Hamajkim et Rabo” – literalmente “Haz a tu profesor más sabio”. El camino #10 hablaba de la necesidad de elegir al profesor correcto. Pero eso es solamente el principio. Necesitamos moldear a nuestro profesor para obtener el máximo de la experiencia de aprendizaje.

No tengas miedo de desafiarlo. Si tu profesor es un verdadero maestro, estará contento cuando sus alumnos son críticos.

A través de cuestionar y desafiar a tu profesor para que exponga su posición, ciertamente estás ayudándolo a crecer. Como uno de los grandes sabios dijo:

“Yo aprendí muchísimo de mis profesores. Aprendí incluso más de mis compañeros. Pero de los que más aprendí fue de mis estudiantes”.

Sin parloteos

En ocasiones, los sabios del Talmud cometían errores intencionalmente, insertando vuelcos ilógicos para mantener a los alumnos despiertos. El profesor quería ver si los estudiantes estaban “pensando” o simplemente “tragando”. Un buen profesor quiere que sus alumnos sean críticos. ¿Quién quiere una habitación llena de zombis, loros y grabadoras de disco?

Después de todo esto el profesor preguntaba: “¿Entienden? ¿Tiene sentido?”. ¡Y ay de quién respondiera que sí!

Claro, cuando sea que desafíes a algún maestro (o a alguno de tus padres), hazlo con respeto. Atenúalo con expresiones como: “Discúlpeme, no entiendo como llegó a esa conclusión, pero me parece incorrecta”.

Dale una oportunidad

Otro aspecto para “hacer sabio a tu maestro” es relacionarte con él como una persona sabia. Para aprender de un profesor, tienes que tomar sus enseñanzas seriamente. De otra manera no funcionará. Acepta el hecho de que él tiene algo que decir. Él tiene credenciales. Escucha sus ideas justamente.

Nunca descartes algo que dice tu maestro calificándolo como “ridículo” considera su punto de vista incluso si tienes la sensación de que “es imposible, es un error, yo sé que no es verdad”. No lo descartes de inmediato. Dale otra oportunidad de explicar, y luego piénsalo otra vez.

Pero, tú piensas, ¡tal vez el profesor en realidad está equivocado! Si esa es la conclusión a la que llegaste, entonces comunícaselo. Pero sólo después de haberlo analizado con detenimiento. Averigua por qué crees que está equivocado. ¿Cuáles son tus fundamentos?

Por ejemplo: Tu profesor te da una definición de “amor”. ¿Hay algo malo en definir el amor? ¿Tal vez a ti no te gusta la idea de limitarlo a una definición? ¿O no crees que sea posible definir una emoción?

Entonces plantea la pregunta: “¿Cómo puedes definir emociones?”. (La respuesta es que nosotros no definimos emociones, definimos lo que provoca las emociones)

A pesar de que termines concordando o no, el sólo hecho de pensar en ello resulta ser un crecimiento enorme.

Siente tu resistencia

Uno de los mayores obstáculos para obtener sabiduría es estar emocionalmente cerrados en nuestra propia posición.

Pon atención cuando sea que desees distanciarte de las palabras de otros. Puede ser que te estés poniendo a la defensiva (porque no estás tan seguro contigo mismo). O puede ser que tengas flojera intelectual, miedo a las implicancias, o algún prejuicio arraigado.

Analiza qué es lo que te está molestando. Procésalo y ponlo en la mesa de discusión. Identifica si es parte de tus prejuicios, si va en contra de tu opinión, en contra de tus inclinaciones, o en contra de tus deseos.

Dependiendo de donde venimos, todos mantenemos algo que es sagrado. Si eres de China, el comunismo es sagrado. Si eres de Norteamérica, el capitalismo es sagrado. Si vienes de un Kibutz el socialismo es sagrado.

¡La verdad es que es más importante escuchar el punto de vista del otro justamente cuando no estas de acuerdo! Generalmente la cosa que más necesitamos es lo que más alejamos constantemente. Si te encuentras a ti mismo rechazando una idea desde el comienzo, es probablemente un mecanismo de defensa. Ahí es precisamente donde tienes una ventana para crecer – y necesitas ponerle máxima atención. Ese es el poder de la esquizofrenia en nosotros. Llamamos a algo “ridículo” – incluso cuando tenemos la leve sospecha de que eso tiene el poder de transformarnos de una manera positiva.

Capa sobre capa

Piensa y vuelve a pensar lo que tus maestros dicen. Ciertamente esto se aplica cuando no los entiendes completamente, o cuando no estás de acuerdo con ellos. Pero incluso cuando concuerdas con la idea, no estés tan seguro que has captado el mensaje completo.

Incluso cuando algo parece obvio, trata de verlo desde otra perspectiva. Muchas veces, te sorprenderás de encontrar nuevos aspectos que antes pasaron desapercibidos.

La sabiduría es muy profunda. Podemos pensar que entendimos inmediatamente, pero mientras pasa el tiempo, acumulamos más experiencia de vida, y comenzamos a desenredar las capas detrás de las palabras. Hay miles de aspectos diferentes en los cuales no has pensado, por eso debes seguir excavando. Y mientras más hondo excaves, ¡te darás cuenta de que todavía hay más para excavar!

Llegar a entender una idea puede tomar un largo periodo de tiempo. ¡De hecho los sabios dicen que toma 40 años!

Mira desde el otro lado

Amplía tu entendimiento observando desde el punto de vista de otras personas. Métete en su onda. Piensa de donde viene. A pesar de que estés seguro de que estás en lo correcto, transfórmate en un abogado para el otro lado. No lo rechaces inmediatamente.

Juega a ser abogado del diablo. Presiónate a dar 10 razones desde el punto de vista del otro. Incluso si el otro está mal, igual hay buenas razones por qué creer en lo que creer.

Aplica esta técnica siempre que estés envuelto en un argumento. Es excelente para sanarse, particularmente cuando los combatientes están tensos y emocionalmente disgustados. Puedes decir: “Mira, realmente quiero entender lo que estás diciendo. Acá hay algunas razones por las que creo que podrías estar en lo correcto. ¿Te molestaría decirme algunas razones por las que yo podría estar en lo correcto?

Ningún argumento puede durar bajo estas condiciones. ¿Te das cuenta?

¿Cuál es la peor cosa que podría resultar de todo esto? Pueden no estar de acuerdo todavía, pero van a entenderse mutuamente y van a construir respeto mutuo. Más allá de esto, tal vez, ¡realmente descubras la verdad y cambies tu punto de vista!

 

Aborda los grandes temas

Aplica esta técnica de “mirar desde el otro lado” a todos los temas serios de tu vida. Por ejemplo, antes de que una persona judía se case con una persona no judía, debería dar 10 razones de por qué es importante ser leal al judaísmo. No rechaces el judaísmo por tu experiencia a los 13 años. El pueblo judío le ha entregado una fundación moral al mundo, y ha sobrepasado todas las dificultades imaginables. Esa es una herencia que vale la pena investigar.

Similarmente, antes de sacar a Dios de tu vida, da 10 razones por qué es importante tener una relación con él. Dios es nuestro creador, nuestro maestro. ¡Démosle un poco de crédito!

¿Hay cosas que no entiendes de la vida como el sufrimiento y la injusticia? ¡Claro! ¡Haz las preguntas! Pero trata de verlas desde la perspectiva de Dios.

No tiene sentido guardar rencor en contra de Él. ¿Hay evidencia de su existencia? ¡Descúbrelo!

¿Por qué “Educar a los Educadores” es un camino a la sabiduría?

  • Cuando      uno enseña, dos aprenden.
  • Para      entender el sentido completo de una idea, debes hacer preguntas.
  • Incluso      si no entiendes una idea, considérala cuidadosamente.
  • Dale      crédito a tu maestro, no pienses que va a decir algo ridículo.
  • Aprecia      que no eres perfecto. Tal vez en esta ocasión estás cometiendo un error.
  • Las      ideas incomodas son la mejor oportunidad que tenemos para crecer.
  • La      sabiduría es profunda. Toma tiempo y paciencia adquirirla.
  • En      la conciencia judía, aprender es para toda la vida.
  • Mientras      más inteligente es el maestro, más inteligente llega a ser el alumno.

 

Camino #49: Organiza Tu Mente

El cerebro humano es un archivador sofisticado. Pero, ¿cómo accederás a toda esa información? ¡Organiza lo que sabes!

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Después de completar los 48 Caminos hacia la sabiduría, existe un crucial paso adicional: Organización.

Imagina una oficina en donde el papeleo fluye cada día. La única manera de que todo esté accesible es con un buen sistema de archivo. Buscas un documento urgente… la frustración crece mientras luchas por información que sabes que está ahí, pero que no puedes encontrar. ¡Está enterrada en un montón de papeles!

Así también, el cerebro humano es una oficina extremadamente sofisticada hacia la cual fluye información constantemente. Tú has aprendido tantas lecciones importantes acerca de la vida – amistad, espiritualidad, negocios, manejar las decepciones, paciencia, manejar dinero, etc. Se transforma en una masa de detalles inmanejables. ¿Dónde archivarás toda la información? ¿Cómo tendrás acceso a esa información en el futuro?

Es por eso que los 48 Caminos tienen un agregado, el Camino #49 “Hamejavén et shmuató”, que significa “examina lo que has escuchado”. Crea un archivador mental. Cuando escuchas un nuevo fragmento de sabiduría, ponlo automáticamente en el archivo correcto, dejándolo disponible para uso futuro. La sabiduría necesita ser accesible y aplicable, y mientras más organizado seas, mas poder tendrás para vivir.

 

Encuentra el flujo

La clave para organizar la sabiduría es desarrollar un marco que no convierta a tu mente en una burocracia.

Busca siempre el flujo lógico. Por ejemplo, cuando tomas un libro, primero lee el índice para desarrollar un sentido general de la estructura. Luego, tómate unos cuantos minutos para imaginar sobre que se discutirá en cada capítulo. Cuando comiences a leer, esto te ayudará a ver como cada aspecto es diferente al otro – y como todo el material se conecta.

En vez de que te expliquen una idea, es mejor intentar entender la idea tú mismo, buscar sus implicancias por tu cuenta. De esta forma, estás enfocándote, haciéndote parte del proceso, y estás analizando la información mientras avanzas. Esto graba la idea en tu mente mucho mejor que cuando simplemente te la explican. Y tendrás una mejor base para llegar a una conclusión acerca de la credibilidad del material.

En el estudio judío, le damos a cada sección de la Torá y del Talmud un nombre que define su esencia, y luego escribimos frases resumen para cada sección. Por ejemplo, los 48 Caminos son “esencias definidas”, una especie de índice de materias para alcanzar la sabiduría.

Pon atención, ve la conexión. Esto hace que la información sea infinitamente más manejable y te ayuda a recordarla y a aplicarla en el camino. Prueba este método en lo que sea que estudies. Vale la pena invertir un tiempo ahora.

El sistema lógico

Imagínate a alguien que no puede balancear su chequera. Su escritorio está lleno de montones de papeles de retiros y depósitos, estados de cuenta y papeles de tarjetas de crédito. Es imposible manejar este caos. Así que es mejor que se de por vencido…

Así también con la sabiduría para vivir. Cada día aprendes mucho acerca de la vida, y a menos que lo organices, los pedazos aislados de sabiduría te desalentaran y te deprimirán. Esto mata tu optimismo y tu deseo de crecer y cambiar. Tú piensas: “He olvidado otras ideas en el pasado, probablemente olvidaré esta también”.

¡No puedes darte el lujo de continuar así!

En el judaísmo, un sistema clásico de organización es memorizar las 613 mitzvot. Por ejemplo el Mishné Torá de Maimónides, organiza las 613 mitzvot en 83 secciones, compiladas en 14 volúmenes.

¿Cuál es el valor de memorizar esta lista? Esto te proporciona 613 “carpetas de archivos” en las cuales puedes poner cualquier nuevo fragmento de sabiduría. Por ejemplo, si adquieres entendimiento acerca de la armonía de la naturaleza, puedes archivarlo bajo la mitzvá de “saber que Dios es uno”. O si encuentras una nueva forma de ayudar a las personas sin hogar, puedes archivarlo bajo la mitzvá de tzedaká, caridad.

Con este método, entenderás la vida totalmente diferente. Verás la genialidad de cómo una pieza se conecta con la otra. Y esa herramienta te beneficiará para siempre.

También hay otros métodos. Algunas personas tienen cientos de tarjetas, organizadas alfabéticamente por temas. Cuando reciben una nueva información, la escriben en una tarjeta. Utilizando la computadora, este sistema es fácil de implementar, e incluso puedes armar una red de hipervínculos de información personal.

Lo principal es escoger un sistema de funcione para ti – y construir tu “base de datos de sabiduría” alrededor de él.

 

Sabiduría accesible

Tú estás constantemente recibiendo nueva información, gastando tiempo y dinero para adquirirla. Si vale la pena reunirla, vale la pena guardarla y utilizarla. Si pagaste 50 dólares por algo, lo utilizarías. Y además, ¿no es más valiosa la sabiduría que el dinero?

Antes de comenzar cualquier proyecto importante, abre un nuevo archivo para guardar información. Ya sea administración de dinero o reparaciones domésticas, se diligente al organizar tu información. Cuando te encuentres con algún buen artículo, no lo metas simplemente en un cajón por ahí.

Por ejemplo, si estás comenzando una familia, recopila una serie de herramientas útiles para la educación de los niños. Tú quieres que ellos sean sanos – física, emocional y espiritualmente. ¡Pero aprender en el camino puede ser demasiado tarde!

No es suficiente tener un montón de hechos y cifras guardados ordenadamente en tu oficina. Es igualmente importante abrir un “archivo mental” paralelo. Debes ser capaz de aplicar la información incluso sin acceso inmediato al material impreso.

Un método clave es extraer el principio detrás de la idea. Esto es mucho más fácil de memorizar que un montón de detalles. Los Sabios lo comparan con llevar dinero de papel en vez de un gran saco de monedas. Una vez que tienes el principio, puedes aplicarlo en una variedad de situaciones.

Mecanismos de memoria

Tener una “noción” de una idea no es suficiente. Para realmente “poseer” la idea, tienes que saberla de memoria. La memorización es tremendamente poderosa, tiene la capacidad de poner la idea “en tu bolsillo”, inmediatamente accesible en la punta de tus dedos mentales.

Hay dos formas de memorizar una idea:

1) aprenderla de memoria, repetirla una y otra vez, o

2) descubrir su flujo lógico

¿Cuál método es mejor? El número dos. Supón que quieres memorizar todos los huesos del cuerpo humano. Utilizando el método #1, memorizarías el nombre de todos los huesos en orden alfabético. Utilizando el método #2, la forma lógica, comenzarías por la cabeza e irías bajando hacia los dedos de los pies. Mientras recorres el cuerpo, cada hueso te da una pista para el siguiente.

A la mente le gustan los mecanismos mnemotécnicos. Intenta extraer la esencia de la idea, y grábala en una frase que sea fácil de memorizar. De este modo, en vez de luchar por recordar la idea completa, podrás reconstruir la idea desde tu frase.

Aquí hay algunas técnicas de memorización efectivas:

  • Asigna      una descripción de una o dos palabras a cada idea.
  • Toma      la primera letra de cada concepto, y haz un acrónimo divertido con las      letras.
  • Crea      una escena o historia imaginarias, en la cual los conceptos claves aparezcan      todos juntos. (Mientras más escandalosa sea la escena, más fácil es      recordarla).
  • Pon      las ideas en una canción. La melodía te permitirá recordar la serie de      palabras.

Hay un gran bloqueo mental para memorizar cualquier cosa, pero una vez que comienzas a hacerlo, es divertido y fácil. Para comenzar, intenta aprenderte los nombres de los 48 Caminos de memoria y repásalos mientras caminas por la calle. Anota estas “palabras clave” en un pequeño pedazo de papel, y tenlo contigo en todo momento. Esto te dará un constante punto de referencia.

 

Archiva, evalúa y elimina

Si el conocimiento es poder, entonces olvidar es la mayor de las debilidades.

Tenemos dos pequeños aparatos entre nuestros hombros. Uno es el botón de “recordar” y el otro es el de “olvidar”. ¿Te dieron alguna vez un número de teléfono y dijiste, “Seguro, lo recordaré”, y un minuto después se fue de tu mente? Pasa. Presionaste “olvidar” en vez de “recordar”. Pero cuando el millonario dice, “Este es mi número de teléfono”, y tiene 25 dígitos – ¡no hay problema! Presionaste “recordar” ¡y lo presionaste bien!

Cuando escuchas un valioso fragmento de sabiduría, decide: Esto es importante, quiero recordarlo, voy a guardarlo. Tú tienes ese poder. Presiona el botón.

Si no puedes procesar nueva información en el momento, entonces al final de cada día, revisa las principales cosas que has aprendido. Por ejemplo, si lees un buen artículo, verbaliza los puntos principales, y lo que sea que encuentres valioso – ¡archívalo!

Más aún, destina tiempo para revisar lo que has aprendido. Es fácil olvidar cosas cuando no estás relacionándote con ellas diariamente. Repasarlas no solamente te ayudará a recordar, sino que revelará una interconexión de ideas que no viste cuando aprendiste las cosas por primera vez.

Para evitar una “sobrecarga de información”, limpia periódicamente tu sistema de archivo mental. Mucha información está atestando innecesariamente tu mente. Desarrolla un sistema de revisión y vuelve a evaluar lo que has estado llevando ahí arriba. Ve que asuntos son válidos, y cuales no te interesan más. Para descartar lo que no necesitas, simplemente presiona “borrar”, tal como en una computadora.

Esto no se aplica solamente a información. Si te encuentras involucrado en alguna actividad negativa – por ejemplo debido a la presión de pares – toma la decisión de eliminar esa actividad. Tú tienes que tener una vida sana, una cabeza sana, y una actitud sana hacia la vida. No dejes que las manzanas podridas perturben tu digestión.

Planes y prioridades

Una parte crucial de organizar tu mente es establecer prioridades. Para demostrar la necesidad de organizar tu mente, has preguntas y ve cuan rápido obtienes las respuestas. Por ejemplo, pregúntate que lecciones has aprendido acerca de tres categorías principales de la vida:

Asuntos entre yo y yo mismo. ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cuáles son mis metas y sueños? ¿Cómo llego a ellos? ¿Cuáles son mis talentos? ¿Cuáles son mis virtudes? ¿Que quiero finalmente de la vida?

Asuntos entre yo y otros. ¿Qué sé acerca de relaciones con amigos, padres, colegas, y sociedad? ¿Qué me hace enojar en las relaciones? ¿Qué es lo que más les gusta a otros acerca de mí?

Asuntos entre yo y Dios. ¿Qué sé acerca de verdad, amabilidad, y por qué este mundo fue creado? ¿Cuáles son mis derechos entregados por Dios, y cuales son mis obligaciones?

Ahora, prioriza estas ideas en una colección de planes de vida. Deberías tener un plan diario, un plan semanal, uno mensual y uno anual – con metas a 5 años, a 15 años, y metas de toda la vida.

¿Qué quieres que diga en tu lápida? Hacer esta pregunta es muy poderoso. Y muy doloroso.

Mantén tus prioridades en el orden correcto. Cada ser humano está dispuesto a morir por hacer lo correcto. ¿Podrías matar a 1.000 niños inocentes para salvar tu vida? Seguro estarías más dispuesto a dar tu vida que a hacer tal cosa.

Si estamos dispuestos a morir por hacer lo correcto, entonces eso nos dice algo profundo acerca de nuestras prioridades. Cuando te despiertes por la mañana, recuérdate: “Yo quiero hacer lo correcto, yo quiero ser una buena persona”. Por supuesto, puede que te olvides de ello durante el día. Pero al menos sabes que esto es importante. Y tarde o temprano puede que hagas algo al respecto.

Pregúntate: ¿Qué es lo correcto? ¿Quién es una buena persona? ¡Realmente debería tomarme un tiempo para resolver estas preguntas!

En el judaísmo, nos mantenemos enfocados en las prioridades recitando el Shemá dos veces cada día, y poniendo una mezuzá en el marco de nuestras puertas. El Shemá – “Escucha O Israel, El Señor nuestro Dios, el Señor es Uno” – nos recuerda el gran placer, la esencia de la vida por excelencia.

Asegúrate de mantener tus prioridades en primer plano.

¿Porque “organizando tu mente” es un camino a la sabiduría?

  • Organizar      la sabiduría es el paso más importante para obtener control de tu vida.
  • Cuando      algo interesante viene a ti, archívalo en tu mente para que puedas acceder      a ello cuando lo necesites.
  • Si      comprendes lo que estudias, seguirá siendo tuyo. Si es superficial,      desaparecerá.
  • A      menos que tomes una decisión conciente de recordar, probablemente      olvidarás.
  • Si      vale la pena reunir cierta información, vale la pena organizarla.
  • ¿Qué      quieres lograr en cinco años, 10 años, 50 años?
  • “Fuera      de vista, fuera de la mente”. Revisa tus prioridades y tráelas a primer      plano.
  • Mientras      tu cabeza esté confusa, sentirás el dolor del caos allí arriba.
  • Presionar      el botón “borrar” te da control sobre tu vida.
  • Debes      saber el momento adecuado para sacar el conocimiento adecuado.
  • Domina      el arte de “Manejo de Sabiduría”: Organízala, contrólala y dirígela.
  • A      menos que la organicemos correctamente, ¿De qué nos sirve?

 

Camino #50: Recompensa y Gratitud

Reconoce los regalos que tienes y sé agradecido con la fuente de ellos. Porque si sabes de quién estás recibiendo, siempre puedes volver a pedirle más.

por Rav Noaj Weinberg zt”l

 

 

Después de escuchar una buena historia, un chiste o una idea, estamos ansiosos de repetirla a otros. Pero al hacerlo, la tendencia es presentarla como nuestra propia invención.

“Ha’omer davar be’shem omró”, significa literalmente “dilo en nombre de quien lo dijo”. Cuando cites algo, siempre debes mencionar la fuente. En otras palabras, “no te robes el crédito de los demás”.

El Talmud, el libro clásico de sabiduría, se extiende grandemente para trazar el linaje intelectual de una idea: “Tal y tal dijeron en el nombre de tal y tal, que dijeron en nombre de tal y tal”.

Entonces la próxima vez que estés listo para compartir una jugosa historia, no te olvides de mencionar: ¿De dónde la sacaste?

 

 

El regalo de la sabiduría

Para poder apreciar algo adecuadamente, necesitamos tasar su valor. Es por eso que cuando alguien nos da un regalo material, usualmente no tenemos ningún problema en mostrar gratitud.

Los 48 Caminos dicen: Reconoce también los regalos espirituales. La sabiduría es ciertamente más valiosa que el oro y ¡el secreto de la felicidad es más preciado que un diamante!

Como ejercicio, haz una lista de las ideas que regularmente adoptas, junto con las fuentes originales de donde las escuchaste. Piensa en personas que te han dado sabiduría para vivir. ¿Acaso un amigo te puso en tu lugar en algo? ¿Acaso tu hermano te salvó de hacer cosas estúpidas? ¿Acaso un empleador te dio un buen consejo en relación a tu carrera?

Reconoce que recibiste el regalo. Si alguien te quitó la venda de tus ojos, es fantástico, es una vida diferente. Dite a ti mismo: “Soy ahora consiente de una cosa muy importante a la cual no estaba prestando atención”. Dilo en voz alta. Sólo eso te hará sentir verdadera gratitud.

Ahora, haz que la fuente sepa cuánto lo aprecias. Considera que el “gracias” es el pago por una buena idea. Disfruta pagando la cuenta, no aborrezcas pagarla. El placer que le darás a la otra persona es una pequeña retribución ¡por un regalo enorme!

Un buen lugar para empezar son los padres. Haz una lista de todos los regalos que te han dado, materiales y éticos – tu sentido de honestidad, la disciplina, el deseo de la verdad, la bondad con las personas. Aprecia cuán valiosos son cada uno de ellos. Vamos, ¿Qué obtuviste de tus padres? Averígualo.

Luego, escríbele una carta a tus padres, agradeciéndoles por todos esos regalos. Suena un poco melodramático, pero es asombrosamente poderoso. ¿Entiendes el enorme placer que les vas a dar? ¿Además del placer que tú tendrás al darles a ellos ese placer?

Valora la fuente

Cuando reconoces la fuente, no pierdes, ganas. Nunca serás capaz de valorar un poco de sabiduría, una reflexión sobre la vida, a menos de que estés dispuesto a reconocer el regalo. Porque al negar el regalo, estás degradando su valor. Y por lo tanto, no lo aplicarás seriamente – porque para ti no tiene valor.

Más allá de eso, si estás conscientemente informado de dónde proviene tu sabiduría, entonces es mucho más probable que vayas a buscar más de ella.

También puedes dirigir a otros hacia la fuente. Haz que todos sepan. Hacer que otro esté feliz, no te roba felicidad a ti. Realmente, mientras más gente es feliz, más fácil es para ti ser feliz.

Cuando hay más sabiduría a tu alrededor, la vida se torna mejor para todos.

Señales de alerta

¿Por qué la gente tiene tanto problema para reconocer a otra persona como la fuente de una idea?

La realidad es que las personas desean fuertemente la independencia y están luchando por estatus y por ser superiores a los demás. Tener deudas con otros pareciera amenazar nuestra estatura. No nos gusta imaginar que nosotros no fuimos lo suficientemente inteligentes como para “descubrirlo nosotros mismos”.

En realidad, independencia significa que pagas tus deudas.

¿Qué nos dice esto? Cuando sientas la necesidad de recibir el reconocimiento por el trabajo de otro, deberían sonar campanas de alarma. Es una señal de alerta de inseguridad. Porque a pesar de que puede “hacernos quedar bien”, es realmente un sustituto barato para la verdadera superación personal.

Si quieres obtener reconocimiento por una buena idea, ¡piensa en una tú mismo!

Más allá de eso, si otros se enteran de tu “robo”, entonces habrás perdido credibilidad ante ellos. E incluso si nadie más se entera, has dañado tu amor propio. Y ambos, son productos muy difíciles de recuperar.

Da reconocimiento cuando sea merecido. La gente te respetará por eso y tú te sentirás bien contigo mismo – ¡incluso mejor que si hubieras tomado el reconocimiento de otro!

Sigue el rastro de tus opiniones

Hay una dinámica más sutil en juego. Algunas veces tomamos ideas prevalentes en nuestra sociedad y vamos por el mundo presentándolas como nuestras propias conclusiones.

Haz una lista de tus opiniones en relación a temas como libre albedrío, verdad absoluta, evolución, aborto, entre otras. Sigue el rastro a la fuente de cada una de ellas. ¿Son tus propias ideas? Si no es así, ¿de dónde vienen? ¿Leíste un artículo en una revista o te las comentó un amigo? ¿Cómo llegaste a tu conclusión?

No te engañes. Reconoce que cuando tu ego se ve involucrado, no estás viendo la evidencia, los pros y los contras. Estás simplemente “defendiendo tu conclusión”. Y el peligro inherente es obvio: en el fondo no estamos seguros de si la creemos o no.

Por ejemplo, tú puedes llegar a creer “que no hay una verdad absoluta”. En vez de eso trata de replantearlo: “La gente dice que no hay una verdad absoluta”. De esta forma, eres libre para investigar sobre esta idea de una manera objetiva, sin estar encerrado en una posición.

Ahora haz la pregunta un poco más profunda: ¿Por qué decidiste en un principio identificarte con esta idea en particular?

La próxima vez que escuches una discusión sobre un tema controversial, resístete a la tentación de aceptar una idea sólo para sentir que has “resuelto los temas difíciles de la vida”. Difiere tu conclusión hasta que hayas escuchado toda la evidencia. De otra manera es pretender, fingir, no realmente vivir.

¿Puedes estar seguro de una conclusión? ¡Sí! Los 48 caminos dicen: Aprende la dinámica de la claridad y estudia cómo funciona la dimensión del conocimiento. Entonces sentirás la seguridad cuando venga.

Gratitud al pueblo judío

Haz una lista de los tesoros de la sociedad – monoteísmo, justicia para todos, educación universal, dignidad individual, el valor inapreciable de la vida. Todos estos valores centrales del mundo civilizado son de la Torá.

Antes de que se entregara la Torá, la gente construía sus vidas sobre un concepto subjetivo del “bien y el mal”. Luego en el Monte Sinai, la historia de la humanidad tuvo un cambio dinámico. Las personas entendieron que hay un solo Dios que tiene expectativas morales. No puedes simplemente vivir como te place; hay una autoridad superior a quien le rindes cuentas.

Sin importar el hecho de que los judíos nunca han sido más que una pequeña fracción de la población mundial, estas ideas se convirtieron en la base del mundo civilizado. Por ejemplo, ¿Conoces la fuente de la idea “Ama a tu prójimo como a ti mismo”?

Está en los cinco libros de Moisés – en Levítico 19:18.

El pueblo judío es una empresa ilustre de más de 3.500 años de antigüedad. No somos fugaces. El mundo utiliza nuestros productos bajo diferentes marcas y lo da por hecho. Considera lo que la humanidad le debe al pueblo judío.

Si vives con sabiduría judía, debes saberlo, citarlo y darle reconocimiento.

Gratitud a Dios

Más que nada, dale crédito a Dios. Él nos dio un cerebro para entender y apreciar la sabiduría. Otros maestros nos iluminan, pero el maestro original es Dios. Él nos implantó la intuición de descubrir todo lo que se requiere para vivir.

Dios nos está llenando de regalos todo el tiempo. Comida, aire, ojos, dientes. La vida misma. Él nos programó con una antena para la sabiduría. Nada es posible sin Dios.

El problema es que nosotros no queremos estar en deuda con Él, entonces negamos los regalos. Nos negamos a creer que Él nos ama.

Es como un hijo que no quiere reconocer que le han regalado un nuevo Porsche cero kilómetro. Él va a decir que es el color equivocado, que tiene una abolladura, que gasta mucha gasolina. Va a encontrar algo malo en el regalo porque no quiere reconocer la deuda.

Con el fin de conectarte con Dios, tú debes aprender a apreciar todo lo bueno que Él ha hecho por ti. Eso significa dejar de lado la ilusión de que sólo tú eres responsable por tus logros. Todo es un regalo de Dios. Así como cada pincelada de Picasso tiene su firma en ella, todo en este mundo tiene la firma de Dios. Tenemos que aprender a apreciarlo.

Si haces el esfuerzo de apreciar los regalos que Dios te ha dado, entonces tendrás una fina conciencia de la presencia de Dios y de que todo lo que tú haces va acompañado de Su amor y Su guía. Estarás sorprendido, mucho más allá de cualquier otro placer posible.

Es por eso que la gratitud es la apreciación última, el Camino 50 a la Sabiduría. Este es el paso que unifica a todos los anteriores. Empieza a amar a Dios. Reconoce Sus grandiosos y numerosos regalos.

¿Por qué “Recompensas de Gratitud” es un ingrediente para la sabiduría?

  • Haz      una lista de las cosas que citas. Averigua la fuente y dales      reconocimiento.
  • Si      degradas la fuente de la sabiduría, degradas el valor de la sabiduría.
  • Las      herramientas para vivir son más valiosas que cualquier auto, equipo de      música o viaje alrededor del mundo. Reconoce la deuda.
  • Cuando      la gratitud a otros se quiebra, se quiebra la sociedad como un todo.
  • Ponte      en el lugar del otro: si hubiera sido tú idea, ¿no te gustaría recibir      reconocimiento por ella?